“Temed a aquel que, después de haber dado muerte, tiene poder de echar en el infierno. Sí, os digo: A éste temed”. (Luc. 12:5) Es triste ver a tantos cristianos que parecen considerar la ira de Dios como algo que necesita excusas y justificación, o que, cuando menos, celebrarían que no existiese. Hay algunos que, aunque no irían tan lejos como para admitir abiertamente que la consideran una mancha en el carácter Divino, están lejos de mirarla con deleite, no les agrada pensar en ella, y rara vez la oyen mencionar sin que se levante un resentimiento secreto hacia ella en sus corazones.
- Incluso entre los de juicio más moderado, no son pocos los que imaginan que la severidad de la ira divina es demasiado aterradora para constituir un tema provechoso de meditación;
- Otros admiten el engaño de que la ira de Dios no es compatible con su bondad, y por esto tratan de desterrarla del pensamiento;
Sí, muchos huyen de la visión de la ira de Dios como si se les obligara a mirar una mancha del divino carácter, o una falta de la autoridad divina. Pero, ¿qué dicen las escrituras? Al leerlas, nos damos cuenta de que Dios no ha tratado de ocultar la realidad de su ira.
- Él no se avergüenza de proclamar que la venganza y el furor le pertenecen;
- Su propia demanda es: “Ved ahora que yo, soy yo, y no hay dioses conmigo; yo hago morir, y yo hago vivir, yo hiero, y yo curo; y no hay quien pueda librar de mi mano, y diré: Vivo yo para siempre, si afilare mi reluciente espada, y mi mano arrebatare el juicio yo volveré la venganza a mis enemigos, y daré el pago a los que me aborrecen” (Deut;
32:39-41). Una mirada a la concordancia nos revelará que, hay más referencias al enojo, el furor, y la ira de Dios que a su amor y benevolencia. Él odia todo pecado, porque es santo; y porque lo odia, su furor se enciende contra el pecador (Sal. 7:11). La ira de Dios constituye una perfección divina tan importante como su fidelidad, poder o misericordia.
Ha de ser así, por cuanto en el carácter de Dios no hay defecto alguno, ni la más leve tacha; ¡Sin embargo, habría si careciera de “ira”! La indiferencia al pecado es una falta moral, y el que no lo odia es un leproso moral.
¿Cómo podría Él, que es la suma de todas las excelencias, mirar con igual satisfacción la virtud y el vicio, la sabiduría y la locura? ¿Cómo podría Él, que se deleita sólo en lo que es puro y amable, dejar de despreciar lo que es impuro y vil? La naturaleza misma de Dios que hace del infierno una necesidad tan real, un requisito tan imperativo y eterno como es el cielo.
- No solamente no hay en Dios imperfección alguna, sino que no hay perfección que sea menos “perfecta” que otra;
- La ira de Dios es su eterno aborrecimiento de toda injusticia;
- Es el desagrado e indignación de la rectitud divina ante el mal;
Es la santidad de Dios puesta en acción contra el pecado. Es la causa motriz de la sentencia justa que pronuncia contra los que actúan mal. Dios se enoja contra el pecado porque es una rebelión contra su autoridad, un ultraje cometido contra su soberanía inviolable.
Los que se sublevan contra el gobierno de Dios aprenderán que Dios es el Señor. Se les hará conocer la grandeza de su Majestad que ellos desprecian, y lo terrible que es esa ira que se les anunció y que ellos repudiaron.
No es que la ira de Dios sea una venganza maligna, que hiera por herir, o un medio para devolver una injuria recibida. No; Dios vindicará su dominio como Gobernador del universo, pero nunca será vengativo. Que la ira divina es una de sus perfecciones de Dios es evidente, no sólo por las consideraciones presentadas hasta el momento, sino, lo que es más importante, porque así lo establecen las afirmaciones categóricas de su propia Palabra.
“Porque manifiesta es la ira de Dios desde el cielo” (Rom. 1:18). Se manifestó cuando fue pronunciada la primera sentencia de muerte, cuando la tierra fue maldita y el hombre echado del paraíso terrenal; y, después, por castigos ejemplares tales como el Diluvio y la destrucción de las ciudades de la llanura (Sodoma y Gomorra) con fuego del cielo, y especialmente, por el reinado de la muerte en todo el mundo.
Se manifestó, también, en la maldición de la Ley para cada transgresión, y fue dada a entender en la institución del sacrificio. En el capítulo 8 de Romanos, el apóstol llama la atención de los cristianos al hecho de que la creación entera está sujeta a vanidad, y gime y está de parto.
La misma creación que declara que hay un Dios, y publica su gloria, proclama también que es el Enemigo del pecado y el Vengador de los crímenes de los hombres. Pero, sobre todo, la ira de Dios fue revelada desde el cielo cuando su Hijo vino para manifestar el carácter Divino, y cuando esa ira fue presentada en sus sufrimientos y muerte de un modo más terrible que en todas las señales que había dado anteriormente de su enojo por el pecado.
Además, el castigo futuro y eterno de los impíos se declara ahora en unos términos más solemnes y explícitos que nunca. Bajo la nueva dispensación, hay dos revelaciones celestiales; una es de ira, la otra es de gracia. Por otra parte, que la ira de Dios es una perfección divina queda demostrado claramente en lo que dice el Salmo 95:11: “Por tanto juré en mi furor”.
Hay dos motivos por los que Dios “jura”, al hacer una promesa (Gén. 22:16), y al anunciar un castigo (Deut. 1:34). En el primer caso, Dios juró en favor de sus hijos; en el segundo, para atemorizar a los impíos.
Un juramento es una confirmación solemne (Heb. 6:16). En Gén. 22:16, Dios dijo: “Por mi mismo he jurado”. En el Sal. 89:35, declaró: “Una vez he jurado por mi Santidad. ” Mientras que, en el Sal. 95:11, afirmó “Juré en mi furor”. Así el gran Jehová apela a su furor, o ira, como una perfección igual a su Santidad; ¡él jura tanto por la una como por la otra! Pero aún hay más: como que en Cristo “había toda la plenitud de la divinidad corporalmente” (Col.
2:9), y ya que en él lucen gloriosamente todas las perfecciones divinas (Juan 1:18), es por ello que leemos de “la ira del Cordero” (Apoc. 6:16). La ira de Dios es una perfección del carácter divino sobre la que necesitamos meditar con frecuencia.
En primer lugar, para que nuestros corazones sean debidamente inculcados del odio que Dios siente hacia el pecado. Nosotros siempre nos inclinamos a considerar trivialmente el pecado, a excusarlo, y a consentir su fealdad. Pero cuanto más estudiemos y meditemos la aversión de Dios hacia el mismo, y su terrible venganza sobre él, más fácilmente nos daremos cuenta de su enormidad.
En segundo lugar, para engendrar en nuestros corazones un temor verdadero a Dios. “Retengamos la gracia por la cual sirvamos a Dios agradándole con temor y reverencia; porque nuestro Dios es fuego consumidor” (Heb.
12:28,29). No podemos servirle “agradándole” a menos que tengamos “reverencia” a su Majestad sublime, y “temor” a su justo furor; y la mejor manera de producirlo en nosotros es recordando a menudo que “nuestro Dios es fuego consumidor”. En tercer lugar, para elevar nuestras almas en ferviente alabanza por habernos librado “de la ira que ha de venir” (1Tes.
1:10). Nuestra rapidez o nuestra desgana en meditar sobre la ira de Dios es un medio eficaz para ver cual es nuestra verdadera posición delante de Él. Si no nos gozamos verdaderamente en Dios por lo que es en sí mismo y por todas las perfecciones que habitan eternamente en Él, ¿cómo puede, pues, morar en nosotros el amor de Dios? Cada uno de nosotros necesita orar y estar en guardia para no hacerse una imagen de Dios según sus propias ideas e inclinaciones malas.
El Señor, en la antigüedad, se quejó de que “pensabas que de cierto sería yo como tú” (Sal. 50:21). Si no alabamos “la memoria de su Santidad” (Sal. 97:12), si no nos regocijamos al saber que, en un cercano día, Dios desplegará gloriosamente su ira al vengarse de todos los que ahora se oponen a Él, eso es una prueba positiva de que todavía estamos en nuestros pecados, en el camino que conduce al fuego eterno.
“Alabad, gentes (gentiles), a su pueblo, porque el vengará la sangre de sus siervos, y volverá la venganza a sus enemigos” (Deut. 32:34). Y, de nuevo: “Oí como la gran voz de una enorme multitud en el cielo, que decía: “¡Aleluya! La salvación y la gloria y el poder pertenecen a nuestro Dios.
Porque sus juicios son verdaderos y justos; pues él ha juzgado a la gran ramera que corrompió la tierra con su inmoralidad, y ha vengado la sangre de sus siervos de la mano de ella. Y por segunda vez dijeron: “¡Aleluya!” (Apoc. 19:1-3). Grande será el gozo de los santos en aquel día cuando el Señor vindicará su Majestad, ejercerá su poderoso dominio, magnificará su justicia, y derrotará a los rebeldes orgullosos que se han atrevido a desafiarle.
“Si mirares a los pecados, ¿quién oh, Señor, podrá mantenerse?” (Sal. 130:3). Haremos bien en hacernos esta pregunta, porque está escrito que “no se levantarán los malos en el juicio” (Sal. 1:5). ¡Qué agitada y angustiada estaba el alma de Cristo bajo el peso de las iniquidades de los suyos que Dios le imputaba al morir! Su agonía cruel, su sudor de sangre, su gran clamor y súplica (Heb.
5:7), su reiterado ruego “si es posible, pase de mi este vaso”, su último grito aterrador “Dios mío, Dios mío, ¿porqué me has desamparado?”, Todo ello muestra que terrible era el temor que sentía por lo que significa el que Dios “mire a los pecados”. ¡Bien pueden clamar los pobres pecadores: “Señor ¿quién podrá mantenerse?”, cuando el mismo hijo de Dios tembló así bajo el peso de su ira!, Si ustedes no se han “afianzado de la esperanza” que es en Cristo, el único salvador, “¿Qué harán en la espesura del Jordán?” (Jer.
12:5). El gran Dios, pudiendo destruir a todos sus enemigos con una palabra de su boca, es indulgente con ellos y provee a sus necesidades. No es extraño de Él, que hace bien a los ingratos y malvados, nos mande bendecir a los que nos maldicen.
Pero no piensen los pecadores, que escaparán; el molino de Dios va despacio, pero muele muy fino; cuanto más admirable, sea ahora su paciencia y benignidad, más terrible e insostenible será el furor que su bondad profanada causará. No hay nada tan suave como el mar, sin embargo, cuando es sacudido por la tempestad nada puede rugir tan violentamente.
No hay nada tan dulce como la paciencia y la bondad de Dios, ni nada tan terrible como su ira cuando se enciende”. Así que, “huyamos” hacia Cristo; “huye de la ira que vendrá” (Mat. 3:7) antes que sea demasiado tarde.
Es necesario que pensemos que esta exhortación no va dirigido a alguna otra persona. ¡Va dirigida a nosotros! No nos contentemos con pensar que ya nos hemos entregado a Cristo. ¡Asegurémonos de ello! Pidamos al Señor que escudriñe nuestro corazón y que lo revele.
Contents
- 1 ¿Qué es la ira que dice la Palabra de Dios?
- 2 ¿Cuál es el día de la ira de Dios?
- 3 ¿Qué dice en Juan 3 36?
- 4 ¿Cuáles son los diferentes tipos de ira?
- 5 ¿Qué dice Romanos 2 5?
- 6 ¿Qué dice en Romanos 1 16?
- 7 ¿Cuál es la diferencia entre la ira y el enojo?
- 8 ¿Cómo podemos evitar la ira?
- 9 ¿Qué quiere decir Efesios 4 26?
¿Qué es la ira que dice la Palabra de Dios?
Santiago 1:19-20. Por eso, amados hermanos míos, todos ustedes deben estar dispuestos a oír, pero ser lentos para hablar y para enojarse, porque quien se enoja no promueve la justicia de Dios (Stg 1:19-20).
¿Qué tal es la ira de Dios?
muy bien en producción. No se fuerza, deja hacer a la música pausada y quiere fluir más que zambullirse en una historia de misterio clásica, talvez demasiado clásica. Bien dirigida, bien interpretada, sin esos sobresaltos a lo Hollywood que echamos en falta para ser un thriller.
¿Cuál es el día de la ira de Dios?
Uso en el Nuevo Testamento [ editar ] – Esta promesa también es recogida en el Nuevo Testamento , cuando Joel 2:28-32 es citado en Hechos 2:17-21. La frase también se utiliza en 1 Tesalonicenses 5:2 para referirse al rapto o para el regreso de Jesús.
[ 3 ] La frase alude a un juicio por recompensas eternas en 2 Corintios 1:14 , donde dice: «somos vuestra gloria, así como también vosotros la nuestra, para el día del Señor Jesús». El libro de Apocalipsis describe el día del Señor como un tiempo apocalíptico de la ira de Dios Todopoderoso, que viene sobre aquellos que sean juzgados malos.
Las imágenes del texto muestran a todo hombre escondiéndose en las rocas de las montañas durante un terremoto importante para tratar de esconderse de la ira de Dios, mientras que los fenómenos celestes giran en torno al rojo sangre de la luna y a la oscuridad del sol ( Apocalipsis 6:12-17 ).
Estos fenómenos celestes también son mencionados en Joel 2:31 , que predice el mismo orden preciso de los acontecimientos mencionados en Apocalipsis: La luna se vuelve rojo sangre y el sol se oscurece antes del gran día del Señor.
Mateo 24:29-31 menciona el mismo evento, sin embargo, coloca el fenómeno celeste como algo que ocurre después de la «tribulación de aquellos días». El día del Señor también es mencionado en 2 Pedro 3:10 : «Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas».
¿Qué dice en Juan 3 36?
TJS Juan 3 : 36 Y el que cree en el Hijo tiene vida eterna, y recibirá de su plenitud. Pero el que no cree en el Hijo no recibirá de su plenitud, porque la ira de Dios está sobre él.
¿Qué consecuencias trae la ira en la Biblia?
La ira tiene consecuencias terribles en la vida espiritual y hace que no podamos tener la vida excelente que Dios ha planeado para nosotros. Los especialistas dicen que el enojo como una práctica habitual en tu vida, puede incrementar el riesgo de que padezcas enfermedades cardiovasculares.
Veamos qué nos dice la Palabra de Dios. Santiago 1:19 “Mis queridos hermanos, tengan presente esto: Todos deben estar listos para escuchar, y ser lentos para hablar y para enojarse; Santiago 1:20 pues la ira humana no produce la vida justa que Dios quiere”.
La ira tiene consecuencias terribles en la vida espiritual, y hace que no podamos tener la vida excelente que Dios ha planeado para nosotros. Veamos los efectos negativos de la ira y cómo pueden afectarte: El enojo intenso como una práctica habitual en tu vida, dicen los especialistas, puede incrementar el riesgo de que padezcas enfermedades cardiovasculares.
- El enojo además según dice la ciencia, activa tu zona cerebral más primitiva;
- Así es que cuando estés enojado estarás en desventaja para razonar, atender la información, deducir y actuar razonablemente ¡No nos ayuda a actuar con inteligencia! También las reacciones agresivas, llenas de ira, pueden cortar las relaciones;
Se corta la normal comunicación con los demás por la ira o el enojo. Y la ira y el enojo también tienen consecuencias espirituales, veamos: 1) NO PODEMOS ADORAR A DIOS. Mateo 5:22 “Pero yo les digo que todo el que se enoje con su hermano quedará sujeto al juicio del tribunal.
- Es más, cualquiera que insulte a su hermano quedará sujeto al juicio del Consejo;
- Pero cualquiera que lo maldiga quedará sujeto al juicio del infierno;
- Mateo 5:23 Por lo tanto, si estás presentando tu ofrenda en el altar y allí recuerdas que tu hermano tiene algo contra ti, Mateo 5:24 deja tu ofrenda allí delante del altar;
Ve primero y reconcíliate con tu hermano; luego vuelve y presenta tu ofrenda”. Por eso dice que cuando vengas delante de Dios con un acto de adoración como la ofrenda, y estás enojado con alguien, reconciliate o sea perdónalo primero, y bendecilo, para que tu acto de adoración llegue al cielo.
Es decir que si hemos ofendido a una persona o si esa persona nos ofendió a nosotros, debemos arreglarlo en lo posible y sacar toda ira del corazón. 1° Timoteo 2:8. 2) ENFERMEDADES QUE CORTAN LOS PLANES DE DIOS 2° Reyes 2:23 “Después subió de allí a Bet-el; y subiendo por el camino, salieron unos muchachos de la ciudad, y se burlaban de él, diciendo: ¡Calvo, sube! ¡calvo, sube! 2° Reyes 2:24 Y mirando él atrás, los vió, y los maldijo en el nombre de Jehová.
Y salieron dos osos del monte, y despedazaron de ellos a cuarenta y dos muchachos”. Este episodio describe a osos que matan a los 42 muchachos que se burlan del profeta, y muestra una personalidad muy iracunda del profeta, maldiciendo a las personas, esto no es lo que Dios quiere de sus hijos.
- Es sabido que dios lo usó igual en gran manera, pero tal vez este profeta no recibió toda la bendición que dios tenía para él por su mal carácter, en donde abundaba el enojo y la ira;
- La ira trae enfermedades y esto no es la perfecta voluntad de Dios para su pueblo;
Hay que pensar también que los dones van por un lado y por otro puede ir la vida excelente. Así que la maravillosa unción que tenía Eliseo no le libró de las consecuencias terribles del enojo. 2° Reyes 13:19, nos muestra a Eliseo enfermo, postrado a punto de morir y ¡Enojado! 3) NOS IMPIDE VIVIR EN EN FORMA PERSONAL LAS BENDICIONES DE DIOS.
- Números 20:7 “Y habló Jehová a Moisés, diciendo: 20:8 Toma la vara, y reúne la congregación, tú y Aarón tu hermano, y hablad a la peña a vista de ellos; y ella dará su agua, y les sacarás aguas de la peña, y darás de beber a la congregación y a sus bestias;
20:9 Entonces Moisés tomó la vara de delante de Jehová, como él le mandó. 20:10 Y reunieron Moisés y Aarón a la congregación delante de la peña, y les dijo: ¡Oíd ahora, rebeldes! ¿Os hemos de hacer salir aguas de esta peña? 20:11 Entonces alzó Moisés su mano y golpeó la peña con su vara dos veces; y salieron muchas aguas, y bebió la congregación, y sus bestias.
20:12 Y Jehová dijo a Moisés y a Aarón: Por cuanto no creísteis en mí, para santificarme delante de los hijos de Israel, por tanto, no meteréis esta congregación en la tierra que les he dado”. Dice la historia Bíblica que Dios le mostró la tierra prometida desde lejos antes de morir, pero nunca puso su pie en ella, después de tanto esfuerzo, Moisés no pudo disfrutar de toda la bendición prometida.
Fue porque su enojo le hizo desobedecer a Dios. 4) ORACIONES ESTORBADAS POR EL ENOJO. 1° Pedro 3:7 “Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo”.
Hay que decidirse sacar del corazón toda ira, reconocer la ira como un problema y Dios hará el resto. La Biblia manda claramente en Salmos 37:8 “Deja la ira, y desecha el enojo; No te excites en manera alguna a hacer lo malo”.
¡LA VERDAD ACERCA DE LA IRA DE DIOS! – Vea lo que dice la Biblia
Efesios 4:31 “Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia”. Y como reflexión final, sería muy bueno hermanos que no perdamos la bendición por la ira, anhelemos una vida excelente y podremos disfrutar lo mejor de Dios.
¿Cuáles son los diferentes tipos de ira?
Hay tres tipos de cólera que ayudan a la forma como reaccionamos en una situación que nos hace enojar. Estos son: Agresión pasiva, La agresión abierta, La ira y asertivo. Si usted está enojado, el mejor enfoque es la ira asertivo. Grandes palabras, pero la salida lo que cada tipo realmente significa.
- Muchos no les gusta admitir que están enojados, porque no les gusta la confrontación – esto se llama agresión pasiva;
- Esto se ve en cosas como convertirse en silencio cuando se está enojado, mal humor, procrastinating (poner cosas fuera de lo que necesita hacer), y pretendiendo “todo está bien”;
agresión pasiva proviene de una necesidad de estar en control. ¿Quieres una mano con tratar con ella? Lea a continuación acerca de ‘asertivo ira’. Por otra parte, muchas personas tienen una tendencia a atacar en la ira y la rabia, convirtiéndose física o verbalmente agresivo y puede muchas veces daño a sí mismos oa otras personas.
Esto se llama abierta agresión. Esto se ve en la lucha, intimidación, chantajeando, acusando, gritos, dimes y diretes, sarcasmo y la crítica. agresión abierta proviene de una necesidad de estar en control.
¿Quieres una mano con el trato con la agresión abierta? Lea a continuación acerca de ‘asertivo ira’. A veces la ira puede ser sacado en la propiedad o incluso en nosotros mismos – ver la sección sobre autolesión. La forma saludable de lidiar con el enojo es por estar controlado y seguro, hablar y escuchar, y abierto para ayudar en el tratamiento de la situación.
Esta ira asertivo puede ayudar a crecer las relaciones. Significa pensar antes de hablar, tener confianza en cómo lo dice, aún abierto y flexible para el ‘otro lado’. Significa ser paciente; No levantar la voz; comunicar cómo se siente emocionalmente, y realmente tratar de entender lo que otros están sintiendo.
Cuando tratas con rabia asertivamente, demuestras que eres maduro y se preocupan por sus relaciones y usted mismo. El perdón es siempre importante; si una persona se ha disculpado por lo enoja, o si se da cuenta de que la situación “no vale la pena”, estar abierto a perdonar.
- Y está dispuesto a perdonar y perdonarse a sí mismo! Esto ayudará a que se calme, y ayudará a sus relaciones con los demás florezcan;
- Recuerde que usted es importante;
- Tu vida cuenta, y usted puede hacer una diferencia en este mundo;
Si alguna vez tiene que hablar de esto o cualquier otra cosa, Siéntete libre de contactarnos. Estamos aquí por tí. .
¿Qué género es la ira de Dios?
La ira de Dios | |
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Ficha técnica | |
Estreno | 15 de junio de 2022 |
Género | Thriller psicológico |
Duración | 98 minutos |
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¿Cómo ser libre de la ira y el enojo?
¿Qué dice Romanos 2 5?
1 Por lo cual no tienes excusa, oh hombre, quienquiera que seas tú que juzgas; pues en lo que juzgas a otro, te condenas a ti mismo, porque lo mismo haces, tú que juzgas. 2 Mas sabemos que el a juicio de Dios contra los que hacen tales cosas es según la verdad.
- 3 ¿Y piensas esto, oh hombre, que juzgas a los que hacen tales cosas, y haces lo mismo, que tú escaparás del a juicio de Dios? 4 ¿O menosprecias las a riquezas de su bondad, y paciencia, y longanimidad, ignorando que su bondad te guía al b arrepentimiento ? 5 Mas por tu a dureza , y por tu corazón no arrepentido, atesoras para ti mismo ira para el día de la ira y de la revelación del justo juicio de Dios, 6 quien a pagará a cada uno b conforme a sus obras: 7 la a vida eterna a los que b perseveran en hacer el bien y buscan gloria, y honra e c inmortalidad;
8 Pero a los que son a contenciosos , y no b obedecen la verdad, antes bien obedecen la injusticia: enojo e ira. 9 Y tribulación y a angustia sobre todo ser humano que hace lo malo, el judío primeramente, y también el b griego , 10 pero gloria y honra y a paz a todo el que hace el bien, al judío primeramente, y también al griego.
- 11 Porque no hay a acepción de personas para con Dios;
- 12 Porque todos los que sin ley han pecado, sin ley también perecerán; y todos los que en la ley han pecado, por la ley serán juzgados; 13 porque no son los oidores de la ley los justos ante Dios, sino los a hacedores de la ley serán b justificados;
14 Porque los gentiles que no tienen ley hacen por naturaleza lo que es de la ley; estos, aunque no tengan ley, son ley para sí mismos, 15 pues muestran la obra de la a ley escrita en sus corazones, dando también testimonio su b conciencia , mientras que sus pensamientos los acusan o los excusan; 16 en el día en que Dios a juzgará los secretos de los hombres por medio de Jesucristo, conforme a mi b evangelio.
17 He aquí, tú que llevas el nombre de judío, y te apoyas en la ley, y te glorías en Dios, 18 y conoces su voluntad e, instruido por la ley, apruebas lo mejor, 19 y confías en que eres guía de los ciegos, luz de los que están en tinieblas, 20 instructor de los que no saben, maestro de niños, que tienes en la ley la a forma de la ciencia y de la verdad.
21 Tú, pues, que enseñas a otro, ¿no te enseñas a ti mismo? Tú que a predicas que no se ha de b hurtar , ¿hurtas? 22 Tú que dices que no se ha de a cometer adulterio, ¿cometes adulterio? Tú que abominas los ídolos, ¿ b cometes sacrilegio ? 23 Tú que te jactas de la ley, ¿con infracción de la ley deshonras a Dios? 24 Porque el nombre de Dios es a blasfemado por causa de vosotros entre los gentiles, como está escrito.
- 25 Porque la a circuncisión en verdad aprovecha, si guardas la ley; pero si eres transgresor de la ley, tu circuncisión viene a ser incircuncisión;
- 26 De manera que, si el incircunciso guarda las ordenanzas de la ley, ¿no será tenida en cuenta su incircuncisión por circuncisión? 27 Y el que físicamente es incircunciso, pero guarda perfectamente la ley, te juzgará a ti, que con la letra y con la circuncisión eres transgresor de la ley;
28 Porque no es judío el que lo es exteriormente, ni la circuncisión es la que se hace exteriormente en la carne; 29 sino que es judío el que lo es en lo interior, y la a circuncisión es la del corazón, en espíritu, no en letra; la alabanza del cual no es de los hombres, sino de Dios..
¿Qué dice en Apocalipsis 1 10?
1 a La revelación de Jesucristo, que Dios le dio para manifestar a sus b siervos las cosas que deben suceder pronto; y la declaró, enviándo la por medio de su ángel a c Juan su siervo, 2 quien ha dado testimonio de la palabra de Dios, y del testimonio de Jesucristo y de todas las cosas que ha visto.
- 3 a Bienaventurado el que b lee y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas, porque el c tiempo está cerca;
- 4 Juan, a las siete iglesias que están en Asia: Gracia a vosotros y paz del que a es y que era y que ha de venir, y de los siete b Espíritus que están delante de su trono; 5 y de Jesucristo, el testigo fiel, el a primogénito de los muertos y soberano de los reyes de la tierra;
Al que nos ama, y nos ha b lavado de nuestros pecados con su sangre, 6 y nos ha hecho a reyes y sacerdotes para Dios, su Padre; a él sean gloria y b dominio para siempre jamás. Amén. 7 He aquí que a viene con las nubes, y todo ojo le verá, aun los que le traspasaron; y todos los linajes de la tierra b se lamentarán por causa de él.
Así sea. Amén. 8 Yo soy a el Alfa y la Omega , el principio y el fin, dice el Señor, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso. 9 Yo, Juan, vuestro hermano y compañero en la tribulación, y en el reino y en la a paciencia de Jesucristo, estaba en la isla que es llamada Patmos, por causa de la palabra de Dios y del testimonio de Jesucristo.
10 Yo estaba en el Espíritu en el día del Señor, y oí detrás de mí una gran voz como de trompeta, 11 que decía: Yo soy el Alfa y la Omega, el a primero y el último. b Escribe en un libro lo que ves y envía lo a las siete iglesias que están en Asia: a Éfeso, y a Esmirna, y a Pérgamo, y a Tiatira, y a Sardis, y a Filadelfia y a Laodicea.
- 12 Y me volví para ver la voz que hablaba conmigo; y al volverme, vi siete a candeleros de oro; 13 y en medio de los siete candeleros, a uno semejante al a Hijo del Hombre , vestido con una ropa que le llegaba hasta los pies, y ceñido por el pecho con un cinto de oro;
14 Y su cabeza y sus cabellos eran blancos como la lana blanca, como la nieve; y sus ojos como llama de fuego; 15 y sus pies semejantes al bronce bruñido, ardiente como si estuviera en un horno; y su a voz como el estruendo de muchas aguas. 16 Y tenía en su diestra siete estrellas; y de su boca salía una a espada aguda de dos filos.
Y su rostro era como el b sol cuando resplandece en su fuerza. 17 Y cuando le vi, caí como muerto a sus pies. Y él puso su diestra sobre mí, diciéndome: No temas; yo soy el primero y el último, 18 y el que vive; y estuve muerto, y he aquí que vivo a por los siglos de los siglos.
Amén. Y tengo las b llaves del c infierno y de la muerte. 19 a Escribe las cosas que has visto, y las que son, y las que han de ser después de estas. 20 En cuanto al misterio de las siete estrellas que has visto en mi diestra, y de los siete candeleros de oro: las siete estrellas son los a ángeles de las siete iglesias, y los siete b candeleros que has visto son las siete iglesias..
¿Cuál es el día grande y terrible de Jehová?
Las Escrituras se refieren a la Segunda Venida como el ‘ día … grande y terrible ‘ (Malaquías 4:5); ¿ cómo puede ser ambas cosas al mismo tiempo?.
¿Por qué los cristianos guardan el domingo?
Los católicos guardan el domingo porque en este día ocurrieron los hechos más importantes relacionados con la salvación, basados en la traducción antes mencionada.
¿Qué dice en Romanos 5 12?
1 a Justificados , pues, por la b fe , tenemos c paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo, 2 por medio de quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios.
3 Y no solo esto, sino que también nos gloriamos en las a tribulaciones , sabiendo que la tribulación produce b paciencia ; 4 y la paciencia, a prueba ; y la prueba, esperanza; 5 y la a esperanza no avergüenza, porque el b amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado.
6 Porque Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos. 7 Difícilmente alguien muere por un justo; con todo, pudiera ser que alguno osara morir por el bueno. 8 Mas Dios demuestra su amor para con nosotros, en que, siendo aún a pecadores , Cristo murió por nosotros.
- 9 Mucho más ahora, habiendo sido justificados por su a sangre , por medio de él seremos salvos de la ira;
- 10 Porque si siendo enemigos, fuimos a reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando ya reconciliados, seremos b salvos por su vida;
11 Y no solo esto, sino que también nos gloriamos en Dios por medio del Señor nuestro Jesucristo, por quien hemos recibido ahora la a reconciliación. 12 Por consiguiente, como el a pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la b muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos c pecaron.
13 Porque aun antes de la ley había pecado en el mundo; pero el pecado no se tiene en cuenta cuando no hay a ley. 14 No obstante, reinó la muerte desde Adán hasta Moisés, aun en los que no pecaron a la manera de la transgresión de Adán, el cual es a figura del que había de venir.
15 Pero el don no es como la transgresión. Porque si por la transgresión de uno murieron los muchos, más abundó la gracia y el don de Dios para los muchos, por la gracia de un hombre, Jesucristo. 16 Ni tampoco el don es como el pecado de aquel; porque a la verdad el juicio vino por un solo pecado para condenación, mas la gracia vino por muchas transgresiones para justificación.
17 Porque si por la transgresión de uno solo reinó la muerte, mucho más reinarán en vida por medio de uno solo, Jesucristo, los que reciben la abundancia de la a gracia y del don de la justicia. 18 Así que, como por la transgresión de uno solo vino la condenación a todos los hombres, así también por la justicia de uno solo vino la gracia a todos los hombres para justificación de vida.
19 Porque así como a por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores, así también por la b obediencia de uno, los muchos serán constituidos justos. 20 Pero la ley se introdujo para que el pecado abundase; mas cuando el pecado abundó, sobreabundó la gracia, 21 para que así como el pecado reinó para muerte, así también la gracia reine por la a justicia para b vida eterna por medio de Jesucristo, nuestro Señor..
¿Qué dice en Efesios 5 6?
6 Nadie os a engañe con b palabras vanas, porque por estas cosas viene la c ira de Dios sobre los hijos de la d desobediencia.
¿Qué dice en Romanos 1 16?
1 a Pablo , b siervo de Jesucristo, llamado a ser c apóstol , d apartado para el evangelio de Dios, 2 que él había prometido antes por medio de sus profetas en las Santas Escrituras, 3 acerca de su Hijo (que era del a linaje de David según la carne, 4 que fue a declarado Hijo de Dios con b poder , según el espíritu de santidad, por la c resurrección de entre los muertos), de Jesucristo Señor nuestro, 5 por quien recibimos la a gracia y el apostolado, b para la c obediencia a la fe en todas las naciones por causa de su nombre, 6 entre las cuales estáis también vosotros, llamados a ser de Jesucristo; 7 a todos los que estáis en a Roma , amados de Dios, llamados a ser b santos : Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.
8 Primeramente, doy gracias a mi Dios mediante Jesucristo por todos vosotros, de que a vuestra fe es b predicada en todo el mundo. 9 Porque testigo me es Dios, a quien sirvo en mi espíritu en el evangelio de su Hijo, de que sin cesar me acuerdo de vosotros siempre en mis oraciones, 10 rogando que de alguna manera tenga al fin, por la voluntad de Dios, un próspero viaje para ir a vosotros.
11 Porque deseo veros, para impartir a vosotros algún a don espiritual , a fin de fortaleceros; 12 a saber, para ser juntamente consolado con vosotros por la fe que tenemos en común, vosotros y yo. 13 Pero no quiero, hermanos, que ignoréis que muchas veces me he propuesto ir a vosotros (pero hasta ahora he sido estorbado), para tener también entre vosotros algún a fruto , como entre los demás gentiles.
14 A griegos y a a no griegos, a sabios y a no sabios soy deudor. 15 Así que, en cuanto a mí, pronto estoy a anunciar el evangelio también a vosotros que estáis en Roma. 16 Porque no me a avergüenzo del b evangelio de Cristo; porque es poder de Dios para c salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente y también al griego.
17 Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela a por fe y para fe; como está escrito: Mas el justo por la b fe vivirá. 18 Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres a que b detienen la verdad con c injusticia , 19 porque lo que de Dios se conoce, se manifiesta en ellos, porque Dios se lo manifestó.
- 20 Porque las cosas a invisibles de él, su b eterno poder y divinidad, se ven claramente desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que ellos no tienen excusa;
21 Porque habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias; antes bien se a ofuscaron en sus vanas imaginaciones , y su necio corazón fue b entenebrecido. 22 Profesando ser sabios, se hicieron necios, 23 y cambiaron la gloria del Dios a incorruptible en semejanza a b imagen de hombre c corruptible , y de aves, y de cuadrúpedos y de reptiles.
- 24 Por lo cual también Dios los a entregó a la inmundicia, en la lujuria de sus corazones, de modo que deshonraron entre sí sus propios cuerpos; 25 los cuales cambiaron la verdad de Dios en mentira, adorando y sirviendo a las criaturas antes que al Creador, el que es bendito por los siglos;
Amén. 26 Por esto Dios los a entregó a b pasiones vergonzosas , pues aun sus mujeres cambiaron el uso natural por el que es contra naturaleza. 27 Del mismo modo también los hombres, dejando el uso natural de la mujer, se encendieron en sus a concupiscencias b los unos con los otros, cometiendo actos vergonzosos hombres con hombres, y recibiendo en sí mismos la retribución correspondiente a su extravío.
¿Cuál es el pecado de la ira?
¿Qué es la ira? – Se conoce como ira, cólera, furia, rabia o enfado a una emoción que se expresa a través de la irritabilidad , la agresividad e incluso la violencia , y que se encuentra entre las más primitivas y primordiales del ser humano. Su manifestación física se da, por un lado, a través de expresiones faciales y corporales, o del aumento del tono de voz, cambios que se asemejan al modo en que los animales reaccionan ante las amenazas.
Por otro lado, provoca reacciones fisiológicas como el aumento de la presión sanguínea y del ritmo cardíaco, y la secreción de adrenalina y noradrenalina, en la medida en que el organismo se prepara para huir o defenderse.
A pesar de sus características naturales, o quizá justamente por ellas, la ira es mal vista en las sociedades modernas. Es entendida como una respuesta irracional, inmadura o incivilizada ante la frustración o el malestar. Semejante juicio, además, obedece a la tradición moral de la mayoría de las religiones , desde el islam hasta el hinduismo y el cristianismo , que entienden la rabia como un sentimiento negativo o incluso pecaminoso.
De hecho, según la doctrina católica, la ira forma parte de los pecados capitales o mortales, los más graves que existen, ya que usualmente empujan a cometer otros pecados posteriores, y está asociada tradicionalmente con el demonio Amon.
Esto abarca la rabia desmedida hacia los demás, capaz de empujar al homicidio, o hacia uno mismo, capaz de empujar al suicidio; además, contradice la paciencia , que es una de las virtudes teologales. Sin embargo, es común que se distinga entre la ira y la cólera, términos asociados con la agresividad desmedida o la agresión ciega e incontrolable, y por otro lado la rabia y el enfado, versiones mucho más manejables de lo mismo.
¿Cuál es la diferencia entre la ira y el enojo?
Manifestación corporal – La ira se manifiesta en el cuerpo de múltiples formas. Podemos sentir ira y sentir tensión, agitación… y rabia. Así, la rabia es una de sus expresiones (per no la única). En cambio, la rabia en sí misma se manifiesta a través del sistema nervioso y hormonal. -Sijam Ismael- .
¿Cómo podemos evitar la ira?
¿Qué quiere decir Efesios 4 26?
26 a Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo, 27 ni deis lugar al a diablo. 28 El que hurtaba, no hurte más, sino a trabaje, haciendo con sus manos lo que es bueno, para que tenga qué b dar al que padece necesidad.