Que Dios Te Perdone Pecador?

Que Dios Te Perdone Pecador
Descargar el PDF Descargar el PDF Pedir a Dios que perdone tus pecados es un proceso importante. Es importante que admitas lo que hiciste mal y que realmente te arrepientas de haberlo hecho. Debes acercarte a Dios, orar usando pasajes bíblicos y perdirle que te perdone. Luego, debes creer que te ha perdonado. Cuando obtengas perdón, esfuérzate en dejar atrás el pecado y en vivir una nueva vida.

  1. 1 Menciona y admite lo que has hecho. Antes de pedir perdón, debes decir específicamente lo que hiciste mal y admitir que lo hiciste. Si te sientes culpable, quizás te sientas tentado a justificarte o a negar que hiciste algo malo. El perdón es imposible si no admites que obraste mal. [1]
    • Puedes pensar “Me parece que no debí mentir, pero tuve una buena razón y fue una mentira pequeña”. De esta manera, tratas de justificar lo que hiciste en vez de admitirlo.
    • Empieza rezando “Padre, tomé 5 dólares de mi hermano sin que él lo sepa”. De esta manera, has mencionado el pecado (robar) y has asumido la responsabilidad sin justificarte.
  2. 2 Dile a Dios que sabes que lo que hiciste estuvo mal. Cuando hayas mencionado lo que hiciste, es importante que reconozcas que estuvo mal. Es posible decir lo que hiciste, pero no creer que estuvo mal hacerlo. Admitir que lo hiciste no tiene sentido si no admites que sabes que estuvo mal. [2]
    • No recibirás perdón si dices “He estado durmiendo con mi colega a pesar de que estoy casado, pero no creo que haya nada malo en ello”. Debes reconocer que lo que hiciste es un pecado y que es algo que entristece a Dios.
  3. 3 Di que lamentas lo que hiciste. No es suficiente con decir lo que hiciste y admitir que estuvo mal. Ahora debes disculparte por ello. Lamenta sinceramente lo que hiciste y deja que el remordimiento surja al hablar con Dios. Es importante que estés realmente arrepentido cuando dices que lo lamentas. [3]
    • Pedir perdón a Dios no es como cuando dices que lo lamentas a un hermano, pero realmente no sientes lo que dices. Debes hablar sinceramente, de corazón.
    • Di algo como “Sé que lo que hice fue incorrecto y me siento realmente mal. Lamento haber roto nuestra relación. Lamento haber pecado en contra tuya”.
  1. 1 Reza con respecto a lo que sientes. Siempre debes ser honesto cuando pidas perdón. Si crees que Dios conoce tu corazón, entonces no tiene sentido mentirle de cualquier forma. Dile acerca de la culpa que sientes por tu pecado y que estar separado de Él te entristece.
    • Di “Dios, me siento mal porque sé que te he causado tristeza”.
    • Puede ser una buena idea rezar en voz alta a Dios para decir específicamente qué es lo que tienes en la mente en vez de solo pensarlo.
  2. 2 Usa pasajes bíblicos en tu oración. La Palabra de Dios es poderosa y Dios te anima a que la uses cuando hables con Él. Ya que las palabras de la Biblia provienen de Dios, muestran el modelo para hablar con Dios. Busca tu Biblia en físico o en línea para encontrar pasajes acerca de pedir perdón. [4]
    • Busca los siguientes pasajes y recítalos en tu oración: Romanos 6:23, Juan 3:16 y 1 de Juan 2:2. Estos pasajes hablan del perdón. El Nuevo Testamento está lleno de verdades con respecto al perdón.
    • Busca por tu cuenta para encontrar pasajes que te hablen acerca del perdón que buscas. Puedes repetir el pasaje con las mismas palabras o parafrasearlo para que tenga un mayor significado para ti.
  3. 3 Pídele a Dios que te perdone por lo que hiciste. Así como harías con otras personas, después de decir que lo lamentas debes pedir perdón. No reces una oración especial para ganarte el perdón de Dios. Todo lo que tienes que hacer es pedirle que te perdone, por medio de Jesús, y creer que te perdonará. [5]
    • Di a Dios “Negué que te conocía enfrente de mi amigo. Fue una actitud cobarde de mi parte. Lamento no haberle hablado del amor que sientes por nosotros. Por favor, te pido que me perdones por la debilidad que experimenté en ese momento”.
    • No necesitas suplicar, rogar o repetir la oración una y otra vez. Todo lo que tienes que haces es pedir a Dios una sola vez, con sinceridad.
  4. 4 Dile a Dios que crees que te ha perdonado. La creencia y el perdón van de la mano. No está bien pedir perdón, pero no creer que te perdonará. Dios dice que cuando le pides perdón con un corazón sincero Él es fiel para perdonar. Repítete a ti mismo que le crees y dile a Dios que le crees. [6]
    • 1 de Juan 1:9 dice “Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonarnos los pecados y para limpiarnos de toda maldad”. Repite este pasaje a Dios y créelo.
    • Es importante recordar que los pecados que se perdonan se olvidan. Hebreos 8:12 dice “Pues tendré misericordia de sus iniquidades, y nunca más me acordaré de sus pecados”.
  1. 1 Busca el perdón de las personas a las que lastimaste con tus obras. Aunque finalmente el pecado rompe la relación con Dios, otras personas también pueden salir heridas. Al saber que Dios te ha perdonado, es importante buscar el perdón de las otras personas. Dile a la persona que te arrepientes por haberla lastimado y pídele que te perdone. [7]
    • Recuerda que no puedes hacer que una persona te perdone ni puedes ganarte su perdón. La persona aceptará que estás arrepentido por lo que hiciste y te perdonará o simplemente no lo hará. No le insistas si se niega a perdonarte. No puedes hacer que cambie de parecer.
    • Una vez que te hayas disculpado y hayas pedido perdón a alguien, debes liberarte de la culpa. Aunque la persona no te perdone, ya has hecho tu parte al tratar de enmendar las cosas.
  2. 2 Arrepiéntete del comportamiento incorrecto. Cuando Dios y los demás te perdonen por tu pecado y por el daño que causaste, debes alejarte de ese pecado. Toma una decisión consciente de no volver a cometer adrede el mismo pecado después de haber sido perdonado. [8]
    • Debes recordar que volverás a pecar, pero es importante decir en el momento que te apartarás. La única manera de alejarte de un pecado habitual es decirte a ti mismo que no lo harás de nuevo.
    • Hechos 2:38 es útil en este proceso. Dice “Arrepentíos y sed bautizados cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de vuestros pecados, y recibiréis el don del Espíritu Santo”.
    • El perdón es un paso importante, pero alejarte del pecado también es necesario para permanecer cerca de Dios.
  3. 3 Esfuérzate para no cometer el pecado nuevamente. Parte de tu meta al seguir a Cristo es superar el pecado y para eso se requiere un trabajo disciplinado. No dejarás de pecar inmediatamente; sin embargo, si te esfuerzas, serás más fuerte. En Mateo 5:48, Dios te pide que seas perfecto, porque Él es perfecto. [9]
    • Busca personas que puedan ayudarte a evitar los pecados constantes. Aprende pasajes para combatir la tentación. Recuerda que el pecado solo causa dolor y que no lo necesitas.
    • Pasar tiempo leyendo la Biblia, rezando a Dios y hablando con otros cristianos son medidas muy importantes para vivir una vida libre de pecado.

¿Que Dios perdone tus pecados?

1 Juan 1:9 9 ‘Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad. ‘ Isaías 38:9 ‘He aquí, amargura grande me sobrevino en la paz, más a ti agradó librar mi vida del hoyo de corrupción; porque echaste tras tus espaldas todos mis pecados.

¿Qué parte de la Biblia dice que Dios perdona nuestros pecados?

Respuesta: Hay varios pasajes en la Biblia que indican que Dios perdona y olvida nuestro pecado. 1 Juan 2:2 Traducción en lenguaje actual (TLA). 2 Timoteo 1. 3-10 quien nos salvó y nos llamó con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino según el propósito suyo y la gracia… 1 Pedro 2.

  • 10-25 Él mismo llevó en su cuerpo nuestros pecados al madero, para que nosotros, muertos ya al pecado, vivamos para la justicia;
  • 1 Juan 1:9: 9 Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para que nos perdone nuestros pecados, y nos limpie de toda maldad;

Isaías 43:25 dice: “Yo, yo soy el que borro tus rebeliones por amor de mí mismo, y no me acordaré de tus pecados”. Salmos 32:1. Por sus heridas fueron ustedes sanados. Podemos andar en la vida con la cabeza inclinada llenos de gratitud y de humildad al saber que “ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús” (Romanos 8:1).

De este modo nos confirma que, cuando perdona a los pecadores arrepentidos, no vuelve a acordarse de sus ofensas. Pregunta: “¿En verdad Dios olvida nuestros pecados? Un Dios que perdona perdonarse a uno mismo perdonar el perdón de Dios Garantía, naturaleza de Reintegro El pecado, la salvación de Dios Perdón, la Divina Yo, yo soy el que borro tus transgresiones por amor a mí mismo, y no recordaré tus pecados.

Las palabras del profeta Ezequiel esclarecen en qué sentido Dios perdona y olvida. (Lea Ezequiel 18:19-22. ) Hechos 2:38: 38 Y Pedro les dice: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados, y recibiréis el don del Espíritu Santo.

2 Dios perdona nuestros pecados, y los de todo el mundo, porque Cristo se ofreció voluntariamente para morir por nosotros. Dios perdona nuestros pecados, y los de todo el mundo, porque Cristo se ofreció voluntariamente para morir por nosotros.

Lucas 5:32. Si confesamos nuestros pecados, Dios, que es fiel y justo, nos los perdonará y nos limpiará de toda maldad (1 Jn 1:9). Y él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo. Salmos 32:5 (Lucas 5:32) 2 Corintios 7:10 1 Juan 2:2 Y él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo.

1 Juan 2:2 – Biblia Reina Valera 1960. Pero ¿quiere decir esto que el Creador del universo no es capaz de recordar los pecados que ha perdonado? Dios ha envido lejos de nosotros nuestros pecados. Ver Capítulo.

Debemos confesar a Dios todos los días nuestros pecados y pedir perdón por ellos, los siguientes son algunos de los Versículos sobre el arrepentimiento para encontrar descanso en el Señor. No he venido a llamar a justos, sino a pecadores para que se arrepientan.

You might be interested:  Imposición De Manos En La Biblia Que Significa?

(1 Juan 1:9) La Biblia enseña claramente que Dios ha hecho provisiones para el perdón de nuestros pecados. ¿Cómo podría un Dios omnisciente olvidar algo?” Dichoso aquel a quien se le perdonan sus transgresiones, a quien se le borran sus pecados (Sal 32:1).

Salmos 25:11. Y él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo. Por amor a tu nombre, Señor, perdona mi gran iniquidad (Sal 25:11). “Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad.

¿Qué dice Proverbios 28 13?

13 El que a encubre sus pecados no prosperará,pero el que los confiesa y b los abandona alcanzará misericordia. 14 Bienaventurado el hombre que siempre a teme a Dios,pero el que b endurece su corazón caerá en el mal.

¿Qué dice 1 Juan 1 9?

1 a Lo que era desde el b principio , lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado y lo que palparon nuestras manos tocante al c Verbo de vida 2 (porque la vida fue manifestada, y la hemos visto, y testificamos y os anunciamos la a vida eterna , que estaba con el Padre y se nos ha manifestado); 3 lo que hemos a visto y oído, eso os anunciamos, para que también vosotros tengáis b comunión con nosotros; y nuestra comunión verdaderamente es con el Padre y con su Hijo Jesucristo.

  • 4 Y estas cosas os a escribimos , para que vuestro gozo sea completo;
  • 5 Y este es el mensaje que hemos oído de él y que os anunciamos: Dios es a luz , y en él no hay ningunas b tinieblas;
  • 6 Si decimos que tenemos a comunión con él y andamos en b tinieblas , mentimos y no practicamos la verdad; 7 pero si a andamos en la luz, como él está en la luz, tenemos comunión los unos con los otros, y la b sangre de Jesucristo, su Hijo, c nos limpia de todo pecado;

8 Si decimos que no tenemos a pecado , nos b engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros. 9 Si a confesamos nuestros pecados, él es fiel y b justo para c perdonar nuestros pecados y d limpiarnos de toda maldad. 10 Si decimos que a no hemos pecado , lo hacemos a él mentiroso, y su palabra no está en nosotros..

¿Qué salmo habla del perdón?

Salmo 25. David suplica ser encaminado en la verdad y pide perdón — La misericordia y la verdad son para los que guardan los mandamientos.

¿Cómo Jesús perdona tus pecados?

El don del perdón – El Salvador enseñó a Sus discípulos en dos ocasiones diferentes que debían orar a Dios para solicitar el perdón de sus pecados o deudas. También nosotros debemos demostrar la sinceridad de nuestras oraciones perdonando a los que hayan pecado contra nosotros.

  1. Él les mandó orar: “Y perdónanos nuestras deudas [ofensas], como también nosotros perdonamos a nuestros deudores [los que nos hayan ofendido]” (Mateo 6:12), y “…perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todos los que nos deben” (Lucas 11:4);

En esta enseñanza se halla implícito un hilo conductor entre la súplica del perdón y nuestros esfuerzos por arrepentirnos de todos nuestros pecados. Al perdonar y buscar el perdón, debemos reconocer que, a pesar de cualquier restitución que podamos llevar a cabo o recibir, tanto nuestros esfuerzos como los de los demás son muy insuficientes para satisfacer las demandas de la justicia eterna.

  • Entonces, ¿cómo se lleva a cabo el verdadero perdón? Pablo, al dirigirse a los efesios, escribió que es en Cristo “en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia” (Efesios 1:7);

Muchas son las bendiciones que emanan del don del perdón, pero la principal es la paz. El Salvador desea que cada uno de nosotros sienta Su paz. Él dijo: “La paz os dejo, mi paz os doy… No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo” (Juan 14:27). El perdón que ofrecemos a los demás y el que recibimos de Jesucristo nos conducen a Él y al camino de la vida eterna..

¿Cuál es el pecado del sexo?

Magisterio reciente de la Iglesia Católica [ editar ] –

  • Casti Connubii (1932), encíclica de Pío XI. [ 14 ] ​Se escribió en parte como respuesta a la decisión de la Lambeth Conference anglicana de 1930, que adoptó el uso legítimo de la contracepción en algunas circunstancias.

Cualquiera que sea el uso del matrimonio ejercido de tal manera que el acto sea deliberadamente frustrado en su poder natural de generar vida es una ofensa contra la ley de Dios y de la naturaleza, y los que se dedican a este tipo de actos cargan con la culpabilidad de un pecado grave.

  • Humanae Vitae (1968) de Pablo VI.
  • Pontificado de Juan Pablo II
    • Teología del Cuerpo (conferencias entre 1979-1984)
    • Evangelium Vitae , Teología y Moral familiar y de la vida, encíclica del 25 de marzo de 1995. [ 15 ] ​
    • Donum Vitae , Instrucción de la Congregación para la Doctrina de la Fe (entonces presidida por el cardenal Ratzinger, hoy papa Benedicto XVI ), sobre el respeto a la vida humana y la procreación, febrero de 1987. [ 16 ] ​
    • Veritatis splendor , encíclica sobre la Moral Fundamental, del 6 de agosto de 1993. [ 17 ] ​
    • Catecismo de la Iglesia Católica (1992).

¿Que se nos olvida cuando pecamos?

Monclova, Coah. – Cuántos cristianos todavía no han comprendido que Dios no es un dictador celoso de la felicidad del hombre, controlador implacable de nuestros pecados, sino una mano tendida con ternura, empeñada en “quitar el pecado del mundo”. Son bastantes los cristianos que necesitan liberarse de un grave malentendido.

Las cosas no son malas porque Dios ha querido que sean pecados. Es exactamente al revés. Precisamente porque son malas y destruyen nuestra felicidad, son pecados que Dios quiere quitar del corazón del mundo.

A los hombres se nos olvida con frecuencia, que al pecar no somos sólo culpables sino también víctimas. Cuando pecamos, nos hacemos daño a nosotros mismos, nos preparamos una trampa trágica, pues agudizamos la tristeza de nuestra vida cuando, precisamente, creíamos hacerla más feliz.

No olvidemos la experiencia amarga del pecado. Pecar es renunciar a ser humanos, dar la espalda a la verdad, llenar nuestra vida de oscuridad. Pecar es matar la esperanza, apagar nuestra alegría interior, dar muerte a la vida.

Pecar es aislarnos de los demás, hundirnos en la soledad, negar el afecto y la comprensión. Pecar es contaminar la vida, hacer un mundo injusto e inhumano, destruir la fiesta y la fraternidad. Por eso, cuando Juan nos presenta a Jesús como “el que quita el pecado del mundo”, está anunciándonos que Dios está de nuestro lado frente al mal.

¿Cómo lograr el perdón de Dios?

Información adicional – Cómo buscar el perdón del Señor El pecado es una carga pesada. Trae la tensión de la culpa y la angustia de saber que hemos obrado en contra de la voluntad de nuestro Padre Celestial. Lo acompaña un remordimiento persistente al darnos cuenta de que debido a nuestras acciones podemos haber herido a otros y evitado recibir las bendiciones que nuestro Padre está dispuesto a darnos.

  1. Gracias a la expiación de Jesucristo, podemos recibir el perdón de nuestros pecados mediante un arrepentimiento completo y sincero;
  2. El pecado acarrea sufrimiento y dolor, mas el perdón del Señor brinda alivio, consuelo y dicha;

El Señor ha prometido: “He aquí, quien se ha arrepentido de sus pecados es perdonado; y yo, el Señor, no los recuerdo más” (D. y C. 58:42). “Si vuestros pecados sean como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; aunque sean rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana” (Isaías 1:18).

Podemos experimentar ese milagro, ya sea que tengamos que arrepentirnos de pecados graves o de debilidades cotidianas. Así como el Señor clamó al pueblo en la antigüedad, nos ruega hoy en día: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.

“Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón y hallaréis descanso para vuestras almas. “Porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga” (Mateo 11:28–30). “¿No os volveréis a mí ahora, y os arrepentiréis de vuestros pecados, y os convertiréis para que yo os sane? “Sí, en verdad os digo que si venís a mí, tendréis vida eterna.

He aquí, mi brazo de misericordia se extiende hacia vosotros; y a cualquiera que venga, yo lo recibiré; y benditos son los que vienen a mí” (3 Nefi 9:13–14). Cómo perdonar a los demás Además de procurar el perdón de nuestros propios pecados, debemos estar dispuestos a perdonar a los demás.

El Señor dijo: “Debéis perdonaros los unos a los otros; pues el que no perdona las ofensas de su hermano, queda condenado ante el Señor, porque en él permanece el mayor pecado. Yo, el Señor, perdonaré a quien sea mi voluntad perdonar, mas a vosotros os es requerido perdonar a todos los hombres” (D.

  • y C;
  • 64:9–10);
  • En las circunstancias diarias de la vida, sin duda seremos agraviados por los demás, a veces de forma inocente y a veces con toda intención;
  • Es fácil resentirse o enojarse o volverse vengativo en esas situaciones, pero tal no es la manera del Señor;

El Salvador nos aconsejó así: “Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen” (Mateo 5:44). Él nos dio el ejemplo perfecto de perdón cuando estaba en la cruz. Hablando de los soldados romanos que Lo habían crucificado, oró diciendo: “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen” (Lucas 23:34; véase nota al pie de página c).

Debemos orar para tener la fortaleza de perdonar a los que nos agravian, y debemos despojarnos de los sentimientos de enojo, rencor o venganza. Debemos asimismo buscar lo bueno en los demás, en vez de centrarnos en sus defectos y exagerar sus debilidades.

Dios será el juez de las acciones dañinas de los demás. Véase también Arrepentimiento; Expiación de Jesucristo; Juzgar a los demás —Véase Leales a la fe, 2004, págs. 140–142 Ver más.

¿Qué dice Proverbios 17 9?

9 El que a cubre la transgresión b busca afecto,pero el que reitera el asunto separa a los amigos. 10 La reprensión aprovecha al entendidomás que cien azotes al necio.

You might be interested:  Que Significa Alejandro En La Biblia?

¿Qué dice en Romanos 12 2?

2 Y no os adaptéis a este a mundo, sino transformaos por medio de la b renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál es la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.

¿Qué dice en Efesios 4 32?

1 Yo, pues, preso en el Señor, os ruego que andéis como es a digno de la b vocación con que habéis sido llamados, 2 con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con a paciencia los unos a los otros en amor; 3 solícitos en guardar la a unidad del Espíritu en el vínculo de la paz.

  • 4 Un a cuerpo , y un Espíritu; como fuisteis también llamados a una misma esperanza de vuestra vocación; 5 un a Señor , una b fe , un c bautismo , 6 un Dios y a Padre de todos, quien está sobre todos, y por todos y en todos vosotros;

7 Pero a cada uno de nosotros dada fue la a gracia conforme a la medida del don de Cristo. 8 Por lo cual dice: a Subiendo a lo alto, llevó cautivos a los cautivos, y dio dones a los hombres. 9 (Y eso de que subió, ¿qué es, sino que también había descendido primero a las partes más bajas de la tierra? 10 El que descendió es el mismo que también subió por encima de todos los cielos para llenarlo todo).

  1. 11 Y él mismo a constituyó a unos b apóstoles ; y a otros, c profetas ; y a otros, d evangelistas ; y a otros, e pastores y f maestros ; 12 a fin de a perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la b edificación del cuerpo de Cristo, 13 hasta que todos lleguemos a la a unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un b varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo; 14 para que ya no seamos a niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de b doctrina , por estratagema de hombres que, para engañar, emplean con astucia las artimañas del error, 15 sino que, hablando la verdad en amor, crezcamos en todas las cosas en aquel que es la a cabeza , a saber, Cristo; 16 de quien, todo el cuerpo, bien ajustado y ligado entre sí por todas las coyunturas que lo sustentan, según la función adecuada de cada miembro, crece, edificándose en amor;

17 Esto, pues, digo y testifico en el Señor, que no andéis más como los otros a gentiles , que andan en la b vanidad de su mente, 18 teniendo el a entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de Dios por la b ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su c corazón ; 19 los cuales, después que a perdieron toda sensibilidad, se entregaron a la lascivia para cometer con avidez toda clase de impureza.

20 Mas vosotros no habéis aprendido así sobre Cristo, 21 si en verdad le habéis oído, y habéis sido por él enseñados, conforme a la verdad que está en Jesús, 22 en cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del a viejo hombre, que está viciado conforme a los b deseos engañosos, 23 y renovaos en el espíritu de vuestra mente, 24 y vestíos del a nuevo hombre que es creado según Dios en la b justicia y santidad de la verdad.

25 Por lo cual, dejando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo, porque somos miembros los unos de los otros. 26 a Airaos , pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo, 27 ni deis lugar al a diablo. 28 El que hurtaba, no hurte más, sino a trabaje , haciendo con sus manos lo que es bueno, para que tenga qué b dar al que padece necesidad.

  • 29 Ninguna a palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de que dé gracia a los oyentes;
  • 30 Y no a contristéis al b Santo Espíritu de Dios, con el cual fuisteis c sellados para el día de la redención;

31 Quítense de vosotros toda amargura, y enojo, e ira, y gritos, y a maledicencia y toda b malicia. 32 Más bien, sed a benignos los unos con los otros, misericordiosos, b perdonándoos los unos a los otros, como también Dios os perdonó a vosotros en Cristo..

¿Qué dice Romanos 8 15?

1 Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no a andan conforme a la carne, sino conforme al espíritu. 2 Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha a librado de la ley del pecado y de la muerte. 3 Porque lo que era imposible para la a ley , por cuanto era b débil por la carne , c Dios , enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado, y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne, 4 para que la justicia de la ley fuese cumplida en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al espíritu.

5 Porque los que viven conforme a la carne, en las cosas que son de la carne se ocupan; pero los que viven conforme al espíritu, en las cosas del espíritu. 6 Porque el ánimo a carnal es b muerte , pero el ánimo c espiritual es vida y d paz.

7 Por cuanto la inclinación de la carne es enemistad contra Dios, porque no se sujeta a la ley de Dios, ni tampoco puede. 8 Así que, los que viven según la carne no pueden agradar a Dios. 9 Pero vosotros no vivís según la carne, sino según el espíritu, si es que el a Espíritu de Dios mora en vosotros.

  • Y si alguno no tiene el b Espíritu de Cristo , no es de él;
  • 10 Y si a Cristo está en vosotros, b el cuerpo a la verdad está muerto a causa del pecado, pero el Espíritu es vida a causa de la c justicia;
  • 11 Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó a Cristo Jesús de los muertos a vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros;

12 Así que, hermanos, deudores somos, no a la carne, para que vivamos conforme a la carne, 13 porque si vivís conforme a la carne, a moriréis ; pero si por el espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis. 14 Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, son a hijos de Dios.

15 Porque no habéis recibido el espíritu de a servidumbre para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre! 16 Porque el Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu de que somos a hijos de Dios.

17 Y si hijos, también a herederos ; herederos de Dios, y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados. 18 Porque considero que los a sufrimientos de este tiempo no son dignos de ser comparados con la b gloria venidera que c en nosotros ha de ser manifestada.

19 Porque el anhelo profundo de la creación es el esperar la manifestación de los hijos de Dios. 20 Porque la creación fue a sujetada a la vanidad, no de buen grado, sino por causa del que la sujetó en esperanza, 21 porque también la creación misma será a librada de la servidumbre de la corrupción a la libertad gloriosa de los hijos de Dios.

22 Porque sabemos que toda la creación gime a una, y a una sufre dolores de parto hasta ahora. 23 Y no solo ella, sino que también nosotros mismos, que tenemos las a primicias del Espíritu, nosotros también gemimos dentro de nosotros mismos, esperando la b adopción , a saber, la c redención de nuestro cuerpo.

  1. 24 Porque en a esperanza fuimos salvos; pero la esperanza que b se ve, ya no es esperanza, porque lo que se ve, ¿para qué esperarlo? 25 Pero si esperamos lo que no vemos, con paciencia lo esperamos;
  2. 26 Y asimismo, también el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad, porque no sabemos lo que hemos de a pedir como es debido, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles;

27 Pero el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque él, conforme a la voluntad de Dios, a intercede por los santos. 28 Y sabemos que para los que aman a Dios, a todas las cosas obrarán juntamente para su bien, para los que conforme a su propósito son llamados.

  • 29 a Porque a los que b antes conoció, también c predestinó para que fuesen hechos d conforme a la e imagen de su Hijo, a fin de que él sea el f primogénito entre muchos hermanos; 30 y a los que predestinó, a estos también llamó; y a los que llamó, a estos también justificó; y a los que justificó, a estos también glorificó;

31 ¿Pues qué diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién a contra nosotros ? 32 a El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que le entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él b todas las cosas? 33 ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica.

34 ¿Quién es el que condenará? a Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, quien además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros. 35 ¿Quién nos apartará del a amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? 36 Como está escrito: a Por causa de ti somos muertos todo el tiempo; somos considerados como ovejas de matadero.

37 Antes bien, en todas estas cosas somos más que a vencedores por medio de aquel que nos amó. 38 Por lo cual estoy convencido de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, 39 ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá apartar del a amor de Dios, que es en Cristo Jesús, Señor nuestro..

¿Qué dice 1 de Pedro 5 7?

1 Ruego a los a ancianos que están entre vosotros, yo b anciano también con ellos, y testigo de los padecimientos de Cristo, que soy también c participante de la gloria que será revelada: 2 a Apacentad la b grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella, no por fuerza, sino c voluntariamente ; no por d ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto; 3 no como teniendo a señorío sobre los rebaños del Señor, sino siendo b ejemplos de la grey.

  1. 4 Y cuando aparezca el a Príncipe de los pastores, vosotros recibiréis la b corona incorruptible de gloria;
  2. 5 Igualmente, jóvenes, a estad sujetos a los ancianos; y todos sumisos unos a otros, revestíos de b humildad , porque: Dios c resiste a los d soberbios , y da gracia a los humildes;

6 a Humillaos , pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte a su debido tiempo, 7 echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros. 8 Sed a sobrios , y b velad , porque vuestro adversario el c diablo , cual león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar; 9 al cual resistid a firmes en la fe, sabiendo que las mismas aflicciones b han de ser cumplidas en vuestros hermanos que están en el mundo.

You might be interested:  Que Religión Tienen Los Turcos?

10 Mas el Dios de toda a gracia , que nos ha llamado a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os b perfeccione , afirme, fortalezca y establezca. 11 A él sean la gloria y el dominio para siempre.

Amén. 12 Por conducto de a Silvano , a quien considero un hermano fiel, os he escrito brevemente, amonestándoos y testificando que esta es la verdadera gracia de Dios, en la cual estáis. 13 La iglesia que está en Babilonia, elegida juntamente con vosotros, y Marcos, mi hijo, os saludan.

¿Qué dice Filipenses 4 19?

1 Así que, hermanos míos, amados y añorados, gozo y corona mía, a permaneced así firmes en el Señor, amados. 2 A Evodia ruego, y a Síntique exhorto, que sean de un mismo sentir en el Señor. 3 Asimismo te ruego también a ti, compañero fiel, que ayudes a las que trabajaron juntamente conmigo en el evangelio, con Clemente también, y a los demás colaboradores míos, cuyos nombres están en el a libro de la vida.

4 Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez os digo: ¡Regocijaos! 5 Vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca. 6 Por nada a estéis afanosos; sino sean dadas a conocer vuestras peticiones delante de Dios en toda b oración y ruego, con acción de c gracias.

7 Y la a paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús. 8 Por lo demás, hermanos, todo lo que es a verdadero , todo lo b honesto , todo lo c justo , todo lo d puro , todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay e virtud alguna, si hay algo digno de alabanza, f en esto pensad.

9 Lo que aprendisteis y recibisteis y oísteis y visteis en mí, esto haced; y el Dios de paz estará con vosotros. 10 Mas en gran manera me regocijé en el Señor de que ya al fin haya reflorecido vuestro cuidado de mí; de lo cual aún estabais solícitos, pero os faltaba la oportunidad.

11 No lo digo porque me encuentre en la indigencia, pues he aprendido a a contentarme con lo que tengo. 12 Sé vivir a humildemente , y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, tanto para estar saciado como para tener hambre, tanto para tener abundancia como para padecer necesidad.

13 Todo lo puedo en a Cristo que me b fortalece. 14 Sin embargo, bien hicisteis en participar conmigo en mi tribulación. 15 Y sabéis también vosotros, oh filipenses, que al principio de la predicación del evangelio, cuando partí de Macedonia, ninguna iglesia participó conmigo en razón de dar y recibir, sino solo vosotros.

16 Porque aun a Tesalónica me enviasteis una y otra vez para mis necesidades. 17 No es que busque dádivas, sino que busco a fruto que abunde en vuestra cuenta. 18 Pero todo lo he recibido, y tengo a abundancia ; estoy lleno, habiendo recibido de Epafrodito lo que enviasteis, olor grato, sacrificio acepto, agradable a Dios.

19 Mi Dios, pues, os proveerá de todo a lo que os falta conforme a sus b riquezas en gloria en Cristo Jesús. 20 Al Dios, pues, y Padre nuestro, sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén. 21 Saludad a todos los santos en Cristo Jesús.

Los hermanos que están conmigo os saludan. 22 Todos los santos os saludan, y mayormente los que son de la casa de César. 23 La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con todos vosotros. Amén. Escrita desde Roma por Epafrodito..

¿Qué dice en Efesios 4 32?

1 Yo, pues, preso en el Señor, os ruego que andéis como es a digno de la b vocación con que habéis sido llamados, 2 con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con a paciencia los unos a los otros en amor; 3 solícitos en guardar la a unidad del Espíritu en el vínculo de la paz.

  • 4 Un a cuerpo , y un Espíritu; como fuisteis también llamados a una misma esperanza de vuestra vocación; 5 un a Señor , una b fe , un c bautismo , 6 un Dios y a Padre de todos, quien está sobre todos, y por todos y en todos vosotros;

7 Pero a cada uno de nosotros dada fue la a gracia conforme a la medida del don de Cristo. 8 Por lo cual dice: a Subiendo a lo alto, llevó cautivos a los cautivos, y dio dones a los hombres. 9 (Y eso de que subió, ¿qué es, sino que también había descendido primero a las partes más bajas de la tierra? 10 El que descendió es el mismo que también subió por encima de todos los cielos para llenarlo todo).

  • 11 Y él mismo a constituyó a unos b apóstoles ; y a otros, c profetas ; y a otros, d evangelistas ; y a otros, e pastores y f maestros ; 12 a fin de a perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la b edificación del cuerpo de Cristo, 13 hasta que todos lleguemos a la a unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un b varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo; 14 para que ya no seamos a niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de b doctrina , por estratagema de hombres que, para engañar, emplean con astucia las artimañas del error, 15 sino que, hablando la verdad en amor, crezcamos en todas las cosas en aquel que es la a cabeza , a saber, Cristo; 16 de quien, todo el cuerpo, bien ajustado y ligado entre sí por todas las coyunturas que lo sustentan, según la función adecuada de cada miembro, crece, edificándose en amor;

17 Esto, pues, digo y testifico en el Señor, que no andéis más como los otros a gentiles , que andan en la b vanidad de su mente, 18 teniendo el a entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de Dios por la b ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su c corazón ; 19 los cuales, después que a perdieron toda sensibilidad, se entregaron a la lascivia para cometer con avidez toda clase de impureza.

  • 20 Mas vosotros no habéis aprendido así sobre Cristo, 21 si en verdad le habéis oído, y habéis sido por él enseñados, conforme a la verdad que está en Jesús, 22 en cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del a viejo hombre, que está viciado conforme a los b deseos engañosos, 23 y renovaos en el espíritu de vuestra mente, 24 y vestíos del a nuevo hombre que es creado según Dios en la b justicia y santidad de la verdad;

25 Por lo cual, dejando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo, porque somos miembros los unos de los otros. 26 a Airaos , pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo, 27 ni deis lugar al a diablo. 28 El que hurtaba, no hurte más, sino a trabaje , haciendo con sus manos lo que es bueno, para que tenga qué b dar al que padece necesidad.

29 Ninguna a palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de que dé gracia a los oyentes. 30 Y no a contristéis al b Santo Espíritu de Dios, con el cual fuisteis c sellados para el día de la redención.

31 Quítense de vosotros toda amargura, y enojo, e ira, y gritos, y a maledicencia y toda b malicia. 32 Más bien, sed a benignos los unos con los otros, misericordiosos, b perdonándoos los unos a los otros, como también Dios os perdonó a vosotros en Cristo..

¿Qué dice el Salmo 86 5?

5 Porque tú, Señor, eres bueno y a perdonador,y abundas en misericordia para con todos los que te invocan.

¿Qué dice Miqueas 7 19?

1 ¡Ay de mí!, porque he venido a ser como cuando han recogido los frutos del verano, como cuando han rebuscado después de la vendimia y no queda racimo para comer; mi alma deseó los primeros frutos. 2 Ha desaparecido el misericordioso de la tierra, y ninguno hay recto entre los hombres; todos acechan para derramar sangre; cada cual tiende red a su hermano.

3 Para completar la maldad con sus manos, el príncipe exige, y el juez juzga por recompensa; y el poderoso habla según el capricho de su alma, y juntos lo traman. 4 El mejor de ellos es como el espino; el más recto, peor que el zarzal; el día de tus atalayas y de tu castigo viene; ahora será su confusión.

5 No creáis en amigo ni confiéis en compañero; de la que duerme a tu lado, cuídate de abrir tu boca. 6 Porque el hijo deshonra al padre, la hija se levanta contra la madre, la nuera contra su suegra, y los enemigos del hombre son los de su propia a casa.

7 Pero yo acudiré a Jehová; esperaré al Dios de mi salvación; el Dios mío a me oirá. 8 Tú, enemiga mía, no te alegres de mí, porque aunque caí, he de levantarme; aunque more en a tinieblas , Jehová será mi b luz.

9 La ira de Jehová soportaré, porque pequé contra él, hasta que juzgue mi causa y me haga justicia. Él me sacará a la luz; veré su justicia. 10 Y mi enemiga lo verá y se cubrirá de vergüenza, la que me decía: ¿Dónde está Jehová tu Dios? Mis ojos la verán; ahora será a hollada como el lodo de las calles.

  • 11 El día en que se reedifiquen tus muros, aquel día se extenderán los límites;
  • 12 En ese día a vendrán hasta ti desde Asiria y desde las ciudades de Egipto, y desde Egipto hasta el río, y de mar a mar y de monte a monte;

13 Y la tierra será asolada a causa de sus moradores, por el fruto de sus obras. 14 Apacienta a tu pueblo con tu cayado, el rebaño de tu heredad, que mora solitario en el bosque, a en medio del Carmelo; que se apacienten en Basán y Galaad, como en el tiempo pasado.

  1. 15 Yo les mostraré maravillas como el día en que saliste de Egipto;
  2. 16 Las naciones verán y se avergonzarán de todo su poderío; pondrán la mano sobre su boca; se ensordecerán sus oídos;
  3. 17 Lamerán el polvo como la culebra, como las serpientes de la tierra; saldrán temblando de sus escondrijos; tendrán miedo de Jehová nuestro Dios y temerán a causa de ti;

18 ¿Qué Dios hay como tú, que a perdona la iniquidad y olvida el pecado del remanente de su heredad? No retiene para siempre su b enojo , porque se deleita en la c misericordia. 19 Él volverá; volverá a tener a misericordia de nosotros; él hollará nuestras iniquidades y echará en lo profundo del mar todos nuestros pecados.

¿Qué dice en Colosenses 3 13?

13 a soportándoos los unos a los otros, y b perdonándoos los unos a los otros si alguno tuviere queja del otro; de la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros.