Que Es El Gozo De Dios?

Que Es El Gozo De Dios

Gozo de Dios – Desde un punto de vista cristiano, se considera un virtud, que tiene su origen en el Espíritu y se relaciona con actos de caridad. Se considera que el gozo es una virtud la alegría y complacencia que siente el cristiano en la extensión del Reino de Dios y su justicia, tal como lo da a entender el mismo apóstol (1 Cor 8, 6).

El gozo es producto de la acción del Espíritu y no de factores externos que provocan felicidad. Se entiende que el gozo una profunda alegría espiritual infundida por el Espíritu Santo en las personas que son poseídos por Dios.

Así lo explica Santo Tomás de Aquino diciendo “al acto de la caridad se sigue siempre el gozo; pues todo amante goza en la posesión del amado, y la caridad tiene siempre presente a Dios según lo afirma San Juan” (1 Jn 4, 16).

¿Qué es el gozo en el Señor?

Este artículo o sección necesita referencias que aparezcan en una publicación acreditada. Este aviso fue puesto el 7 de agosto de 2020.

El gozo es la intensidad de los sentidos, propio de los seres humanos ya que es una inmensa alegría. En el cristianismo, el gozo (del latín gaudium ) hace parte del fruto del Espíritu Santo (Gálatas 5:22) [ cita requerida ] , el segundo de los que enumera San Pablo en su carta a los Gálatas. El gozo, y lo mismo debería decirse de la paz , es efecto de la caridad (amor, ágape ); por eso el apóstol lo coloca inmediatamente después de ella y antes de otras virtudes morales.

  1. Según algunos estudiosos de San Pablo, gozo es aquella profunda alegría espiritual que el Espíritu Santo infunde en los corazones de quienes deciden seguir a Dios;
  2. Así lo explica Santo Tomás de Aquino diciendo “al acto de la caridad se sigue siempre el gozo; pues todo amante goza en la posesión del amado, y la caridad tiene siempre presente a Dios según lo afirma San Juan” (1 Jn 4, 16);

Otros autores, más bien definen el gozo como virtud ; esto es, la alegría y complacencia que siente el cristiano en la extensión del Reino de Dios y su justicia, tal como lo da a entender el mismo apóstol (1 Cor 8, 6).

¿Cómo se obtiene el gozo del Señor?

Cómo hallar gozo en Cristo La forma más segura de hallar gozo en esta vida es unirse a Cristo para ayudar a los demás. El Señor no pide que nuestros jóvenes del Sacerdocio Aarónico hagan todo, pero lo que sí pide es impresionante. Hace unos años, nuestra pequeña familia pasó por lo que muchas familias afrontan en este mundo caído.

Nuestro hijo menor, Tanner Christian Lund, enfermó de cáncer. Era un pequeño increíble, como suelen serlo los niños de nueve años. Era graciosamente travieso y, al mismo tiempo, asombrosamente consciente de lo espiritual; un traviesito y un ángel, revoltoso y bueno.

Cuando era pequeño y todos los días nos desconcertaba con sus travesuras, nos preguntábamos si acabaría siendo el profeta o un ladrón de bancos, pero fuera lo que fuera, parecía que iba a dejar una huella en el mundo. Y entonces cayó gravemente enfermo.

  • Durante los tres años siguientes, la medicina moderna se valió de medidas heroicas, incluso dos trasplantes de médula ósea; tiempo en que le dio neumonía, lo cual le requirió pasar diez semanas inconsciente conectado a un respirador;

De manera milagrosa, se recuperó por un corto tiempo, pero luego volvió a tener cáncer. Poco tiempo antes de fallecer, la enfermedad de Tanner le había invadido los huesos y, aun con medicamentos fuertes, tenía dolor; apenas podía levantarse de la cama.

  • Un domingo por la mañana, su madre, Kalleen, entró a su habitación para ver cómo estaba antes de que la familia saliera a la Iglesia;
  • Ella se sorprendió al ver que, de algún modo, se había vestido y estaba sentado al borde de la cama, batallando con dolor para abotonarse la camisa;

Kalleen se sentó a su lado y le dijo: “Tanner, ¿seguro que estás lo suficientemente fuerte como para ir a la Iglesia? Quizás el día de hoy debas quedarte en casa y descansar”. Él miró fijamente al piso. Era diácono, pertenecía a un cuórum y tenía una asignación.

“Hoy me toca repartir la Santa Cena”. “Bueno, estoy segura que alguien podría hacerlo por ti”. “Sí”, dijo él, “pero… veo cómo me miran las personas cuando reparto la Santa Cena. Creo que les ayuda”. Así que Kalleen lo ayudó a abotonarse la camisa y a ponerse la corbata, y fueron en auto a la Iglesia.

Era evidente que algo importante estaba sucediendo. Yo llegué a la Iglesia después de haber asistido a una reunión más temprano y me sorprendió ver a Tanner sentado en la fila de los diáconos. Kalleen me contó en voz baja la razón por la que él estaba ahí y lo que había dicho: “Les ayuda a las personas”.

  1. De modo que observé a los diáconos cuando se acercaron a la mesa sacramental;
  2. Él se apoyó ligeramente en otro diácono mientras los presbíteros les pasaban las bandejas del pan;
  3. Entonces, Tanner se dirigió a su lugar asignado, caminando con dificultad, y tomó el extremo del banco para estabilizarse mientras ofrecía la Santa Cena;

Parecía que todas las miradas en el salón sacramental se dirigían hacia él, conmovidos por su lucha mientras llevaba a cabo su sencilla asignación. De alguna manera, Tanner expresó un sermón silencioso al moverse solemnemente y con gran esfuerzo de fila en fila —su cabeza calva humedecida por la transpiración—, representando al Salvador de la manera que lo hacen los diáconos.

  • Su propio cuerpo de diácono, que en otro tiempo había sido indomable, estaba un tanto molido, quebrantado y desgarrado, sufriendo voluntariamente para servir al llevar los emblemas de la expiación del Salvador a nuestra vida;

Ver lo que él había llegado a pensar en cuanto a ser diácono también hizo que nosotros pensáramos de otra manera en cuanto a la Santa Cena, el Salvador, y en cuanto a los diáconos, maestros y presbíteros. Me asombra el silencioso milagro que esa mañana le impulsó a responder con tanta valentía a ese delicado y apacible llamado a servir, y me admira la fortaleza y la capacidad de la generación emergente de jóvenes a medida que se esfuerzan por responder al llamado de un profeta de alistarse en los batallones de Dios y unirse a la obra de salvación y exaltación.

  1. Cada vez que un diácono sostiene una bandeja de la Santa Cena, recordamos la historia sagrada de la Última Cena, de Getsemaní, del Calvario y del sepulcro del huerto;
  2. Cuando el Salvador dijo a Sus apóstoles: “… haced esto en memoria de mí” 1 , Él también estaba hablando a través de los siglos a cada uno de nosotros;

Estaba hablando del milagro infinito que Él proporcionaría cuando los diáconos, maestros y presbíteros del futuro presentarían Sus emblemas e invitarían a Sus hijos a aceptar Su don expiatorio. Todos los símbolos de la Santa Cena nos dirigen hacia ese don.

  • Contemplamos el pan que una vez Él partió, y el pan que los presbíteros ante nosotros, a su vez, parten ahora;
  • Pensamos en el significado del líquido consagrado, en aquel entonces y ahora, mientras las palabras de esas oraciones de la Santa Cena pasan solemnemente de la boca de jóvenes presbíteros a nuestros corazones y a los cielos, renovando convenios que nos conectan con los poderes mismos de la salvación de Cristo;

Podemos pensar en lo que significa cuando un diácono nos lleva los emblemas sagrados, poniéndose de pie donde estaría Jesús si estuviera ahí, ofreciendo aliviar nuestras cargas y nuestro dolor. Afortunadamente, los jóvenes y las jovencitas no tienen que enfermar para descubrir el gozo y el propósito de servir al Salvador.

El élder David A. Bednar ha enseñado que para crecer y llegar a ser como los misioneros son , debemos hacer lo que los misioneros hacen , y luego, “[l]ínea por línea, y precepto por precepto, […] p[odemos] gradualmente llegar a ser los misioneros […] que el Salvador espera” 2.

De la misma manera, si deseamos “ser como Cristo” 3 , debemos hacer lo que Él hace y, en una frase extraordinaria, el Señor explica qué es lo que hace. Él dijo: “Porque, he aquí, esta es mi obra y mi gloria: Llevar a cabo la inmortalidad y la vida eterna del hombre” 4.

La misión del Salvador ha sido siempre y para siempre servir a Su Padre al salvar a Sus hijos. Y la forma más segura de hallar gozo en esta vida es unirse a Cristo para ayudar a los demás. Esa es la sencilla verdad que inspiró el programa Niños y Jóvenes.

Todas las actividades de Niños y Jóvenes y todas las enseñanzas de Niños y Jóvenes procuran ayudar a la gente joven a llegar a ser más como Jesús al unirse a Él en Su obra de salvación y exaltación. Niños y Jóvenes es una herramienta para ayudar a cada niño de la Primaria y a cada joven a progresar en el discipulado y obtener una visión llena de fe de cómo es el camino a la felicidad.

Pueden aprender a anticipar y anhelar las paradas y señales a lo largo de la senda de los convenios, donde serán bautizados y confirmados con el don del Espíritu Santo y donde pronto pertenecerán a cuórums y a clases de las Mujeres Jóvenes en los que sentirán el gozo de ayudar a otras personas mediante una serie de actos de servicio semejantes a los de Cristo.

Se fijarán metas, grandes y pequeñas, que darán equilibrio a su vida a medida que lleguen a ser más como el Salvador. Las conferencias y revistas Para la Fortaleza de la Juventud, la revista Amigos y la aplicación Vivir el Evangelio les ayudarán a centrarse en hallar gozo en Cristo.

  1. Anticiparán las bendiciones de ser poseedores de una recomendación del templo de uso limitado y sentirán el espíritu de Elías mediante la influencia del Espíritu Santo al buscar las bendiciones del templo y de historia familiar;

Serán guiados por su bendición patriarcal y, con el tiempo, se verán a sí mismos entrar a los templos para ser investidos con poder y hallar gozo allí al ser vinculados eternamente, pase lo que pase, con su familia. Frente a los vientos de pandemia y calamidad, el llevar a cabo la promesa del nuevo programa Niños y Jóvenes en su totalidad es todavía una labor en curso; pero hay urgencia.

Nuestros jóvenes no pueden esperar a que el mundo se enderece antes de llegar a conocer al Salvador. Algunos están tomando decisiones incluso ahora que no tomarían si comprendieran su verdadera identidad, y la de Él.

Por eso el llamado urgente de los batallones de Dios que están en trascendental entrenamiento es que “todos pongamos manos a la obra”. Madres y padres, sus hijos varones necesitan que los apoyen ahora tan fervientemente como lo han hecho en el pasado cuando ellos se han ocupado con cosas menos importantes como los emblemas y las insignias.

  • Madres y padres, líderes del sacerdocio y de las Mujeres Jóvenes, si sus jóvenes están teniendo dificultades, el programa Niños y Jóvenes les ayudará a llevarlos al Salvador, y el Salvador les traerá paz 5;
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Presidencias de cuórum y de clase, den un paso al frente y tomen el lugar que les corresponde en la obra del Señor. Obispos, unan sus llaves con las de los presidentes de cuórum, y sus cuórums —y barrios— cambiarán para siempre. Y a ustedes, los de la nueva generación, les testifico, como alguien que sabe, que ustedes son amados hijos e hijas de Dios y que Él tiene una obra para que la realicen.

A medida que se eleven a la majestuosidad de sus cargos, con todo su corazón, alma, mente y fuerza, llegarán a amar a Dios, guardarán sus convenios y confiarán en Su sacerdocio al trabajar para bendecir a los demás, comenzando en su propio hogar.

Ruego que se esfuercen, con renovada energía digna de esta época, por servir, ejercer la fe, arrepentirse y mejorar cada día a fin de ser merecedores de recibir las bendiciones del templo y el gozo duradero que solo se obtiene por medio del evangelio de Jesucristo.

  1. Ruego que se preparen para ser el misionero diligente, el esposo o la esposa fiel, el amoroso padre o madre que se les ha prometido que algún día pueden llegar a ser como consecuencia de ser verdaderos discípulos de Jesucristo;

Ruego que ayuden a preparar al mundo para el regreso del Salvador al invitar a todos a venir a Cristo y a recibir las bendiciones de Su expiación. En el nombre de Jesucristo. Amén..

¿Qué es plenitud de gozo en la Biblia?

Devocional – Por la gracia de Dios tenemos una hermosa herencia de relación eterna y tangible con nuestro Padre celestial. El Salmo 16:5-6 dice: ” Tú, Señor, eres mi porción y mi copa; eres tú quien ha afirmado mi suerte. Bellos lugares me han tocado en suerte; ¡preciosa herencia me ha correspondido!”.

  • Y más adelante, en el versículo 11 (LBLA), David escribe: “Me darás a conocer la senda de la vida; en tu presencia hay plenitud de gozo; en tu diestra, deleites para siempre”;
  • Dios ha designado la hermosa herencia de su presencia para nosotros;

Israel sabía lo que era centrar sus reuniones alrededor de la presencia de Dios. Su presencia los guio a través del desierto. Su presencia ganó batallas para ellos. Su presencia fue poderosa en el Lugar Santísimo. La presencia de Dios fue la señal de que él estaba con ellos y para ellos.

Y el Salmo 16:11 nos dice que en la presencia de Dios “hay plenitud de gozo”. Imagina cómo es y cómo se siente la plenitud de gozo. ¿Cómo sería tener un verdadero encuentro con la plenitud de la alegría hoy? En la plenitud de gozo no hay dolor, preocupación, duda o miedo.

En la plenitud de la alegría hay vida abundante, paz, libertad y amor. El Salmo 43:4 dice: “Llegaré entonces al altar de Dios, del Dios de mi alegría y mi deleite”. El encuentro constante con la presencia de nuestro Padre celestial es la única fuente de “alegría y … deleite” en esta tierra.

  1. Solo al pasar tiempo en su altar, experimentaremos la alegría que es nuestra porción;
  2. Solo en su presencia el gozo del Señor verdaderamente se convertirá en nuestra fuerza (Nehemías 8:10);
  3. La alegría celestial es un elemento esencial para la vida cristiana;

No estamos diseñados para vivir sin alegría. No es una búsqueda secundaria a otras actividades. La alegría celestial es una piedra angular sobre la que vivimos vidas que reflejan la bondad, la gracia, el amor y la realidad de nuestro Padre celestial. La alegría está destinada a ser el portavoz mediante el cual declaramos cuán maravillosa es realmente una relación con Dios.

  1. En su libro En Nuestro Gozo , John Piper escribe: “Pero cuando Dios da el cambio radical de un nuevo nacimiento y arrepentimiento, Jesús mismo se convierte en nuestro tesoro supremo”;
  2. Elige la mejor parte hoy: pasa un tiempo en la plenitud de alegría que solo puede ser encontrada en la presencia de Dios;

Permite que Dios traiga un cambio radical de nuevo nacimiento y arrepentimiento que posiciona a Cristo como tu tesoro supremo. Busca hoy la alegría celestial para que puedas demostrar la extraordinaria bondad de tu Padre celestial hacia un mundo que está buscando desesperadamente lo que solo se puede encontrar en una relación restaurada con él. .

¿Qué significa la palabra gozo en griego?

Sentimiento de placer, satisfacción, alegría, regocijo, por el disfrute de una cosa, acto o acción que conlleva por lo poseído o el placer por haber realizado con buen fin una meta, produciendo la emoción que se siente por completar algo que gusta en demasía, poniendo de manifiesto el gozo en la fe de obtener algo deseado, anhelado, que produce alegría intensa y placentera; que experimenta una persona al sentirse satisfecha. El gozo es una palabra que proviene del griego antiguo y el latín; del griego antiguo proviene de la palabra Xapa que significa deleite grandemente y lleno de gozo y en el latín la encontramos por Gaudium, que significa alegría, disfrute, placer y es el segundo fruto del Espíritu Santo y se pone de manifiesto por una profunda alegría espiritual en los corazones de los adoradores de Dios, siendo el Espíritu Santo una parte activa y presente en el Dios Padre y Jesús como su hijo haciendo una triada de complementos perfectos; en una comunión con lo creado y su creador; y aunque afecta al cuerpo se produce en el alma del ser, en sus facultades más elevadas del alma porque el Espíritu Santo es donde habita y su mayor virtud es ayudar a no perder el gozo al pasar por tribulaciones ni desaciertos. O sea no es una alegría pasajera por las buenas circunstancias de un momento especial, es una felicidad y satisfacción permanente que permanece no de lo externo sino de la fe interna y la comunión en Dios. Publicidad Publicidad Gozo también es una isla de Malta encontrada en el Mar del Mediterráneo, es muy visitada por su belleza y esplendor. En la mitológica leyenda de la Odisea de Homero , se cree que esta isla de gozo es la misma isla mencionada allí como la Isla de Calipso, describiendola como un paraíso místico hermosamente apacible. Emoción Placer Alegría .

¿Qué dice en Juan 15 11?

1 Yo soy la a vid verdadera, y mi Padre es el labrador. 2 Todo a pámpano que en mí no lleva b fruto , lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo c limpiará , para que lleve más fruto. 3 Ya vosotros estáis limpios por la palabra que os he hablado. 4 a Permaneced en mí, y yo en vosotros.

  • Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo si no permanece en la vid, así tampoco vosotros si no permanecéis en mí;
  • 5 Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, este lleva mucho fruto, porque sin a mí nada podéis hacer;

6 El que en mí no permanece será echado fuera como mal pámpano, y se secará; y los recogen y los echan al fuego, y arden. 7 Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, a pedid todo lo que queráis, y os será hecho. 8 En esto es glorificado mi Padre: en que llevéis mucho fruto y seáis así mis discípulos.

9 Como el Padre me a ha amado, así también yo os he amado; permaneced en mi amor. 10 Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor.

11 Estas cosas os he hablado para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro a gozo sea completo. 12 Este es mi mandamiento: Que os améis los unos a los otros, como yo os a he amado. 13 Nadie tiene mayor amor que este, que uno a ponga su vida por sus amigos.

14 Vosotros sois mis a amigos si hacéis las cosas que yo os mando. 15 Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero os he llamado amigos, porque todas las cosas que a oí de mi Padre os las he dado a conocer.

16 No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os a elegí a vosotros, y os he b puesto para que vayáis y llevéis c fruto , y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi d nombre , él os lo dé. 17 Esto os mando: Que os améis los unos a los otros.

  1. 18 Si el mundo a os aborrece, sabed que a mí me ha aborrecido antes que a vosotros;
  2. 19 Si fuerais del a mundo , el mundo b amaría lo suyo; pero porque no sois del mundo, sino que yo os elegí del mundo, por eso os aborrece el mundo;

20 Acordaos de la palabra que yo os he dicho: El a siervo no es mayor que su señor. Si a mí me han b perseguido , también a vosotros os perseguirán; si han guardado mi palabra, también guardarán la vuestra. 21 Pero todo esto os harán por causa de mi nombre, porque no conocen al que me ha enviado.

  1. 22 Si yo no hubiera venido ni les hubiera hablado, no tendrían a pecado , pero ahora no tienen excusa por su pecado;
  2. 23 El que me aborrece también a mi Padre aborrece;
  3. 24 Si no hubiese hecho entre ellos obras que ningún otro ha hecho, no tendrían pecado; pero ahora las han visto, y me han aborrecido a mí y a mi Padre;

25 Pero esto sucede para que se cumpla la palabra que está escrita en su ley: Sin causa me aborrecieron. 26 Pero cuando venga el a Consolador , a quien yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el que procede del Padre, él b dará testimonio de mí.

¿Qué dice Hebreos 12 2?

1 Por tanto, nosotros también, teniendo a nuestro alrededor tan gran nube de testigos, dejemos a un lado todo peso y pecado que a nos rodea, y corramos con b paciencia la carrera que tenemos por delante, 2 puestos los ojos en Jesús, el autor y a consumador de la fe, quien, por el gozo puesto delante de él, sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.

  • 3 Considerad a aquel que sufrió tal a contradicción de pecadores contra sí mismo, para que no os fatiguéis en vuestro ánimo hasta desmayar;
  • 4 Porque aún no habéis resistido hasta derramar sangre, combatiendo contra el pecado; 5 y habéis ya olvidado la exhortación que como a hijos se os dirige, diciendo: Hijo mío, no menosprecies la disciplina del Señor, ni desmayes cuando eres reprendido por él;
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6 Porque el Señor al que ama, a disciplina , y azota a todo el que recibe como hijo. 7 Si soportáis la a disciplina , Dios os trata como a b hijos ; porque, ¿qué hijo es aquel a quien el padre no disciplina? 8 Pero si se os deja sin disciplina, de la cual todos han sido participantes, entonces sois a bastardos , y no hijos.

9 Por otra parte, tuvimos a nuestros a padres terrenales que nos b disciplinaban y los c reverenciábamos , ¿por qué no d obedeceremos mucho mejor al e Padre de los f espíritus , y viviremos? 10 Y aquellos, a la verdad, por pocos días nos disciplinaban como a ellos les parecía, pero este para lo que nos es provechoso, para que participemos de su a santidad.

11 Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto a apacible de rectitud a los que en ella han sido b ejercitados. 12 Por lo cual, fortaleced las manos caídas y las rodillas debilitadas; 13 y haced sendas derechas para vuestros pies, para que el que es cojo no se salga fuera del camino, sino que sea sanado.

14 Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie a verá al Señor, 15 mirando bien que ninguno a se aparte de la b gracia de Dios, no sea que alguna raíz de amargura, brotando, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados; 16 que ninguno sea fornicario, o profano, como a Esaú , que por una sola comida vendió su b primogenitura.

17 Porque ya sabéis que aun después, deseando heredar la bendición, fue desechado porque no halló ocasión para el arrepentimiento, aunque la buscó con a lágrimas. 18 Porque no os habéis acercado al a monte que se podía tocar, ni al fuego ardiente, ni a las tinieblas, ni a la oscuridad, ni a la tempestad, 19 ni al sonido de la trompeta ni a la voz que hablaba, la cual los que la oyeron rogaron que no les hablase más; 20 porque no podían soportar lo que se mandaba: Si aun una bestia toca el monte, será apedreada o traspasada con dardo.

  1. 21 Y tan terrible era lo que se veía que Moisés dijo: Estoy aterrado y temblando;
  2. 22 Pero vosotros os habéis acercado al monte a Sion , a la ciudad del Dios vivo, a la Jerusalén celestial, y a la compañía de muchos millares de b ángeles , 23 y a la asamblea y a la iglesia de los a primogénitos que están b inscritos en los cielos, y a Dios el c Juez de todos, y a los espíritus de los d justos hechos perfectos, 24 y a Jesús el a Mediador del b nuevo convenio, y a la c sangre rociada que habla mejor que la de Abel;

25 Mirad que no desechéis al que habla. Porque si no a escaparon aquellos que desecharon al que los amonestaba en la tierra, mucho menos nosotros, si desechamos al que amonesta desde los cielos. 26 La voz del que conmovió entonces la tierra, pero ahora ha prometido, diciendo: Aún una vez más, y a haré temblar no solamente la tierra, sino también el cielo.

¿Cuál es la diferencia entre el gozo y la alegría?

Diferencia entre gozo y alegría – En principio, gozo y alegría podrían ser sinónimos, separados en todo caso por un asunto de gradación, es decir, que el gozo constituye un mayor grado de regocijo que la mera alegría. Sin embargo, dichos matices no suelen ser tomados muy en cuenta en el habla cotidiana.

¿Cómo se pierde el gozo de la salvación?

¿Qué es el gozo inefable?

El concepto de inefable proviene de un vocablo latino que significa indecible y se utiliza para referirse a aquello que no puede explicarse con palabras. Lo inefable, por lo tanto, no puede narrarse o expresarse. Cabe mencionar que al igual que términos como inexorable o infalible, inefable es una palabra que se encuentra formada por el prefijo in- que indica negación y el concepto efable que significa que puede ponerse en palabras. Algo inefable es complejo de narrar.

¿Dónde empieza el gozo?

Gozo de Dios – Desde un punto de vista cristiano, se considera un virtud, que tiene su origen en el Espíritu y se relaciona con actos de caridad. Se considera que el gozo es una virtud la alegría y complacencia que siente el cristiano en la extensión del Reino de Dios y su justicia, tal como lo da a entender el mismo apóstol (1 Cor 8, 6).

  • El gozo es producto de la acción del Espíritu y no de factores externos que provocan felicidad;
  • Se entiende que el gozo una profunda alegría espiritual infundida por el Espíritu Santo en las personas que son poseídos por Dios;

Así lo explica Santo Tomás de Aquino diciendo “al acto de la caridad se sigue siempre el gozo; pues todo amante goza en la posesión del amado, y la caridad tiene siempre presente a Dios según lo afirma San Juan” (1 Jn 4, 16).

¿Qué es el regocijo espiritual?

Regocijo en la religión Así, se utiliza el mismo para mostrar la satisfacción que una persona creyente puede sentir por asistir a un oficio, porque le hará sentirse en conexión con Dios, o bien por acometer una buena acción que tenga como beneficiario a su prójimo.

¿Qué significa la palabra Regocijaos en el Señor siempre?

¡Regocijaos! “El gozo proviene de poseer el Espíritu en nuestra vida (véase Alma 22:15). Cuando tenemos el Espíritu, nos regocijamos por lo que el Salvador ha hecho por nosotros. ” Mis amados hermanos y hermanas, esta es la primera oportunidad que tengo de dirigirles la palabra desde que recibí mi nuevo llamamiento.

No tengo forma de expresarles ni el sentido de responsabilidad ni el de incompetencia que he experimentado, pero quiero que sepan que estoy muy agradecido por el privilegio de servir al Señor. El estribillo de uno de mis himnos favoritos dice, en parte: “Alzad la voz y alabad, cantad al Rey, loor cantad” (“A Cristo Rey Jesús” Himnos, 30).

La letra de este himno fue sacada de la epístola de Pablo a los filipenses: “Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos!” (Filipenses 4:4). El diccionario define el regocijo como “Alborozo. Contento. Jubilo” (María Moliner, Diccionario del uso del español 1990).

  1. La fuente del jubilo que nos hace regocijar es el conocimiento del plan de salvación;
  2. En el Evangelio según San Juan, el Salvador se aproximaba a las ultimas horas de Su vida terrenal, cuando tomaría sobre si las transgresiones del mundo, y al preparar a Sus discípulos para lo que El sabia que habría de acontecer, les dijo: “Todavía un poco, y no me veréis; y de nuevo un poco, y me veréis …” (Juan 16:16);

Pero ellos no alcanzaban todavía a comprender lo que era la resurrección. Con dulzura, el Señor les explicó que se iría pero que regresaría, y aun les dijo lo que habrían de sentir: tristeza cuando El se fuera, “… pero os volveré a ver, y se gozara vuestro corazón, y nadie os quitaría vuestro gozo” Juan 16:22).

Así como la muerte del Salvador causó tanto pesar, las vicisitudes de la vida, tales como la muerte, las enfermedades, la pobreza y las heridas muchas veces provocan nuestra desdicha. Cuando nos separamos de nuestros seres amados, invariable-mente sufrimos pena y aflicción.

La vida no es fácil y no sería apropiado menoscabar los problemas y las tribulaciones que experimentamos. Tomando en consideración estas cosas, la Expiación del Salvador y Su promesa de vida eterna en compañía de nuestros seres queridos son tan significativas que, el no regocijarnos por ello, demuestra una falta de aprecio por el don del Salvador.

El gozo proviene de poseer el Espíritu en nuestra vida (véase Alma 22:15 ). Cuando tenemos el Espíritu, nos regocijamos por lo que el Salvador ha hecho por nosotros. ¿Que debemos hacer para experimentar esta clase de gozo? Además de recibir las ordenanzas de salvación y de seguir al Profeta actual, es necesario que vivamos de acuerdo con ciertos principios espirituales fundamentales, tales como la oración, el estudio de las Escrituras, el vivir con rectitud y el servir al prójimo.

Se entiende por supuesto que, si cometemos un acto pecaminoso, tenemos que arrepentirnos. Permítaseme mencionar otros tres aspectos o distracciones que es necesario evitar a fin de poder mantener el jubilo y regocijarnos mas plenamente en el don del Salvador: (1) Evitemos los pasatiempos que nos impidan hacer lo que debemos hacer; (2) evitemos acentuar las pequeñas imperfecciones, y (3) evitemos toda comparación desfavorable con las otras personas.

Con frecuencia solemos no percibir los pasatiempos que nos encaminan en una dirección mundana y nos impiden concentrarnos en Cristo. Esencialmente, permitimos que los pasatiempos telestiales nos aparten de los fines celestiales.

A estos pasatiempos telestiales en nuestra familia las llamamos “dibujos animados de los sábados por la mañana”. Permítaseme explicarlo. Cuando nuestros hijos eran pequeños, mi esposa Mary y yo decidimos conservar la tradición que mi padre nos enseñó en mi niñez.

El se reunía individualmente con cada uno de nosotros para ayudarnos a establecer metas en cuanto a varios aspectos de la vida y entonces nos enseñaba cómo la Iglesia, la escuela y otras actividades sanas nos ayudarían a lograr esas metas.

El estableció tres reglas: 1. Debíamos tener metas que valieran la pena. Podíamos cambiar nuestras metas en cualquier momento. No importa cuales fueren las metas que habíamos elegido, debíamos trabajar diligentemente para lograrlas. Como beneficiario de esta tradición, yo tenía el deseo de conservarla con mis hijos.

Cuando nuestro hijo Larry tenía cinco años de edad, le pregunte que le gustaría ser cuando creciera y el me dijo que quería ser médico como su tío Joe. Larry había tenido una seria operación y tenía mucho respeto por los médicos, especialmente por su tío Joe.

Le dije entonces que todas las cosas buenas que estaba haciendo le iban a ayudar a prepararse para llegar a ser médico. Varios meses mas tarde, le pregunte nuevamente lo que le gustaría ser. Esta vez me respondió que quería ser piloto de avión. Estaba bien que cambiara de objetivo, así que procedí a explicarle cómo sus diversas actividades le ayudarían para ese propósito.

  1. Un instante después, le dije: “Larry, la ultima vez que te lo pregunte querías ser médico, ¿por que cambiaste de idea?” Y el contestó: “Todavía me gusta la idea de ser médico, pero he notado que el tío Joe trabaja los sábados por la mañana y no me gustaría tener que perderme los dibujos animados”;
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Desde esa ocasión, nuestra familia considera a todo entretenimiento que aparte de una meta digna como a un dibujo animado de los sábados por la mañana. ¿Cuales son algunos “dibujos animados de los sábados por la mañana” que nos hacen desatender el verdadero gozo que anhelamos? Hay quienes desean casarse en el templo, pero sólo salen en citas con personas que no podrían obtener una recomendación.

  • Otros quieren ser buenos maestros orientadores o buenas maestras visitantes, pero se distraen con un constante desfile de programas de televisión, catálogos y otras publicaciones que demandan atención y no encuentran tiempo para ministrar a quienes se les ha encomendado enseñar;

Hay aun otros, que quieren tener la oración familiar, pero permiten que algunas pequeñeces que atentan contra la armonía en la familia haga difícil que la familia se arrodille en unión. Si estudiáramos las razones por las que no hacemos lo que deberíamos hacer, descubriríamos que la lista de “dibujos animados de los sábados por la mañana” es casi interminable.

Refiriéndose a aquellos que no heredaran un reino de gloria, el Señor ha dicho: “Porque, ¿en que se beneficia el hombre a quien se le confiere un don, si no lo recibe? He aquí, ni se regocija con lo que le es dado, ni se regocija en aquel que le dio la dádiva” (D.

y C. 88:33). El don mas grande para toda la humanidad es la Expiación de Jesucristo. Si hemos de regocijarnos en ello, es menester que evitemos los muchos “dibujos animados de los sábados por la mañana” que la vida ofrece y que nos alejan del Salvador y de los propósitos celestiales que procuramos alcanzar.

  • Un segundo grupo de personas que no encuentran gozo es aquel que se distrae al exagerar pequeñas imperfecciones que entorpecen la felicidad;
  • Algunos han permitido que su propios conceptos de imperfección enturbien las realidades de la vida, mientras que un observador sensato podría considerarlos motivo de gozo;

Pero no se regocijan. Son como una pareja a la que invitaron a visitar un hermoso jardín y que en lugar de regocijarse con la belleza del paisaje que tenían ante sí, sólo podían ver las pocas flores mustias, las malezas y los lugares relativamente pequeños que no ofrecían atractivos, y pensaban que el jardín no era lo que ellos en verdad esperaban.

De igual modo, se reprochan a si mismos y critican indebidamente a los otros. Se han acostumbrado a exagerar las pequeñeces y a menospreciar las grandes bendiciones, perdiendo así su capacidad para el regocijo.

En Lucas, vemos que el Salvador amonestó bondadosamente a Marta al respecto, cuando esta se quejó de que su hermana María estaba dedicando demasiado tiempo a escuchar al Salvador en vez de ocuparse de las necesidades temporales, y le dijo: “Marta, Marta … turbada estas con muchas cosas” (Lucas 10:41).

El Salvador entonces le indicó que María se concentraba en lo que verdaderamente importaba. Una tercera clase de pasatiempo que puede destruir nuestro gozo es comparar nuestros talentos y bendiciones con los de los demás.

El cultivo de nuestros propios talentos es la mejor manera de medir nuestro progreso personal. Últimamente, se ha popularizado el concepto de “la mejor aptitud”, lo cual tiene mucho mérito. Debemos recordar que generalmente juzgamos a los otros comparando lo mejor en ellos con lo peor en nosotros.

  • En la parábola de los talentos, los siervos que habían recibido cinco talentos y dos talentos respectivamente fueron felicitados por su amo porque habían aumentado sus talentos y se les dijo: “… Entra en el gozo de tu señor”;

El amo reprendió en cambio al siervo que escondió el talento que había recibido (véase Mateo 25:14-30). El comparar las bendiciones aleja casi por seguro nuestro gozo. No podemos ser agradecidos y envidiosos al mismo tiempo. Si realmente queremos tener el Espíritu del Señor y experimentar gozo y felicidad, debemos regocijarnos en nuestras bendiciones y ser agradecidos.

  1. Debemos estar particularmente agradecidos por las bendiciones que tenemos a nuestra disposición en el templo;
  2. El 3 de abril de 1836, el profeta José Smith y Oliver Cowdery se encontraban en el Templo de Kirtland y, después de una solemne y silenciosa oración, se les apareció el Señor y aceptó dicho templo como Su casa;

La maravillosa descripción del Salvador y la aparición de antiguos profetas que restauraron llaves esenciales, se encuentran en la Sección 110 de Doctrina y Convenios, una de las mas sagradas y significativas comunicaciones que el Señor ha tenido con nosotros.

  1. Algunas de las palabras mas hermosas de esta sección, y que cualquiera de nosotros hubiera deseado haber escuchado, se hallan en los versículos 5 y 6: “He aquí, vuestros pecados os son perdonados; os halláis limpios delante de mi; por tanto, alzad la cabeza y regocijaos;

“Regocíjese el corazón de vuestros hermanos, así como el corazón de todo mi pueblo, que con su fuerza ha construido esta casa a mi nombre”. Hermanos y hermanas, evitemos los dibujos animados de los sábados por la mañana que la vida ofrece, particularmente aquellos que nos mantienen alejados del templo.

  • Regocijémonos en la promesa que nos provee la Expiación del Salvador y, observando los preceptos de Cristo, recordemos el consejo del salmista: “Este es el día que hizo Jehová;
  • Nos gozaremos y alegraremos en el” (Salmos 118:24);

Ruego que cada uno de nosotros pueda hacer esto, es mi oración en el nombre de Jesucristo. Amen..

¿Cuál es la diferencia entre el gozo y la alegría?

Diferencia entre gozo y alegría – En principio, gozo y alegría podrían ser sinónimos, separados en todo caso por un asunto de gradación, es decir, que el gozo constituye un mayor grado de regocijo que la mera alegría. Sin embargo, dichos matices no suelen ser tomados muy en cuenta en el habla cotidiana.

¿Qué es el gozo inefable?

El concepto de inefable proviene de un vocablo latino que significa indecible y se utiliza para referirse a aquello que no puede explicarse con palabras. Lo inefable, por lo tanto, no puede narrarse o expresarse. Cabe mencionar que al igual que términos como inexorable o infalible, inefable es una palabra que se encuentra formada por el prefijo in- que indica negación y el concepto efable que significa que puede ponerse en palabras. Algo inefable es complejo de narrar.

¿Qué dice Nehemías 8 10?

1 Y se reunió todo el pueblo como un solo hombre en la plaza que está delante de la puerta de las Aguas, y dijeron a a Esdras , el b escriba , que trajese el libro de la c ley de Moisés, la cual Jehová había dado a Israel. 2 Y Esdras, el sacerdote, trajo la a ley delante de la congregación, tanto de hombres como de mujeres, y de todos los que podían entender lo que oían, el b primer día del mes séptimo.

  1. 3 Y leyó en el libro delante de la plaza que está delante de la puerta de las Aguas, desde el alba hasta el mediodía, en presencia de hombres, y de mujeres y de todos los que podían entender; y los oídos de todo el pueblo estaban atentos al a libro de la ley;

4 Y el escriba Esdras estaba sobre un estrado de madera que habían hecho para ello; y junto a él estaban Matatías, y Sema, y Anías, y Urías, e Hilcías y Maasías, a su mano derecha; y a su mano izquierda, Pedaías, y Misael, y Malquías, y Hasum, y Hasbadana, Zacarías y Mesulam.

5 Abrió, pues, Esdras el libro ante los ojos de todo el pueblo (porque estaba más alto que todo el pueblo); y cuando lo abrió, todo el pueblo se puso de pie. 6 Bendijo entonces Esdras a Jehová, el gran Dios.

Y todo el pueblo, alzando las manos, respondió: ¡Amén! ¡Amén! Y se humillaron y adoraron a Jehová rostro en tierra. 7 Y Jesúa, y Bani, y Serebías, Jamín, Acub, Sabetai, Hodías, Maasías, Kelita, Azarías, Jozabed, Hanán, Pelaías y los levitas hacían entender la ley al pueblo; y el pueblo permanecía en su lugar.

8 Y leían claramente en el libro de la a ley de Dios y b explicaban el sentido , de modo que entendiesen la lectura. 9 Y Nehemías, el gobernador, y el sacerdote Esdras, el escriba, y los a levitas que enseñaban al pueblo dijeron a todo el pueblo: Este es un día santo a Jehová vuestro Dios; no os entristezcáis, ni lloréis, porque todo el pueblo lloraba al oír las palabras de la ley.

10 Entonces les dijo: Id, comed manjares, y tomad bebidas dulces y enviad porciones a los que no tienen nada preparado, porque hoy es un día santo a nuestro Señor; y no os entristezcáis, porque el a gozo de Jehová es vuestra fortaleza. 11 Los levitas, pues, calmaban a todo el pueblo, diciendo: Callad, porque el día es santo, y no os entristezcáis.

12 Y todo el pueblo se fue a comer y a beber, y a enviar porciones y a gozar de gran alegría, porque habían a entendido las palabras que les habían enseñado. 13 Y al día siguiente se reunieron los jefes de las casas paternas de todo el pueblo, los sacerdotes y los levitas, con el escriba Esdras para entender las palabras de la ley.

14 Y hallaron escrito en la ley que Jehová había mandado, por medio de Moisés, que a habitasen los hijos de Israel en enramadas en la fiesta solemne del mes séptimo; 15 y que hiciesen saber, y proclamasen por todas sus ciudades y por Jerusalén, diciendo: Salid al monte y traed ramas de olivo, y ramas de olivo silvestre, y ramas de arrayán, y ramas de palmeras y ramas de todo árbol frondoso, para hacer enramadas como está escrito.

  1. 16 Salió, pues, el pueblo, y las trajeron e hicieron enramadas, cada uno sobre su terrado, y en sus patios, y en los patios de la casa de Dios, y en la plaza de la puerta de las Aguas y en la plaza de la puerta de Efraín;

17 Y toda la congregación que volvió de la cautividad hizo enramadas y en enramadas habitó, porque desde los días de Josué hijo de Nun hasta aquel día, no habían hecho así los hijos de Israel. Y hubo alegría muy grande. 18 Y a leyó Esdras en el libro de la ley de Dios cada día, desde el primer día hasta el último; e hicieron la fiesta solemne durante siete días, y al octavo día hubo una asamblea solemne, conforme al decreto..

¿Cuáles son los frutos de Espíritu Santo?

Según el Catecismo de la Iglesia católica, que sigue la versión de la Vulgata, los doce frutos del Espíritu son caridad, gozo, paz, paciencia, longanimidad, bondad, benignidad, mansedumbre, fidelidad, modestia, continencia y castidad.