La Palabra De Dios Es Como Fuego?

La Palabra De Dios Es Como Fuego

El corazón del ser humano puede ser derretido ante el fuego de la Palabra y ser quebrantado por ella como martillo. El poder de la Palabra de Dios es como fuego, no deja sin efecto al que se expone a ella, como dice 2 Corintios 2:16-17 ‘a éstos ciertamente olor de muerte para muerte, y a aquéllos olor de vida para vida.

¿Qué significa la Palabra de Dios como fuego?

El Papa Francisco presidió la Misa de apertura de la Asamblea Especial del Sínodo de los Obispos para la Región Panamazónica, conocida también como Sínodo de la Amazonía, y que se desarrollará en el Vaticano hasta el próximo 27 de octubre. La Palabra De Dios Es Como Fuego De la Misa, este domingo 6 de octubre en la Basílica de San Pedro del Vaticano, participaron también los 13 nuevos Cardenales creados en el consistorio celebrado el día anterior. Compartimos la homilía del Santo Padre, en la que contrapuso el fuego de Dios, “que ilumina, calienta y da vida”, al fuego del mundo, “que destruye”. El apóstol Pablo, el mayor misionero de la historia de la Iglesia, nos ayuda a “hacer Sínodo”, a “caminar juntos”.

Lo que escribe Timoteo parece referido a nosotros, pastores al servicio del Pueblo de Dios. Ante todo, dice: «Te recuerdo que reavives el don de Dios que hay en ti por la imposición de mis manos» (2 Tm 1,6).

Somos obispos porque hemos recibido un don de Dios. No hemos firmado un acuerdo, no nos han entregado un contrato de trabajo “en propia mano”, sino la imposición de manos sobre la cabeza, para ser también nosotros manos que se alzan para interceder y se extienden hacia los hermanos.

Hemos recibido un don para ser dones. Un don no se compra, no se cambia y no se vende: se recibe y se regala. Si nos aprovechamos de él, si nos ponemos nosotros en el centro y no el don, dejamos de ser pastores y nos convertimos en funcionarios: hacemos del don una función y desaparece la gratuidad, así terminamos sirviéndonos de la Iglesia para servirnos a nosotros mismos.

Nuestra vida, sin embargo, por el don recibido, es para servir. Lo recuerda el Evangelio, que habla de «siervos inútiles» (Lc 17,10). Es una expresión que también puede significar «siervos sin utilidad». Significa que no nos esforzamos para conseguir algo útil para nosotros, un beneficio, sino que gratuitamente damos porque lo hemos recibido gratis (cf.

  • Mt 10,8);
  • Toda nuestra alegría será servir porque hemos sido servidos por Dios, que se ha hecho nuestro siervo;
  • Queridos hermanos, sintámonos convocados aquí para servir, poniendo en el centro el don de Dios;

Para ser fieles a nuestra llamada, a nuestra misión, san Pablo nos recuerda que el don se reaviva. El verbo que usa es fascinante: reavivar literalmente es “dar vida al fuego” [anazopurein]. El don que hemos recibido es un fuego, es un amor ardiente a Dios y a los hermanos.

  1. El fuego no se alimenta por sí solo, muere si no se mantiene vivo, se apaga si las cenizas lo cubren;
  2. Si todo permanece como está, si nuestros días están marcados por el “siempre se ha hecho así”, el don desaparece, sofocado por las cenizas de los temores y por la preocupación de defender el status quo;

Pero «la Iglesia no puede limitarse en modo alguno a una pastoral de “mantenimiento” para los que ya conocen el Evangelio de Cristo. El impulso misionero es una señal clara de la madurez de una comunidad eclesial» (BENEDICTO XVI, Exhort. apost. postsin. Verbum Domini, 95).

Porque la Iglesia está siempre en camino, siempre en salida, nunca cerrada en sí misma. Jesús no ha venido a traer la brisa de la tarde, sino el fuego sobre la tierra. El fuego que reaviva el don es el Espíritu Santo, dador de los dones.

Por eso san Pablo continúa: «Vela por el precioso depósito con la ayuda del Espíritu Santo que habita en nosotros (2 Tm 1,14). Y también: «Dios no nos ha dado un espíritu de cobardía, sino de fortaleza, de amor y de prudencia» (v. 7). No es un espíritu cobarde, sino de prudencia.

Alguno piensa que la prudencia es una aduana, una virtud que lo para todo para no equivocarse. No. La prudencia es virtud cristiana, es virtud de vida. También es la virtud del gobierno. Pablo contrapone la prudencia a la cobardía.

¿Qué es entonces esta prudencia del Espíritu? Como enseña el Catecismo, la prudencia «no se confunde ni con la timidez o el temor», si no que «es la virtud que dispone la razón práctica a discernir en toda circunstancia nuestro verdadero bien y a elegir los medios rectos para realizarlo» (n.

1806). La prudencia no es indecisión, no es una actitud defensiva. Es la virtud del pastor, que, para servir con sabiduría, sabe discernir, sensible a la novedad del Espíritu. Entonces, reavivar el don en el fuego del Espíritu es lo contrario a dejar que las cosas sigan su curso sin hacer nada.

Y ser fieles a la novedad del Espíritu es una gracia que debemos pedir en la oración. Que Él, que hace nuevas todas las cosas, nos dé su prudencia audaz, inspire nuestro Sínodo para renovar los caminos de la Iglesia en Amazonia, de modo que no se apague el fuego de la misión.

El fuego de Dios, como en el episodio de la zarza ardiente, arde, pero no se consume (cf. Ex 3,2). Es fuego de amor que ilumina, calienta y da vida, no fuego que se extiende y devora. Cuando los pueblos y las culturas se devoran sin amor y sin respeto, no es el fuego de Dios, sino del mundo.

Y, sin embargo, cuántas veces el don de Dios no ha sido ofrecido sino impuesto, cuántas veces ha habido colonización en vez de evangelización. Dios nos guarde de la avidez de los nuevos colonialismos. El fuego aplicado por los intereses que destruyen, como el que recientemente ha devastado la Amazonía, no es el del Evangelio.

El fuego de Dios es calor que atrae y reúne en unidad. Se alimenta con el compartir, no con los beneficios. El fuego devorador, en cambio, se extiende cuando se quieren sacar adelante solo las propias ideas, hacer el propio grupo, quemar lo diferente para uniformar todos y todo.

Reavivar el don; acoger la prudencia audaz del Espíritu, fieles a su novedad; san Pablo dirige una última exhortación: «No te avergüences del testimonio […]; antes bien, toma parte en los padecimientos por el Evangelio, según la fuerza de Dios» (2 Tm 1,8).

Pide testimoniar el Evangelio, sufrir por el Evangelio, en una palabra, vivir por el Evangelio. El anuncio del Evangelio es el primer criterio para la vida de la Iglesia. Es su misión, su identidad. Poco después Pablo escribe: «Pues yo estoy a punto de ser derramado en libación» (4,6).

Anunciar el Evangelio es vivir el ofrecimiento, es testimoniar hasta el final, es hacerse todo para todos (cf. 1 Cor 9,22), es amar hasta el martirio. Agradezco a Dios porque en el Colegio Cardenalicio hay algunos hermanos Cardenales mártires, que han experimentado en la vida la Cruz del martirio.

De hecho, subraya el Apóstol, se sirve el Evangelio no con la potencia del mundo, sino con la sola fuerza de Dios: permaneciendo siempre en el amor humilde, creyendo que el único modo para poseer de verdad la vida es perderla por amor.

Queridos hermanos: Miremos juntos a Jesús Crucificado, su corazón traspasado por nosotros. Comencemos desde allí, porque desde allí ha brotado el don que nos ha generado; desde allí ha sido infundido el Espíritu Santo que renueva (cf. Jn 19,30). Desde allí sintámonos llamados, todos y cada uno, a dar la vida.

Muchos hermanos y hermanas en Amazonía llevan cruces pesadas y esperan la consolación liberadora del Evangelio y la caricia de amor de la Iglesia. Muchos hermanos y hermanas en Amazonía han entregado su vida.

Permitidme que repita las palabras de nuestro amado Cardenal Hummes, cuando llega a las pequeñas ciudades de la Amazonía, acude a los cementerios, a buscar las tumbas de los misioneros. Un gesto de la Iglesia por aquellos que han entregado la vida en la Amazonía. La Palabra De Dios Es Como Fuego   Fuente: AICA. org.

¿Cómo por fuego Biblia?

La Palabra de Dios es como Fuego – Actividad

1 De manera que yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a niños en Cristo. 2 Os di a beber a leche , y no alimento sólido; porque aún no erais capaces, ni aún lo sois ahora, 3 porque todavía sois a carnales ; pues, habiendo entre vosotros b celos , y c contiendas y d disensiones , ¿no sois carnales, y andáis como hombres? 4 Porque diciendo uno: Yo ciertamente soy de Pablo, y otro: Yo de Apolos, ¿no sois carnales? 5 ¿Qué, pues, es Pablo? ¿Y qué es Apolos? Servidores por medio de los cuales habéis creído; y eso según lo que a cada uno ha concedido el Señor.

6 Yo a planté , Apolos regó, pero Dios ha dado el b crecimiento. 7 Así que ni el que planta es algo, ni el que riega, sino Dios, que da el crecimiento. 8 Y el que planta y el que riega son una misma cosa, aunque cada uno recibirá su a recompensa conforme a su labor.

9 Porque nosotros somos colaboradores de Dios, y vosotros sois a labranza de Dios, edificio de Dios sois. 10 Conforme a la a gracia de Dios que me ha sido dada, yo como perito arquitecto puse el fundamento, y otro edifica encima; pero cada uno mire cómo edifica sobre él.

  1. 11 Porque nadie puede poner otro a fundamento que el que está puesto, el que es Jesucristo;
  2. 12 Y si alguno edificare sobre este fundamento oro, plata, piedras preciosas, madera, heno, hojarasca, 13 la obra de cada uno se hará manifiesta; porque el día la descubrirá, pues por el fuego será revelada; y la obra de cada uno, sea cual sea, el a fuego la pondrá a prueba;

14 Si permanece la obra de alguno que sobreedificó, recibirá recompensa. 15 Si la obra de alguno fuere quemada, sufrirá pérdida; pero él mismo a será salvo, aunque así como por fuego. 16 ¿No sabéis que sois a templo de Dios, y que el b Espíritu de Dios mora c en vosotros ? 17 Si alguno a profanare el templo de Dios, Dios le b destruirá a él, porque el templo de Dios, el cual sois vosotros, c santo es.

18 Nadie se engañe a sí mismo; si alguno entre vosotros se cree sabio en este mundo, hágase ignorante para llegar a ser a sabio. 19 Porque la sabiduría de este a mundo es insensatez para con Dios, pues escrito está: Él prende a los sabios en la b astucia de ellos.

20 Y otra vez: El Señor a conoce los pensamientos de los sabios, que son b vanos. 21 Así que, ninguno se gloríe en los hombres, porque todo es vuestro: 22 sea Pablo, sea Apolos, sea Cefas, sea el mundo, sea la vida, sea la muerte, sea lo presente, sea lo por venir, a todo es vuestro, 23 y vosotros sois de a Cristo , y Cristo es de Dios..

¿Por qué la Palabra de Dios es una espada?

Sermon   •   Submitted 3 years ago La Biblia Como Espada de Dos Filos (Convertidos por Leer la Biblia) Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón. Guillermo Wilberforce era un brillante joven de veinticuatro años cuando fue elegido miembro del Parlamento inglés. Era muy despreocupado en asuntos de religión. Pero una vez durante un viaje, por invitación de su amigo el Rev. Isaac Milner, leyeron todo el Nuevo Testamento en griego, idioma que ambos amigos conocían perfectamente, y esa simple y sola lectura revolucionó la vida de Wilberforce: fue un hombre nuevo, un digno senador cristiano y el abogado decidido de la abolición de la esclavitud.

  • Sucedió en Inglaterra también que, para combatir a Pedro Mártir que daba unas conferencias en la Universidad de Oxford, conferencias de esencia netamente antipapista, el clero se alarmó y designó a Bernardo Gilpin para que lo combatiera;

Preparándose para la lucha leyó las Escrituras, los escritos de los padres y … después de todo, renunció a la iglesia del papa. — El Faro. Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.

  1. Y MAS CORTANTE QUE TODA ESPADA DE DOS FILOS Y PENETRA HASTA PARTIR EL ALMA LAS COYUNTURAS Y LOS TUETANOS Y DISCIERNE LOS PENSAMIENTOS Y LAS INTENCIONES DEL CORAZON (iii) La detección inevitable (vv;
  2. 12, 13) de todo: *Por la Palabra escrita (v;

12) con sus cinco características vitales: ” Viva ” pues procede de un Dios viviente, está impregnada de su misma vida, y también imparte vida ( ; ). Es una herramienta poderosa en manos del Espíritu Santo, capaz de quebrantarnos, redargüirnos, iluminarnos, consolarnos y transformarnos.

  • Es a la vez permanente y vivificadora;
  • Estos dos aspectos de la vitalidad de la Palabra los encontramos explícitamente en siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre;
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«… siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre». En segundo lugar la Palabra es eficaz. Cumple poderosa y fielmente los propósitos de Dios. Posiblemente el autor tiene en mente aquel texto famoso de Porque como desciende de los cielos la lluvia y la nieve, y no vuelve allá, sino que riega la tierra, y la hace germinar y producir, y da semilla al que siembra, y pan al que come, así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié.

«Como desciende de los cielos la lluvia y la nieve, y no vuelve allá, sino que riega la tierra y la hace germinar y producir, y da semilla al que siembra, y pan al que come, así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié».

La Palabra no siempre actúa conforme a nuestras expectativas, pero siempre cumple los propósitos de Dios. Hace un diagnóstico acertado de nuestra condición humana, poniendo el dedo en la llaga de nuestras enfermedades morales; a aquellos que creemos en ella trae sanidad; a aquellos que la rechazan trae juicio y condenación.

Bien sea atendida por el hombre, bien sea descuidada, siempre es eficaz. En un caso obra la salvación; en el otro trae juicio y condenación, a la vez que vindica la justicia y coherencia de la revelación de Dios.

Es eficaz, pues, porque siempre cumple el propósito de Dios, y también porque lo cumple poderosamente: «¿No es mi palabra como fuego, dice Jehová, y como martillo que quebranta la piedra?» ( ¿No es mi palabra como fuego, dice Jehová, y como martillo que quebranta la piedra? Muchos de nosotros hemos de reconocer que tenemos corazones de piedra.

  • Por lo tanto, damos gracias por la eficacia de la Palabra que es como un martillo que sigue dando en nuestro corazón duro hasta quebrantarnos;
  • Si no fuese por esta eficacia de la Palabra, ¿dónde estaríamos? La Palabra y el Espíritu, la Palabra y el Señor Jesucristo, van actuando siempre juntos, porque finalmente no podemos separar la Palabra de Aquel que la inspiró;

«El Espíritu es el que da vida;… las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida» ( El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida. ” Eficaz ” y activa, cumpliendo la misión para la cual Dios la envía (cf.

Porque como desciende de los cielos la lluvia y la nieve, y no vuelve allá, sino que riega la tierra, y la hace germinar y producir, y da semilla al que siembra, y pan al que come, así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié.

– ). Convence, limpia y transforma. La palabra griega en el original es energes que sugiere la energía poderosa que tiene y la hace activamente operativa. No hay nada ni nadie más allá de su alcance. Convence, limpia y transforma. La palabra griega en el original es energes que sugiere la energía poderosa que tiene y la hace activamente operativa.

  • No hay nada ni nadie más allá de su alcance;
  • ” Cortante ” y que ” penetra “, por tanto hiere y hace doler en su carácter incisivo;
  • Puede llegar a donde no llega ninguna espada humana, al alma (cf;
  • Y escribe al ángel de la iglesia en Pérgamo: El que tiene la espada aguda de dos filos dice esto: );

En y también se emplea esta figura tan gráfica, aparentemente teniendo en mente la famosa espada corta del soldado romano, ideal para la lucha cuerpo a cuerpo. Pero además esta espada penetrante actúa como el bisturí del cirujano que va buscando el mal para extirparlo.

Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios; y también se emplea esta figura tan gráfica, aparentemente teniendo en mente la famosa espada corta del soldado romano, ideal para la lucha cuerpo a cuerpo.

Pero además esta espada penetrante actúa como el bisturí del cirujano que va buscando el mal para extirparlo. Tenía en su diestra siete estrellas; de su boca salía una espada aguda de dos filos; y su rostro era como el sol cuando resplandece en su fuerza.

también se emplea esta figura tan gráfica, aparentemente teniendo en mente la famosa espada corta del soldado romano, ideal para la lucha cuerpo a cuerpo. Pero además esta espada penetrante actúa como el bisturí del cirujano que va buscando el mal para extirparlo.

también se emplea esta figura tan gráfica, aparentemente teniendo en mente la famosa espada corta del soldado romano, ideal para la lucha cuerpo a cuerpo. Pero además esta espada penetrante actúa como el bisturí del cirujano que va buscando el mal para extirparlo.

  • No importa la dirección en la que apunte, siempre penetra y corta;
  • Y esto de varias maneras: a) Porque corta hasta la profundidad La Palabra penetra profundamente en el corazón y mente del ser humano;
  • No ha habido ni habrá libro de psicología que revele más acertadamente lo que es el ser humano que las Escrituras;

No hay, ni habrá, ideología que dé soluciones tan acertadas a nuestra condición humana como las de la Palabra de Dios. En segundo lugar, es comparada con una espada porque nos hiere. Estar bajo la Palabra es la única posición sana para el ser humano, pero también es estar en una situación incómoda.

Si no fuera por la Palabra, probablemente muchos de nosotros viviríamos mucho más cómodamente. Pero nos llega la Palabra, nos denuncia, nos perturba, revela cosas escondidas en nosotros que no son agradables, nos dice de lo que somos capaces, ofende nuestro orgullo, nos quebranta como aquel martillo del que habla Jeremías.

Si estamos atendiendo debidamente a la Palabra, ya sea en la meditación personal o en la proclamación pública, nos dolerá. c) Porque hace separación En tercer lugar, se llama espada porque, además de cortar, separa: penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos.

  • Algunos han interpretado esta frase como si dijese: hasta hacer separación entre el alma y el espíritu ; pero el sentido más ajustado del texto es: hasta partir el alma y partir el espíritu;
  • Es decir, la Palabra penetra hasta la profundidad de todo lo que nosotros somos para separar el bien y el mal, tanto en nuestro alma como en nuestro espíritu, para revelar lo que verdaderamente hay en nosotros en todos los niveles de nuestro ser;

«La Palabra penetra en las partes más profundas y escondidas de la vida del hombre y separa su vida animal más baja, con sus deseos, intereses y amores, de su vida espiritual más alta, con sus aspiraciones de comunión con Dios» 4 ” Discierne “. La palabra griega del original, kritikos , significa “criticar” o “juzgar”, y sólo se encuentra aquí en el NT.

Este término sugiere que discrimina y juzga los pensamientos y las intenciones del corazón. La Palabra de Dios, pues, penetra hasta los rincones más recónditos de nuestro ser. Puede juzgar nuestros pensamientos antes que se conviertan en palabras, y nuestras intenciones antes que lleguen a ser acciones.

*Por la Palabra encarnada (v. 13), el Señor omnisciente con Quien debemos enfrentarnos. Nada en la creación está escondido de la vista de Dios, sino que todo queda expuesto delante de El. Nadie puede engañarle a El pues es omnisciente. Su ojo dicierne donde hay hipocresía que otros no pueden percibir.

Nada escapa a su atención. De El no podemos esconder nada. En relación con el contexto podemos afirmar que El sabe donde hay verdadera fe, y dónde sólo un asentimiento mental de los hechos. Si no podemos engañar a Dios, mejor será que no tratemos de engañarnos a nosotros mismos ya que un día tendremos que rendir cuenta ante el Señor en el tribunal de Cristo.

La última característica de la Palabra de Dios mencionada en el versículo 12 es su perspicacia: discierne los pensamientos y las intenciones del corazón. La palabra traducida por discierne , en griego es el adjetivo ( kritikos ) del cual procede nuestra palabra criticar.

Significa, en este contexto, evaluar o juzgar. Es quizás irónico que hoy en día muchos teólogos piensan que su función es la de «criticar» la Palabra –de ahí que hablemos de la alta crítica , por ejemplo– y no comprenden que el proceso tiene que ser al revés: la Palabra debe criticarnos a nosotros.

No nos compete a nosotros hacerle la crítica a ella, sino al contrarío: «Si dejáramos que la Biblia nos criticara más, nosotros criticaríamos bastante menos a la Biblia». La Palabra, pues, es la que analiza, evalúa y juzga nuestras vidas y comportamiento.

¿Donde dice en la Biblia aviva el fuego?

Quizá te has preguntado: ¿Por qué miles de personas permanecen por horas a las puertas del Avivamiento esperando impacientemente que comience cada reunión? ¿Qué hace Avivamiento, para que vengan miles y hagan fila para entrar? Debes saber que no es un artista, ni un gran predicador, sino que en medio nuestro hay un fuego, bajo el cual los hombres vienen a exponerse, un fuego que debe arder en el corazón de los creyentes, que te lleva a hacer una oración apasionada y hace que tú ardas de amor por Jesús, ese fuego es el Espíritu Santo.

  • En 1 de Tesalonicenses 5:19 el apóstol Pablo nos dice: “No apaguéis al Espíritu”;
  • Es por eso, que debemos evitar a toda costa darle lugar a la carne y tener especial cuidado con las personas a nuestro alrededor que no entienden el fuego, la fe y la pasión que tenemos por Él, pues el diablo tiene miedo de un creyente que tiene la llama ardiendo en su corazón y buscará a toda costa apagarla;

En nuestro país hemos visto, que los pastores que se metieron a hacer política activamente, sus ministerios se secaron, todos con una buena motivación, pero quizá con una mala inspiración detrás. Uno de los ministerios más grandes de Centroamérica, el más grande de su país, hoy es como un grupo de oración, lo perdió todo.

  • Como creyentes somos absolutamente responsables de ese fuego que el Espíritu Santo ha puesto en nosotros, y es por eso que no podemos desviarnos, ni salirnos de la misión que como iglesia Jesús nos dio;

En Apocalipsis 2:1-7, el Señor nos advierte, que, si perdemos el primer amor, vamos a perder el fuego, Dios mismo vendrá y lo quitará. Por eso, es necesario conocer 4 cosas que debemos empezar a practicar para avivar ese fuego en nosotros. Comunión con Dios: El Espíritu Santo es quien enciende la llama y la aviva.

En Hechos 4:13, la gente notaba que Pedro había estado con Jesús, por el denuedo con el que hablaba, al igual, cuando este fuego venga sobre ti, no vas a poder callar, por causa del fuego que arde en tu corazón, y va a ser notorio a los demás que estuviste con Él, porque ese fuego se enciende en la comunión con Dios.

Comunión con los avivados: Hay creyentes que te bajan la fe y te desaniman. Es por eso, que debes rodearte de los que te avivan, que hacen que vuelva a ti la pasión por Jesús, debes rodearte de los de la fe. En Daniel 1:19-20 vemos como Daniel, Ananías, Misael y Azarías, fueron hallados diez veces mejores que todos los magos y astrólogos que había en todo el reino de Nabucodonosor, ya que ellos estuvieron siempre animándose mutuamente a ser radicales por Dios.

Comunión con las Escrituras: La palabra de Dios es la que aviva el corazón de quien la oye. En los días de Esdras el pueblo tenía todas las costumbres religiosas, pero cuando Esdras sube y comienza a leer las Escrituras, todos en Israel lloraban.

Es inevitable que al leer la Biblia, el fuego de Dios comience a arder en tu vida. (Leer Nehemías 8:5-9) 4. La adoración: Dios nos creó para adorarlo, y busca que lo adoremos. “Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren” Juan 4:23.

  • Un adorador siempre va a mantener la llama avivada;
  • Un tizón solo, se apaga; pero si vas a la fuente donde la llama se enciende, entonces podrás mantener avivado ese fuego en tu interior;
  • Lo único que Dios requiere para enviar ese fuego es un lugar seco, es decir, un corazón sediento;

Por eso, queremos cerrar esta enseñanza invitándote a hacer esta oración: “Señor, dame un corazón sediento, al cual Tú puedas saciar; un corazón seco en el cual Tú puedas poner Tu fuego. En el nombre de Jesús. Amen.

¿Qué significa el fuego en lo espiritual?

Fuego espiritual El fuego es visto como un elemento que aleja y destruye todo mal, purifica, y limpia el alma, y todo lo que posee el individuo en su poder, como el hogar.

¿Qué quiere decir el fuego?

Es un elemento utilizado para simbolizar el modo en que debemos expiar nuestras faltas. En este sentido, el fuego es destructor pero también purificador y abrasador. En muchos mitos, el fuego es mediador entre la naturaleza y la cultura, pero también ente el Cielo y la Tierra.

¿Qué dice Romanos 14 10?

1 Recibid al a débil en la fe, pero no para b contender sobre opiniones. 2 Porque uno cree que se ha de comer de todo; otro, que es débil, come solo legumbres. 3 El que come, no menosprecie al que no come; y el que no come, no a juzgue al que come, porque Dios le ha aceptado.

  • 4 Tú, ¿quién eres, que juzgas al siervo ajeno? Para su propio señor está en pie, o cae; pero se afirmará, porque poderoso es el Señor para afirmarle;
  • 5 Uno hace diferencia entre día y día; otro juzga iguales todos los días;
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Cada uno esté plenamente convencido en su opinión. 6 El que hace caso del día, lo hace para el Señor; y el que no hace caso del día, no lo hace para el Señor. El que come, come para el Señor, porque da gracias a Dios; y el que no come, no come para el Señor, y da gracias a Dios.

7 Porque ninguno de nosotros vive para sí, y ninguno muere para sí. 8 Si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor a morimos. Así que, ya sea que vivamos, o que muramos, del Señor somos.

9 Porque Cristo para esto murió, y resucitó y volvió a vivir, para ser a Señor tanto de los b muertos como de los que viven. 10 Pero tú, ¿por qué juzgas a tu hermano? O tú también, ¿por qué menosprecias a tu hermano? Porque todos compareceremos ante el a tribunal de Cristo.

11 Porque escrito está: Vivo yo, dice el Señor, que ante mí a se doblará toda rodilla, y toda lengua b confesará a Dios. 12 De manera que, cada uno de nosotros dará a Dios cuenta de sí mismo. 13 Así que, no nos juzguemos más los unos a los otros; antes bien, decidid no poner a tropiezo ni obstáculo al hermano.

14 Yo sé, y confío en el Señor Jesús, que de por sí nada hay a inmundo ; pero para el que piensa que alguna cosa es inmunda, para él es inmunda. 15 Pero si por causa de la comida tu hermano es contristado, ya a no andas conforme a b la caridad. No destruyas c con tu comida a aquel por quien Cristo murió.

  • 16 No dejéis que se hable mal de vuestro bien, 17 porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, y paz y gozo en el Espíritu Santo;
  • 18 Porque el que en esto sirve a Cristo, agrada a Dios, y es aprobado por los hombres;

19 Así que, sigamos lo que conduce a la a paz , y a la edificación de los unos a los otros. 20 No destruyas la obra de Dios por causa de la comida. Todas las cosas a la verdad son limpias; pero es malo que el hombre coma algo que haga tropezar a otro. 21 Bueno es no comer carne, ni beber vino, ni nada en que tu hermano tropiece, o se ofenda o se debilite.

¿Qué quiere decir 1 Corintios 3 17?

Meditemos – Pablo hace en estos dos versículos una afirmación contundente, muy fuerte en verdad… Me gustaría que meditemos en un par de implicancias de lo que el apóstol escribió, inspirado por el Espíritu de Dios… La iglesia somos los creyentes: a pesar de que ninguno de nosotros ignora esto, es fácil olvidar que la iglesia no es el edificio, las estructuras, las tradiciones.

  • La iglesia es el cuerpo de creyentes;
  • La iglesia somos los pecadores redimidos por Cristo;
  • Entonces, amar a la iglesia es amar a la gente, a esos hermanos imperfectos, pecadores como yo;
  • Amar a la iglesia es servirlos, orar por ellos, alegrarme o llorar con cada uno de esos que Dios ha adoptado como hijos, convirtiéndolos así en mis hermanos;

La iglesia es de Dios: Pablo afirma que los creyentes somos el templo “de” Dios. Somos suyos. Su Espíritu mora en nosotros. Si somos de Dios, esto implica que ya no somos nuestros, pero también implica que nadie, absolutamente nadie, puede pretender erigirse en dueño de un pueblo que solo pertenece al Señor y Él es su Rey.

La iglesia es sagrada y santa: el templo de Dios es santo. Ustedes son santos. El término santo implica dos sentidos distintos pero complementarios. En primer lugar, lo santo es lo puro, lo sin mancha. Pero además de eso, lo santo es lo apartado, lo que pertenece a Dios.

La iglesia es santa en esos dos sentidos. Dios la está santificando, la está haciendo cada vez más pura. Y la iglesia es de Dios. Quien la ataca, está atacando, de alguna manera a Dios. La advertencia es tremenda… Si alguno destruye el templo de Dios, Dios lo destruirá, porque nadie puede pretender adueñarse, o dañar, lo que Dios ha redimido por Su Hijo y quedar impune.

¿Qué dice 1 Corintios 6 19?

1 ¿Se atreve alguno de vosotros, cuando tiene algo contra otro, ir a a juicio delante de los injustos, y no delante de los santos? 2 ¿O no sabéis que los santos han de a juzgar al b mundo ? Y si el mundo ha de ser juzgado por vosotros, ¿sois indignos de juzgar cosas muy pequeñas? 3 ¿O no sabéis que hemos de juzgar a los ángeles? ¿Cuánto más las cosas de esta vida? 4 Por tanto, si tenéis juicios sobre cosas de esta vida, ¿ponéis para juzgar a los que son de menor estima en la iglesia? 5 Para avergonzaros lo digo.

¿Pues qué, no hay entre vosotros sabio, ni aun uno, que pueda juzgar entre sus hermanos, 6 sino que el hermano con el hermano pleitea en juicio, y esto ante los incrédulos? 7 Así que, por cierto es ya una falta en vosotros que tengáis pleitos entre vosotros mismos.

¿Por qué no sufrís más bien a el agravio? ¿por qué no sufrís más bien el ser defraudados? 8 Pero vosotros cometéis el agravio, y defraudáis, y esto a los hermanos. 9 ¿No sabéis que los a injustos no heredarán el reino de Dios? No os dejéis engañar: ni los b fornicarios , ni los idólatras, ni los c adúlteros , ni los afeminados, ni los que se echan con varones, 10 ni los a ladrones , ni los avaros, ni los b borrachos , ni los c maldicientes , ni los estafadores heredarán el reino de Dios.

11 Y esto erais algunos, mas ya habéis sido a lavados , mas ya habéis sido b santificados , mas ya habéis sido c justificados en el d nombre del Señor Jesús, y por el e Espíritu de nuestro Dios. 12 a Todas las cosas me son lícitas, mas no todas b convienen ; todas las cosas me son lícitas, mas yo no me someteré al poder de ninguna.

13 Los alimentos son para el vientre, y el vientre para los alimentos; pero a él y a ellas tanto al uno como a los otros destruirá Dios. Pero el cuerpo no es para la a fornicación , sino para el Señor, y el Señor para el cuerpo. 14 Y Dios, que levantó al Señor, también a nosotros nos a levantará con su poder.

15 ¿No sabéis que vuestros cuerpos son miembros de Cristo? ¿Quitaré pues los miembros de Cristo, y los haré miembros de una ramera? ¡De ningún modo! 16 ¿O no sabéis que el que se une con una ramera, es un solo cuerpo con ella? Porque dice: Los dos serán a una sola carne.

17 Pero el que se une al Señor, a un solo espíritu es. 18 Huid de la fornicación. Cualquier otro pecado que el hombre cometa está fuera del cuerpo; pero el que fornica, contra su propio cuerpo peca. 19 ¿O no sabéis que vuestro a cuerpo es b templo del Espíritu Santo, que está en vosotros, el que tenéis de Dios, y que no sois vuestros? 20 Porque habéis sido a comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios..

¿Por qué la palabra de Dios es viva y eficaz?

Bibliografia –

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  • 2. Amaya Guerra Jesús. Fracasos y Falacias de la Ecuación Actual. Guía para padres y maestros orientando a revalorar lo importante de la educación. Trillas. 2005.
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  • 4. Cázares Gonzáles G. Fidel. Estrategias Cognitivas para una Lectura Crítica. Trillas. 2000.
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  • 18. Piaget Jean. Psicología y pedagogía. Crítica. 2005.
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  • 21. Suárez Díaz Reinaldo. La Educación. ( Teorías educativas, estrategias de enseñanza – aprendizaje ). Trillas. 2005.
  • 22. Yagáis Dimitiros. Montessori. La educación natural y el medio. Editorial trilla. 2007.

Hebreos. – Palabra (1. – habla, 2. -vocablo, voz, termino, 3. – elocuencia, verbo, fecundia, oratoria, discurso, 4. – turno para hablar, 5. – promesa, juramento, pacto, compromiso, obligacion. Palabra. – f. Sonido o conjunto de sonidos articulados que expresan una idea. e 2. – Viva.

Interj. Que denota alegria o aclamacio. Viva, dinamico. – Eficaz. – adj. Que tiene eficasi; que produce efecto. – eficaz. – efectivo, activo, energico, seguro ( se aplica mas a cosas. Remedio, medicamento) 4. -Intensiones.

– proposito, animo, determinacion, designio, finalidad, mira, idea, resolucion. Intencion. -f. determinacion de la voluntad para un fin. // deseo deliberdao. //fig. instinto danino. // cautelosa advertencia con que se habla o procede. 5- cortante. -penetra. 7- discernir. Curriculum vitae. Nací en Santa Bárbara, Chihuahua; México. Resido en Ciudad Juárez, soy médico, docente, investigador y escritor (literato- didáctico). armando barraza cuellar. Autor: Armando Barraza Cuellar. 2016.

¿Cuál es el poder que tiene la palabra de Dios?

/ viernes 14 de septiembre de 2018 De acuerdo con las Sagradas Escrituras, el primer registro que se tiene de la voz de Dios fue la expresión creativa “Sea la luz”. Sin embargo, otros textos bíblicos indican que antes de la creación de la luz por la Palabra de Dios, el poder de ésta creó de la nada los cielos y la tierra.

El siguiente texto lo demuestra: “Por la palabra de Jehová fueron hechos los cielos, y todo el ejército de ellos por el aliento de su boca” (Salmos 33:6). En el mismo sentido escribió el apóstol Pedro a los fieles de la Iglesia primitiva: “Estos ignoran voluntariamente, que en el tiempo antiguo fueron hechos por la palabra de Dios los cielos, y también la tierra, que proviene del agua y por el agua subsiste” (2 Pedro 3:5).

Me remontaré una vez más al principio de la creación, en el que Dios hizo todo lo que hoy existe, sólo para manifestar que la ilimitada capacidad de Dios no necesitó de materia prima para crear todo lo que nuestros ojos ven. Aquí la cita bíblica que lo demuestra: “Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía” (Hebreos 11:3).

Para el autor de la epístola antes mencionada, Dios hizo todas las cosas de la nada, es decir, sin necesidad de materia prima extraída de la naturaleza o de alguna otra cosa creada. Ese Dios, a diferencia de los seres humanos, no necesita nada de lo que existe para poder crear; tampoco ocupa la ayuda de nadie, pues el poder de su Palabra lo hace todo.

Los hombres con talento o creatividad necesitan materia prima para transformar a ésta en productos o bienes de consumo. Mencionaré sólo algunos ejemplos, que no son los únicos: el carpintero necesita madera para hacer muebles; el zapatero utiliza cuero para fabricar zapatos y demás artículos de piel; el orfebre echa mano del oro para crear diversos tipos de joyas; el químico farmacéutico ocupa de sustancias extraídas de las plantas para elaborar medicamentos o fármacos.

Dios no es hombre. Él mismo nos lo dice en Oseas 11:9: “Dios soy, y no hombre”. Tampoco es mujer, ni tiene las conocidas limitaciones de los humanos. Él es Espíritu perfecto, tal como lo enseñó Jesucristo en el ejercicio de su Ministerio: “Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren” (Juan 4:24).

La fuerza creativa de ese Dios radica en su Palabra, la cual hizo de lo que no se veía todas las cosas maravillosas y hermosas que hoy existen, incluidas aquéllas que no vemos, es decir las espirituales, entre las que se cuentan ángeles, arcángeles, querubines y serafines, así como todo lo que pertenece a la creación invisible de Dios.

Esta verdad la entienden perfectamente bien los fieles de la Iglesia La Luz del Mundo, quienes están convencidos por la fe no sólo de la existencia de Dios, sino también de que Él es el Creador único de lo que existe.

Quiero señalar, por último, que el poder de la Palabra de Dios no se limitó a crear únicamente en la creación. Esa Palabra sigue creando hasta el día de hoy, y principalmente en este tiempo de dispensación apostólica, en el que Dios envía su Palabra a través del Apóstol de Jesucristo Naasón Joaquín García, receptor único de la revelación de Dios.

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Esa Palabra revelada crea o establece en los corazones de los hombres principios y valores que contribuyen a la formación de mejores ciudadanos para Dios y mejores ciudadanos para el mundo. Así lo dijo el Apóstol de Jesucristo el pasado 3 de junio en Las Vegas, Nevada: Esa Palabra nos ha enseñado a respetar y a amar nuestra patria, gobierno y lábaros patrios (quedará constancia de ello en las fiestas patrias de este mes en Hermosa Provincia); nos ha enseñado a consolidar una familia, a amar la vida, a tener una relación fraternal más duradera; nos ha inculcado la superación personal, familiar y laboral; nos ha enseñado a cuidar a nuestros hijos y el respeto a los adultos mayores y enfermos.

Nos ha enseñado la compasión por los enfermos y los presos, a dar y desprendernos de nuestros bienes. Nos ha enseñado a ser agradecidos y a recibir la ciencia como un don de Dios. Nos ha enseñado a ser pacientes y a no desesperar, a respetar y a honrar al sexo opuesto.

  • Nos ha enseñado a esperar la vida eterna;
  • El día de hoy, millones de fieles escucharán esa Palabra de labios del Enviado de Dios en 58 naciones del mundo;
  • Al oírla y ponerla por obra, seguirán creciendo en valores y principios para ser mejores en todos los sentidos;

De acuerdo con las Sagradas Escrituras, el primer registro que se tiene de la voz de Dios fue la expresión creativa “Sea la luz”. Sin embargo, otros textos bíblicos indican que antes de la creación de la luz por la Palabra de Dios, el poder de ésta creó de la nada los cielos y la tierra.

El siguiente texto lo demuestra: “Por la palabra de Jehová fueron hechos los cielos, y todo el ejército de ellos por el aliento de su boca” (Salmos 33:6). En el mismo sentido escribió el apóstol Pedro a los fieles de la Iglesia primitiva: “Estos ignoran voluntariamente, que en el tiempo antiguo fueron hechos por la palabra de Dios los cielos, y también la tierra, que proviene del agua y por el agua subsiste” (2 Pedro 3:5).

Me remontaré una vez más al principio de la creación, en el que Dios hizo todo lo que hoy existe, sólo para manifestar que la ilimitada capacidad de Dios no necesitó de materia prima para crear todo lo que nuestros ojos ven. Aquí la cita bíblica que lo demuestra: “Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía” (Hebreos 11:3).

  1. Para el autor de la epístola antes mencionada, Dios hizo todas las cosas de la nada, es decir, sin necesidad de materia prima extraída de la naturaleza o de alguna otra cosa creada;
  2. Ese Dios, a diferencia de los seres humanos, no necesita nada de lo que existe para poder crear; tampoco ocupa la ayuda de nadie, pues el poder de su Palabra lo hace todo;

Los hombres con talento o creatividad necesitan materia prima para transformar a ésta en productos o bienes de consumo. Mencionaré sólo algunos ejemplos, que no son los únicos: el carpintero necesita madera para hacer muebles; el zapatero utiliza cuero para fabricar zapatos y demás artículos de piel; el orfebre echa mano del oro para crear diversos tipos de joyas; el químico farmacéutico ocupa de sustancias extraídas de las plantas para elaborar medicamentos o fármacos.

Dios no es hombre. Él mismo nos lo dice en Oseas 11:9: “Dios soy, y no hombre”. Tampoco es mujer, ni tiene las conocidas limitaciones de los humanos. Él es Espíritu perfecto, tal como lo enseñó Jesucristo en el ejercicio de su Ministerio: “Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren” (Juan 4:24).

La fuerza creativa de ese Dios radica en su Palabra, la cual hizo de lo que no se veía todas las cosas maravillosas y hermosas que hoy existen, incluidas aquéllas que no vemos, es decir las espirituales, entre las que se cuentan ángeles, arcángeles, querubines y serafines, así como todo lo que pertenece a la creación invisible de Dios.

  1. Esta verdad la entienden perfectamente bien los fieles de la Iglesia La Luz del Mundo, quienes están convencidos por la fe no sólo de la existencia de Dios, sino también de que Él es el Creador único de lo que existe;

Quiero señalar, por último, que el poder de la Palabra de Dios no se limitó a crear únicamente en la creación. Esa Palabra sigue creando hasta el día de hoy, y principalmente en este tiempo de dispensación apostólica, en el que Dios envía su Palabra a través del Apóstol de Jesucristo Naasón Joaquín García, receptor único de la revelación de Dios.

Esa Palabra revelada crea o establece en los corazones de los hombres principios y valores que contribuyen a la formación de mejores ciudadanos para Dios y mejores ciudadanos para el mundo. Así lo dijo el Apóstol de Jesucristo el pasado 3 de junio en Las Vegas, Nevada: Esa Palabra nos ha enseñado a respetar y a amar nuestra patria, gobierno y lábaros patrios (quedará constancia de ello en las fiestas patrias de este mes en Hermosa Provincia); nos ha enseñado a consolidar una familia, a amar la vida, a tener una relación fraternal más duradera; nos ha inculcado la superación personal, familiar y laboral; nos ha enseñado a cuidar a nuestros hijos y el respeto a los adultos mayores y enfermos.

Nos ha enseñado la compasión por los enfermos y los presos, a dar y desprendernos de nuestros bienes. Nos ha enseñado a ser agradecidos y a recibir la ciencia como un don de Dios. Nos ha enseñado a ser pacientes y a no desesperar, a respetar y a honrar al sexo opuesto.

¿Cuáles son las características de la palabra de Dios?

Lo que tenemos hoy como Biblia, no solo es un compendio de muchos libros, sino que es la voz de Dios manifestada sobre su pueblo, con características especiales, con un poder especial y un propósito especial. La iglesia protestante – evangélica celebra el Mes de la Biblia en Septiembre, porque el 26 de de Septiembre de 1569, se concluyó la impresión de la Biblia en español llamada la “Biblia del Oso”. Fue traducida por Casiodoro de Reina. Esta traducción, que posteriormente fue revisada por Cipriano de Valera en 1602, dio origen a la famosa versión «Reina Valera».

La biblia como palabra de Dios presenta algunas perfecciones especiales, hoy veremos 4 cualidades: Para ser más precisos, la Palabra de Dios es verdad ( , cp. Es un libro de verdad, sin mezcla de falsedad o error.

Asimismo, es un libro de justicia, de principio a fin. Es justo en lo que exige del hombre como criatura y siervo de Dios, justo en el juicio que pronuncia contra toda impiedad e injusticia de los hombres y justo en la promesa que establece de justificación por la fe y paz con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo.

Aquí está la declaración del Antiguo Testamento sobre la doctrina de la infalibilidad bíblica. Se dice que La Palabra es correcta o justa, ya que no se desvía de la conformidad perfecta a cualquier estándar por el cual la verdad es medible.

La Palabra es pura tal como una luz pura es clara y brillante. Aquí está una lámpara cuya llama no parpadea y cuyos rayos perforan a las profundidades de la oscuridad del hombre. La Palabra es limpia porque es libre de toda corrupción y de todo lo que corrompe o contamina.

Por un lado, la Palabra de Dios es perfectamente completa. Es todo lo que Dios quiere que sea. Es como la perfección orgánica de la rosa y no a la perfección mecánica de, por ejemplo, el motor de combustión interna.

La primera es perfecta y completa en todas las etapas de su desarrollo; el segundo es resultado de mucha prueba y error a través del esfuerzo inventivo. El despliegue histórico de la redención es también el despliegue histórico de la revelación. En cada punto, la Palabra de Dios proveyó a los creyentes con todo lo que necesitaban para su vida y fe.

La Palabra de Dios también está libre de cualquier imperfección o defecto introducido por la mano del hombre. Debido a que es perfecta, la Palabra de Dios también es segura. Como testimonio o testigo, es verdad y digna de confianza.

La Palabra de Dios es segura como revelación de lo que el hombre debe creer acerca de Dios y como norma de lo que Dios requiere del hombre. Como el Señor  “no cambia” ( ), su Palabra permanece para siempre segura como verdad inmutable e inalterable. “Para siempre, oh SEÑOR, Tu palabra está firme en los cielos” ( ).

La Palabra de Dios también está libre de cualquier imperfección o defecto introducido por la mano del hombre. Debido a que es perfecta, la Palabra de Dios también es segura. Como testimonio o testigo, es verdad y digna de confianza.

La Palabra de Dios es segura como revelación de lo que el hombre debe creer acerca de Dios y como norma de lo que Dios requiere del hombre. Como el Señor  “no cambia” ( ), su Palabra permanece para siempre segura como verdad inmutable e inalterable. “Para siempre, oh SEÑOR, Tu palabra está firme en los cielos” ( ).

  1. Viva significa “viviente o llena de vida”;
  2. Esta vida de la Palabra es nada menos que la vida de Dios mismo, porque tal como Dios es, así debe ser Su Palabra;
  3. Esta vida es también poder o energía, poder aprovechado para la obra;

La vida de la Palabra de Dios se ordena y se aplica al cumplimiento de sus propósitos: “Mi palabra…no volverá a Mí vacía, sin haber realizado lo que deseo, y logrado el propósito para el cual la envié” ( ). Como semilla viviente, la Palabra de Dios tiene poder para dar fruto en la vida de los creyentes, como se describe en la parábola del sembrador, donde “la semilla es la Palabra de Dios” ( ).

Debido a que la Palabra de Dios “vive y permanece para siempre” ( ), su vitalidad y potencia no se agota ni disminuye a través del tiempo. Los creyentes descubren con Martín Lutero que “la Biblia está viva, me habla; tiene pies, me sigue; tiene manos, me toma”.

La Biblia no es antigua o moderna. Es eterna..

¿Qué significa avivar fuego?

avivar – v. to liven up; to strengthen. Spanish-English Medical Dictionary © Farlex 2012.

¿Cómo avivar el fuego?

Paso a paso para encender el fuego de la chimenea – Paso 1 En el mercado encontraremos diferentes opciones para encender un buen fuego, además del sistema tradicional de prender papel de periódico Paso 2 También podremos decantarnos por las pastillas de encendido de parafina o las que son ecológicas y sin olor. Pondremos unas pastillas, haremos una base con papel de periódico y después, madera. Paso 3 Para avivar el fuego, además de la leña tradicional, podremos optar por las briquetas de madera vegetal , que implica utilizar energía reciclada. Ponemos una base de papel de periódico, varias briquetas que empaparemos con un producto líquido o un gel de encendido y prendemos fuego con una cerilla. Paso 4 Para mantener el fuego encendido atizaremos de vez en cuando los troncos de madera, con la ayuda de los accesorios adecuados , y con cuidado de no quemarnos. Otra opción que encontraremos en el mercado es un tronco que colocaremos directamente en la chimenea, sin abrir el envoltorio; extenderemos bien los extremos del envoltorio y le prendemos fuego..

¿Qué dice Timoteo 1 6?

1 Pablo, apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, según la a promesa de la vida que es en Cristo Jesús, 2 a a Timoteo , amado hijo: Gracia, misericordia y paz de parte de Dios el Padre y de Jesucristo nuestro Señor. 3 Doy gracias a Dios, a quien sirvo con limpia a conciencia como lo hicieron mis antepasados, de que sin cesar me acuerdo de ti en mis oraciones noche y día; 4 deseando verte, al acordarme de tus lágrimas, para llenarme de a gozo ; 5 trayendo a la memoria la a fe no fingida que hay en ti, la cual habitó primero en tu abuela Loida y en tu madre b Eunice ; y estoy seguro de que en ti también.

6 Por lo cual te aconsejo que avives el fuego del a don de Dios que está en ti por la b imposición de mis manos. 7 Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de a poder , de amor, y de dominio propio.

8 Por tanto, no te avergüences del testimonio de nuestro Señor, ni de mí, preso suyo, sino participa de las aflicciones por el evangelio según el poder de Dios, 9 quien nos salvó y llamó con a llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino según su b propósito y su c gracia , la cual nos fue dada en Cristo Jesús d antes del principio de los tiempos, 10 pero ahora ha sido a manifestada por la aparición de nuestro Salvador Jesucristo, quien b quitó la muerte, y sacó a la luz la c vida y la d inmortalidad por medio del evangelio, 11 del cual yo fui a constituido predicador, y b apóstol y c maestro de los gentiles.

12 Por lo cual asimismo padezco esto; pero no me a avergüenzo , porque yo sé a quién he creído, y estoy seguro de que es poderoso para guardar mi b depósito para aquel día. 13 Retén a la forma de las sanas palabras que de mí oíste, en la b fe y amor que es en Cristo Jesús.

14 Guarda ese buen depósito por el a Espíritu Santo que mora en nosotros. 15 Ya sabes esto, que me a han abandonado todos los que están en Asia, entre quienes están Figelo y Hermógenes. 16 Conceda el Señor misericordia a la casa de Onesíforo, porque muchas veces me trajo alivio, y no se avergonzó de mis a cadenas , 17 sino que cuando él estuvo en Roma, me buscó solícitamente y me halló.