El Reino en el cristianismo [ editar ] – El Catecismo de la Iglesia Católica indica que en el Nuevo Testamento se utilizan varias expresiones para caracterizar la bienaventuranza a la que Dios llama al hombre: la llegada del Reino de Dios; «Dichosos los limpios de corazón porque ellos verán a Dios» —Mt 5, 8—; «la entrada en el gozo del Señor» — Mt 25; 21.
23 —; «la entrada en el descanso de Dios» — Hb 4, 7-11—. [ 1 ] « Allí descansaremos y veremos; veremos y nos amaremos; amaremos y alabaremos. He aquí lo que acontecerá al fin sin fin. ¿Y qué otro fin tenemos, sino llegar al Reino que no tendrá fin?.
San Agustín civ. 22,30» La idea del Reino de Dios se encuentra predominantemente en el Nuevo Testamento , especialmente en los Evangelios. [ 2 ] El Reino de Dios es un término usado indistintamente con el de «Reino de los Cielos». En el Evangelio según Mateo se utiliza esta última expresión, mientras que en el de Lucas , en el de Marcos y en el de Juan se utiliza «Reino de Dios».
- La explicación habitual es que el evangelio de Mateo está destinado a los judíos quienes prefieren evitar el uso directo del nombre de Dios;
- Marcos y Lucas están dirigidos a una audiencia más general y menos familiarizada con el término «Reino de los Cielos»;
Algunos intérpretes premilenaristas piensan que el «Reino de los Cielos» se refiere al reino milenario de Dios, mientras que el «Reino de Dios» se refiere a su reinado universal. Otros opinan que no hay base para tal distinción. El historiador, escritor y filósofo británico H.
- Wells escribió: «La doctrina del Reino de los Cielos, que fue la enseñanza principal de Jesús , es ciertamente una de las doctrinas más revolucionarias que alguna vez haya animado y transformado el pensamiento humano;
» [ 3 ] H. Wells (1920), Outline of History El pensamiento cristiano del Reino de Dios agrupa distintos conceptos según el entendimiento de cada denominación, entre las que destacan las siguientes.
- El Reino de Dios es un gobierno único celestial que regirá en toda la tierra después de Armagedón , cuando todas las personas inicuas hayan sido destruidas.
- El rey de este reino es Jesucristo, de acuerdo con el pacto que hizo Dios con David.
- Jesucristo habla muchas veces del Reino de Dios, que está cerca y la manera de explicarlo es con parábolas que son comparaciones que expresan una enseñanza.
Contents
- 1 ¿Qué quiere decir que el Reino de Dios está cerca?
- 2 ¿Cómo es el reino de Dios en la actualidad?
- 3 ¿Cómo podemos alcanzar el Reino de Dios Mateo 5 1 12?
- 4 ¿Por qué el Reino de Dios no es comida ni bebida?
- 5 ¿Cuáles son los valores que Jesús nos pide fomentar?
- 6 ¿Qué nos dice Gálatas 4 4?
- 7 ¿Qué tengo que hacer para heredar el reino de los cielos?
- 8 ¿Quién no entrarán al reino de los cielos?
¿Qué quiere decir que el Reino de Dios está cerca?
Visitas – 2057 En el domingo tercero del tiempo ordinario, instituido por el Papa Francisco, a partir de este año, como «domingo de la Palabra de Dios», proclamamos y escuchamos esta Palabra de Dios, siempre consoladora y esperanzadora: «El Reino de Dios está cerca», ya ha llegado, lo vemos y palpamos en la persona de Jesús, que comienza su vida pública con el anuncio de la gran y dichosa noticia de la cercanía, ya presencia, del Reino de los cielos, es decir del reino de Dios, del cielo entre nosotros, del señorío de Dios; es decir, es Dios quien reina, Dios está presente, es el Señor y con ese anuncio la llamada a la conversión, a creer en esa Buena Noticia que cambia y renueva todo.
Con este anuncio, Jesús comienza su vida pública, la comienza en Galilea, la Galilea de los gentiles, de los paganos, en las tribus de periferia, asignadas a Zabulón y Neftalí, como se refiere Isaías sobre las que profetiza: aquellas tierras que caminaban en tinieblas por su gentilidad, por su lejanía de Jerusalén, verían una luz grande, la luz de Cristo y de su Evangelio.
En las tierras alejadas de Zabulón y Neftalí, dominadas por ídolos, por costumbre extranjeras o por la increencia, diríamos hoy, encontramos el símbolo de nuestros días de un mundo, de una sociedad que camina de espaldas a Dios, en dirección contraria a Él, como si Él no existiese, ausente de nuestro mundo, de nuestra sociedad, que está reflejada en aquellos lugares de la gentilidad edificados exclusivamente sobre nuestros propios criterios y maneras de entender las cosas, al margen de Dios, y con la autosuficiencia de quienes se creen que todo es obra de nuestras manos, y que todo depende de nosotros, de nuestros poderes y estrategias, de nuestras maneras de pensar y de actuar.
- Una sociedad así, una humanidad edificada en esta clave tiene amenazada su supervivencia, se desmorona y se autodestruye abandonada a sus propias fuerzas y criterios, a su autosuficiencia y al margen de Dios;
Aquellas gentes de la periferia de Israel necesitaban cambiar. Hoy también necesitamos cambiar urgentemente, necesitamos de manera apremiante girar en otra dirección, la de Dios, la que vemos en Jesús. El verdadero y principal problema de nuestro tiempo es la crisis de Dios, la ausencia de Dios; el vivir como si Dios no existiera, o bajo el slogan «Dios no existe o si Dios existe, no entra en nuestro mundo, en el mundo particular y mío».
Pero, Dios existe, Dios vive, Dios está presente y actúa en nuestro mundo, en nuestra vida, en mi vida. Dios no es una excusa última, lejana; no es ese «algo tiene que existir o haber» como a veces se dice.
Dios personal es la realidad más presente y decisiva para todo hombre en todo acto de su vida, en toda la historia. Dios no está ausente, Dios actúa. Lo vemos y palpamos en Jesucristo, en su rostro humano, en su historia concretísima que entra y plenifica nuestra historia, la lleva a su culmen.
En Jesucristo se hace presente, visible y audible a Dios, el reino de Dios, los cielos irrumpen en nuestra historia. En Él, en Jesús, encontramos a Dios, la salvación, el amor inconmensurable e infinito que es Él, la misericordia.
Nos muestra a Dios Padre de misericordia y Dios de todo consuelo, cura a los enfermos, perdona a los pecadores, traer la libertad a los cautivos, los pobres escuchan la buena noticia de que Dios los ama con un amor de predilección, son evangelizados, los que lloran son consolados, da la vida, trae vida eterna, vence el mal, el pecado, el, enemigo infernal, la muerte, nos muestra así que Dios existe, que Dios es amor, y que es en Él, amándole a Él en todas las cosas y por encima de todas ellas, amando como Él nos ama, es donde muestra su señorío, su reinado al que no pueden vencer las fuerzas poderosas del mal.
Cristo nos muestra, hace, en todo, lo que el Padre, Dios, quiere, hace y cumple su voluntad. «El Reino de Dios está cerca», es Jesús mismo. «Creed en el Evangelio», en esta buena noticia, a partir de la cual todo cambia, todo se reedifica; toda amenaza que pese sobre el hombre, sobre la humanidad, ha quedado superada.
Por eso, escuchemos la voz del Señor que nos apremia a la conversión, es decir a repensar, poner en cuestión el propio y común modo de vivir, dejar entrar a Dios en los criterios de la propia vida, no juzgar según las opiniones de nuestro ambiente cultural, cambiar de mentalidad para asumir la de Dios, la que vemos en Jesús.
- Convertirse significa no vivir como viven todos, no obrar como obran todos; comenzar a ver la propia vida con los ojos de Dios, con la mirada de Jesús; buscar consiguientemente el bien, aunque resulte incómodo; no apoyarse en el juicio de muchos, de los hombres, sino en el juicio de Dios;
En definitiva, buscar un nuevo estilo de vida, una vida nueva, un buscar en todo la voluntad de Dios, lo que Dios quiere: lo que vemos en Jesús, su rostro reflejado en el camino de la felicidad que son las bienaventuranzas y en un amor como el suyo, hasta el extremo, que ama a todos, que perdona siempre, incluso a sus enemigos.
Que Cristo sea nuestro Señor, y por eso sea a quien seguimos, dejando nuestro modo de ser y de vivir, de pensar y de sentir, de actuar, para que el pensar de Jesús, su sentir, su actuar, sea el nuestro.
Esto es el seguimiento, y esto es lo que significa «dejándolo todo lo siguieron». Que no nos suceda lo que al joven rico, que por no atreverse a seguir así, e marchó entristecido. Necesitamos convertirnos, ahí está y es la verdadera renovación y reforma que necesitamos en la Iglesia y en el mundo.
- Esto es lo que nos hace falta: que la Iglesia, escuche, viva y siga la Palabra de Dios, que anuncie que está en medio nuestro el Reino de Dios y que llame a la conversión;
- Esto es lo que nos hace falta: que dejemos que Dios sea Señor y Rey y que nos convirtamos a Él, Cambiarán y se renovarán el mundo y la Iglesia;
¡Seguro y cierto!.
¿Qué hay que hacer para entrar en el Reino de Dios?
¿Cuáles son los valores del Reino de Dios?
Los milagros que Jesús realizaba eran la prueba y la señal de la presencia y acción de Dios en Jesucristo. Es por ello por lo que la falta de respuesta en la conversión al mensaje y milagros de Jesús por parte de las ciudades impenitentes significaban rechazo a Dios y a su reino.
- El reinado de Dios en nosotros comienza también por nuestra conversión a los valores del reino : santidad, verdad, justicia, amor y paz; frente a los del tener: dinero, poder, soberbia, dominio e influencia;
En el interior de la persona es donde ha de germinar la semilla del reino , porque del corazón humano brota todo lo bueno y lo malo que vemos en el mundo, como lo anunció Cristo. Solamente, si nos convertimos a los calores del reino abandonaremos los criterios del mundo y del hombre terreno, asimilando las actitudes básicas que proponen las bienaventuranzas de Jesús: pobreza, hambre y sed de fidelidad, fraternidad, solidaridad, no violencia, reconciliación, perdón y amor al hermano, incluso al enemigo.
Sin esta conversión en profundidad es imposible el cambio de estructuras en la familia y la sociedad, en la política y la economía; pues la trampa del viejo egoísmo se agazapará en la ley y situaciones nuevas, perpetuando así el desamor, la explotación del otro y la opresión del más débil.
Únicamente la levadura que actúa desde dentro, es decir, la opción evangélica, puede transformar la masa entera y hacer efectivo el proyecto del reino en nuestra vida personal y nuestro ambiente. Motivémonos pues, para crecer como personas y como cristianos; porque esa es la regla evangélica del juego y la ley del reinado de Dios, ley de crecimiento a todos los niveles.
De lo contrario, estaremos limitados al raquitismo, las malformaciones y la esclerosis espiritual. Que el Señor nos abra los ojos para vernos tal como somos. Que Él nos conceda el espíritu joven del Evangelio para amar cada día más, para empezar la vida cada mañana.
Dios es muy espléndido; espera tan sólo un atisbo de generosidad por nuestra parte para darnos con creces y hacer fructificar nuestro esfuerzo hasta el ciento por uno. Para eso hay un secreto: vivir en perenne estado de conversión continua..
¿Qué dice Marcos 1 15 sobre el Reino de Dios?
1 Principio del a evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios. 2 Como está escrito en Isaías, el profeta: He aquí yo envío a mi a mensajero delante de tu faz, que preparará tu camino delante de ti. 3 a Voz del que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor; enderezad sus sendas.
- 4 Bautizaba a Juan en el desierto y predicaba el b bautismo de c arrepentimiento para d remisión de pecados;
- 5 Y salía a él toda la provincia de Judea y los de Jerusalén; y eran todos bautizados por él en el río Jordán, a confesando sus pecados;
6 Y Juan andaba vestido de pelo de camello y con un cinto de cuero alrededor de sus lomos; y comía langostas y miel silvestre. 7 Y predicaba, diciendo: Viene tras mí el que es más poderoso que yo, a quien no soy digno de desatar, encorvado, la correa de sus sandalias.
- 8 Yo a la verdad os he bautizado con agua, a mas él os bautizará con el b Espíritu Santo;
- 9 Y aconteció en aquellos días que Jesús vino de Nazaret de Galilea, y fue a bautizado por Juan en el Jordán;
- 10 E inmediatamente, a subiendo del agua, vio abrirse los cielos y al Espíritu como b paloma que descendía sobre él;
11 Y vino una voz de los cielos que decía: Tú eres mi Hijo Amado; en ti me complazco. 12 a Y enseguida el Espíritu le impulsó a ir al desierto. 13 Y estuvo allí en el desierto cuarenta días y era tentado por Satanás; y estaba con las fieras, y los ángeles le servían.
14 Y después que Juan fue encarcelado, Jesús fue a Galilea predicando el evangelio del reino de Dios, 15 y diciendo: El tiempo se ha cumplido, y el a reino de Dios se ha acercado; arrepentíos y b creed en el evangelio.
16 Y pasando junto al mar de Galilea, vio a Simón y a su hermano Andrés que echaban la red en el mar, porque eran pescadores. 17 Y les dijo Jesús: Venid en pos de mí, y haré que seáis a pescadores de hombres. 18 Y al instante, dejando sus redes, le siguieron.
- 19 Y pasando de allí un poco más adelante, vio a a Jacobo hijo de Zebedeo, y a su hermano Juan; y ellos también estaban en la barca, remendando las redes;
- 20 Y enseguida los llamó; y dejando a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros, fueron en pos de él;
21 Y entraron en Capernaúm; y enseguida en el día de reposo, entrando en la sinagoga, enseñaba. 22 Y se admiraban de su doctrina, porque les enseñaba como quien tiene a autoridad y no como los b escribas. 23 Y había en la sinagoga de ellos un hombre con a espíritu inmundo , el cual dio voces, 24 diciendo: ¡Ah!, a ¿qué tienes con nosotros, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a destruirnos? Sé quién eres: el Santo de Dios.
25 Y Jesús le a reprendió , diciendo: ¡Enmudece y sal de él! 26 Y el espíritu inmundo, a sacudiéndole con violencia y clamando a gran voz, salió de él. 27 Y todos se maravillaron, de tal manera que discutían entre sí, diciendo: ¿Qué es esto? ¿Qué nueva doctrina es esta, que con autoridad manda aun a los espíritus inmundos, y le obedecen? 28 Y su fama se difundió rápidamente por toda la provincia alrededor de Galilea.
29 Y al salir de la sinagoga, fueron a casa de Simón y de Andrés, con Jacobo y Juan. 30 Y la suegra de Simón estaba acostada con fiebre; y enseguida le hablaron de ella. 31 Entonces, acercándose él, la tomó de la mano y la levantó; y al instante la dejó la fiebre, y ella les servía.
32 Y cuando cayó la tarde, luego que el sol se puso, le trajeron todos los que estaban enfermos y los endemoniados; 33 y toda la ciudad se agolpó a la puerta. 34 Y a sanó a muchos que estaban enfermos de diversas enfermedades y echó fuera muchos b demonios ; y no dejaba hablar a los demonios, porque lo conocían.
35 Y levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió y se fue a un lugar desierto, y allí oraba. 36 Y le buscaron Simón y los que estaban con él; 37 y hallándole, le dijeron: Todos te buscan. 38 Y él les dijo: Vamos a los lugares vecinos, para que predique también allí, porque para esto he venido.
39 Y predicaba en las sinagogas de ellos en toda Galilea, y echaba fuera los a demonios. 40 Y vino a él un a leproso , rogándole; y arrodillándose, le dijo: Si quieres, puedes b limpiarme. 41 Y Jesús, teniendo a misericordia de él, extendió su mano, y le tocó y le dijo: Quiero; sé limpio.
42 Y en cuanto hubo él hablado, de inmediato la lepra se fue de aquel, y quedó limpio. 43 Entonces le advirtió estrictamente, y le despidió enseguida 44 y le dijo: Mira, no digas a nadie nada, sino ve, muéstrate al sacerdote y ofrece por tu purificación lo que Moisés mandó, para testimonio a ellos.
¿Cómo es el reino de Dios en la actualidad?
Reino de Dios, no designa un espacio geográfico, sino la situación de aquellos que han transformado o convertido su corazón, entendido éste como lo más profundo y sentido de cada ser humano, y exaltan a Dios como valor absoluto de sus vidas y de sus relaciones con los demás.
- El Reino es pues, no sólo el horizonte individual de los creyentes, sino también la meta de la comunidad, que es la Iglesia;
- En el comienzo del Evangelio de san Marcos (Mc;
- 1,15), Jesús anuncia el principio de su vida de predicación con estas palabras: “El tiempo se ha cumplido y el Reino de Dios está cerca; convertíos y creed en el Evangelio”;
En todas sus enseñanzas, la expresión Reino de Dios o en ocasiones Reino de los Cielos, constituye el eje central del anuncio de Jesús. Él es quien inaugura el Reino y quien nos invita a participar en su enriquecimiento y difusión. El Reino de Dios en la actualidad Todos sabemos que el Reino de Dios se presenta como la salvación del hombre y la vida eterna, en la que el hombre conseguirá su plenitud definitiva.
- Este es un Reino de amor y de vida sencilla en la inocencia del corazón;
- Pero no es un reino como esos que vemos aquí en nuestro mundo, es decir, no es un reino físico y material, sino que es un Reino al cual entramos al ser bautizados y al permanecer en la fe de Cristo, pero que lo vivimos dentro de cada uno de nosotros y nos mantendremos en él al seguir el camino de nuestro Padre que lo dio todo por nosotros, incluso a su propio hijo para salvarnos de nuestros pecados;
Mucha gente afirma que el Reino de Dios se acerca y trata de convencer a las otras personas de que se conviertan porque el Reino de Dios ya se acerca, pero están equivocados en algo, y es que el Reino de Dios ya está en medio de nosotros, tal cual lo dijo Jesús según el Evangelio San Lucas.
El reinado de Dios es pleno; en los que creen se va realizando, poco a poco, en su corazón y en su conciencia, sus costumbres se van adaptando cada vez más al nuevo amor a Dios. Este Reino ya está aquí, aunque muchos lo nieguen y lo siguen esperando, sólo que no es visible como los otros reinos de los hombres, sino que es un Reino espiritual.
Además el Reino de Dios no sólo se refiere al futuro, es decir que en la Biblia vemos expresado que al final de los días, el fin del mundo, sólo los que pertenezcan a él y sigan sus mandamientos estarán en el Reino de los cielos y tendrán vida eterna.
Sabemos que eso es cierto, pero también el Reino de Dios también es algo que irrumpe en nuestra vida diaria, ya que nuestro Padre nos presenta innumerables “pruebas” a las que a veces respondemos de manera incorrecta.
Entonces, si pertenecemos al Reino del Señor, podremos transfo rmar las relaciones del odio, egoísmo, discriminación y explotación, en relaciones de amor, solidaridad, justicia y paz. En nuestro país, en toda Latinoamérica y en todo el mundo existe la injusticia con los pobres, en algunos lugares más que en otros.
La liberación humanizadora de los pobres y oprimidos de la tierra es la irrupción más significativa del Reino en la sociedad. La teología de la liberación, que es el intento de los seguidores del Reino de liberar a todos aquellos que sufren de injusticias, busca problematizar los mecanismos de explotación económica, política, ideológica y cultural que oprimen y deshumanizan a la mayoría de la población.
Esta teología de liberación se fundamenta en la fe y la esperanza del pueblo de Dios, pero su novedad está en que busca aplicar su pensamiento al oprimido como sujeto histórico. Las condiciones para entrar en el Reino de Dios y las condiciones para pertenecer a la única iglesia fundada por Cristo son idénticas.
La iglesia de Cristo es el Reino de Dios en la Tierra. Los pasos que conducen al Reino de Dios son los mismos que conducen a la verdadera Iglesia de Dios. En la actualidad, existe una urgente necesidad de hombres y mujeres consagrados y hay una gran demanda de predicadores santos y devotos de Dios.
¿Qué está ocurriendo con el mundo que Dios dejó en nuestras manos y que mandó a su hijo para salvarnos y para que todos recibiéramos vida eterna? El ateísmo y el satanismo nos están invadiendo grandemente. Por ejemplo en nuestro país en los últimos años ha habido un creciente índice de satanismo.
Nos estamos dejando llevar del mal, y no estamos llevando el plan de Dios y nosotros pertenecientes a la religión cristiana no actuamos como verdaderos cristianos y nos estamos dejando llevar por el camino de lo fácil.
No todo es malo; el conocimiento de Dios se duplica en cada cuatro o cinco años. Además, han habido muchos acontecimientos que han provocado importantes cambios en todo el mundo, tales como la caída del muro de Berlín en 1989 y el reciente atentado terrorista contra las Torres Gemelas en Nueva York el pasado 11 de septiembre.
Estos hechos han causado el arrepentimiento y conversión hacia el Cristianismo de muchas personas. En mi opinión, Dios está estremeciendo las naciones para que se den cuenta de lo mal que están y se arrepientan y sigan Su camino.
Nosotros como cristianos, debemos considerar a la iglesia como una iglesia que adora y alaba a Dios en espíritu y en verdad, pues así era la del primer siglo, y a pesar de los errores que ha cometido ya que es una institución dirigida por seres humanos con derecho a equivocarse, se mantendrá siempre como el Reino de Dios en la tierra.
- Iglesia: lugar dnd se encuentra a dios la casa de dios conjunto de personas comunidad de cristianos, es la asamblea de los fieles o los creyentes de una sola fe pero sobre todo es la persona y su interior;
ðDios, aunque nosotros lo rechacemos, sigue buscándonos para que encontremos la dicha verdad y felicidad del ser humano. La Iglesia es el pueblo de Dios, descripción que enfatiza por un lado la continuidad de la Iglesia heredera del pacto de Dios con Israe l y, por otro, su potencial universalidad Biblioteca de Consulta Microsoft® Encarta® 2003.
© 1993-2002 Microsoft Corporation. Reservados todos los derechos. La iglesia y el reino de dios(lo ke dijo la puta) Jesús quiso desde el comienzo empezo a organizar en una comunidad viva a quienea se quisieran poner al servicio de ese gran proyecto No se conformo con ke este o akel le sigieran individual/.
El m,ismo eligio discipulos y les invito a seguirles Lucas cuenta como les lanzo sta llamaa tras 1 peska mu abundante J les facilito la pesca extraordinaria Y se propuso akel trabajo Xo com ombres y no con peces Reunir a loos ombres wen el movimiebnto del reino Sera una pesca muxo mad interesante entonces empieza a formarle sxa la accion confiandoles tareas mu concrtas Proclamar la buena noticia a otros peblos Después de su resurrección Les avbre la perspectiva d 1 nuva mision universal asi les manda “y , acercandose Jesús les dijo: me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra”.
¿Quién construye el Reino de Dios?
Jesús invita a construir el Reino de Dios, dos los mandamientos. El primero, el Señor nuestro Dios es el único Señor; y tú amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón y con toda tu alma, con todo tu espíritu y con todas tus fuerzas. El segundo, amarás a tu prójimo como a ti mismo.
¿Cómo podemos alcanzar el Reino de Dios Mateo 5 1 12?
Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo. En aquel tiempo, al ver Jesús el gentío, subió al monte, se sentó y se acercaron sus discípulos; y, abriendo su boca, les enseñaba diciendo: «Bienaventurados los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.
Bienaventurados los mansos, porque ellos heredarán la tierra. Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados. Bienaventurados los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos quedarán saciados.
Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios. Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios. Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos.
- Bienaventurados vosotros cuando os insulten y os persigan y os calumnien de cualquier modo por mi causa;
- Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo»;
- Palabra del Señor REFLEXIÓN Al formular las bienaventuranzas, Mateo, a diferencia de Lucas, se preocupa de trazar los rasgos que han de caracterizar a los seguidores de Jesús;
De ahí la importancia que tienen para nosotros en estos tiempos en que la Iglesia ha de ir encontrando su propio estilo de vida en medio de una sociedad secularizada. No es posible proponer la Buena Noticia de Jesús de cualquier forma. El Evangelio solo se difunde desde actitudes evangélicas.
- Las bienaventuranzas nos indican el espíritu que ha de inspirar la actuación de la Iglesia mientras peregrina hacia el Padre;
- Las hemos de escuchar en actitud de conversión personal y comunitaria;
- Solo así hemos de caminar hacia el futuro;
Dichosa la Iglesia «pobre de espíritu» y de corazón sencillo, que actúa sin prepotencia ni arrogancia, sin riquezas ni esplendor, sostenida por la autoridad humilde de Jesús. De ella es el reino de Dios. Dichosa la Iglesia que «llora» con los que lloran y sufre al ser despojada de privilegios y poder, pues podrá compartir mejor la suerte de los perdedores y también el destino de Jesús.
- Un día será consolada por Dios;
- Dichosa la Iglesia que renuncia a imponerse por la fuerza, la coacción o el sometimiento, practicando siempre la mansedumbre de su Maestro y Señor;
- Heredará un día la tierra prometida;
Dichosa la Iglesia que tiene «hambre y sed de justicia» dentro de sí misma y para el mundo entero, pues buscará su propia conversión y trabajará por una vida más justa y digna para todos, empezando por los últimos. Su anhelo será saciado por Dios. Dichosa la Iglesia compasiva que renuncia al rigorismo y prefiere la misericordia antes que los sacrificios, pues acogerá a los pecadores y no les ocultará la Buena Noticia de Jesús.
Ella alcanzará de Dios misericordia. Dichosa la Iglesia de «corazón limpio» y conducta transparente, que no encubre sus pecados ni promueve el secretismo o la ambigüedad, pues caminará en la verdad de Jesús.
Un día verá a Dios. Dichosa la Iglesia que «trabaja por la paz» y lucha contra las guerras, que aúna los corazones y siembra concordia, pues contagiará la paz de Jesús que el mundo no puede dar. Ella será hija de Dios. Dichosa la Iglesia que sufre hostilidad y persecución a causa de la justicia sin rehuir el martirio, pues sabrá llorar con las víctimas y conocerá la cruz de Jesús.
¿Por qué el Reino de Dios no es comida ni bebida?
‘El Reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia’ (Rom 14, 17).
¿Cuál es la enseñanza más importante que nos dejó Jesús?
La Luz del mundo – Jesús también enseñó: “Yo soy la luz del mundo; el que me sigue no andará en tinieblas” ( Juan 8:12 ). Además declaró: “Yo soy el camino, y la verdad y la vida” ( Juan 14:6 ). Él es el camino y Él es la luz porque Sus enseñanzas iluminan nuestro camino en la vida mortal y nos muestran el camino de regreso a nuestro Padre.
¿Cuáles son los valores que Jesús nos pide fomentar?
El cuento enseña diferentes valores : solidaridad, altruismo, generosidad, com- prensión, tolerancia, justicia y autoestima.
¿Qué dice en Romanos 12 2?
2 Y no os adaptéis a este a mundo, sino transformaos por medio de la b renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál es la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.
¿Qué nos dice Gálatas 4 4?
Escribiendo a los Gálatas, dice : Envió Dios a su Hijo hecho de mujer (Ga 4, 4 ). Consta que Ella fue virgen, aunque Ebión se resista a aceptarlo. Recuerdo que el ángel Gabriel fue enviado a la Virgen. Pero la llama bendita entre las mujeres, no entre las vírgenes: Bendita tú entre Lis mujeres (Le 1, 28).
¿Qué dice Proverbios 28 13?
13 El que a encubre sus pecados no prosperará,pero el que los confiesa y b los abandona alcanzará misericordia. 14 Bienaventurado el hombre que siempre a teme a Dios,pero el que b endurece su corazón caerá en el mal.
¿Qué tengo que hacer para heredar el reino de los cielos?
Para obtener la vida eterna, debo amar a Dios y amar a mi prójimo como a mí mismo. – Es útil que recordemos que la parábola del Buen samaritano fue la manera como Jesús respondió la pregunta: “¿Y quién es mi prójimo?”. A medida que lea la parábola, tenga en mente esa pregunta.
- ¿Qué respuestas encuentra? En los tiempos de Jesús, la enemistad entre judíos y samaritanos ya se remontaba a varios cientos de años;
- Los samaritanos eran descendientes de judíos que vivían en Samaria y se habían casado con gentiles;
Los judíos pensaban que los samaritanos se habían corrompido al relacionarse con los gentiles y habían apostatado. Los judíos preferían desviarse muchos kilómetros de su camino para evitar pasar por Samaria, (véanse también Lucas 9:52–54 ; 17:11–18 ; Juan 4:9 ; 8:48 ).
¿Por qué cree que el Salvador escogió a un samaritano, alguien que era despreciado por los judíos, como ejemplo de compasión y amor hacia el prójimo? ¿Qué le inspira a hacer esta parábola para poder mostrar más misericordia hacia los demás? Véanse también Mosíah 2:17 ; “Parábola del Buen Samaritano” (video, LDS.
org ); “Señor, yo te seguiré”, Himnos, nro. 138. Lucas 10:38–42.
¿Quién no entrarán al reino de los cielos?
De Wikisource, la biblioteca libre. 1 ¿Osa alguno de vosotros, teniendo algo con otro, ir á juicio delante de los injustos, y no delante de los santos? 2 ¿O no sabéis que los santos han de juzgar al mundo? Y si el mundo ha de ser juzgado por vosotros, ¿sois indignos de juzgar cosas muy pequeñas? 3 ¿O no sabéis que hemos de juzgar á los angeles? ¿cuánto más las cosas de este siglo? 4 Por tanto, si hubiereis de tener juicios de cosas de este siglo, poned para juzgar á los que son de menor estima en la iglesia.
5 Para avergonzaros lo digo. ¿Pues qué, no hay entre vosotros sabio, ni aun uno que pueda juzgar entre sus hermanos; 6 Sino que el hermano con el hermano pleitea en juicio, y esto ante los infieles? 7 Así que, por cierto es ya una falta en vosotros que tengáis pleitos entre vosotros mismos.
¿Por qué no sufrís antes la injuria? ¿por qué no sufrís antes ser defraudados? 8 Empero vosotros hacéis la injuria, y defraudáis, y esto á los hermanos. 9 ¿No sabéis que los injustos no poseerán el reino de Dios? No erréis, que ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, 10 Ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los robadores, heredarán el reino de Dios.
11 Y esto erais algunos: mas ya sois lavados, mas ya sois santificados, mas ya sois justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios. 12 Todas las cosas me son lícitas, mas no todas convienen: todas las cosas me son lícitas, mas yo no me meteré debajo de potestad de nada.
13 Las viandas para el vientre, y el vientre para las viandas; empero y á él y á ellas deshará Dios. Mas el cuerpo no es para la fornicación, sino para el Señor; y el Señor para el cuerpo: 14 Y Dios que levantó al Señor, también á nosotros nos levantará con su poder.
- 15 ¿No sabéis que vuestros cuerpos son miembros de Cristo? ¿Quitaré pues los miembros de Cristo, y los haré miembros de una ramera? Lejos sea;
- 16 ¿O no sabéis que el que se junta con una ramera, es hecho con ella un cuerpo? porque serán, dice, los dos en una carne;
17 Empero el que se junta con el Señor, un espíritu es. 18 Huid la fornicación. Cualquier otro pecado que el hombre hiciere, fuera del cuerpo es; mas el que fornica, contra su propio cuerpo peca. 19 ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? 20 Porque comprados sois por precio: glorificad pues á Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios..
¿Qué nos dice Mateo 7 21?
1 a No juzguéis, para que no seáis b juzgados. 2 Porque con el a juicio con que juzgáis seréis juzgados, y con la b medida con que medís, se os volverá a c medir. 3 a Y , ¿por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la b viga que está en tu propio ojo? 4 O, ¿cómo dirás a tu hermano: Déjame sacar la paja de tu ojo, y he aquí la viga en tu propio ojo? 5 a ¡Hipócrita! Saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano.
6 a No deis lo b santo a los perros ni echéis vuestras c perlas delante de los cerdos, no sea que las pisoteen y se vuelvan y os despedacen. 7 a Pedid , y se os dará; b buscad , y hallaréis; c llamad , y se os abrirá.
8 Porque todo el que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. 9 ¿Qué hombre hay de vosotros, que si su hijo le pide pan, le dará una piedra? 10 ¿Y si le pide un pez, le dará una serpiente? 11 Pues si vosotros, a siendo malos , sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le piden? 12 Así que, todas las cosas que queráis que los hombres a hagan con vosotros, así también b haced vosotros con ellos, porque esta es la c ley y los profetas.
13 Entrad por la puerta a estrecha , porque ancha es la puerta y b espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella. 14 Porque a estrecha es la puerta y b angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan.
15 Y guardaos de los a falsos profetas , que vienen a vosotros b vestidos de ovejas, pero por dentro son c lobos rapaces. 16 Por sus a frutos los b conoceréis. ¿Se recogen uvas de los espinos o higos de los abrojos? 17 Así, todo buen árbol da a buenos frutos , mas el b árbol malo da c malos frutos.
- 18 No puede el árbol bueno dar malos frutos, ni el árbol malo dar buenos frutos;
- 19 Todo árbol que no da buen a fruto b es cortado y echado en el fuego;
- 20 Así que, por sus frutos los conoceréis;
- 21 No todo el que a me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que b hace la voluntad de mi Padre que está en los c cielos;
22 Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no a profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios y en tu nombre hicimos muchos milagros? 23 a Y entonces les declararé: b Nunca os conocí; c apartaos de mí, hacedores de d maldad. 24 A cualquiera, pues, que me a oye estas palabras y las hace, b le compararé a un c hombre prudente que edificó su casa sobre la d roca.
25 Y descendió la lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos y a azotaron aquella casa; pero no cayó, porque estaba fundada sobre la roca. 26 Y a cualquiera que me oye a estas palabras y no las hace, le compararé a un hombre insensato que edificó su casa sobre la arena.
27 Y descendió la lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos y dieron con ímpetu contra aquella a casa ; y b cayó , y fue grande su ruina. 28 Y aconteció que cuando Jesús terminó a estas palabras, la multitud se admiraba de su b doctrina , 29 porque les enseñaba como quien tiene a autoridad , y no como los b escribas ..
¿Qué dice Juan 3 5?
1 Y había un hombre de los fariseos que se llamaba a Nicodemo , un principal entre los judíos. 2 Este vino a Jesús de noche y le dijo: Rabí, sabemos que eres maestro que ha venido de Dios, porque nadie puede hacer estos milagros que tú haces si no está a Dios con él.
- 3 Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo que el que no a naciere de nuevo no puede ver el reino de Dios;
- 4 Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede el hombre nacer siendo viejo? ¿Acaso puede entrar por segunda vez en el vientre de su madre y nacer? 5 Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo que el que no a naciere de agua y del b Espíritu no puede entrar en el reino de Dios;
6 Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es. 7 No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo. 8 El a viento sopla por donde quiere, y oyes su sonido; pero no sabes de dónde viene ni a dónde va; así es todo aquel que es b nacido del Espíritu.
- 9 Respondió Nicodemo y le dijo: ¿Cómo puede hacerse esto? 10 Respondió Jesús y le dijo: ¿Eres tú maestro de Israel y no sabes esto? 11 a De cierto , de cierto te digo que de lo que sabemos, hablamos, y de lo que hemos visto, b testificamos ; pero no recibís nuestro testimonio;
12 Si os he dicho cosas terrenales y no creéis, ¿cómo creeréis si os digo las celestiales? 13 Y nadie a ha subido al cielo sino el que descendió del cielo, el b Hijo del Hombre que está en el cielo. 14 Y como Moisés levantó la a serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado, 15 para que todo aquel que en él cree no se pierda, mas tenga vida eterna.
16 Porque de tal manera a amó b Dios al mundo que ha dado a su Hijo c Unigénito , para que todo aquel que en él cree no se pierda, mas tenga vida eterna. 17 Porque no a envió Dios a su Hijo al mundo para b condenar al mundo, sino para que el mundo sea c salvo por él.
18 El que en él cree no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el a nombre del unigénito Hijo de b Dios. 19 Y esta es la condenación: que la a luz vino al mundo, pero los hombres amaron más las b tinieblas que la luz, porque sus c obras eran malas.
- 20 Pues todo aquel que hace lo malo aborrece la luz y no viene a la luz, para que sus obras no sean reprendidas;
- 21 Pero el que vive conforme a la a verdad viene a la luz, para que se ponga de manifiesto que sus obras son hechas en Dios;
22 Después de esto, vino Jesús con sus discípulos a la tierra de Judea; y estaba allí con ellos y a bautizaba. 23 Y Juan bautizaba también en Enón, junto a Salim, porque había allí muchas a aguas ; y venían y eran bautizados, 24 porque Juan aún no había sido puesto en la cárcel.
25 Entonces hubo una discusión entre los discípulos de Juan y los judíos acerca de la purificación. 26 Y vinieron a Juan y le dijeron: Rabí, el que estaba contigo al otro lado del Jordán, del que tú diste testimonio, he aquí bautiza, a y todos van a él.
27 Respondió Juan y dijo: No puede el hombre recibir nada si no le fuere dado del cielo. 28 Vosotros mismos me sois testigos de que dije: Yo no soy el Cristo, sino que he sido enviado delante de él. 29 El que tiene a la novia es el novio; mas el amigo del novio, que está de pie y le oye, se goza grandemente de la voz del novio; así pues, este, mi gozo, ha sido cumplido.
30 Es necesario que él crezca, y que yo mengüe. 31 El que viene a de arriba está sobre todos; el que es de la tierra es terrenal y habla cosas terrenales; el que viene del cielo está sobre todos. 32 Y testifica de lo que vio y oyó, pero nadie recibe su testimonio.
33 El que ha recibido su testimonio atestigua que Dios es veraz. 34 Porque a el que Dios envió habla las palabras de Dios, b pues Dios no da el Espíritu por medida. 35 El Padre ama al Hijo y a ha puesto todas las cosas en sus manos. 36 a El que cree en el Hijo tiene b vida eterna ; pero el que c no cree en el Hijo no verá la vida, sino que la d ira de Dios está sobre él..