Qué Es La Fe Según La Biblia?

Qué Es La Fe Según La Biblia

El apóstol Pablo enseñó que “la fe [es] la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve” ( Hebreos 11:1 ). Alma dijo algo similar: “Si tenéis fe, tenéis esperanza en cosas que no se ven, y que son verdaderas” ( Alma 32:21 ). La fe es un principio de acción y de poder.

¿Cuál es el concepto de la fe?

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¿Qué es la fe y tipos de fe?

DOS TIPOS DE FE! Mucha gente bien intencionada enseña sobre fe, y muchos tiene un concepto natural de lo que es fe. Hay dos tipos de fe, la fe natural del hombre y la fe Espiritual que proviene de Dios! La fe natural es el positivismo que opera por la razón y que tiene contacto con los sentidos y esta contaminada, y esa fe no lo hace salvo ni lo salvara! Cuando Dios creo al hombre Dios lo creo eterno, el hombre permanecía en fe y vivía en fe hasta que peco y cayó de la gracia de Dios.

El hombre murió espiritual mente cuando la gloria de Dios se aparto del hombre. Los ojos espirituales se le cerraron y perdió a Dios de vista, y se le abrieron los ojos físicos que son razón por los sentidos.

Lo físico y lo natural no pueden producir algo espiritual, mas bien lo Espiritual si produce en lo físico y en lo natural. Las enfermedades todas son un efecto espiritual maligno sobre el cuerpo físico natural del hombre. El hombre desde que cayó de la gracia de Dios a vivido una vida natural por los sentidos y en el alma, en esa condición el hombre se pierde porque su espíritu esta muerto no tiene vida que es una identificacion de relación y comunión con Dios.

  • En ese encuentro que quedo registrado en el evangelio de Juan, Capitulo 3 donde Jesús le habla y le revela al exponer los principios que rigen el Reino de Dios a Nicodemo;
  • Nicodemo un principal entre los Judío que vino a Jesús de noche por temor a las represarías por parte del sumo sacerdote y de su clan, le dijo a Jesús: Rabi sabemos que has venido de parte de Dios como Maestro; porque nadie puede hacer estas señales que tu haces, si no esta Dios con el;

Aquí Espíritu de Dios nos revela que esta gente que representa va al pueblo de Israel, si sabían que Jesús era el Cristo, el Ungido, el Mesías, el enviado de Dios, el esperado de las naciones. Jesús le respondió: De cierto, de cierto te digo, ” aquí Jesús le esta revelando a Nicodemo lo que el Padre le esta diciendo por medio del Espíritu Santo ” que el que no naciere de nuevo, no puede ver el Reino de Dios.

  • Nicodemo le dijo: Como puede un hombre nacer de nuevo siendo viejo? Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer? Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua se refiere a la palabra de Dios, y del Espíritu, no puede entrar en el Reino de Dios;

Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es. Tome su Biblia y continué leyendo hasta el verso 15 del Capitulo 3 ( Juan 3;1-15 ) en este encuentro Nicodemo creyó en Jesús. La fe viene por el oír, y por el oír la Palabra de Dios.

La Palabra viva de Dios que se había manifestado en carne, hecho hombre por el Espíritu Santo en el vientre de una virgen, virgen aquí en este contexto significa que no había tenido relaciones sexuales con ningún hombre.

Estaba aparta y guardada, temerosa de Dios. Aquí el Verbo Eterno nos revela que en la condición en la que el hombre se encuentra ( carne es, el que no a nacido de nuevo ) no puede ver, ni entrar en el Reino de Dios. Para poder entrar en el Reino de Dios el hombre tiene que nacer de nuevo por medio del sacrificio de Cristo Jesús en la cruz del calvario.

En otras palabras el hombre necesita una incircunsicion en el corazón, que es el cambio de naturaleza. Recuerda que el hombre cuando cayó de la gracia de Dios al pecar heredo la naturaleza del diablo que es la muerte espiritual pecaminosa.

En esa condición el hombre no tiene relación con Dios, y al no haber relación no hay comunión con Dios. Dios no se puede comunicar con el hombre por los sentidos o por la razón que es parte del alma del hombre. Dios es Espíritu, lo que el hombre perdió en el huerto de Edén fue su vida espiritual y su fe.

El hombre que no aceptado a Cristo Jesús como su Señor y Salvador no es un ser espiritual y al no ser un ser espiritual con la vida de Eterna de Dios en su espíritu, se pierde eternamente. La fe de Dios es parte de su Espíritu y es injertada cuando el hombre oye la Palabra de Dios y la cree y nace de nuevo.

Nacer de nuevo es ser salvo. Efesios 2;8-9 ” Por gracia soy salvos por medio de la fe, y esto no de vosotros pues es un don de Dios. No por obras para que nadie se glorie. Romanos 12;3 Dios nos a dado una medida de fe, de acuerdo a su Soberanía. Hebreos 12;2 ” Puestos los ojos en Jesús,el autor y consumador de la fe.

  • Dios se hizo carne en la persona de Jesús quien es el autor de nuestra fe, la fe se origina en Dios y esta en Dios;
  • Romanos 1;17 ” Porque en ( Jesús ) el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como esta escrito: Mas el justo por la fe vivirá;

” Dios nos a dado de su fe para que nosotros como creyentes en Jesús hagamos las obras que el nos preparo de ante mano. Juan 14;12 Jesús dijo: ” De Cierto, de cierto os digo: El que en mi cree, las obras que yo hago, el las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre.

  • ” Una persona que nunca a oído y no esta es puesta a la Palabra de Dios, no puede tener fe en Dios, por lo consecuente no puede ser salva;
  • Romanos 10;17 ” el Espíritu Santo nos dice a través del apóstol Pablo: La fe viene por el oír, y por el oír por la Palabra de Dios;

La fe se origina en Dios, y en la Palabra de Dios y esta fe es sobrenatural y es la que produce resultados sobrenaturales como milagros creativos, sanidades, liberación, salvación, resucitar muertos físicos y espirituales que son las mismas obras que realizo Jesús en su ministerio de humillacion cuando camino sobre la tierra como el Hijo del Hombre.

  • desafortunadamente hoy día se predican mensajes almaticos y por los sentidos usando la psicología el arte de llegar a los sentimientos activando el alma del creyente manipulándolo, controlándolo, y intimidando al creyente para que actué de acuerdo a la voluntad del que esta predicando a su antojo y no por revelación del Espíritu Santo;

Ahora puedes ver y tener revelación de las dos tipos de fe la natural y la fe espiritual! Bendiciones! En su servicio. Francesco Javier..

¿Dónde se origina la fe?

Los cristianos, cuando rezamos el Credo, al pronunciar la palabra ‘Creo’, estamos afirmando que nos fiamos de Dios y que estamos convencidos de que sus Palabras son verdad y vida.

¿Qué es vivir en la fe?

¿Cómo viviremos? – El apóstol Pablo, al citar a un profeta del Antiguo Testamento, sintetizó lo que significa ser un creyente cuando escribió: “… el justo por la fe vivirá” ( Romanos 1:17 ). Tal vez con esa sencilla declaración comprendamos la diferencia que existe entre una religión que es frágil e ineficaz y una que tiene el poder de transformar vidas.

  1. Sin embargo, para entender lo que significa vivir por la fe, debemos entender lo que esta es;
  2. La fe es más que creer; es una completa confianza en Dios, acompañada de acción;
  3. Es más que desear; Es más que simplemente sentarnos, asentir con la cabeza, y decir que estamos de acuerdo;

Cuando decimos “el justo por la fe vivirá “, estamos diciendo que nuestra fe nos guía y nos dirige. Actuamos de una manera que es compatible con nuestra fe, no por un sentido de obediencia irreflexiva, sino por un amor seguro y sincero por nuestro Dios y por la valiosa sabiduría que Él ha revelado a Sus hijos.

La fe debe ir acompañada de acción, de lo contrario, no tiene vida (véase Santiago 2:17 ); simplemente no es fe; no tiene el poder de cambiar a una sola persona, y mucho menos al mundo. Los hombres y las mujeres de fe confían en su misericordioso Padre Celestial, incluso en tiempos de incertidumbre, incluso en tiempos de duda y adversidad cuando no pueden ver perfectamente ni entender con claridad.

Los hombres y las mujeres de fe caminan fervientemente por el camino del discipulado y se esfuerzan por seguir el ejemplo de su amado Salvador Jesucristo. La fe nos motiva y, de hecho, nos inspira a inclinar nuestros corazones al cielo y a activamente ayudar, edificar y bendecir a nuestros semejantes.

La religión sin acción es como el jabón que permanece en la caja; puede tener un potencial maravilloso, pero en realidad tiene poco poder para tener algún efecto hasta que cumpla con su propósito. El evangelio restaurado de Jesucristo es un evangelio de acción.

La Iglesia de Jesucristo enseña la verdadera religión como un mensaje de esperanza, fe y caridad, incluyendo ayudar a nuestro prójimo de manera espiritual y temporal. Hace unos meses, mi esposa, Harriet, y yo estábamos en un viaje familiar con algunos de nuestros hijos en el Mediterráneo; visitamos algunos campos de refugiados y nos reunimos con familias de países devastados por la guerra.

Esas personas no eran de nuestra fe, pero eran nuestros hermanos y hermanas y necesitaban ayuda urgentemente. Se nos conmovió el corazón cuando experimentamos en carne propia cómo la fe activa de los miembros de nuestra Iglesia brinda ayuda, alivio y esperanza a nuestros semejantes necesitados, sin importar su religión, nacionalidad o educación.

La fe, unida a la acción constante, llena el corazón con bondad, la mente con sabiduría y comprensión, y el alma con paz y amor. Nuestra fe puede bendecir y ejercer una influencia recta, tanto en los que nos rodean como en nosotros. Nuestra fe puede llenar el mundo con bondad y paz.

  • Prestar servicio a los demás con fe
  • Confianza

¿Que nos da la fe?

La fe es la virtud teologal que se refiere directamente a Dios. Por ella creemos en Dios, en todo lo que Él ha dicho y revelado, y que la Iglesia nos propone. Por la fe, la persona se entrega entera y libremente a Dios. Por ello, el creyente se esfuerza por conocer y hacer la voluntad de Dios.

  • El don de la fe permanece en el que no ha pecado contra ella;
  • Pero la fe sin obras está muerta;
  • Junto con la esperanza y la caridad, la fe une plenamente el fiel a Cristo y hace de él un miembro vivo de su Cuerpo;

La fe se profesa, se testimonia con firmeza y se difunde. El servicio y el testimonio de la fe son requeridos para la salvación: “Todo aquel que se declare por mí ante los hombres, yo también me declararé por él ante mi Padre que está en los cielos; pero a quien me niegue ante los hombres, le negaré yo también ante mi Padre que está en los cielos” (Mt 10, 32-33).

La vida verdadera. En su admirable encíclica Spe Salvi, el santo Padre hace una exégesis sobre la fe en un texto de la Carta a los Hebreos. Llega a poner de manifiesto que por la fe, de manera incipiente, ya están presentes en nosotros las realidades que se esperan: el todo, la vida verdadera.

“Y precisamente –dice Benedicto XVI– porque la realidad misma ya está presente, esta presencia de lo que vendrá genera también certeza: esta ‘realidad’ que ha de venir no es visible aún en el mundo externo (no ‘aparece’), pero debido a que, como realidad inicial y dinámica la llevamos dentro de nosotros, nace ya ahora una cierta percepción de la misma”.

  • La fe no es solamente un tender de la persona hacia lo que ha de venir, y que está todavía ausente, sino que la fe da más: nos da aquí y ahora algo de la realidad esperada, y esta realidad presente constituye para el creyente prueba ( elencos ) de lo que aún no se ve;

Esta prueba atrae al futuro dentro del presente, de modo que el futuro ya no es el puro “todavía-no”. El hecho de que para el creyente este futuro existe, cambia el presente. El presente está marcado por la realidad futura. Así, las realidades futuras repercuten en las presentes y las presentes en las futuras.

Es por ello que la misma encíclica explica la distinción que en el mismo texto de la Carta a los Hebreos se hace entre los bienes que necesitamos en este mundo para el diario vivir ( hyparchonta en griego) y los bienes mejores y permanentes ( hyparxis en griego).

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Bienes duraderos. La fe hace ver la importancia de los bienes duraderos, inmarcesibles, respecto de los cuales resultan despreciables los bienes transitorios. Ello otorga al creyente una nueva libertad frente a los bienes transitorios, sin negar su sentido normal.

  • Esta nueva libertad, la conciencia de los verdaderos bienes, es la que actúa en la decisión de los mártires, que los hizo enfrentar serenamente la prepotencia de la ideología y de sus órganos políticos, con lo que han renovado el mundo con su muerte;

Esa misma nueva libertad es la que explica las grandes renuncias desde los monjes de la Antigüedad a Francisco de Asís y tantos otros miles. Es que se percataron, por la auténtica fe, de que los bienes de este mundo son nada comparados con los que la fe hace ver desde ahora: “Pues ¿qué provecho sacará un hombre si ganare el mundo entero, pero malograre su alma.

” (Mt 16, 26). Cuando el protomártir Esteban fue requerido por el Sanedrín, después del elocuente discurso que allí dijo, y cuando la rabia de los que lo malquerían se iba a traducir en su muerte, dicen los Hechos de los Apóstoles que clavó los ojos en el cielo y “vio la gloria de Dios y a Jesús de pie a la diestra de Dios, y dijo: ‘He aquí que contemplo los cielos abiertos y al Hijo del hombre de pie a la diestra de Dios'”.

Cuando ya agonizaba apedreado, hincó las rodillas y clamó con grande voz: “Señor, no les demandes este pecado. Y, esto dicho, se durmió en el Señor”. La verdadera fe hace ver al creyente todas las cosas de otra manera. La fe da nuevos ojos para ver. Y ello se traduce en lo que recordaba S.

¿Cuáles son las 5 fe?

¿Cómo se demuestra la fe?

El ser obediente es una forma de demostrar nuestra fe La fe es saber que Dios oirá (poner las manos cerradas detrás de los oídos) mi oración veraz (las manos juntas en señal de oración).

¿Cuál es la verdadera fe?

La prueba que discrimina al creyente verdadero del falso Otto Sánchez Dios odia nuestros pecados, pero, como nos ama, los puso todos en la cuenta de Su Hijo, quien pagó por ellos en la cruz del Calvario. Hoy Jesucristo nos ofrece ese regalo (una nueva vida eterna, el cielo).

Este regalo se recibe única y exclusivamente por medio de la fe. La fe es la llave que abre la puerta del cielo. Mucha gente confunde la verdadera fe con dos cosas: El conocimiento intelectual: se trata de la creencia en ciertos hechos históricos o algunos puntos tomados de la Biblia.

Si les preguntas a algunas personas quién es Jesús y si lo conocen, y te dicen que sí, que lo conocen, estas personas solo pueden darte datos acerca de la vida de Jesús, como también lo pueden dar de Cristóbal Colón o Miguel de Cervantes. El conocimiento intelectual no es fe verdadera.

  • La fe temporal : se trata de la confianza en Dios para que nos libre de una crisis, sea familiar, financiera, de salud o de tantas otras situaciones difíciles de la vida;
  • Yo viajaba en un avión y una señora muy mayor que iba conmigo en el mismo vuelo estaba tomando alcohol;

La vi ordenar de esas botellas en miniaturas que sirven en los aviones y tomó unas cuantas durante todo el vuelo. En un momento determinado, pasamos por una zona de mucha turbulencia y la señora que tomaba alcohol ahora oraba y le hacía promesas al Señor con una Biblia en la mano que no sé de dónde había sacado.

Minutos después, ya habíamos pasado la zona de turbulencia y todo volvió a la normalidad. La señora guardó la Biblia, dejó de «orar» y siguió tomando. ¡Esto es fe temporal! Las personas con este tipo de fe se caracterizan por ser muy sensibles y devotas del Señor, pero esa devoción permanece mientras esté presente el problema.

En cuanto este desaparece, desaparece la fe. O si no se resuelve el problema, la fe también desaparece. Este tipo de fe no conduce a Cristo, por lo que no tiene ninguna validez. La fe «salvadora» es la verdadera. Es confiar únicamente en Jesús para nuestra salvación. La Biblia dice:

  • «Cree [confía] en el Señor Jesucristo, y serás salvo» (Hech. 16:31b).

Cuando creemos en Jesucristo, somos salvos y recibimos vida eterna. Recibir la vida eterna implica cuatro aspectos importantes:

  1. Poner tu confianza en lo que Cristo ha hecho por ti para salvarte y no en lo que tú puedas hacer.
  2. Implica que te arrepientes de tus pecados y que le pides perdón por ellos. Esto no solo significa sentirse mal por haber hecho cosas que no le agradan a Dios, sino también estar dispuesto a dejarlas por completo y obedecerlo en lo que Él indique.
  3. Implica que Cristo te llama y vas a Él para hacerlo el Salvador de tu vida. La Biblia dice: «Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar» (Mat. 11:28).
  4. Implica, finalmente, que Cristo te recibe como Su hijo. Comienzas a vivir en obediencia a la convicción de que Cristo es el Señor de tu vida.

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¿Qué dice Jesús acerca de la fe?

La Biblia nos enseña mucho sobre la fe: qué es, cómo obra, cómo desarrollarla y cómo bendice nuestras vidas. Aunque la vida puede ser difícil, tener fe en Dios y en Jesús puede ayudarnos a superar cualquier cosa. Aquí hay 20 versículos de la Biblia llenos de fe que brindan consejo, aliento y promesas a los fieles.

  1. Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve;
  2. Porque por fe andamos, no por vista;
  3. 8  Mas, ¿qué dice? Cercana está la palabra, en tu boca y en tu corazón;
  4. Esta es la palabra de fe que predicamos: 9  Si confiesas con tu boca al Señor Jesús, y crees en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo;

Así que la fe viene por el oír, y el oír por la palabra de Dios. Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que él existe y que es galardonador de los que le buscan. Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma.

Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que él existe y que es galardonador de los que le buscan. Ahora bien, se requiere de los mayordomos que cada uno sea hallado fiel.

Pero el que duda sobre lo que come es condenado, porque no comió por fe; y todo lo que no es por fe, es pecado. Amad a Jehová todos vosotros sus santos; a los fieles guarda Jehová, y retribuye abundantemente al que procede con soberbia. Y Jesús les dijo: Por vuestra incredulidad; porque de cierto os digo que si tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá, y se pasará; y nada os será imposible.

Y respondiendo Jesús, les dijo: De cierto os digo que si tenéis fe y no dudáis, no solo haréis esto de la higuera, sino que si a este monte decís: ¡Quítate y échate al mar!, será hecho. Porque todo lo que ha nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que vence al mundo: nuestra fe.

Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo dondequiera que vayas. Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo. Sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia.

Y él le dijo: Hija, tu fe te ha sanado; ve en paz y queda sana de tu aflicción. 28  Y al llegar a la casa, vinieron a él los ciegos; y Jesús les dijo: ¿Creéis que puedo hacer esto? Ellos dijeron: Sí, Señor.

29  Entonces les tocó los ojos, diciendo: Conforme a vuestra fe os sea hecho. 30  Y los ojos de ellos fueron abiertos. Y Jesús les encargó rigurosamente, diciendo: Mirad que nadie lo sepa. 51  Y respondiendo Jesús, le dijo: ¿Qué quieres que haga por ti? Y el ciego le dijo: Maestro, que recobre la vista.

¿Cómo se puede alimentar la fe?

Fortalezcamos nuestra fe en Cristo – Debemos tratar siempre de fortalecer nuestra fe, y a medida que lo hagamos, sentiremos el gozo de estar cerca del Señor y recibir Sus bendiciones. Alma nos dice que el desarrollar fe en Cristo es como plantar, cultivar y recoger el fruto de un árbol.

  • Muestre la ayuda visual 27-b, “La fe comienza con el sembrado de una sola semilla”;
  • El primer paso en el desarrollo de la fe se puede comparar con plantar una semilla;
  • Alma dijo: “Experimenta[d] con mis palabras, y ejercit[ad] un poco de fe, sí, aunque no sea más que un deseo de creer, dejad que este deseo obre en vosotros… para que sea sembrada una semilla” (Alma 32:27–28);

¿Cómo puede plantarse una semilla de fe en nuestro corazón? Una de las maneras con que suele comenzar la fe es cuando oímos o leemos la palabra de Dios y deseamos creer. A medida que ponemos a prueba lo que hemos leído u oído y hacemos un esfuerzo por creer y vivir los principios que se nos han enseñado, comenzamos a sentir en nuestro corazón que lo que se nos ha enseñado es verdad (véase Juan 7:16–17).

Muestre la ayuda visual 27-c, “Al igual que una planta necesita la luz del sol, aire y agua, la fe necesita nutrición constante”. El segundo paso es similar al cuidado que se le da a una planta. Al igual que la planta necesita la luz del sol, aire y agua para crecer, nuestra fe necesita nutrición para hacer lo mismo.

¿Cómo podemos nutrir o aumentar nuestra fe en Jesucristo? Podemos nutrir nuestra fe cuando leemos y meditamos las Escrituras, al orar, ayunar y servir al Señor, cuando apoyamos a los líderes de la Iglesia y obedecemos los mandamientos de Dios. Al igual que una planta sin agua moriría, lo mismo sucedería con la fe sin obras. ¿Cuáles son las bendiciones o frutos de la fe en Jesucristo? La fe nos permite:

  • “Allegar[nos] a todo lo bueno” (véase Moroni 7:28).
  • Disfrutar de paz y felicidad, porque no temeremos el futuro.
  • Recibir respuestas a nuestras oraciones.
  • Que Dios aligere nuestras cargas (véase Mateo 11:28–29).
  • Ser perdonados de nuestros pecados a medida que nos arrepintamos de ellos.
  • Ejercitar el poder del sacerdocio.
  • Tener con nosotros el Espíritu Santo (véase Moroni 7:32).
  • Experimentar milagros en nuestra vida (véase 2 Nefi 26:13).
  • Volver a vivir con nuestro Padre Celestial después de la resurrección.

La Biblia explica el caso de una mujer que había estado muy enferma durante doce años, y que había gastado todo lo que tenía en procura de que los doctores la sanaran, pero fueron incapaces de hacerlo. Un día Jesús llegó al pueblo donde vivía dicha mujer; ella había oído hablar de Él y tuvo fe en que se curaría si solamente pudiera tocar Su manto, por lo que ejerciendo su fe, tocó el manto del Señor cuando caminaba cerca de ella. Al tocar Su manto, se curó de inmediato, y Jesús se dirigió a ella diciéndole: “Hija, tu fe te ha salvado; vé en paz” (véase Lucas 8:43–48).

  • Debemos nutrir constantemente nuestra fe por medio de obras de rectitud (véase Santiago 2:14–26);
  • Muestre la ayuda visual 27-d, “La cosecha de la fe es la paz, el gozo y la vida eterna”;
  • Por medio de nuestra diligencia en nutrir nuestra fe, podemos disfrutar grandes bendiciones, al igual que el cuidar una planta nos permitirá gozar de su fruto;

La mujer de este relato nutrió su fe en Cristo al poner en acción su creencia; tocó el manto del Señor y así recibió las bendiciones de su fe al ser curada. ¿Por qué es importante ejercitar fe en Jesucristo cuando se bendice a los enfermos y cuando se recibe una bendición? Pida al miembro de la clase previamente asignado que presente o lea el relato que figura a continuación.

El hermano Randall Ellsworth fue un misionero que ejercitó gran fe después de haber quedado gravemente herido por un terremoto en Guatemala. Al momento del suceso, él se encontraba en un edificio que se desplomó sobre él.

Una de las Autoridades Generales describió esta experiencia de esta manera: “Permaneció apretado por una viga creo que durante doce horas, tras lo cual se le halló totalmente paralizado de la cintura para abajo. Los riñones no le funcionaban, y no había esperanza de que volviera a caminar.

  1. “Se le trasladó de inmediato a Maryland, donde fue entrevistado en el hospital por un periodista de televisión;
  2. Éste le dijo: ‘Los doctores dicen que no podrá volver a caminar;
  3. ¿Qué opina usted élder Ellsworth?’ El élder respondió: ‘No solamente volveré a caminar, sino que tengo un llamamiento de un Profeta para servir como misionero en Guatemala, y volveré a Guatemala para finalizar esa misión’… “Hacía el doble de ejercicios que los médicos le habían prescrito;

Ejerció su fe, recibió una bendición del sacerdocio y su recuperación fue milagrosa. Dejó asombrados a los médicos y a los especialistas. Comenzó a ponerse de pie; más tarde logró caminar con muletas, y luego los doctores le dijeron: ‘Puede volver al campo misional si la Iglesia así se lo permite’.

  • Así es que lo enviamos nuevamente a Guatemala;
  • Regresó al pueblo al que amaba profundamente;
  • “Al llegar allí caminó, cumpliendo con sus actividades a la par de cualquier otro misionero, con un bastón en cada mano;
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El presidente de misión le dijo un día: ‘Élder Ellsworth, con la fe que usted tiene, ¿por qué no tira esos bastones y camina solo?’. Y así fue que soltó los dos bastones y nunca tuvo que volver a utilizarlos” (Marion G. Romney, “Confianza en el Señor”, Liahona, febrero de 1978, pág 51).

¿Cómo vivir la fe en tiempos difíciles?

El poder sustentador de la fe en tiempos de incertidumbre y de pruebas La fe en Dios y en Su guía por medio del Espíritu Santo te sostendrán en un mundo cada vez más problemático. ¿Quién no ha tenido la necesidad de que le infundan confianza en épocas de inseguridad y pruebas? ¿Quién está tan seguro de sí mismo que nunca ha deseado tener una influencia que dé estabilidad a su vida? Un propósito fundamental de la vida en la tierra es el progreso y el logro personales.

Por tanto, deben existir momentos de pruebas y dilemas con el fin de crear la oportunidad para ese desarrollo. ¿Qué niño podría llegar a ser autosuficiente si todas las decisiones importantes las tomaran los padres? Lo mismo sucede con nuestro Padre Celestial.

Su plan de felicidad se ha creado con el fin de que afrontemos desafíos e incluso dificultades al tener que tomar decisiones de gran importancia para que progresemos, nos desarrollemos y tengamos éxito en esta probación mortal 1. Felizmente, en Su amor perfecto, Él nos ha proporcionado el modo de resolver esos problemas al mismo tiempo que progresamos en fortaleza y capacidad.

Me refiero al poder sustentador de la fe en tiempos de incertidumbre y pruebas,y aun dilemas. Dios nos ha dado la capacidad de ejercer fe para que encontremos paz, gozo y propósito en la vida. Sin embargo, para emplear ese poder, se debe hallar fe en algo.

No existe un cimiento más sólido que la fe en el amor que el Padre Celestial tiene por ti, la fe en Su plan de felicidad y la fe en la capacidad y la disposición de Jesucristo para cumplir todas Sus promesas. Algunos no comprenden la fe y por consiguiente no la aprovechan al máximo.

  • Otros piensan que todo análisis sobre religión y la guía que se recibe mediante una fe firme no tienen bases lógicas;
  • Sin embargo, la fe no es una ilusión ni una magia, sino un poder arraigado en principios eternos;

¿Te encuentras entre los que han ejercido la fe y creen que no han logrado el esperado beneficio? Si es así, es probable que no hayas comprendido ni seguido los principios sobre los que ésta se funda. He aquí un ejemplo de lo que digo: Hace años, participé en un experimento para medir las características nucleares de diferentes materiales.

El proceso utilizó un reactor nuclear experimental diseñado para que las partículas de alta energía salieran por una abertura que había en el centro del reactor. Esas partículas eran guiadas hacia compartimentos experimentales donde se medían.

Tales partículas de alta energía no podían verse pero debían ser controladas con cuidado para evitar que dañaran a las otras. Un día, un limpiador entró mientras estábamos trabajando y disgustado dijo: “Son todos unos mentirosos, pretenden estar haciendo algo importante, pero a mí no me engañan.

Yo sé que si algo no se puede ver, oír, probar, oler o tocar, no existe”. Esa actitud descartó la posibilidad que tenía de aprender que hay mucho de valor que no se puede reconocer por medio de los cinco sentidos.

Si ese hombre hubiese estado dispuesto a comprender cómo se detecta la presencia de las partículas nucleares, hubiera confirmado su existencia. Del mismo modo, nodebes dudar nunca de la realidad de la fe. A medida que sigas los principios que Dios ha establecido para el ejercicio de la fe, recogerás sus frutos. Algunos de esos principios son:

  • Confiar en Dios y en Su disposición para brindar ayuda cuando sea necesario, no importa cuán difícil sea la circunstancia.
  • Obedecer Sus mandamientos y vivir de modo que demuestres que Él puede confiar en ti.
  • Ser perceptible a los tenues susurros del Espíritu.
  • Actuar con valentía ante esa inspiración.
  • Ser paciente y comprensivo cuando Dios permite que te esfuerces para que progreses y las respuestas vienen poco a poco por un largo lapso de tiempo.

La fe motivadora se centra en la confianza en el Señor y en Su disposición para responder a tus necesidades; puesto “que el Señor en su grande e infinita bondad bendice y hace prosperar a aquellos que en él ponen su confianza” 2. El ejercicio constante y sincero de la fe aumenta tu confianza y habilidad para utilizar su poder. Aprendes a utilizar más efectivamente la fe al aplicar este principio que enseñó Moroni: “…la fe es las cosas que se esperan y no se ven; por tanto, no contendáis porque no veis, porque no recibís ningún testimonio sino hasta después de la prueba de vuestra fe ” 3.

Por tanto, cada vez que pongas a prueba tu fe , o sea, que actúes con rectitud ante una impresión, recibirás la evidencia afirmativa del Espíritu. Esos sentimientos serán fortificados por tu fe. A medida que repitas ese patrón, tu fe se fortalecerá.

El Señor conoce tus necesidades. Cuando pidas con honradez y verdadera intención, Dios te inspirará a hacer aquello que aumente tu habilidad para actuar con fe. Con práctica constante, la fe se convertirá en una fuerza vibrante, poderosa, elevada e inspiradora en tu vida.

Al dirigirte desde el límite de tu comprensión hacia la penumbra de lo incierto, ejerciendo tu fe, serás guiado a encontrar soluciones que de otro modo no obtendrías. Testifico que ese principio es verdadero.

A pesar de la firmeza de tu fe, Dios no siempre te recompensará de inmediato de acuerdo con tus deseos, sino que te responderá con lo que, en Su plan eterno, es lo mejor para ti. Él te ama de una forma tan profunda y plena que tú, en tu estado terrenal, no puedes ni siquiera concebir.

En realidad, si conocieras la plenitud de Su plan, nunca pedirías nada que fuese contrario a él, aun cuando te sintieras tentado a hacerlo. La fe sincera brinda entendimiento y fortaleza para aceptar la voluntad de nuestro Padre Celestial cuando ésta difiera de la nuestra.

Aceptaremos Su voluntad con paz y seguridad, confiados en que Su infinita sabiduría sobrepasa nuestra habilidad para comprender totalmente Su plan, que se va desplegando poco a poco. La fe no es apretar un botón y obtener la respuesta. El Señor declaró: “Yo reprendo y castigo a todos los que amo; sé, pues, celoso, y arrepiéntete” 4.

Brigham Young observó: “Dios no confirió nunca a Su pueblo ni a ningún individuo bendiciones mayores sin antes someterlo a una gran prueba” 5. Personalmente, por ciertas decisiones importantes, he experimentado las penosas y angustiosas dificultades que preceden a una respuesta confirmadora.

Aún así, esas experiencias han sido edificantes. Es reconfortante saber que Dios nunca te probará más allá de lo que con Su ayuda tú puedas resistir. Dios utiliza tu fe para moldear tu carácter. El carácter es la manifestación de lo que llegarás a ser. Un carácter moralmente firme es el resultado de haber hecho elecciones correctas durante las pruebas de la vida.

  • Tu fe te guiará a hacer esas elecciones correctas;
  • Es evidente que lo que haces y lo que piensas determinan quién eres y en qué te convertirás;
  • Por tanto, las elecciones que haces deben estar inspiradas por el Señor;

Debes meditar, orar y ejercer fe para estar dispuesto a hacer elecciones que concuerden con las enseñanzas del Maestro. Esas elecciones se hacen mediante tu fe en cosas en las cuales tú crees y, al actuar en consecuencia, serán confirmadas. Sólo se te da la guía suficiente para guiarte bien y no debilitar tu carácter en formación.

  • Esa guía dará solidez a tu confianza en el Padre Celestial y en el Salvador;
  • La fe moldeará la fortaleza de carácter que estará a tu alcance en tiempos de urgente necesidad;
  • Ese carácter no se desarrolla en momentos de grandes desafíos o tentación, sino que es ahí cuando se utiliza;

El carácter se teje pacientemente con hilos de principio, de doctrina y de obediencia. En Santiago leemos: “…la prueba de vuestra fe produce paciencia. Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna” 6.

  • El fundamento del carácter es la integridad;
  • El carácter digno fortalecerá tu capacidad para responder con obediencia a la guía del Espíritu;
  • Llegarás a tener un carácter recto, lo cual es más importante que lo que posees, que lo que hayas aprendido o que las metas que hayas logrado, lo que dará por resultado que se te tenga confianza;

Un carácter recto proporciona el cimiento de la fortaleza espiritual. Permite que en tiempos de pruebas tomes correctamente decisiones difíciles y muy importantes, aun cuando parezcan abrumantes. Testificoque ni Satanás ni ningún otro poder puede debilitar ni destruir tu creciente carácter, sólo tú puedes, mediante la desobediencia.

El plan de nuestro Padre es maravilloso. El ejercicio de la fe edifica el carácter. El carácter fortalecido aumenta tu capacidad para ejercer fe; por tanto, tu confianza en conquistar las pruebas de la vida aumenta y el ciclo de fortalecimiento sigue; es decir que, cuanto más se fortifique tu carácter más se fortificará el poder de tu fe.

El dicho de que recibes sólo aquello por lo que has pagado se aplica también a las recompensas espirituales. Tú recibes lo que has pagado en obediencia, en fe en Jesucristo y en la aplicación diligente de las verdades que hayas aprendido. Lo que obtienes es el moldeado de tu carácter, el progreso de tu capacidad y la finalización con éxito de tu propósito aquí en la tierra: el progresar al ser probado.

No importa lo que ocurra, no importa cuán confundido se vuelva el mundo, tú siempre puedes contar con el poder sustentador de la fe. Eso nunca cambiará. El amor perfecto de nuestro Padre Celestial nunca cambiará.

El plan de Su Evangelio da significado a la vida y asegura tu felicidad. Su plan no es sólo para que seas probado aquí en la tierra sino para que recibas también el progreso que procede de tomar decisiones correctas inspiradas por la fe, que son posibles en virtud de tu obediencia.

  • ¿Para qué preocuparte por dificultades o incertidumbres por acontecer sobre las que no tienes control? Tu carácter recto aumenta la posibilidad de que nunca tendrás que sufrirlas;
  • Cuando lleguen los problemas y las pruebas, tu fe te guiará a las soluciones;

Tu tranquilidad, tu convicción en las respuestas sobre problemas desconcertantes y tu gozo final dependen de tu confianza en el Padre Celestial y en Su Hijo Jesucristo. Finalmente, lo correcto prevalecerá y hará que recibas bendiciones ahora, en la medida que, con fe, obedezcas los mandamientos de Dios.

  • Recuerda que una fuente de paz y consuelo inagotable, continua y siempre presente está a tu alcance;
  • No hay duda de que tu Padre Celestial te ama cualquiera que sea tu circunstancia, no importa cuál sean tus pruebas, tus tentaciones o tribulaciones;

Esa certeza nunca cambiará. Tu capacidad para recibir ese apoyo depende de la fortaleza de tu fe en Él y en la disposición fiel que Él tiene para bendecirte. Testifico que la fe en Dios y en Su guía por medio del Espíritu Santo te sostendrán en un mundo cada vez más problemático.

  1. Testifico que la aplicación de esos principios que hemos repasado te ayudará a ser digno del poder sustentador de la fe en tiempos de incertidumbre y pruebas;
  2. Hay muchos a tu alrededor que están confundidos y buscan soluciones a los problemas desconcertantes de la vida;

Comparte con ellos tu testimonio de la verdad y del poder de la fe. Ayúdalos a comprender que la fe en Dios y en Sus enseñanzas, restauradas en su plenitud en La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, puede bendecirlos ahora, en estos tiempos turbulentos.

¿Cómo se aumenta la fe según la Biblia?

¿Cómo podemos aumentar nuestra fe en Jesucristo? – Al tener conocimiento de las muchas bendiciones que recibiremos por medio de la fe en Jesucristo, debemos procurar aumentar nuestra fe en Él. El Salvador dijo: “…si tuviereis fe como un grano de mostaza… nada os será imposible” ( Mateo 17:20 ).

  • Un grano de mostaza es muy pequeñito, pero al plantarlo se convierte en un árbol enorme;
  • ¿Cómo podemos aumentar nuestra fe? De la misma forma que aumentamos o desarrollamos otras aptitudes;
  • ¿En qué forma cultivamos la habilidad de labrar la madera, de tejer, de pintar, de cocinar, de trabajar en alfarería o de tocar un instrumento musical? Estudiamos, practicamos y nos esforzamos y, al hacerlo, vamos mejorando;

Lo mismo sucede con la fe: si deseamos aumentar nuestra fe en Jesucristo, debemos esforzarnos por lograrlo. El profeta Alma comparó la palabra de Dios a una semilla que debe nutrirse por medio de la fe: “Mas he aquí, si despertáis y aviváis vuestras facultades hasta experimentar con mis palabras, y ejercitáis un poco de fe, sí, aunque no sea más que un deseo de creer, dejad que este deseo obre en vosotros, sí, hasta creer de tal modo que deis cabida a una porción de mis palabras.

  1. “Compararemos, pues, la palabra a una semilla;
  2. Ahora bien, si dais lugar para que sea sembrada una semilla en vuestro corazón, he aquí, si es una semilla verdadera, o semilla buena, y no la echáis fuera por vuestra incredulidad, resistiendo al Espíritu del Señor, he aquí, empezará a hincharse en vuestro pecho; y al sentir esta sensación de crecimiento, empezaréis a decir dentro de vosotros: Debe ser que ésta es una semilla buena, o que la palabra es buena, porque empieza a ensanchar mi alma; sí, empieza a iluminar mi entendimiento… “He aquí, ¿no aumentaría esto vuestra fe?…” ( Alma 32:27–29 );
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Por lo tanto, aumentamos nuestra fe en Dios ejercitando nuestro deseo de tener fe en Él. También aumentamos nuestra fe al orar a nuestro Padre Celestial acerca de nuestras esperanzas, deseos y necesidades (véase Alma 34:17–26 ); sin embargo, no debemos suponer que lo único que tenemos que hacer es pedir.

En las Escrituras se nos ha dicho que “…la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma” ( Santiago 2:17 ). El siguiente relato es acerca de un hombre cuyas obras demostraron la fe que tenía. Este hombre deseaba estudiar las Escrituras pero no sabía leer; de modo que oró a nuestro Padre Celestial pidiéndole que le ayudara a aprender a leer.

Durante esos días, un maestro llegó a la aldea en donde el hombre vivía y éste le pidió ayuda. De esa forma, aprendió el alfabeto, estudió los sonidos y aprendió a juntar letras para formar palabras. Muy pronto comenzó a leer palabras sencillas. Cuando más practicaba, más aprendía; y le dio gracias al Señor por haberle enviado un maestro para ayudarle a aprender a leer.

El hombre aumentó su fe, su humildad y su conocimiento a tal grado que fue llamado a servir como presidente de rama en la Iglesia. El presidente Spencer W. Kimball explicó: “La fe no puede ir desligada de las obras.

Mientras que resultaría absurdo pedirle al Señor que nos diera conocimiento, sería muy sensato pedirle su ayuda para adquirirlo, para estudiar en una forma constructiva, para pensar claramente y retener las cosas que hemos aprendido” (véase La fe precede al milagro , 1983, pág.

207; cursiva del original). La fe es hacer todo lo que esté a nuestro alcance para que se cumplan las cosas que esperamos y por las cuales hemos orado. El presidente Kimball dijo: “Plantamos la semilla con fe y pronto vemos el milagro del retoño.

A menudo, el hombre lo ha interpretado mal y ha seguido el proceso al revés”. Luego continúa explicando que a muchos de nosotros nos gustaría tener salud y fuerza sin observar las leyes de la salud; prosperidad sin pagar los diezmos; estar cerca del Señor, pero no ayunamos ni oramos; tener lluvia en la estación debida y paz sobre la tierra sin preocuparnos de observar el día de reposo ni de obedecer los otros mandamientos del Señor.

(Véase Enseñanzas de los presidentes de la Iglesia: Spencer W. Kimball , 2006, pág. 158). Una forma importante de aumentar nuestra fe es escuchar y estudiar la palabra del Señor. Escuchamos la palabra del Señor en las reuniones de la Iglesia; y estudiamos Su palabra en las Escrituras.

“Y por cuanto no todos tienen fe, buscad diligentemente y enseñaos el uno al otro palabras de sabiduría; sí, buscad palabras de sabiduría de los mejores libros; buscad conocimiento, tanto por el estudio como por la fe” ( D. y C. 88:118 ).

  • ¿Qué relación percibe entre la fe y nuestras acciones?

¿Qué es la fe y como aumentarla?

Pasos –

  1. 1 Alimenta tu fe: recibe una medida de fe de Dios al leer la Palabra de Dios (al estudiar la Biblia). Romanos 10:17 dice: “Así que la fe viene como resultado de oír el mensaje, y el mensaje que se oye es la palabra de Cristo”.
    • La fe no proviene principalmente al orar, al suplicar o ayunar, sino Romanos 10:17 sería solo una sugerencia.
    • La Biblia nos exhorta “ora siempre”, así que la actitud para orar será esencial, pero la fe proviene por el oír y luego por aplicar la Palabra de Dios.
    • Deberás continuar leyendo y estudiando la Palabra de Dios (la Biblia) para que tu fe crezca. En 2 Tesalonicenses 1:3 dice: “Tu fe se acrecienta cada vez más” viviendo conforme a las promesas de Dios en la Biblia.
  2. 2 Lee la parte de la Biblia donde dice que Jesucristo tenía toda la fe de Dios”: sin medida. Él es la palabra viva de Dios. [3] La fe se denomina “fruto del Espíritu Santo” que Jesús prometió enviar después de que fuera con el Padre. La fe podría manifestarse en una persona nacida de nuevo del Espíritu, incluso en los momentos difíciles, no solo en los días buenos: ~ “[. [4]
  3. 3 Como creyente, tendrás que nacer de nuevo mediante el arrepentimiento (dejar de hacer lo que hacías antes) y tendrás que continuar en Cristo para que recibas una medida de fe y el Espíritu de Dios. Si has nacido de nuevo, quiere decir que tendrás una porción de la naturaleza de Dios , como lo afirma la Palabra. Así que nadie tiene una excusa: “Nadie tenga un concepto de sí más alto que el que debe tener, sino más bien piense de sí mismo con moderación, según la medida de fe que Dios le haya dado” (Romanos 12:3). [5]
    • Deja que la fe crezca en ti y lo hará en esa área que no ves en la que crees (eso sí, siempre dentro de la voluntad de Dios), luego la podrás aplicar y realizar. No es solo una esperanza, es el acceso que determinó Dios para obtener las cosas de le atañen.
  4. 4 Ama a tu hermano. ¿Cómo puedes amar a Dios a quien no ves si no puedes amar a tu hermano a quien sí ves? Dios se te revelará por medio de su pueblo, su amor, su Hijo, su Palabra y por su Espíritu Santo, el Espíritu de Cristo.
    • Según Gálatas 5:6, la fe obra por el amor.
  5. 5 Tener fe para mover montañas de problemas consiste sencillamente en confiar que Dios cumplirá su Palabra. Confía que Dios no miente. No podrás confiar en Dios sin conocerlo a través la comunión de la presencia de Dios. Esta comunión consiste en pasar tiempo de calidad a solas estudiando, alabando, orando a Dios, conociéndolo a Él, su vida, camino y verdad (que verás plasmado en la Biblia).
    • Según Romanos 4:19-21, Abraham tiene una fe extremadamente sólida porque 1) no se centra en sus circunstancias, 2) confía que Dios puede hacer lo que prometió y 3) alaba a Dios.
  6. 6 Ten comunión con Él y a medida que la desarrolles, ponte de acuerdo con otros creyentes. ~ “Además les digo que si dos de ustedes en la tierra se ponen de acuerdo sobre cualquier cosa que pidan (dentro de la voluntad de Dios), les será concedida por mi Padre que está en el cielo. Porque donde dos o tres se reúnen en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos” (Mateo 18:19-20). [6]
  7. 7 Para cultivar tu fe, dale a Dios la oportunidad de que se te revele. Lo conocerás, porque vivirá en tu vida. Ten comunión con el Dios invisible que da vida al espíritu con una medida de fe que podrá cambiar las cosas en el mundo visible y físico.
  8. 8 Actúa según tu fe. La fe se expresa en acciones, no es pensamientos ni palabras. Gracias a que crees, podrás recibirla, luego buscarás y esperarás resultados reales, porque tendrás expectativas de favor con Dios. Dios le dijo a Josué que debía ser fiel a las Escrituras: ~ “Recita siempre el libro de la ley y medita en él de día y de noche; cumple con cuidado todo lo que en él está escrito. [7]
    • Ten presente que en Marcos 9:23, Jesús dijo que todas las cosas son posibles para aquel que cree. “Creer” es un verbo que requiere acción. Si no se necesitara ninguna acción, Jesús hubiera dicho: “Todas las cosas son posibles para el que tiene fe”. La fe es un sustantivo, es un regalo que Dios nos da.
  9. 9 Medita en la Palabra de Dios. Al meditar en ella, sabrás cómo comportarte según la Palabra. Confesarte, declarar la Palabra y las cosas de Dios son parte de la oración y la meditación. Al leer, digerirás y hablarás la Palabras para ti mismo. Así estarás meditando en la Palabra.
  10. 10 Para aumentar tu fe, di una cosa, piensa en ella y hazla con honestidad, no con fingimiento. La Palabra de Dios ya está sucediendo, pero no lo hará si no crees con convicción. Lo que medites está formado y forma lo que crees: “Ten cuidado con lo que piensas. Lo que piensas determina lo que haces. Ten cuidado con lo que hagas de las oportunidades. Esas acciones determinarán tu fe, identidad y carácter.

    ] El fruto del Espíritu Santo son el amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fidelidad [. ]”. Así prosperarás y tendrás éxito” (Josué 1:8). Ten cuidado de esos aspectos de tu carácter, porque determinan lo que hay dentro de tu ser.

    Lo que hay dentro de tu ser determinará tu persona Así que es verdad lo de “Eres lo que piensas” (sabiduría popular).

  11. 11 Edifícate mediante la fe, la cual también se desarrolla orando en el idioma del espíritu (Judas 20). Orar en lenguas es un tipo de ejercicio espiritual según el Nuevo Testamento.
  12. 12 Tómate un tiempo para orar y meditar todos los días en la Palabra en tu lengua materna y en lenguas para que el espíritu se mantenga activo y no pasivo. Las Escrituras dicen: ~ “Ustedes, en cambio, queridos hermanos, manténganse en el amor de Dios, edificándose sobre la base de su santísima fe y orando en el Espíritu Santo ” (Judas 1:20). [8]
  13. 13 Deja que Dios esté en tus meditaciones, alabanzas y crezca en tu ser. Meditar en la Palabra y ponerse de acuerdo hará que creas en ella tanto que actuarás por fe.
  14. 14 Niégate a aceptar la duda. Empieza a alabar a Dios cuando te invadan pensamientos negativos y cámbialos por alabanzas. Si crees en Él, entonces tendrás muchas alabanzas para darle. Él vive dentro y en el pueblo que cree en Él: ~ “Dios habita en las alabanzas de Israel [es decir, su pueblo, los creyentes que hacen su voluntad]”. [9]
  15. 15 Conoce por qué Dios habita en las alabanzas de su pueblo: era una honra para Dios que la tienda del tabernáculo se convirtiera en el templo de piedra, pero ahora Él vive dentro de ti. [10]
    • Así pues, el tabernáculo le da lugar al espíritu fiel porque es la morada que le agrada a Dios :
      • Pero el universo es el tempo de Dios, así que ¿por qué hay un templo en el espíritu humano?
      • El cielo es su trono y la tierra, el estrado de sus pies. El servicio de los hombres no le beneficia en nada y aun así busca a los fieles para que le sirvan.
  16. 16 Sigue a Jesús por fe en la naturaleza activa de su vida, camino y verdad elegida y ungida para que el espíritu humano fiel, contrito y redimido pueda representar el templo que le agrada , lugar donde quiere habitar. Anuncio

¿Cuáles son los niveles de la fe?

Imagen La cosecha dorada , por David Linn © IRI, cortesía del Museo de Historia de la Iglesia Cristo ora en el jardín de Getsemaní , por Hermann Clementz Lehi y su familia habían estado en el desierto solamente unos días cuando el Señor le dijo que enviara a sus hijos de vuelta a Jerusalén para buscar las planchas de bronce de Labán. No solemos elogiar a los dos hijos rebeldes de Lehi, Lamán y Lemuel, pero en realidad estaban dispuestos a ir. Tenían suficiente fe para intentarlo. Lamán, y más tarde Lemuel con sus hermanos, pidieron las planchas a Labán. Los hermanos perdieron su fortuna familiar y casi la vida en el intento.

  • En ese momento, la fe de Lamán y Lemuel les falló, y estaban listos para renunciar;
  • Nefi, por otro lado, se alzó por encima del peligro y el desaliento;
  • “Así como el Señor vive, y como nosotros vivimos, no descenderemos hasta nuestro padre en el desierto hasta que hayamos cumplido lo que el Señor nos ha mandado;

“Por tanto, seamos fieles en guardar los mandamientos del Señor” ( 1 Nefi 3:15–16 ). Nefi entonces ejerció su gran fe, obtuvo las planchas de Labán, y regresó con sus hermanos a su padre en el desierto. Parece que hay dos niveles distintos de fe. El primer nivel es la fe para intentar, la fe para meter nuestra hoz.

  • El segundo nivel es la fe para hacer;
  • Es más que la fe para meter la hoz; es la fe para cosechar;
  • Lamán y Lemuel tenían la fe para intentar, pero Nefi tenía la fe para hacer;
  • Lamán y Lemuel tenían suficiente fe para meter sus hoces, pero Nefi tenía suficiente fe para cosechar;

Esa sutil distinción entre la fe para meter la hoz y la fe para cosechar marcará una diferencia enorme en su vida. Para vivir de nuevo con nuestro Padre Celestial y vivir vidas productivas y gozosas en la tierra, necesitamos desarrollar la fe para cosechar.

Hemos recibido promesas maravillosas del Señor, promesas de felicidad y gozo en esta vida y exaltación en la próxima. Pero los desafíos y problemas de nuestra vida cotidiana tienden a destruir nuestra esperanza.

Nuestra tierra prometida parece tan lejana, tan improbable, que empezamos a dudar. “No es posible que yo alcance esa meta o reciba esa bendición”, pensamos. “Seguramente el Señor estaba pensando en otra persona cuando hizo esas promesas”. No, Él estaba pensando en usted y en mí.

Solo necesitamos una fe suficiente para recibir nuestras bendiciones, una fe tan fuerte que pueda convertir nuestras promesas futuras en realidades presentes. Tenemos que desarrollar la fe para cosechar.

¿Qué es exactamente esta fe y cómo podemos desarrollarla?.