Para Que Nos Creo Dios?

Para Que Nos Creo Dios
Imagen Social interaction Es importante entender que Dios no nos “creó” en el sentido de hacer que existiéramos a partir de la nada. Una parte básica de nosotros existió aun antes de nuestro nacimiento como espíritus: “También el hombre fue en el principio con Dios. La inteligencia, o sea, la luz de verdad, no fue creada ni hecha, ni tampoco lo puede ser” ( D. y C. 93:29 ). Puesto que sabemos eso, también sabemos que la motivación de nuestro Padre Celestial al crearnos no fue al azar ni arbitraria, sino que tuvo un propósito profundo.

  1. El profeta José Smith enseñó: “Dios, hallándose en medio de espíritus y gloria, porque era más inteligente, consideró propio instituir leyes por medio de las cuales los demás podrían tener el privilegio de avanzar como Él lo había hecho” ( Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: José Smith , 2007, pág;

221; véase también Moisés 1:39 ). Debido a que nuestro Padre Celestial quería que tuviésemos la oportunidad de progresar y llegar a ser como Él, creó nuestros espíritus y proporcionó un Plan de Salvación y felicidad que necesariamente incluye esta experiencia terrenal.

¿Por que Dios nos da la vida?

La vida es un lugar de prueba para nosotros – Dios nos envió a la tierra para aprender y crecer por medio de experiencias agradables y también dolorosas. Él nos permite elegir entre el bien y el mal y nos deja decidir si serviremos a otros o si nos enfocaremos en nosotros mismos.

¿Cuál es la misión que Dios le ha dado al ser humano?

Según el relato bíblico Dios confía al hombre el don de someter la tierra y dominar sobre todo ser viviente ‘… el Señor Dios tomó al hombre y lo puso en el Jardín del Edén para que lo cultivara y cuidara’ (Gén.

¿Por que Dios nos hizo unicos?

«Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó. » (Génesis 1. 27a) Para Que Nos Creo Dios Dios nos creó como personas originales. El color de nuestros ojos, la forma del pelo, nuestra estatura, ¡todo fue pensado por nuestro Creador! ¡No somos una casualidad! Incluso los hermanos gemelos, por más parecidos que sean siempre habrá una manera de distinguirlos. ¡Pensémoslo! Ningún ser humano en toda la historia se pareció ni se parecerá a nosotros.

¡Porque Dios nos formó como personas únicas y especiales! Tenemos nuestros propios gustos, deseos, pasiones, anhelos y sueños. Sabemos qué cosas nos enojan y cuáles nos dan alegría. Conocemos nuestras tentaciones y debilidades, nuestros proyectos y planes, problemas y éxitos.

¡Día tras día disfrutamos la oportunidad de vivir! Esas películas que muestran un futuro en el que todos los seres humanos seremos iguales son pura ciencia ficción. Porque podremos parecernos por fuera, en nuestra apariencia, pero cada uno de nosotros siempre será un ser individual.

Entonces, ¿por qué a veces pensamos que debemos ser como otra persona? ¿Por qué nos lamentamos y pensamos que nuestra vida sería mejor si fuésemos como aquel amigo o aquella estrella de la música? ¿Por qué intentamos copiar lo que dicen o hacen los demás cuando en realidad no estamos de acuerdo con eso? Por supuesto que es muy bueno tratar de aprender e imitar los buenos ejemplos.

Pero recordemos siempre que Dios nos formó como seres originales. ¡No vivamos como una copia! Sumérgete: En el mundo viven alrededor de seis mil millones de personas. Y cada una tiene sus propias características que la hacen un ser único. ¡Disfrutemos la maravilla de ser diferentes e irrepetibles! Más artículos para crecer en la fe y conocimiento de la Biblia: haz clic aquí.

¿Por qué crees que Dios creó el mundo?

Autor : Mariano Artigas Publicado en:  la red Fecha de publicación : 3 de octubre de 2005 Índice

  1. El sello divino
  2. El fin de la creación
  3. La perfección del mundo creado
  4. El gobierno divino del mundo
  5. El argumento teleológico
  6. El problema del mal
  7. Ciencia y finalidad
  8. Nuevas perspectivas
  9. La búsqueda del sentido
  10. Notas

Desde la antigüedad, el orden de la naturaleza ha proporcionado un camino para reconocer el poder y la sabiduría de Dios, y en la época moderna, este camino se ha ampliado gracias a los grandes progresos de las ciencias. La Iglesia enseña que podemos descubrir a Dios contemplando las cosas creadas. Ésta es la doctrina del Concilio Vaticano I, que recoge la enseñanza de San Pablo: «La misma santa Madre Iglesia sostiene y enseña que Dios, principio y fin de todas las cosas, puede ser conocido con certeza por la luz natural de la razón humana partiendo de las cosas creadas; porque lo invisible de Él, se ve, partiendo de la creación del mundo, entendido por medio de lo que ha sido hecho (Rom.

I, 20)» * (1). La doctrina cristiana nos invita a contemplar la grandeza y la bondad de Dios en sus criaturas. No rebaja a las criaturas para hacer sitio a Dios; por el contrario, son las perfecciones que Dios manifiesta a través de la creación lo que lleva a reconocerle como su Autor.

Puede decirse que Dios ha puesto su firma, de mil maneras, en la creación, y que la naturaleza está sellada con un sello divino. Gran parte de la vida cristiana consiste en encontrar a Dios a través de las huellas que Dios ha dejado en la creación. El sello divino La afirmación del mundo creado como revelación de Dios creador se encuentra en la Sagrada Escritura  * (2) , en los Santos Padres y en las enseñanzas de la Iglesia.

Esta doctrina, que ocupa un lugar importante en el cristianismo, ha sido presentada de un modo particularmente vivo a través del mensaje que el Opus Dei difunde por los cinco continentes, ya que pertenece al núcleo de lo que san Josemaría Escrivá enseñó a lo largo de su vida.

En efecto, así lo recordaba Don Álvaro del Portillo en Asia, cuando alguien le dijo que deseaba escuchar de sus labios una descripción del Opus Dei: El Opus Dei no es más que un modo de buscar a Dios en las circunstancias normales de la vida, sin necesidad de huir del mundo, sabiendo que todas las cosas creadas llevan un sello divino.

  • Me han dicho que vosotros, en lugar de firmar, muchas veces usáis un sello;
  • Pues Dios tiene su sello característico, que ha puesto en todas las cosas;
  • Y este sello hay que saber descubrirlo, viendo la huella de Dios en los demás hombres y también, aunque de otro modo, en los árboles, en los pájaros;

Cada vez que contemplamos la naturaleza, tenemos que percibir ese sello divino y alabar a Dios, que ha creado cosas tan grandes y tan buenas. A esto empuja el Opus Dei: a ser contemplativos en medio del mundo, es decir, a ser personas que buscan encontrar a Dios en las circunstancias normales de la vida  * (3).

En otra ocasión, preguntaron a Don Álvaro cómo enseñar a cumplir la voluntad de Dios. En su respuesta, aconsejaba aprender a descubrir el sentido divino de todas las cosas, y se refería a la costumbre japonesa de utilizar un sello propio en lugar de la firma: Dios nuestro Señor, como Creador universal, ha dejado el sello suyo en todas las cosas: en las materiales y en las espirituales.

En todo está impreso el sello divino. La enseñanza de nuestro Padre es que tenemos que buscar ese sello: de este modo llegamos a Dios según el espíritu de la Obra, siendo contemplativos en medio de la calle  * (4). El espíritu cristiano lleva a ver la mano de Dios en todo, comenzando por la naturaleza.

El cristiano contempla el progreso científico y técnico como algo que ayuda a conocer y amar más a Dios, descubriéndole a través del sello que El mismo ha dejado en la naturaleza. El fin de la creación La Iglesia enseña que el mundo ha sido creado para la gloria de Dios.

«Es una verdad fundamental que la Escritura y la Tradición no cesan de enseñar y de celebrar: “El mundo ha sido creado para la gloria de Dios” (Conc. Vaticano I: DS 3025). Dios ha creado todas las cosas, explica S. Buenaventura, “no para aumentar su gloria, sino para manifestarla y comunicarla” (sent.

2, 1, 2, 2, 1). Porque Dios no tiene otra razón para crear que su amor y su bondad: “Abierta su mano con la llave del amor surgieron las criaturas” (Sto. Tomás de Aquino, sent. 2, prol). Y el Concilio Vaticano I explica: “En su bondad y por su fuerza todopoderosa, no para aumentar su bienaventuranza, ni para adquirir su perfección, sino para manifestarla por los bienes que otorga a sus criaturas, el solo verdadero Dios, en su libérrimo designio, en el comienzo del tiempo, creó de la nada a la vez una y otra criatura, la espiritual y la corporal” (DS 3002)»  * (5).

La gloria de Dios y la perfección de las criaturas están estrechamente relacionadas. Dios crea para manifestar su perfección y su bondad; por tanto, quiere la perfección y la bondad de las criaturas: «El fin último de la creación es que Dios, “Creador de todos los seres, se hace por fin ‘todo en todas las cosas’ (I Co.

, XV, 28), procurando al mismo tiempo su gloria y nuestra felicidad” (Conc. Vaticano II, decr. Ad gentes, 2)»   * (6). Dios crea libremente por sabiduría y amor. No tenía necesidad de la creación, y ha creado para participar su perfección a las criaturas, especialmente a la criatura inteligente y libre, que es capaz de alcanzar la felicidad.

«Creemos que Dios creó el mundo según su sabiduría (cfr. Sap. IX, 9). Este no es producto de una necesidad cualquiera, de un destino ciego o del azar. Creemos que procede de la voluntad libre de Dios que ha querido hacer participar a las criaturas de su ser, de su sabiduría y de su bondad.

“¡Cuán numerosas son tus obras, Señor! Todas las has hecho con sabiduría” (Ps. CIV, 24)»  * (7). La perfección del mundo creado El mundo refleja la perfección de su Creador. «Toda criatura posee su bondad y su perfección propias.

Para cada una de las obras de los “seis días” se dice: “Y vio Dios que era bueno”. “Por la condición misma de la creación, todas las cosas están dotadas de firmeza, verdad y bondad propias y de un orden” (Conc. Vaticano II, const. past. Gaudium et Spes, 36, 2).

Las distintas criaturas, queridas en su ser propio, reflejan, cada una a su manera, un rayo de la sabiduría y de la bondad infinitas de Dios»  * (8). Dios ha creado un mundo ordenado y bueno. «Porque Dios crea con sabiduría, la creación está ordenada: “Tú todo lo dispusiste con medida, número y peso” (Sap.

XI, 20). Creada en y por el Verbo eterno. la creación está destinada, dirigida al hombre, imagen de Dios (cfr. Gen, I, 26), llamado a una relación personal con Dios. Nuestra inteligencia, participando de la luz del Entendimiento divino, puede entender lo que Dios nos dice por su creación (cfr.

  • Ps;
  • XIX, 2-5), ciertamente no sin gran esfuerzo y en un espíritu de humildad y de respeto ante el Creador y su obra (cfr;
  • Jb, XLII, 3);
  • Salida de la bondad divina, la creación participa en esa bondad (“Y vio Dios que era bueno;

muy bueno”: Gen. , I, 4. 10. 12. 18. 21. 31). Porque la creación es querida por Dios como un don dirigido al hombre, como una herencia que le es destinada y confiada. La Iglesia ha debido, en repetidas ocasiones, defender la bondad de la creación, comprendida la del mundo material (cfr.

  • DS 286; 455-463; 800; 1333; 3002)»  * (9);
  • El mundo está constituido por seres que poseen modos de ser muy diferentes;
  • Existen en el mundo diferentes tipos de cooperatividad entre las criaturas, porque unas necesitan de otras: la interdependencia de las criaturas es querida por Dios  * (10);

Y se puede hablar de una jerarquía de las criaturas  * (11)  : «El hombre es la cumbre de la obra de la creación. El relato inspirado lo expresa distinguiendo netamente la creación del hombre y la de las otras criaturas (cf Gn 1, 26)»  * (12) El universo posee una belleza que consiste en orden y armonía: «La belleza del universo, el orden y la armonía del mundo creado derivan de la diversidad de los seres y de las relaciones que entre ellos existen.

  1. El hombre las descubre progresivamente como leyes de la naturaleza que causan la admiración de los sabios;
  2. La belleza de la creación refleja la infinita belleza del creador»  * (13);
  3. El gobierno divino del mundo La Iglesia enseña que Dios gobierna el mundo con su providencia  * (14);

Por una parte, porque las criaturas siempre necesitan de Dios: «Realizada la creación, Dios no abandona su criatura a ella misma. No sólo le da el ser y el existir, sino que la mantiene a cada instante en el ser, le da el obrar y la lleva a su término»  * (15).

Además, Dios quiere que la creación atraviese por diversas fases, de modo que las criaturas cooperen para llegar hacia un estado final de perfección: «La creación tiene su bondad y su perfección propias, pero no salió plenamente acabada de las manos del creador.

Fue creada “en estado de vía” (in statu viae) hacia una perfección última todavía por alcanzar»  * (16). Dios no necesita de las criaturas; puede producir cualquier efecto prescindiendo de sus causas naturales. Pero ordinariamente cuenta con esas causas, y se sirve de ellas para la realización de sus designios.

«Dios es el Señor soberano de su designio. Pero para su realización se sirve también del concurso de las criaturas. Esto no es un signo de debilidad»  * (17)  : por el contrario, muestra la bondad de un Dios que otorga a sus criaturas la capacidad de colaborar en sus planes y perfeccionarse mediante esa colaboración.

Es importante subrayar que «la divina providencia no excluye otras causas, sino que, más bien, las ordena para que se realice el orden establecido: y así las causas segundas no se oponen a la providencia, puesto que realizan el efecto de la providencia»  * (18).

El argumento teleológico El orden del mundo, que se manifiesta en las leyes, los ritmos y ciclos de la naturaleza, en la interconexión de todo lo creado, y en la jerarquía de las criaturas que culmina en el hombre, muestra que la naturaleza responde a un plan y remite al gobierno divino.

Existe finalidad en la naturaleza, porque existe perfección, racionalidad, medios que tienden hacia fines; y la finalidad supone una inteligencia responsable del plan racional. Como se trata de un orden que se extiende a toda la naturaleza y afecta al modo de ser de las criaturas, esa inteligencia debe pertenecer al Autor de la naturaleza, o sea, a Dios.

Esta prueba de la existencia de Dios se denomina argumento teleológico (del griego: télos, fin). Ha sido formulada por muchos autores desde la antigüedad, y es el argumento más popular para llegar racionalmente a Dios.

En la Sagrada Escritura y en la Tradición se encuentran muchas alusiones al orden de la naturaleza que remite a su Creador. Santo Tomás de Aquino expuso este argumento en diferentes pasajes de sus obras, siendo especialmente importante, por su precisión y elegancia, la formulación conocida como la quinta vía para probar la existencia de Dios: «La quinta vía se toma del gobierno del mundo.

Vemos, en efecto, que algunas cosas que carecen de conocimiento, concretamente los cuerpos naturales, obran por un fin: lo cual se pone de manifiesto porque siempre o muy frecuentemente obran de la misma manera para conseguir lo mejor; de donde es patente que llegan al fin no por azar, sino intencionadamente.

Pero los seres que no tienen conocimiento no tienden al fin sino dirigidos por algún ser cognoscente e inteligente, como la flecha es dirigida por el arquero. Luego existe un ser inteligente por el cual todas las cosas naturales se ordenan al fin: y a este ser le llamamos Dios»  * (19).

  1. Al igual que los demás argumentos para probar la existencia de Dios, no se trata de una demostración, por así decirlo, automática o impersonal, que necesariamente deba convencer a cualquiera;
  2. Es un argumento racional y válido, que de hecho ayuda a muchas personas a admitir la existencia de un Dios personal creador, pero en este terreno que tiene tantas y tan importantes consecuencias que comprometen la propia vida, la rectitud moral del sujeto desempeña un papel importante;

El argumento teleológico lleva a Dios como ser inteligente y, por tanto, personal; en efecto, destaca la existencia de un plan (la providencia), lo cual es propio de los seres inteligentes: precisamente muestra que el comportamiento de los seres que carecen de inteligencia exige un plan inteligente.

Y conduce hasta el Dios creador, porque lleva hasta Dios como autor de la naturaleza y de las tendencias de los seres naturales. Por tanto, el argumento subraya también la trascendencia divina: Dios es distinto del mundo, aunque a la vez actúa en el interior de todas las criaturas.

Este argumento subraya la existencia de fines que son bienes: afirma que los cuerpos naturales actúan de modo que consiguen lo óptimo, lo mejor. Por tanto, el argumento sólo tiene sentido si tenemos una idea de lo que es bueno en la naturaleza, y esto no siempre es fácil.

Sin embargo, las dificultades desaparecen cuando se reconoce que el hombre se encuentra en el centro de la naturaleza: entonces se advierte que la vida humana tiene sentido por sí misma y todo lo demás tiene sentido en función de la existencia humana.

Esto no significa que cada suceso de la naturaleza deba ser beneficioso para las personas humanas, sino que los demás ámbitos de la naturaleza encuentran su sentido como condiciones de posibilidad de la vida humana, aunque muchas de sus manifestaciones no tengan una relación directa con nosotros.

El problema del mal Cualquier prueba de la existencia de Dios debe afrontar el problema del mal, pero esto es especialmente cierto en el caso del argumento teleológico, basado en el orden y la perfección del universo: ¿cómo se puede compaginar la perfección de un Dios todopoderoso con la existencia del mal? El problema es real.

Más aún: es uno de los problemas más profundos que se nos plantean, y afecta a la vida de todas las personas, a veces de modo dramático. El primer paso para afrontarlo seriamente consiste en advertir su gravedad. El Catecismo de la Iglesia Católica enseña: «A esta pregunta tan apremiante como inevitable, tan dolorosa como misteriosa no se puede dar una respuesta simple.

El conjunto de la fe cristiana constituye la respuesta a esta pregunta (. ) No hay un rasgo del mensaje cristiano que no sea en parte una respuesta a la cuestión del mal»  * (20). En último término, el único mal propiamente dicho es el mal moral, o sea, el pecado; y el pecado es fruto del mal uso de la libertad, que Dios nos ha dado para que podamos colaborar en la realización de nuestro fin   * (21).

El mal físico es sólo un mal relativo, porque se puede convertir en bien espiritual. Por otra parte, la doctrina cristiana nos enseña que Dios colocó al hombre en un estado privilegiado en el que no existían esos males, y que el hombre perdió ese estado por su culpa.

A todo ello se añade que Dios permite el mal en vistas a bienes mayores, o sea, para salvaguardar bienes mayores o porque incluso del mal puede sacar bienes: Todo coopera al bien de los que aman a Dios   * (22).

La existencia del mal físico se comprende, porque «en su sabiduría y bondad infinitas, Dios quiso libremente crear un mundo “en estado de vía” hacia su perfección última. Este devenir trae consigo en el designio de Dios, junto con la aparición de ciertos seres, la desaparición de otros; junto con lo más perfecto lo menos perfecto; junto con las construcciones de la naturaleza también las destrucciones.

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Por tanto, con el bien físico existe también el mal físico, mientras la creación no haya alcanzado su perfección (cfr S. Tomás de Aquino, Suma contra gentiles, III,71)»    * (23). No podemos pretender un conocimiento perfecto de los planes de Dios: «Creemos firmemente que Dios es el Señor del mundo y de la historia.

Pero los caminos de su providencia nos son con frecuencia desconocidos. Sólo al final, cuando tenga fin nuestro conocimiento parcial, cuando veamos a Dios “cara a cara” (I Cor. XIII, 12), nos serán plenamente conocidos los caminos por los cuales, incluso a través de los dramas del mal y del pecado, Dios habrá conducido su creación hasta el reposo de ese Sabbat (cfr.

  1. Gen II, 2) definitivo, en vista del cual creó el cielo y la tierra»   * (24);
  2. Sin embargo, podemos comprender que la existencia del mal no se opone a la providencia divina, sino que desempeña en ella una importante función;

Ciencia y finalidad A veces se afirma que las ciencias naturales no utilizan el concepto de finalidad, y que las explicaciones científicas harían innecesario recurrir a Dios para explicar el orden de la naturaleza. Puede decirse, sin embargo, que el progreso científico amplía la base del argumento teleológico, porque pone de manifiesto muchos aspectos del orden natural que antes eran desconocidos y muestra el carácter altamente sofisticado de la naturaleza.

Por ejemplo, si pudiésemos contemplar los procesos que se realizan continuamente en los vivientes a nivel molecular, quedaríamos asombrados ante su complejidad, cooperatividad y organización. La información genética, que se encuentra en los núcleos de todas las células, contiene instrucciones que guían el desarrollo y el funcionamiento de cualquier organismo: se trata de un plan que abarca una compleja coordinación de fines y medios, y ese plan se encuentra materializado en estructuras físicas.

Una de las principales objeciones que se plantean al argumento teleológico en nombre de la ciencia es la que proviene de la evolución. Se dice que el orden de la naturaleza ha aparecido como resultado de un largo proceso de evolución, en el que se han producido accidentalmente muchos resultados y sólo han sobrevivido los mejor adaptados: así se explicaría que la naturaleza parezca funcionar como si existiese finalidad, aunque en realidad no existiría finalidad alguna y todo habría sido producido por fuerzas ciegas.

Se añade que, de hecho, la mayoría de los vivientes han desaparecido, y los que existen ahora no son el resultado de un plan sino de adaptaciones oportunistas. Y, además, se subraya que el origen de los cambios evolutivos se encuentra en variaciones que suceden al azar y son impredecibles: por tanto, se concluye, la evolución no tiene una dirección definida ni responde a un plan.

Sin embargo, aunque se admita la existencia de la evolución y de los mecanismos mencionados (variaciones al azar y selección natural), esos procesos sólo serían incompatibles con la existencia de un plan divino si se piensa que ese plan debería conducir a resultados perfectos, siempre progresivos, sin dejar lugar al azar ni a la imperfección.

  • Pero nada obliga a pensar que el plan divino proceda de ese modo; por el contrario, es razonable pensar que, si Dios quiere que las criaturas colaboren en la realización de sus designios, existirán imperfecciones, oportunismos y extinciones;

Por otra parte, para Dios no existe el azar, porque todo está sometido a su poder y conoce perfectamente todos los procesos y sus efectos. Pero esto no significa que el plan divino imponga un mismo tipo de necesidad a todo lo creado. El mundo es contingente, porque Dios podía no haberlo creado o haber creado otro mundo diferente, y también porque muchos procesos no responden a una ley necesaria: pueden producirse o no producirse en función de circunstancias cambiantes.

Aunque se admita que la evolución no tiene una dirección necesaria, esto no pone límites al poder de Dios ni a la realización de sus planes, y tampoco significa que el argumento teleológico carezca de validez.

En efecto, la evolución supone, en cualquier caso, la actualización de unas potencialidades que estaban presentes desde el principio, y de tal manera que, en cada estadio de la evolución, se producen nuevas potencialidades, se abren nuevos cauces que permiten la aparición de seres que poseen una organización cada vez más compleja.

  • El proceso de la evolución en su conjunto aparece como el despliegue contingente de una información muy sofisticada que se va integrando en sucesivos escalones de organización hasta llegar al organismo humano;

En definitiva, quien admita la evolución debe admitir también las condiciones que la hacen posible, y estas condiciones son plenamente coherentes con el argumento teleológico, porque suponen una actividad inconsciente que conduce a resultados enormemente sofisticados.

La actividad de las criaturas no sustituye a la acción divina; por el contrario, remite a ella como a su necesario fundamento y explicación radical. Nuevas perspectivas Cuando la ciencia experimental moderna nació sistemáticamente en el siglo XVII, se criticó la finalidad natural, calificándola como un concepto inútil para la ciencia física; esa crítica tenía su parte de razón, porque la nueva física matemática no utilizaba la finalidad, al menos de modo expreso.

En el siglo XIX, pareció que la crítica se extendía al ámbito de los vivientes, porque la evolución parecía explicar su origen por medio de procesos naturales. En el siglo XX se ha producido una nueva situación. El gran progreso de las ciencias ha llevado hacia una nueva cosmovisión.

Por vez primera en la historia disponemos de una cosmovisión científica que es unitaria, completa y rigurosa: se extiende a todos los ámbitos de la naturaleza y los relaciona entre sí, aunque, sin duda, nuestro conocimiento siga siendo muy parcial y tropiece continuamente con enigmas.

En la nueva cosmovisión ocupan un puesto central algunos conceptos muy relacionados con el orden y con la finalidad, tales como los conceptos de pauta, sistema, direccionalidad, cooperatividad, organización e información. Se subraya la capacidad de auto-organización, que puede conducir a la aparición, en diferentes niveles, de auténticas novedades.

  • La auto-organización supone cooperatividad, y permite contemplar la naturaleza como el despliegue de unas virtualidades en niveles de progresiva complejidad, en cada uno de los cuales se abren nuevas virtualidades;

Se comprende que el orden de la naturaleza sea contingente y que, al mismo tiempo, muestre la existencia de una racionalidad todavía más sutil de lo que aparece ante la experiencia ordinaria. En esta perspectiva se puede comprender incluso que, si Dios ha querido que el organismo humano apareciera mediante causas naturales, es posible que haya debido existir para ello una evolución cósmica de miles de millones de años, a lo largo de la cual se ha producido una enorme cantidad de estrellas y, finalmente, nuestro Sistema Solar con las características tan especiales de la Tierra, que hacen posible la vida humana.

Por otra parte, no parece haber razones de principio para negar la posibilidad de que exista vida en otros lugares del universo. En la naturaleza existe finalidad, e incluso quienes la niegan acaban introduciendo otros términos equivalentes y hablan, por ejemplo, de teleonomía.

Nuestra existencia supone la existencia de muchas situaciones estables que implican cauces, direcciones privilegiadas y, por tanto, direccionalidad y finalidad. La naturaleza está repleta de tendencias hacia metas específicas, y de virtualidades que pueden conducir hacia nuevos resultados.

Sin embargo, los tipos básicos de resultados posibles no son muchos. Es como si existiera en la naturaleza un lenguaje que permite la construcción de un enorme número de palabras, frases, párrafos, etc. : existe un amplio margen de creatividad, pero siempre dentro de las posibilidades del alfabeto y de las reglas del lenguaje; y la existencia de un lenguaje de ese tipo remite a un plan inteligente.

La búsqueda del sentido La perspectiva teleológica es un puente entre el conocimiento científico, por una parte, y la búsqueda del sentido, por otra. En efecto, se basa en los descubrimientos de las ciencias, y los integra dentro de las perspectivas más amplias de la filosofía y la teología.

  • A veces se critica la perspectiva teleológica como ilegítima; se dice que los seres naturales no son inteligentes y que, por lo tanto, no pueden actuar con una finalidad: la atribución de finalidad a la naturaleza sería un antropomorfismo;

Sin embargo, este modo de argumentar no respeta los hechos: si existe finalidad en la naturaleza, como de hecho existe, se deberá buscar la explicación de esa finalidad en una inteligencia que gobierne la naturaleza. En otras ocasiones se dice que la finalidad natural es algo imposible, porque significaría que un futuro que todavía no existe influye en las acciones presentes.

Pero los nuevos conocimientos científicos permiten comprender cómo puede existir en la naturaleza una previsión de futuro: por medio de información almacenada en estructuras materiales. La información genética que poseen los vivientes es un caso patente.

La existencia de un plan divino es compatible con la creatividad de la naturaleza y con la aparición de auténticas novedades. El plan divino no significa un determinismo rígido. Como Causa Primera de todo lo que existe y de sus leyes, Dios puede gobernar el mundo contando con la contingencia y el azar.

Desde luego, el argumento teleológico no nos permite conocer el plan divino en todo su detalle: solamente concluye que ese plan existe. Muchos aspectos del plan divino son incognoscibles, incluso cuando se cuenta con la luz de la fe.

La fuerza del argumento teleológico quedaría tergiversada si se pensara que afirmar la existencia del gobierno divino equivale a conocer cuál es el plan de Dios en cada caso concreto. La teleología desempeña un papel importante para conseguir una perspectiva que armonice las ciencias y las humanidades, el método analítico que busca el conocimiento de los detalles y el método sintético que busca la visión de conjunto.

  1. Se trata de uno de los mayores problemas de nuestra época, marcada fuertemente por las ciencias;
  2. El progreso científico permite advertir cada vez mejor la armonía y el orden de la naturaleza, y por tanto, su racionalidad;

La naturaleza aparece como el despliegue de una especie de inteligencia inconsciente que remite al plan de una inteligencia consciente y personal: al gobierno divino. Otras metáforas ilustran diferentes aspectos de la misma situación. Se puede hablar, por ejemplo, del libro de la naturaleza, que admite varias lecturas que son diferentes pero complementarias, según la perspectiva que se adopte. Notas

  1. Conc. Vaticano I, Const. dogm. Dei Filius, cap. 2: DS 3004.
  2. El relato de la creación nos dice que Dios vio que todo lo que había creado era bueno (cfr. Gen. I, 4. 10. 12. 18. 21. 31). El libro de la Sabiduría reprocha a quienes han conocido las perfecciones de las criaturas y no han reconocido la grandeza de su creador (cfr. Sap. XIII, 1-9; el v. 5 dice: “pues de la grandeza y hermosura de las criaturas, por razonamiento, se llega a conocer a su Hacedor”).

    Y la naturaleza aparece también como una sinfonía inacabada que, si bien posee un notable grado de perfección, ha sido encomendada por Dios al hombre para que, con su trabajo y su solicitud, colabore en una tarea de sucesivo perfeccionamiento que acabará, de un modo un tanto misterioso pero real, en el destino que a la naturaleza le espera en la vida futura.

    San Pablo escribe algo semejante a los romanos (cfr. Rom. I, 19-20).

  3. Tertulia en Taipeh (Taiwan), 7. II. 1987.
  4. Tertulia en Ashiya (Japón), 18. II. 1987.
  5. Catecismo de la Iglesia Católica, n. 293.
  6.  Ibid. , n. 294.
  7. Ibid. , n. 295.
  8. Ibid. , n. 339.
  9.  Ibid. , n. 299.
  10. Cfr. ibid. , n. 340, donde se subraya que «ninguna criatura se basta a sí misma» y que las criaturas «no existen sino en dependencia unas de otras, para complementarse y servirse mutuamente». También n. 344: «Existe una solidaridad entre todas las criaturas por el hecho de que todas tienen el mismo Creador y que todas están ordenadas a su gloria».
  11.  Ibid. , n. 342: «La jerarquía de las criaturas está expresada por el orden de los “seis días”».
  12. Ibid. , n. 343.
  13.  Ibid. , n. 341.
  14. Cfr. Conc. Vaticano I, Const. dogm. Dei Filius, cap. 1: DS 3003.
  15.  Catecismo de la Iglesia Católica, n. 301.
  16.  Ibid. , n. 302.
  17.  Ibid. , n. 306.
  18. Santo Tomás de Aquino, Suma contra gentiles, III, 96.
  19. Santo Tomás de Aquino, Suma teológica, I, 2, 3 c.
  20. Catecismo de la Iglesia Católica, n. 309.
  21. Cfr. ibid. , n. 311.
  22. Rom. VIII, 28. Catecismo de la Iglesia Católica, n. 312: «Así, con el tiempo, se puede descubrir que Dios, en su providencia todopoderosa, puede sacar un bien de las consecuencias de un mal, incluso moral, causado por sus criaturas».
  23.  Catecismo de la Iglesia Católica, n. 310.
  24. Catecismo de la Iglesia Católica, n. 314.

¿Cuál es el propósito de la vida en la Biblia?

Jesucristo fue escogido para ser nuestro Salvador. Su Expiación hace posible que resucitemos, nos arrepintamos y seamos perdonados para poder regresar a la presencia de nuestro Padre Celestial.

¿Quién nos da la vida?

El Espíritu es quien da la vida.

¿Qué es lo más preciado que Dios ha creado?

Dios ha dado la misma dignidad al hombre y a la mujer, para que con amor incondicional se entregue y reciba lo más secreto, lo más preciado, la felicidad del otro.

¿Cuál es el papel de Dios?

La definición más común de Dios es la de un ser supremo, omnipotente, omnipresente y omnisciente;​ creador, juez, protector y, en algunas religiones, providente y salvador del universo y de la humanidad.

¿Qué le dijo Dios al hombre cuando lo creo?

EL LIBRO DEL GÉNESIS CAPÍTULO I 26 Dios dijo: «Hagamos al hombre a nuestra imagen, según nuestra semejanza; y que le estén sometidos los peces del mar y las aves del cielo, el ganado, las fieras de la tierra, y todos los animales que se arrastran por el suelo».

27 Y Dios creó al hombre a su imagen; lo creó a imagen de Dios, los creó varón y mujer. 28 Y los bendijo, diciéndoles: «Sean fecundos, multiplíquense, llenen la tierra y sométanla; dominen a los peces del mar, a las aves del cielo y a todos los vivientes que se mueven sobre la tierra».

Aquí está el primer relato del historiador sagrado de la aparición de la mujer; una creación simultánea de los dos sexos, a imagen de Dios. Es evidente a partir del lenguaje que hubo consultas en la Deidad, y que los elementos masculinos y femeninos estaban igualmente representados.

  1. Scott en sus comentarios dice: “Esta consulta de los Dioses es el origen de la doctrina de la trinidad;
  2. ” Pero en lugar de tres personajes masculinos, como se representa generalmente, parecería más racional un Padre Celestial, una Madre Celestial y un Hijo;

El primer paso para elevar a la mujer a su posición correcta, como factor en pie de igualdad en el progreso human, es el cultivo del sentimiento religioso respecto a su dignidad e igualdad, el reconocimiento por la generación venidera de una Madre Celestial ideal, a la que deberían dirigirse las oraciones, al igual que al Padre.

  1. Si el lenguaje significa algo, tenemos en estos textos una clara declaración de la existencia de un elemento femenino en la Divinidad, igual en poder y gloria con el masculino;
  2. ¡La Madre y el Padre Celestial! “Dios creó el hombre a su propia imagen, varón y mujer;

” [. ] El texto muestra claramente la creación simultánea del hombre y la mujer, y su igual importancia en el desarrollo de la especie. Todas las teorías basadas en el supuesto de que el hombre es anterior en la creación no tienen fundamento en la Escritura.

En cuanto a la sujeción de la mujer, sobre la que tanto la ley civil como la canónica se deleitan en hablar, es importante señalar que a la mujer se le da por igual el dominio sobre cada forma de vida, pero no se dice una sola palabra que dé al hombre el dominio sobre la mujer.

Aquí tenemos el primer título de propiedad de esta tierra verde que es concedido por igual a los hijos e hijas de Dios. Ninguna lección de sometimiento de la mujer puede extraerse honradamente del primer capítulo del Antiguo Testamento. Elizabeth Candy Stanton Lo más importante que una mujer debe observar al leer el Génesis es que esta parte que actualmente está dividida entre los tres primeros capítulos (no existía tal división hasta hace unos cinco siglos) contiene dos historias de la creación completamente separadas y radicalmente contradictorias, escritas por dos autores diferentes, pero igualmente anónimos.

Ningún teólogo cristiano actual con pretensiones de poseer estudios académicos afirma que el Génesis haya sido escrito por Moisés. Ya hace mucho que se señaló, y la propia Biblia lo declara, que todos los libros que los judíos poseían originalmente fueron quemados en la destrucción de Jerusalén hacia 588 a.

, cuando los judíos fueron llevados a Babilonia como esclavos por los asirios (véase II Esdras, XIV, V. 21, apocrhypha). Hasta alrededor de 237 a. (algunos teólogos dicen 226, otros 169) no hay ninguna constancia de ninguna recopilación de documentos en la Jerusalén reconstruida, y  entonces, el escritor anónimo de II Macabeos menciona brevemente que cierto Nehemías “reunió los hechos de los reyes y los profetas y los de David” cuando “fundó una biblioteca” para Jerusalén.

Pero la primera mención en la Biblia de un libro que podría corresponder al Génesis la hace un escritor apócrifo que dice que Ezra escribió “todo lo que había sucedido en el mundo desde el principio”, después de que los judíos regresaran de Babilonia, bajo su liderazgo, hacia 450 a.

(véase II Esdras, XIV, v 22, de los apocrypha). Cuando se tiene en cuenta que los libros judíos se escribieron en rollos de piel, sin mucha atención a las puntuaciones vocálicas y sin división en versículos ni capítulos, por copistas acríticos que alteraron pasajes con frecuencia y que no siempre pretendían siquiera entender lo que copiaban, entonces el lector del Génesis empieza a estar en condiciones de entender cómo puede ser contradictorio.

  1. Y si las libertades que se tomaron los judíos con el Génesis fueron grandes, las de los traductores ingleses las sobrepasaron con creces;
  2. Por ejemplo, el primer capítulo del Génesis, en hebreo, nos dice, en los versículos 1 y 2, “En el principio los dioses (Elohim) crearon estos cielos (o aire, o nubes) y esta tierra;

Y un viento se movió hacia la superficie de las aguas”. Aquí tenemos el inicio de una fábula politeísta de la creación, pero, tan convencidos estaban los traductores ingleses de que los antiguos hebreos tenían que haber sido originalmente monoteístas, que tradujeron lo anterior como “En el principio, Dios creó el cielo y la tierra.

  1. y el soplo de Dios (!) se cernía sobre la superficie de las aguas;
  2. ” Actualmente se admite por lo general que alguien (nadie pretende saber quién) en un momento dado (nadie pretende saber exactamente cuándo) copió dos mitos de la creación en el mismo rollo de piel, uno a continuación del otro;

Hace unos cien años, el Dr. Astruc, de Francia, descubrió que desde Génesis I v. 1 hasta Génesis II v. 4, se presenta un relato completo de la creación, por un autor que siempre usaba la palabra “los dioses” (Elohim) al hablar de la formación del universo, y la usa unas 34 veces,mientras en Génesis II v.

  • 4 hasta el final del capítulo III, tenemos una narrativa completamente distinta, por un autor de estilo indudablemente diferente, que usa la palabra “Yahveh de los dioses” 20 veces, pero “Elohim” sólo tres veces;

El primer autor, evidentemente, atribuye la creación a un consejo de dioses que actúan concertadamente, y no parece haber oído hablar de Yahveh. El segundo atribuye la creación a Yahveh, un dios tribal del antiguo Israel, pero representa a Yahveh como uno de dos o más dioses que hablan con él (en Génesis III v. Para mostrar las notorias contradicciones, las pondré en columnas paralelas:

Elohísta Yahvista
Orden de la creación: Primero: Agua. Segundo: Tierra. Tercero: Vegetación. Cuarto: Animales. Quinto: Humanidad: varón y hembra. Orden de la creación_ Primero: Tierra, Segundo: Agua. Tercero: Hombre varón, sólo. Cuarto: Vegetación. Cinco: Animales. Sexto: Mujer.
En esta historia el hombre y la mujer son creados simultáneamente, ambos por igual a imagen de los dioses, después de que los animales hayan sido traídos a la existencia. En esta historia el hombre varón es modelado en arcilla antes de que los animales hayan sido creados y antes de que la mujer haya sido creada.
Aquí se da al hombre y a la mujer el dominio conjunto sobre la tierra, sin límites ni prohibiciones. Aquí la mujer es castigada a estar sometida al hombre por violar una ley prohibitoria.
Todo sin excepción es juzgado “muy bueno”. Hay un árbol del mal, cuyo fruto dice Yahveh que causa la muerte súbita, pero no es así, pues Adán vivió 930 años tras comerlo.
Al hombre y a la mujer se les dice que “cada planta que lleva sus semillas sobre la faz de la tierra y cada árbol. está para vuestro disfrute”. Por lo tanto, se les da libertad perfecta. Al hombre se le dice que hay un árbol del que no debe comer “pues el día en que lo hagas, morirás sin duda. ”
Se da al hombre y a la mujer el dominio sobre todos los animales: “sobre toda cosa que se mueve sobre la tierra”. Un animal, “una cosa que se mueve” recibe el dominio sobre el hombre y la mujer, y resulta ser más fidedigno que Yahveh Elohim (compárese Génesis II v17 con III vv. 4 y 22).

Ahora, puesto que es evidente que las dos historias no pueden ser ciertas a la vez, la mujer inteligente, que comprende que debe preferir una a la otra, puede decidir según su propio juicio cual es más digna de ser aceptada por una mujer inteligente. ] Mi opinión es que la segunda historia fue manipulada por algún judío en un intento de dar “autoridad celestial” para exigir a una mujer que obedezca al hombre con que se ha casado. En un trabajo que estoy terminando presento algunos hechos sobre la historia del antiguo Israel que será de particular interés para quienes quieran entender el origen del sometimiento de la mujer.

22) sobre el peligro de que el hombre adquiera la inmortalidad. Los teólogos modernos han denominado por conveniencia estas dos fábulas, respectivamente, la historia Elohísca y la Yahvista. No sólo difieren en el punto que acabo de señalar, sino también en el orden de los actos de la creación, en la actitud mutua del hombre y la mujer y sobre la libertad humana ante las prohibiciones impuestas por la deidad.

Ellen Battelle Dietrick CAPÍTULO II 21 Entonces el Señor Dios hizo caer sobre el hombre un profundo sueño, y cuando este se durmió, tomó una de sus costillas y cerró con carne el lugar vacío. 22 Luego, con la costilla que había sacado del hombre, el Señor Dios formó una mujer y se la presentó al hombre.

23 El hombre exclamó: «¡Esta sí que es hueso de mis huesos y carne de mi carne! Se llamará Mujer, porque ha sido sacada del hombre». 24 Por eso el hombre deja a su padre y a su madre y se une a su mujer, y los dos llegan a ser una sola carne.

25 Los dos, el hombre y la mujer, estaban desnudos, pero no sentían vergüenza. Puesto que el relato de la creación del primer capítulo es acorde con la ciencia, el sentido común y la experiencia de la humanidad en las leyes naturales, resulta natural preguntarse por qué hay dos relatos contradictorios del mismo hecho en el mismo libro.

Es fácil deducir que la segunda versión, que se encuentra en cierto modo en las distintas religiones de todas las naciones, es una mera alegoría que simboliza cierta concepción misteriosa de un editor altamente imaginativo.

El primer relato dignifica a la mujer como un factor importante de la creación, igual en poder y gloria con el hombre. El segundo la convierte en una mera idea de última hora. El mundo funcionaba perfectamente sin ella. La única razón para crearla es la soledad del hombre.

  • Hay algo sublime en sacar orden del caos, luz de la oscuridad, en dar a cada planeta su lugar en el sistema solar, en dar límites a los océanos y las tierras, algo totalmente inconsistente con una ligera operación quirúrgica para encontrar el material con que crear a la madre de la especie;

Es sobre esta alegoría sobre la que todos los enemigos de las mujeres apoyan sus arietes para probar su inferioridad [. ] Elizabeth Candy Stanton CAPÍTULO III 1 La serpiente era el más astuto de todos los animales del campo que el Señor Dios había hecho, y dijo a la mujer: «¿Así que Dios les ordenó que no comieran de ningún árbol del jardín?».

  1. 2 La mujer le respondió: «Podemos comer los frutos de todos los árboles del jardín;
  2. 3 Pero respecto del árbol que está en medio del jardín, Dios nos ha dicho: «No coman de él ni lo toquen, porque de lo contrario morirán»;

4 La serpiente dijo a la mujer: «No, no morirán. 5 Dios sabe muy bien que cuando ustedes coman de ese árbol, se les abrirán los ojos y serán como dioses, conocedores del bien y del mal». 6 Cuando la mujer vio que el árbol era apetitoso para comer, agradable a la vista y deseable para adquirir discernimiento, tomó de su fruto y comió; luego se lo dio a su marido, que estaba con ella, y él también comió.

7 Entonces se abrieron los ojos de los dos y descubrieron que estaban desnudos. Por eso se hicieron unos taparrabos, entretejiendo hojas de higuera. 8 Al oír la voz del Señor Dios que se paseaba por el jardín, a la hora en que sopla la brisa, se ocultaron de él, entre los árboles del jardín.

9 Pero el Señor Dios llamó al hombre y le dijo: «¿Dónde estás?». 10 «Oí tus pasos por el jardín, respondió él, y tuve miedo porque estaba desnudo. Por eso me escondí». 11 El replicó: «¿Y quién te dijo que estabas desnudo? ¿Acaso has comido del árbol que yo te prohibí?».

12 El hombre respondió: «La mujer que pusiste a mi lado me dio el fruto y yo comí de él». 13 El Señor Dios dijo a la mujer: «¿Cómo hiciste semejante cosa?». La mujer respondió: «La serpiente me sedujo y comí».

14 Y el Señor Dios dijo a la serpiente: «Por haber hecho esto, maldita seas entre todos los animales domésticos y entre todos los animales del campo. Te arrastrarás sobre tu vientre, y comerás polvo todos los días de tu vida. 15 Pondré enemistad entre ti y la mujer, entre tu linaje y el suyo.

  1. El te aplastará la cabeza y tú le acecharás el talón»;
  2. 16 Y el Señor Dios dijo a la mujer: «Multiplicaré los sufrimientos de tus embarazos; darás a luz a tus hijos con dolor;
  3. Sentirás atracción por tu marido, y él te dominará»;

17 Y dijo al hombre: «Porque hiciste caso a tu mujer y comiste del árbol que yo te prohibí, maldito sea el suelo por tu culpa. Con fatiga sacarás de él tu alimento todos los días de tu vida. 18 El te producirá cardos y espinas y comerás la hierba del campo.

19 Ganarás el pan con el sudor de tu frente, hasta que vuelvas a la tierra, de donde fuiste sacado. ¡Porque eres polvo y al polvo volverás!». 20 El hombre dio a su mujer el nombre de Eva, por ser ella la madre de todos los vivientes 21 El Señor Dios hizo al hombre y a su mujer unas túnicas de pieles y los vistió.

22 Después el Señor Dios dijo: «El hombre ha llegado a ser como uno de nosotros en el conocimiento del bien y del mal. No vaya a ser que ahora extienda su mano, tome también del árbol de la vida, coma y viva para siempre». 23 Entonces expulsó al hombre del jardín de Edén, para que trabajara la tierra de la que había sido sacado.

24 Y después de expulsar al hombre, puso al oriente del jardín de Edén a los querubines y la llama de la espada zigzagueante, para custodiar el acceso al árbol de la vida. ] Sin embargo, puesto que nuestro principal interés es la parte de la mujer en el drama, nos complace igualmente su actitud tanto si es un mito en una alegoría como si es la heorína de un hecho histórico.

En este diálogo, el lector sin prejuicios debería sentirse impresionado por el coraje, la dignidad y la noble ambición de la mujer. El tentador evidentemente tenía un profundo conocimiento de la naturaleza humana, y vio a simple vista el carácter elevado de la persona que conoció por casualidad de sus paseos por el jardín.

  1. Y no trató de tentarla para apartarla de su deber con brillantes joyas, ricos vestidos, lujos mundanos o placeres, sino con la promesa del conocimiento, de la sabiduría de los Dioses;
  2. Como Sócrates o Platón, sus capacidades dialécticas para hacer preguntas desconcertantes eran sin duda admirables, y despertaron en la mujer esa intensa sed de conocimiento que los simples placeres de recolectar flores o conversar con Adán no satisfacían;

Comparada con Adán, parece más aventajada a lo largo de todo el drama. Elizabeth Candy Stanton.

¿Qué quiere decir que Dios creó al hombre a su imagen y semejanza?

¿Qué significa realmente aquello? Otto Sánchez El ser humano fue creado para ser diferente de todas las criaturas que habían sido hechas hasta entonces, porque fue creado a imagen y semejanza de Dios. Esta es una distinción peculiar, pero ¿en qué consiste esta imagen de Dios? No en las facciones del hombre; no en su inteligencia porque en ese sentido el diablo y los ángeles son muy superiores; no en su inmortalidad porque, a diferencia de Dios, no tienen una eternidad pasada a la vez que una futura.

Se han planteado diversas propuestas a esta condición especial y única que el ser humano tiene y que lo distingue del resto de lo creado. La más convincente es que haber sido creado a imagen y semejanza de Dios tiene que ver con las disposiciones morales de su alma.

La imagen y semejanza son reflejo de Dios, no en el sentido físico o corporal, puesto que Dios es espíritu. Es más bien en un sentido espiritual y moral. Al ser creado a imagen y semejanza de Dios, el ser humano es una criatura superior al resto de la creación.

Esa superioridad era para administrar el resto de lo creado. Esta gracia de Dios le otorga al ser humano una gran responsabilidad de trabajar y cuidar la creación; y por otro lado lo marca con una distinción especial por encima de todos los seres vivos.

El ser humano también es un organismo viviente que se alimenta de materia orgánica y que cuenta con órganos especializados y un sistema nervioso central. Pero al ser hechos a imagen y semejanza de Dios, somos muy diferentes de los animales y de las plantas porque nuestro diseño y nuestras funciones difieren en muchos otros aspectos.

  • Dios nos entregó conciencia e individualidad, la posibilidad de rendir cuentas; y con ello también nos delegó la autoridad para gobernar y la capacidad para administrar todo lo creado;
  • Ampliemos la idea anterior;

Ser creados a imagen y semejanza de Dios significa que Él nos capacitó para gobernar y disponer de los recursos necesarios para controlar, dirigir, organizar y procurar el avance y desarrollo de todo lo creado. Los encargos de mayordomía y administración de la creación, primeramente, a Adán y después a Eva, nos muestran cualidades que sobresalen en ellos como raza humana, pero que están ausentes en el resto de la creación. Podemos resumir que el significado de imagen y semejanza tiene que ver con las siguientes características:

  • Significa que tenemos la capacidad de relacionarnos con Él.
  • Significa que tenemos una capacidad moral.
  • Significa que tenemos dignidad.
  • Significa que tenemos responsabilidad.

Somos especiales, únicos, irrepetibles y privilegiados por haber sido hechos a imagen y semejanza de Dios. Estos privilegios deben llevarnos a la conciencia clara de la gran responsabilidad que tenemos al habernos hecho diferentes del resto de la creación. Un fragmento del libro Hacia la meta (B&H Español) –>.

¿Qué dice la Biblia sobre ser original?

El punto de reflexión que el evangelio de hoy nos ofrece gira en torno al comportamiento que el hombre en general, y el cristiano especialmente, deben seguir. Cristo nos pide algo sencillo: hagamos el bien, pero que no sea por presunción. Cualquier acto bueno, sin dejar en sí de ser bueno, produce en el agente efectos negativos si la intención del mismo es hacerse notar en la comunidad.

Dios enaltece a los humildes y rebaja a los soberbios. El Maestro nos invita a realizar el bien de una forma discreta, sin que la mano derecha sepa lo que hace la izquierda. Se trata obviamente de una metáfora, pero muy afortunada.

Todos los seres humanos tenemos, al menos, un punto de vanidad y puede que nos guste ser conocidos, admirados, incluso imitados por nuestro entorno social o religioso. De ahí la necesidad de reflexionar un poco sobre el “ser auténtico” al que Cristo nos llama.

Auténtico es sinónimo de verdadero, opuesto completamente a lo falso o aparente. El que obra por vanidad o por notoriedad, principalmente, no es una persona auténtica, porque busca algo distinto a lo que dice o hace.

La persona auténtica no busca ser elogiada, aplaudida y, menos todavía, compensada. Trata de discernir lo recto, lo prudente en cada situación, y, al margen de posibles ingratitudes, malas caras y manifiestas reprobaciones, obra en consecuencia. En su actuación prevalecen la transparencia, la lealtad y la verdad.

  • En la vida cristiana se debe manifestar la fe desde la caridad; tal es la condición indispensable para ser testigo del Evangelio de Jesús y del Reino de Dios;
  • Un corazón convertido al Señor es la fuente donde brota el significado y el valor de la conducta;

Solamente así será ésta una expresión válida de la auténtica religión que da culto a Dios en espíritu y en verdad. La savia del tronco no se percibe desde el exterior, pero es lo que da vida a la planta y crecimiento al árbol. La semilla del reino actúa calladamente y, con frecuencia, a partir de comienzos insignificantes, pero su eficacia se evidencia en su expansión, capaz de transformar las estructuras y el corazón de los humanos.

En este tiempo hemos de dirigir la mirada en nuestras posibilidades de fe y compromiso por Dios, que nos alienta al servicio de la caridad. La pandemia ha generado pobreza, desempleo, muerte, soledad, una crisis económica de grandes dimensiones, entre otras cosas.

Por eso, nuestra presencia y nuestras maneras de nombrar a Dios serán desde la solidaridad y la alegría del compartir. Adoradores en espíritu y en verdad, es decir, cumplidores incondicionales de su voluntad, servidores alegres de su plan de salvación, “auténticos cristianos”..

¿Qué dice Isaías 44 2?

1 Ahora pues, oye, oh Jacob, siervo mío, y tú, oh Israel, a quien yo escogí. 2 Así dice Jehová, Hacedor tuyo y el que te formó desde el vientre, el cual te ayudará: No temas, oh Jacob, siervo mío, a Jesurún , a quien yo escogí. 3 Porque yo derramaré agua sobre a el sequedal y ríos sobre la tierra árida; mi b espíritu derramaré sobre tu descendencia y mi bendición sobre tus renuevos.

  1. 4 Y brotarán entre la hierba, como sauces junto a las riberas de las aguas;
  2. 5 Este dirá: Yo soy de Jehová; otro llevará el a nombre de Jacob; y otro escribirá con su mano: Soy de Jehová, y se apellidará con el nombre de Israel;

6 Así dice Jehová, a Rey de Israel y su Redentor, Jehová de los ejércitos: Yo soy el b primero y yo soy el postrero, y fuera de mí no hay Dios. 7 ¿Y quién como yo lo declarará y lo pondrá en orden delante de mí, desde que establecí el pueblo antiguo? Y anuncien lo que viene, sí, lo que vendrá.

8 No temáis ni os amedrentéis; ¿no te lo hice oír desde aquel entonces, y lo anuncié? Por tanto, vosotros sois mis testigos. ¿Hay a Dios aparte de mí? ¡No hay otra Roca; no conozco ninguna! 9 Los que hacen a imágenes talladas, todos ellos son vanidad, y lo b más preciado de ellos para nada es útil; y ellos mismos, para su vergüenza, son testigos de que los ídolos c no ven ni entienden.

10 ¿Quién dio forma a un dios o quién fundió una a imagen que para nada es de provecho? 11 He aquí, todos sus a compañeros serán avergonzados, porque los artífices mismos son hombres. Todos ellos se juntarán, se levantarán, temerán, y se avergonzarán a una.

12 El herrero toma la tenaza, trabaja en las brasas, y le da forma con los martillos y trabaja en ello con la fuerza de su brazo; después tiene hambre, y le faltan las fuerzas; no bebe agua y se desmaya.

13 El carpintero tiende la regla, lo marca con estilete, lo labra con las gubias, le da figura con el compás, lo hace en forma de varón, a semejanza de hombre hermoso, para tenerlo en casa. 14 Corta cedros y toma un ciprés y una encina que cultiva entre los árboles del bosque; planta un pino para que crezca con la lluvia.

15 De él se sirve luego el hombre para quemar, y toma de él para calentarse; enciende también el fuego y cuece panes; hace además un dios y lo adora; hace una imagen tallada y se arrodilla delante de ella.

16 Parte del leño quema en el fuego; con parte de él come carne, adereza un asado y se sacia; después se calienta y dice: ¡Ah, me he calentado; he visto el fuego! 17 Y hace del sobrante un dios, su imagen tallada; se postra delante de ella, y la adora y le ruega, diciendo: Líbrame, porque mi dios eres tú.

  • 18 No saben ni entienden, porque él a ha cerrado sus ojos para que no vean y su corazón para que no entiendan;
  • 19 Y ninguno reflexiona en su corazón; no tiene conocimiento ni entendimiento para decir: Parte de esto quemé en el fuego, y sobre sus brasas cocí pan, asé carne y la comí;

¿He de hacer del resto de ello una abominación? ¿He de postrarme delante de un a tronco de árbol? 20 De ceniza se alimenta; su a corazón engañado le desvía, para que no libre su alma ni diga: ¿No hay una mentira en mi mano derecha? 21 Acuérdate de esto, oh Jacob, e Israel, porque mi siervo eres; Yo te formé; siervo mío eres tú, Israel; no me a olvidaré de ti.

22 Yo deshice como a nube tus transgresiones y como a niebla tus a pecados ; vuélvete a mí, porque yo te redimí. 23 Cantad loores, oh cielos, porque Jehová lo hizo; gritad con júbilo, lugares bajos de la tierra; prorrumpid en alabanza montes, bosque y todo árbol que hay en él, porque Jehová a redimió a Jacob y en Israel se glorifica.

24 Así dice a Jehová , tu Redentor, que te formó desde el vientre: Yo Jehová, que lo hago todo, que despliego yo solo los cielos, que extiendo la tierra por mí mismo; 25 que deshago las señales de los adivinos y enloquezco a los agoreros; que hago retroceder a los a sabios y convierto en necedad su sabiduría; 26 yo soy quien confirma la palabra de su siervo y cumple el consejo de sus mensajeros; el que dice a Jerusalén: Serás habitada; y a las ciudades de Judá: Seréis reedificadas y vuestras ruinas levantaré; 27 el que dice a las profundidades: ¡ a Secaos ! Y vuestros ríos haré secar; 28 el que dice de a Ciro : Es mi b pastor y cumplirá todo lo que yo quiero, al decir de Jerusalén: Sea edificada; y del c templo : Sea fundado..

¿Cuál es el propósito de la creación?

Pero, desde la creación Dios marcó el propósito de la tierra y el de los seres humanos que, entre otras cosas, fue el ‘poner orden’ (Génesis 1:1-31) y que le adoremos; puesto que Dios creó al hombre para su gloria (Isaías 43:7). Así que el propósito de la creación del hombre es glorificar a Dios.

¿Qué misión le dio Dios al hombre en el paraíso?

ACTIVIDADES 1- EL PARAÍSO QUE DIOS SOÑO Pág. 33. -Según estos textos, ¿cuál es el poder de Dios? Dios da la vida a todos los seres vivos y les cuida, sobre todo al hombre. -¿Qué misión le encarga Dios al hombre en el paraíso? Que coma de todos los árboles menos el del bien y el mal.

-¿Cuál es el símbolo que se utiliza para expresar la situación de armonía entre el hombre y la mujer? Que los dos estaban desnudos pero ninguno sentía vergüenza. 2-SOLOS NO PODEMOS LLEVARLO A CABO El hombre necesita la ayuda de Dios.

Pág. 34 -¿Qué impresión te produce esta historia? Es una película en la que se ve las diferencias entre los ricos y los pobres y que el hombre no puede luchar contra las inclemencias del tiempo. -¿Crees qué puede parecerse a la situación de la humanidad en la actualidad? Sí, porque ahora existe la primera clase (norte) y la segunda clase (sur).

-¿Puede ser el Titanic un símbolo de humanidad que se siente fuerte y dominadora? Sí, porque decían que ni Dios podía hundirlo y un fallo humano mató a cientos de personas. -Desde tu punto de vista, ¿cómo sería un barco al estilo de Dios? No habría diferentes plantas, no se dividirían en clases, todos disfrutarían de todo y se turnarían para ayudar en las calderas del barco.

El mundo que hemos creado Pág. 35. -Según la canción, ¿cuáles son las características del mundo que “hemos” creado? Un mundo hambriento, con sufrimiento y devastado por lasa guerras. -¿Estas de acuerdo que esto es así? Sí, el tercer mundo esta hambriento, Hay muchas guerras, sobre todo en África y también hay terrorismo.

  • -¿En qué se diferencia ese mundo con el mundo que creo Dios? En todo, hay mucha injusticia en este mundo;
  • 4-VIVIR EN GRACIA CON DIOS La vida de Dios transforma la vida de las personas Pág;
  • 37;
  • -Intenta explicar lo que quiere transmitir la historia;

Que Dios nos ayuda a mejorar el mundo pero somos nosotros los que tenemos que realizarlo. -Dios no quiere sustituir al hombre, sino que lo a hecho libre y capaz. ¿Recuerdas alguna parábola del evangelio que hable de semillas? Sí, la del labrador que echa las semillas en diferentes sitios.

Actividades complementarias Pág. 39. 1-Fíjate en estos cómics de J. Cortés. -La frase de la parte superior recuerda el Canto a las Criaturas de San Francisco de Asís. ¿Qué libro te recuerdan las frases del cuadro inferior? El Evangelio de Lucas.

-¿Encuentras alguna similitud con el tema que has estudiado? Sí, qué los hombres no se deben preocupar sólo de ellos mismos sino de la naturaleza y de sus hermanos. 2-¿Cuál es la razón de que nuestro mundo tenga tantas contradicciones? Que el hombre sólo piensa en su bien y bienestar y no en los demás.

-¿Crees que realmente se necesita un milagro en la tierra? Sí, aunque tenemos que ser nosotros quien lo resuelva ya que nosotros somos los causantes, aunque para eso necesitamos la ayuda de Dios. -¿Se puede tener esperanzas en que el mundo es distinto de lo que es? Sí, porque confiamos en Dios.

3-Busca en el siguiente cuadro una frase que habla de la Trinidad. Empieza en L y se lee en espiral. La Trinidad es la mejor es la comunidad. Esquema 1-El paraíso que dios soñó 1-Armonía entre las personas y Dios. 1-1. En el Génesis, es un símbolo que representa un mundo en el que reina la armonía.

  • 1-2;
  • Se puede vivir armónicamente, representadas por el primer hombre y la primera mujer;
  • 1-3;
  • Consiste en que las personas vivan felices unidas a su creador;
  • 2-Armonía entre las personas;
  • 2-1;
  • Es plan de Dios que se respeten todos los derechos y que todos los seres humanos vivan en plenitud en un mundo sin tensiones;

2-2. En el plan de Dios no cabe la exclusión, el paraíso también abarca la justicia y la paz. 3-Armonía entre las personas y la naturaleza. 3-1. También tenemos que vivir en armonía con la naturaleza. 3-2. Los humanos debemos guardar y cuidar a la naturaleza y a todos sus componentes.

  1. 3-3;
  2. Pero no pude dominar y hacer lo que quiera con la naturaleza;
  3. 2-SOLOS NO PODEMOS LLEVARLO A CABO;
  4. 1-El pecado es no contar con Dios;
  5. 2-1-1;
  6. Les cuesta aceptar que él saber mejor que nosotros lo que nos conviene;

2-1-2. Les cuesta aceptar que el sabe mejor que ellas como cómo colmar el deseo de los demás. 2-1-3. Les cuesta aceptar que ellos son criaturas y que él es Dios. 2-1-4. No contar con Dios es como si el hombre quisiera ocupar el lugar de Dios en la vida y en el mundo.

  1. 2-Sin Dios no hay paraíso;
  2. 2-2-1;
  3. Si Dios no está no hay razones para mantener un proyecto de hermanos;
  4. 2-2-2;
  5. El ser humano solo no acaba de encontrar la felicidad;
  6. 3-Dios ofrece su vida para hacer realidad su proyecto 1-Dios es comunidad de vida y amor 3-1-2;

Dios es compañía, amor, entrega generosa y gratuita. 3-1-3 los cristianos hablan de la Trinidad como un solo Dios y tres personas. 3-2. Dios es padre. El amor de Dios Padre llega a todas sus criaturas. Se manifiesta de una forma especial en el envío de su Hijo Jesucristo.

3-3. Dios es Hijo. Engendrado por el Padre desde siempre, el hijo es la puerta para entrar en la vida de la Trinidad. 3-4. Dios es Espíritu. Jesucristo comunica su espíritu, que es la vida de Dios, a los hombres: así es como los convierte en hijos suyos.

4-Vivir en gracia de Dios es vivir en plenitud 4-1. La gracia de Dios 4-1-1. La vida que da Dios a las personas, sólo la pude dar Dios porque es su propia misericordia. 4-1-2. La vida de Dios transforma a las personas. 4-1-3. La Gracia de Dios alumbra la vida de las personas y los libera del poder del pecado.

4-1-4. La gracia proporciona: -Dignidad, porque significa que Dios ama a los hombres. -libertad, porque rompe la cerrazón del egoísmo. -generosidad, porque es un don que se recibe para la comunidad. 4-2. La Gracia y la vida.

4-2-1. La vida cristiana se caracteriza por tres rasgos: 4-2-1-1. La Fe: la esperanza en el amor de Dios lleva a confiar en él, que quiere la felicidad de los hombres. 4-2-1-2. La esperanza: las personas movidas por la fe y el amor, se pueden abrir a la esperanza de lo que Dios promete.

4-2-1-3. El amor: el amor de Dios es gratuito y sin condiciones, mueve al hombre también a amar sin condiciones. RESUMEN Descubrimos que el proyecto de Dios para las personas es una vida en plenitud. Pero esto choca con el pecado de los hombres que consiste en no contar con Dios.

Por eso, Dios tiene que “ayudar” a las personas dándoles su propia vida, que se manifiesta en la fe, la esperanza y el amor. Para eso hemos analizado el texto del libro del Génesis sobre el paraíso; diferenciamos entre el proyecto de Dios y los proyectos que hacen los hombres sin contar con él; profundizamos en la vida de Dios, que es comunidad de Dios y también la Trinidad; y vimos que la vida en plenitud que Dios ofrece solo se puede vivir con ayuda de su gracia VOCABULARIO Paraíso: Idea o imagen de la vida de unión y de felicidad de las personas con dios.

Implica la armonía entre los seres humanos entre sí, y entre estos y la naturaleza. Pecado: Es no contar con Dios; es que el hombre quiera ocupar el lugar de Dios en la vida y en le mundo. Trinidad: Dios es Padre, Hijo y Espíritu Santo.

Con ello se revela que la realidad profunda de Dios es comunidad, amor y entrega gratuita. Gracia: Vida que da Dios a los hombres y les proporciona dignidad, libertad y generación. ACTIVIDADES 2-SE HIZO HOMBRE “Y la palabra se hizo carne” Pág. 43. 1-¿Qué coincidencias encuentras en ellas? Que en todas se refiere a Jesús como un hombre.

-¿Por qué crees que el evangelista insiste tanto en la humanidad de Jesús? Para que las personas vean que Jesús a es igual a nosotros, que siente hambre igual que nosotros…. 2-En los evangelios se pueden ver algunos rasgos de la humanidad de Jesús.

Busca estas citas y descubre algunos de esos rasgos que aparecen en ellas. Mt 4, 2 Siente hambre. Mc 1, 41 Siente compasión. Jn 19, 28 Siente sed. Lc 10, 21 Siente gozó. Mc 13,32 Siente olvido. Mc 6, 6 Siente sorpresa. Mc 14, 34 Siente tristeza. 3-MURIÓ POR NOSOTROS.

  1. Dar la vida por Amor;
  2. Pág;
  3. 44;
  4. 1-¿Por qué crees que alguien puede dar su vida por los demás? Por amor;
  5. -¿Cuál fue el sentido que Jesús dio a su propia muerte? Por amor a nosotros y por servirnos;
  6. -¿Conoces algún otro ejemplo parecido al de Jesús? Recientemente, un espía italiano murió protegiendo a una periodista italiana recién liberada en Irak;

-Escoge cuatro palabras que se repitan al menos dos veces en estos textos. Amor, sangre, vida, mundo. 2-¿Hay alguna expresión en estos textos que no entiendas? Mas o menos, no. -¿Cuál de ellas te parece más expresiva y cuál menos? La tercera (1 Jn 4, 10) la que más porque nos trata de explicar una cosa que mucha gente no comprende y la que menos la segunda (Rom 5, 6) porque entre todas es la más común.

  1. 4-RESUCITÓ PARA NUESTRA SALVACIÓN;
  2. Pasar de la muerte a la vida;
  3. Pág;
  4. 46;
  5. 1-¿Quién tiene la iniciativa en las apariciones? Jesús -¿Cómo es la actitud de los discípulos antes de convencerse de que es Jesús? ¿Dudan? ¿Tienen miedo? ¿Lo confunden con otra persona? Lo confunden con otra persona;

-¿Qué les convence de que es Jesús es que está presente? En la primera porque le llama por su nombre, en la segunda porque les enseña las llagas, y en la tercera hace un milagro. -¿Por qué esa insistencia en los textos en mencionar que Jesús come con ellos, les habla o retocan? Para explicarnos que Jesús resucitó.

¿Con quién se encuentra Jesús?¿Dónde es reconocido?¿Cómo es reconocido? a) Jn 20,11-18 María En el sepulcro La llama por su nombre b) Jn 20, 19-23 Discípulos En una casa Les enseña sus heridas c) Jn 21, 1-14 Juan En el mar Hace un milagro 2-Lee las frases que tienes a la izquierda y trata de resumir en una frase cuál es el núcleo del mensaje de los discípulos.

Jesús fue crucificado por nosotros y resucitó. -¿Qué expresiones se emplean para indicar la resurrección de Jesús? “Rompió las ataduras de de la muerte” ESQUEMA 1-UN HIMNO A LA GLORIA DE CRISTO 1-1. Nacimiento 1-1-1. Dios se instala definitivamente entre nosotros.

1-1-2. Vivió como cualquiera de ellos. 1-1-3. Los hombres ya no estarán solos. 1-2. Muerte 1-2-1. Jesús, igual que todas la personas, murió. 1-2-2. Sufrió la humillación y el odio. 1-2-3. En todo momento fue obediente al Padre.

1-3. Resurrección 1-3-1. Dios recuperó a Jesucristo de la muerte. 1-3-2. La muerte perdió poder. 1-3-3. Dios se opone a la muerte y adopta una postura a favor de los seres humanos. 2-SE HIZO HOMBRE 2-1. Semejante en todo a nosotros 2-1-1. Jesús creció en edad y madurez 2-1-2.

Conoció lo que es gozar, sufrir, trabajar, luchar, esperar y desanimarse. 2-1-3. Fue semejante a nosotros, excepto nosotros. 2-2. Revelador de Dios y del hombre. 2-2-1. En Jesús se puede percibir el rostro de Dios.

2-2-2. A través de toda la vida de Jesús e descubre lo que es Dios para los hombres y cómo busca su salvación. 2-2-3. Jesús enseña que es lo que tiene quehaceres hombre. 3-MURIÓ POR NOSOTROS 3-1. ¿Qué sentido dieron los primeros cristianos a la muerte de Jesús? 3-1-1.

  1. Las comunidades cristianas intentaban explicar el sentido profundo de la muerte de Jesús;
  2. 3-1-2;
  3. Jesús fue rechazado igual que ocurrió con los primeros profetas;
  4. 3-1-3;
  5. Era el siervo doliente que anuncio el profeta Isaías;

3-1-4. Padeció lo mismo que algunos justos de los que hablan ciertos salmos. 3-1-5. Pagó las consecuencias del mal con su sacrificio. 3-1-6. Nos redimió con su sangre. 3-1-7. Nos reconcilió con Dios. 3-2. ¿Qué significa “murió por nosotros”? 3-2-1. Con esto querían decir: 3-2-2.

La pasión y muerte de Jesús ha sido y es “por nuestra causa”. 3-2-3. Gracias a la muerte de Jesús todos los hombres y mujeres del mundo están salvados en Jesucristo. 3-2-4. Con su muerte, Cristo consigue la vida para los hombres y los onduce hacia Dios, su verdadero destino.

4-RESUCITÓ PARA NUESTRA SALVACIÓN 4-1. Los discípulos proclaman la resurrección 4-1-1. Los primeros textos sobre resurrección son pequeños credos. 4-1-2. En los Hechos de los Apóstoles se recogen discurso más largos que Pedro y Pablo pronuncian. 4-2. ¿Qué significa la resurrección de Jesús? 4-2-1.

Significa que Dios ha dado la razón a todo lo que Jesús hizo y enseño. 4-2-2. Expresa que el mal, la injusticia, la muerte, no tienen la última palabra. 4-2-3. Se afirma que hay alguien como nosotros que ha vencido la limitación humana.

4-3. Dios quiere la salvación de todas las personas 4-3-1. La salvación no tiene en cuenta razas, culturas o religiones. 4-3-2. Jesús arranca a todos los seres humanos del mal y de la muerte, y les abre la puerta de la vida que nunca acaba. RESUMEN En este tema hemos recorrido los principales momentos de la vida de Jesucristo: su encarnación, su muerte y su resurrección.

En cada uno de ellos hemos tratado de descubrir lo que Jesús significa para los cristianos: el Salvador de la humanidad. Hemos visto lo que significa la encarnación, es decir el hecho de que Jesús fuera verdaderamente hombre.

A continuación nos hemos acercado a su muerte y a las razones profundas de porque se produjo. Finalmente, abordaremos la resurrección de Jesús y su significado para los hombres. Vocabulario Encarnación: Así se llama el hecho de que Dios se haga hombre a través de Jesucristo.

  1. Mesías: Los primeros cristianos identificaron la vida de Jesús con un Mesías Reconciliación: Volver a unirse, Jesús dio una segunda oportunidad a los pecadores;
  2. Redención: Compra, rescate pero con eso Dios no quería la muerte de Jesús;

Resurrección: Dios vuelve a la vida a Jesús, con esto se vence a la muerte y los humanos estamos salvados. Revelación: Jesús al resucitar se aparece a sus discípulos. Sanedrín: Tribunal judío que condeno a Jesús a ser crucificado Solidaridad: Jesús fue solidario con nosotros cuando murió por nosotros perdonándonos nuestros pecados..

¿Qué misión le dio Dios a Adán y Eva?

Imagen Adán y Eva fueron los primeros hijos del Padre Celestial que vivieron en la tierra. Vivían en el hermoso Jardín de Edén, rodeados de todo tipo de plantas y árboles. Dios nuestro Padre Celestial y el Señor Jesucristo los visitaban y hablaban con ellos. Génesis 2:8–9 ; 3:8 ; Moisés 3:8­–9 ; Abraham 5:8, 14–19 Imagen Dios les permitió comer del fruto de todos los árboles menos de uno. Si comían del árbol de la ciencia del bien y del mal, tendrían que abandonar el jardín y con el tiempo morirían. Satanás mintió a Adán y a Eva. Satanás dijo que si comían del fruto, conocerían el bien y el mal pero no morirían. Génesis 2:16–17 ; 3:1–5 ; Moisés 3:9 ; 4:6–11 ; Abraham 5:9 , 12–13 Imagen Eva eligió comer del fruto. Génesis 3:5–6 ; Moisés 4:12 Imagen Eva le dio a Adán del fruto. Él también eligió comer de él. Génesis 3:6–7 ; Moisés 4:12 Imagen Dios y el Señor los visitaron, pero Adán y Eva tuvieron miedo y se escondieron. Dios preguntó si habían comido del fruto del árbol de la ciencia del bien y del mal. Génesis 3:8–13 ; Moisés 4:13–14 Imagen Adán y Eva dijeron a Dios que habían elegido comer del fruto. Debido a su elección, tuvieron que salir del Jardín de Edén. Fueron separados de Dios, pero Él tenía un plan para ellos. Ahora distinguían el bien del mal y podían tener hijos. Génesis 3:16–24 ; Moisés 4:15–31 Imagen Adán y Eva prometieron obedecer todos los mandamientos de Dios. Se les enseñó a hacer sacrificios de animales. A medida que obedecían, aprendieron más acerca del Hijo de Dios, Jesucristo. Los dos sintieron gran gozo porque Él ayudaría a la familia de ellos a regresar a Dios. Génesis 3:23 ; Moisés 5:1–12.

¿Cuál es la misión del hombre y la mujer según el designio de Dios?

A ambos se les ha encomendado la tarea común de conservar la propia semejanza con Dios, el dominio sobre la tierra y la propagación del género humano.

¿Cuál es la misión que Dios le dio a Moisés?

Moisés llegó a lo alto del monte y vivió un emocionante encuentro con Dios, donde le fue encomendada una difícil misión: Liberar al pueblo hebreo de la tiranía de Egipto, junto a su hermano Aarón. – ios le pide a Moisés que se quite las sandalias porque el lugar que está pisando es tierra santa, se presenta ante él y le entrega la misión de volver a Egipto y liberar al pueblo hebreo para llevarlos a una tierra buena y amplia.

Ecuentro con Dios 1 Después que conozcan su poder, los egipcios dejarán libres a los hebreos y les entregarán todos sus bienes, le asegura Dios a Moisés antes de entregarle la primera prueba que tendrá que usar para comprobar que él es el libertador.

Encuentro con Dios 2   Moisés toma conocimiento de la segunda prueba que demostrará que él es el enviado de Dios y si aún así, alguien lo pone en duda, tendrá que derramar un poco de agua del Nilo en tierra seca y ella se convertirá en sangre. Además, Dios le comunica a Moisés que será su hermano Aarón el encargado de ayudarlo en esta misión.

Encuentro con Dios 3 Moisés deberá encontrarse con Aarón en el desierto para cumplir juntos con la difícil misión. Además, si el Faraón de Egipto se niega a entregar libertad a los hebreos, Moisés debe decir las siguientes palabras: “Así me dijo el Señor.

Israel es mi hijo, si te niegas a liberar a mi pueblo yo mataré a tu primogénito”. Encuentro con Dios 4.