Qué Dice La Biblia Sobre Las Madres?

Qué Dice La Biblia Sobre Las Madres
A continuación compartimos un artículo sobre las madres cristiana s según la Biblia. De acuerdo a la palabra de Dios, ser madre es una función muy importante. Dios da la bendición de traer hijos al mundo y es la madre quien les brinda amor y protección. En la Biblia, que transmite la palabra de Dios, se dan instrucciones específicas a las madres para cuidar a sus hijos y proteger a las familias, citando a  Tito 2:4-5 :  Que enseñen a las mujeres jóvenes a amar a sus maridos y a sus hijos,  a ser prudentes, castas, cuidadosas de su casa, buenas, sujetas a sus maridos, para que la palabra de Dios no sea blasfemada.

  • Quizás en la actualidad, cuando tanto mujer como varón trabajan y desarrollan distintas actividades fuera de casa, pueda resultar mucho más difícil cumplir el rol de madre tradicional;
  • Sin embargo, en estos tiempos, lo más importante es la calidad de tiempo que se dedica a los hijos, más que la cantidad;

Asi mismo,  podría parecer mucho más  difícil cuando ambos padres trabajan, cumplir la disposición de estar pendientes de los hijos las 24 horas del día. En este caso, los padres deben buscar organizarse para no descuidar la formación de los hijos. Tomemos en cuenta que la crianza en los primeros años es muy importante, porque se ponen los cimientos para la futura persona adulta.

Cuando Dios bendice a la familia, da a los hijos como su regalo más preciado. Los niños son un regalo del Señor, son la muestra de su amor, veamos lo que dice Salmo: Salmos 127:3-5 Los hijos son una herencia del Señor, los frutos del vientre son una recompensa.

Como flechas en las manos del guerrero son los hijos de la juventud. Dichosos los que llenan su aljaba con esta clase de flechas. [a] No serán avergonzados por sus enemigos cuando litiguen con ellos en los tribunales. La Biblia reconoce muchas cualidades en la madre cristiana.

Así mismo, indica cuales son las características que deben tener en base a la palabra de Dios. En la Biblia se habla que la madre como tal debe estar dispuesta a pasar tiempo con sus hijos o en todo caso, estar pendiente de ellos en todo momento.

Qué sean madres abnegadas a sus hijos. Los padres deben criar a sus hijos dentro de un ambiente respetuoso,  siendo criados en base a la fe en Dios. Así mismo, los padres deben formar a los hijos como seres humanos plenos, con valores cristianos. Del mismo modo, la función de ambos padres  implica también aplicar la disciplina.

Muchas veces se confunde el amor con permitir que los niños desobedezcan a los padres. Los hijos deben reconocer desde muy pequeños, la autoridad de los padres. La Biblia señala en muchos de sus pasajes, que los padres deben ser honrados por los hijos y por lo mismo, los padres deben formar a sus hijos correctamente, donde aprendan a respetar la autoridad.

Los padres deben ayudar a sus hijos a  desarrollar sus capacidades. Deben apoyarlos para que puedan crecer y prosperar económicamente. Así mismo, deben tener libertad para fallar y en base a sus errores, crecer. La madre y el padre deben brindar apoyo incondicional a los hijos, corrigiéndolos cuando vayan por malos pasos.

¿Qué nos dice la Biblia de las madres?

La madre revela el amor de Dios – Amor parecido al de Dios, solamente el de una madre. Es una frase frecuente en nuestras reuniones familiares, actos escolares o cualquier otro homenaje a estas valientes y tiernas mujeres, quienes se entregan y se comprometen para ofrecer lo mejor a sus hijos.

En verdad ese amor es puro y desinteresado, un amor que todo lo espera, lo sufre y lo aguanta, porque el hijo siendo bueno o ingrato, siempre la madre le ama inigualablemente. Nuestro Padre Celestial usa diferentes medios para expresar su amor a la humanidad.

El más grande y maravilloso acto de amor fue dar a su Hijo Unigénito para nuestra salvación. El amor de Dios no escatimó nada para salvar a un mundo caído por el pecado. Por tanto, una madre, mujer luchadora, capaz de sacrificar todo por el bienestar de sus hijos es el reflejo más cercano del amor que tiene Dios por cada uno de nosotros.

  • En la parábola del Hijo Pródigo, Jesús nos enseña el infinito amor que tiene el Padre de su hijo, este abandona su hogar para marcharse y disfrutar de los placeres del mundo, y al fracasar, queda solo y sin dinero;

No tiene otra opción que volver a casa, y cuando lo celestial por sus hijos, la narración muestra a Dios como un papá que enfrenta la rebeldía, no encuentra reproches ni castigo, sino a un padre ansioso por ver a su hijo, desbordado en felicidad por tenerlo de regreso.

  • El gozo es tan grande que el padre le cambia la ropa, le coloca un anillo y prepara un banquete en honor a su retorno;
  • La parábola del Hijo Pródigo nos muestra la infinita misericordia y amor que tiene nuestro Padre Celestial por cada uno de nosotros, pero esa misma entrega y disposición de amor también se ve reflejada en nuestras madres; ellas llevan impreso en sus corazones el amor de Dios para sus hijos;

Las madres son la creación en la que Dios ha confiado la vida de todos los seres humanos, fueron las elegidas para traernos al mundo, para cuidarnos y protegernos. Las mujeres tienen el privilegio de haber sido escogidas para traer vida al mundo, ellas no solo aman como Dios ama, sino que también nos enseñan a amar como Él ama.

Las madres nos demuestran que el amor no es solo un sentimiento que despierta simpatía por la persona amada, sino que es la constancia, entrega, paciencia, estima y perseverancia de aquella persona que ha decidido amar a pesar de los defectos y debilidades del otro.

Una madre confirma que el verdadero amor es sacrificial. La madre consigue fuerzas en medio de la debilidad para acompañarnos en cada momento de nuestra vida. Nuestros amigos pueden fallarnos, pero, ella jamás lo haría. Porque la maternidad es un llamamiento sagrado determinado por Dios, y la mujer que asume con gozo y valentía este privilegio, sus hijos la llamarán bienaventurada y su esposo la alabará, Proverbios 31:28.

  • Madres, confíen en la promesa de Dios;
  • Él está con ustedes, clamen y busquen la guía de su Santo Espíritu para recibir inspiración de lo alto;
  • Hijos: sean agradecidos con su madre, sean obedientes, demuéstrenle su amor todos los días de su vida, porque así lo manda nuestro Dios en su cuarto mandamiento: “Honra a tu padre y a tu madre, para que se prolonguen tus días sobre la tierra que el Señor, tu Dios, te va a dar”;

Éxodo 20: 12. El autor es Presidente Asociación Cristiana Jesús está Vivo.

¿Qué dice el proverbio 31 25?

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¿Qué dice Proverbios 14 1?

1 La mujer sabia edifica su casa,pero la necia con sus manos la derriba. 2 El que a camina en rectitud teme a Jehová,pero el perverso en sus caminos le menosprecia. 3 En la boca del necio está la vara de la soberbia,pero los labios de los sabios los protegerán.

¿Cómo podemos honrar a nuestra madre según lo que nos dice la Biblia?

Desde la pasada conferencia de octubre, muchos hemos tenido altibajos emocionales debido a la guerra del Golfo Pérsico; conflicto que cambió la vida de un gran numero de Santos de los Últimos Días. En el campo de operaciones militares, mas de 140 grupos formados por nuestros miembros brindaron liderazgo, apoyo espiritual y hermanamiento a los santos que estaban prestando servicio militar.

  1. Durante esa crisis, en los países involucrados, muchas familias se vieron separadas y vivieron con gran angustia;
  2. Hoy rendimos tributo a los lideres de la Iglesia y a los miembros que soportaron la pesada carga adicional de cuidar a las familias de nuestros combatientes y que, en muchos casos, todavía lo siguen haciendo;

Los lideres de estaca, barrio, quórumes y de la Sociedad de Socorro, como en tiempos de antaño, fueron y siguen siendo ejemplos de servicio y amor. Durante esta crisis, compartimos el dolor de los que vivieron oprimidos y en peligro en ambos lados del conflicto.

Cada semana en reuniones de los consejos directivos y en todas las capillas y los hogares, al igual que en reuniones privadas y publicas en toda la Iglesia, pedimos por el bienestar y la protección de los integrantes de las fuerzas armadas.

También rogamos por que la guerra fuera corta y por que el numero de muertos y heridos fuera lo mas bajo posible. Nuestras oraciones fueron contestadas, y en esta ocasión en que el presidente de la nación ha proclamado un período nacional de agradecimiento, nos unimos a millones de personas de todas las afiliaciones religiosas en acción de gracias a nuestro misericordioso Padre Celestial.

  1. Extendemos nuestro amor y un sentido pésame a las familias que perdieron seres queridos y continuamos orando para que los lideres encargados de mantener la paz y de devolver a prisioneros y rehenes, lo hagan con sabiduría y éxito; para que así, empiecen a cicatrizarse las heridas causadas por la guerra;

Hace miles de años, en una montaña al otro lado de la península arábica donde se realizó la guerra, el Dios de Israel dio a su pueblo diez mandamientos. El quinto de ellos que se recibió por intermedio de Moisés dice: “Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da” (Éxodo 20:12).

Esta mañana quisiera hablar acerca de honrar a nuestros padres y ancianos. El mandamiento de honrar a nuestros padres es la fibra básica del evangelio y de nuestra relación con Dios nuestro Padre y encierra el destino divino de los hijos de Dios.

Este mandamiento se refiere al gobierno familiar el cual es modelo del gobierno celestial. El mandamiento de honrar a nuestros padres hace eco al sagrado espíritu de las relaciones familiares, las cuales deben ser expresiones sublimes de amor e interés mutuos.

Nos damos cuenta de la importancia de estas relaciones al comprender que nuestras expresiones de gozo o de dolor en esta vida mortal las causan los miembros de nuestra familia. Expresiones adicionales de este mandamiento abarcan el tener hijos y criarlos, la preparación de las historias familiares y los esfuerzos de asegurarnos de que las ordenanzas de la eternidad se efectúen por nuestros antepasados.

Durante Su ministerio terrenal, el Salvador recalcó la importancia del quinto mandamiento. A los escribas y fariseos, les recordó que se nos ha mandado honrar a nuestro padre y a nuestra madre, y que Dios había dicho que quien los maldijera debía sufrir la pena de muerte (véase Levítico 20:9; Deuteronomio 21:18-21; Mateo 15:4; Marcos 7:10).

En la actualidad, el no honrar a nuestros padres no se paga con la pena capital en ninguno de los países que yo conozco; sin embargo, el mandato divino de honrar a nuestro padre y a nuestra madre nunca ha sido abrogado (véase Mosíah 13:20; Mateo 19:19; Lucas 18:20).

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Al igual que muchos otros pasajes de las Escrituras, este mandamiento tiene varios significados. Para los jóvenes, honrar a nuestros padres esta debidamente entendido como ser obedientes, respetuosos y seguir su ejemplo. El apóstol Pablo recalcó esta enseñanza cuando dijo: “Hijos, obedeced a vuestros padres en todo [creo que se refirió a todo lo justo], porque esto agrada al Señor” ( Col.

  1. 3:20 );
  2. El presidente Spencer W;
  3. Kimball combinó las ideas de obedecer y de imitar a los padres en estas palabras: “Si en verdad honramos [a nuestros padres], trataremos de imitar sus mejores cualidades y de cumplir con sus mas altas aspiraciones;

No hay tesoro material que para los padres pueda compararse en valor, como una expresión simple y sincera de agradecimiento. No hay nada que podamos darles que sea de mayor valor que el que cada uno de sus hijos viva vidas rectas (The Teachings of Spencer W.

Kimball, ed. Edward L. Kimball, Salt Lake City: Bookcraft, 1982, pág. 348). Jóvenes, si honráis a vuestros padres, los amaréis, los respetaréis, confiaréis en ellos, seréis considerados, les expresaréis aprecio y todo esto lo demostraréis siguiendo sus justos consejos y obedeciendo los mandamientos de Dios.

A quienes tengan padres fallecidos, el honrarlos es muy posible que incluya el mantenerlos vivos en la memoria, recordando los momentos que pasaron con ellos, llevando a cabo reuniones familiares, escribiendo sus historias, realizando por ellos la obra del templo y comprometiéndose a seguir las buenas enseñanzas que les dejaron.

  1. Es muy posible que para las personas mayores el honrarlos signifique cuidar de sus padres ancianos;
  2. En un mensaje que el presidente Ezra Taft Benson dio hace año y medio, instó a las familias “a dar a los padres y abuelos que estén ancianos, el amor, el cariño y la atención que se merecen”;

El dijo: “Recordad, los padres y los abuelos son nuestra responsabilidad, y debemos cuidarlos lo mejor que podamos. Cuando los ancianos no tengan familia que les cuide, los lideres del sacerdocio y de la Sociedad de Socorro deben hacer todo lo posible por suplir sus necesidades con todo amor” (“A la gente mayor de la Iglesia”, Liahona, enero de 1990, pág.

6). En los últimos años hemos visto gran aumento de ancianos en nuestra población. Un estudio reciente calculó que en diez años mas una séptima parte de la población de los Estados Unidos, unos 35 millones de personas, serán mayores de 65 años.

En ese entonces, unos cinco millones serán mayores de 85 años. (Véase “Consumer Issues and the Elderly”, Deseret News, mayo 7 de 1990, pág. C-1. ) De vez en cuando, líderes de la Iglesia oyen que hijos que aparentemente son buenos Santos de los Últimos Días, son negligentes y hasta indiferentes para con sus ancianos padres.

Algunos hasta les han sugerido que distribuyan sus propiedades y luego los ponen en instituciones donde cuidan a ancianos, en las cuales a veces no reciben el cuidado adecuado y donde las visitas y las expresiones de amor de esos hijos van mermando cada vez mas.

Yo creo que contra esta practica estaba hablando el profeta Isaías cuando en forma de mandato dijo: No te escondas de los de tu propia sangre (véase Isaías 58:7). La mejor manera de cuidar a los ancianos es preservar su independencia hasta donde sea posible.

  1. El presidente Benson lo expresó de esta manera: “Aun cuando los padres envejecen, debemos honrarlos permitiéndoles la libertad de elegir y de ser tan independientes como sea posible;
  2. Dejémosles tomar decisiones que todavía puedan tomar;

Algunos padres saben cuidar bien de si mismos aunque sean muy ancianos, y muchos querrían hacerlo. Cuando ellos puedan, dejémoslos que lo hagan. “Si ellos llegaran a un punto en que no pudieran vivir solos, quizás se necesite la ayuda de la familia, la Iglesia y los recursos de la comunidad.

Cuando los ancianos no puedan cuidar de si mismos, aun con la ayuda de otras personas, si fuera posible, se les debe cuidar en la casa de un miembro de la familia. En estos casos, quizás se necesiten recursos de la Iglesia y de la comunidad” (“A la gente mayor de la Iglesia”, Liahona, enero de 1990, pág.

7). Cuando a los padres ancianos que no pueden vivir solos se les invita a vivir con sus hijos, se les mantiene en el mismo circulo familiar, permitiendo que los lazos que unen a los miembros de la familia se fortalezcan. Cuando uno de los padres viva en la casa de alguno de sus hijos, los demás hermanos deben compartir la carga y las bendiciones que implica esta situación.

  • Cuando no sea posible que a los padres se les cuide en casa de uno de los hijos y haya necesidad de recluirlos en una institución médica o para ancianos, los hijos deben recordar que en esos lugares sólo les proporcionan a las personas lo esencial para la salud física;

Los miembros de la familia deben visitarlos regularmente y proporcionarles el apoyo espiritual y emocional y el amor que debe continuar en la relación familiar durante esta vida y por la eternidad. En algunos países donde viven nuestros miembros, la obligación de cuidar a los padres ancianos se toma con mas seriedad que en los Estados Unidos.

  1. Por ejemplo, en Asia esa es la costumbre;
  2. Sin embargo, en América del Norte la mayoría de las personas también sienten que esa es su obligación;
  3. En una encuesta nacional reciente, seis de cada diez ancianos dijeron que sus hijos los visitaban semanalmente y un 15% de ellos afirmó hablar con sus hijos por lo menos semanalmente;

Las dos terceras partes de los entrevistados esperaban cuidar a sus padres cuando estuvieran ancianos (Deseret News, ibíd. Los Santos de los Últimos Días se distinguen por cuidar a los padres en edad avanzada y a los ancianos en general. Mi familia ha sido un ejemplo maravilloso de esta gran virtud y también varios de mis amigos y conocidos.

  • Muchas de nuestras Autoridades Generales, junto con sus respectivos cónyuges, nos han dado un gran ejemplo al cuidar a sus padres ancianos con el amor filial que se merecían;
  • Durante mi niñez en un pueblito de Utah, recuerdo que mi abuela estaba encargada de proporcionar alimento, transportación, entretenimiento y de ayudar en lo que necesitara a un grupo de ancianos del lugar;

Como consejera de la presidencia de la Sociedad de Socorro de la estaca, ella estaba planeando la celebración del “día del anciano”. Quizás muchos de vosotros no hayáis oído hablar de esta celebración que fue famosa entre los mormones de Utah. Empezó en 1875 cuando Charles R.

Savage, fotógrafo pionero, persuadió al Obispo Presidente, Edward Hunter, que señalara un día para honrar a los ancianos. En la primera celebración se invitó a los ancianos a un paseo por las playas del Lago Salado, situadas al oeste de la ciudad.

Como recuerdo de tan memorable acontecimiento, se construyó en la esquina sureste de la manzana del templo un monumento para honrar esa ocasión. El día del anciano se celebraba en casi todos los pueblos de Utah y a los ancianos de setenta años y mayores se les agasajaba con viajes, refrescos y otros regalos.

Aunque esta fiesta estaba a cargo de los lideres y miembros de la Iglesia, se estipuló que “nadie seria excluido por ser de otra religión y que el mayor de los presentes seria el invitado de honor, fuera blanco, negro o de cualquier creencia religiosa” (citado en la obra de Joseph Heinerman, “The Old Folks Day: A Unique Utah Tradition”, Utah Historical Quarterly, 53 [Spring 1985]; 158).

El comité encargado de esta celebración se disolvió en 1970, y la responsabilidad de honrar a los “ancianos” recayó en los presidentes de estaca de la Iglesia. Desde entonces el numero de ancianos ha aumentado en nuestro medio, mas no así los honores que les corresponden.

  1. Afortunadamente, los adelantos de la ciencia médica han sido muy positivos para los ancianos, mejorando así su participación en asuntos eclesiásticos, comunitarios y sociales;
  2. Mas la necesidad de honrar, especialmente a nuestros padres, no cesara;

Al quinto mandamiento con frecuencia se le refiere como al primer mandamiento con una promesa: “Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da” (Éxodo 20:12). He pensado en la relación que existe entre el mandamiento y la promesa y me he preguntado: ¿En que forma el honrar a nuestros padres prolongara nuestra vida? Durante casi cuarenta años de matrimonio, me he fijado en algo que explica un poco la forma en que se cumple esa promesa.

A principios de nuestro matrimonio, pase muchas horas felices en el hogar de Charles y True Dixon, los padres de mi esposa. Fue allí que conocí a su abuelita, Adelaide White Call, ya viuda y de ochenta y cinco años, quien había sobrevivido lo que gente de edad avanzada llamaba, “el éxodo”.

Ella había estado entre los valientes miembros que en 1912 fueron expulsados del norte de México. Aunque sus hijos vivían en distintas ciudades de los Estados Unidos, todos colaboraron con lo necesario para que viviera cerca de la casa demi esposa en el estado de Utah.

En mis visitas podía ver la forma tan amorosa en que sus hijos la trataban. La visitaban con frecuencia y la madre de mi esposa se comunicaba con ella todos los días y a menudo la traía a la casa. La invitaban a todas las celebraciones familiares y era admirable el respeto con que la trataban.

Cuando enfermaba, la cuidaban con esmero. Yo pensaba para mis adentros: Estos hijos en verdad honran a su madre. Esta experiencia la viví hace como cuarenta años, y ahora se ven los resultados. Veo que mi esposa y sus hermanos honran a su madre de la misma manera que ella lo hizo con la suya.

  1. Afortunadamente, True Dixon goza de buena salud y no requiere el cuidado que su madre necesitaba;
  2. Aun así sus hijos están pendientes de ella, la llaman con frecuencia y la incluyen en todas las actividades familiares a las que ella desee asistir;

Creo que sus días serán muchos aquí en la tierra por el cuidado que sus hijos le dan; ellos aprendieron a honrarla por el ejemplo que les dio al honrar a su propia madre. Estoy agradecido por este ejemplo y principio, en particular, cuando contemplo el efecto que en mis hijos tendrá el ejemplo que su madre les ha dado.

Se que llegara el momento en que se prolongaran los días de vida de mi esposa, por el cuidado que sus hijos le dan al hacer lo que ella hizo por su propia madre. Sin duda alguna, el buen ejemplo se repite de generación en generación, la rectitud ilumina y un buen acto trae consigo su propia recompensa.

Como dijo el Señor: “El que hiciere obras justas recibirá su galardón, si, la paz en este mundo y la vida eterna en el mundo venidero” (D. y C. 59:23). Algún día nos juzgara el Señor Dios de Israel, quien nos mandó honrar a nuestros padres. Ruego que nuestra conducta hacia nuestros padres sea tal que aparezcamos sin mancha ante Dios en aquel día.

¿Cuál es el valor de la madre?

Dentro de los valores humanos, los más excelsos son los que concretan el perfil de una madre. El rasgo más sublime de la naturaleza le pertenece a la madre: la mujer es portadora de vida, sólo ella tiene este privilegio. Es por eso, que junto a dicha capacidad de engendrar, se le ha sido concedido un paquete de virtudes, valores y destrezas que la soportan, la socorren y la fortalecen para ejercer a plenitud su loable función.

Aunque no resulta fácil aglomerar en cuatro puntos los valores que hacen a las madres únicas e irremplazables, resaltamos los siguientes: Una madre es comprensión: sus palabras calman, sus caricias sanan y sus besos reconfortan.

Nadie conoce mejor a sus hijos que su propia madre; ella tiene la capacidad de entender los distintos factores que influyen en su estado de ánimo y comportamiento. El alto nivel de percepción de una madre, desarrollado por ese fuerte vínculo que hay con el hijo, la hace en definitiva, la portadora por excelencia del valor de la comprensión.

Una madre es responsabilidad: una madre vela por el bienestar de sus hijos y de su hogar cueste lo que le cueste, asume su rol con entereza, cumple con sus deberes y reconoce la gran responsabilidad que se la ha sido asignada al consignarle la crianza de unos seres humanos para hacer de ellos, maravillosas criaturas.

Una madre es paciencia: paciente ante las situaciones arduas e ineludibles de la vida, paciente ante los conflictos naturales que se presentan en el núcleo familiar, paciente ante las incansables enseñanzas para hacer de sus hijos personas íntegras y valerosas: obra que realizará sin tregua durante años y que tal vez nunca verá terminada.

  1. Una madre vive la paciencia en grado excelso;
  2. Una madre es amor: el amor a los hijos es único y particular, perpetuo, transparente, carente de egoísmo y de ambición personal;
  3. Por este amor la madre desafía hasta sus propias capacidades y realiza actos verdaderamente increíbles para proteger o beneficiar a los hijos;
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El amor es el principio y el fin de los valores humanos, es el que provee el punto de partida de las demás virtudes. Al mirar la raíz de cada uno de los anteriores, el centro donde estos convergen, es el amor. Porque amor no significa sacrificio sino donación, no significa rencor sino perdón, no significa egoísmo sino tolerancia, amor es… MADRE.

¿Qué es ser una verdadera madre?

Es el acto de compasión más grande que puede existir – Ser mamá es como tener una extensión de sí misma en el hijo o en la hija. 🥰Sangre de su sangre, piel de su piel. Es tener la esperanza de dar vida a esa personita que se lleva adentro y es parte de cada mujer, de su ser, lleva sus cualidades y defectos.

  • De acuerdo con la Dra;
  • Catalina Aguilar Pérez , Ginecóloga y Obstetra, el nacimiento es la experiencia más inolvidable en la vida de una madre… “Creo que deja una huella imborrable y un recuerdo en la mente” En palabras de la doctora,  “las mamás olvidan muchas cosas durante el parto para darle espacio a la alegría de ese momento; para llenarse de risas o a veces de lágrimas de dicha por ver ese hijo imaginado, verlo real al frente suyo , con la ternura (sus ojos, la sinceridad de su corazón, la humildad para aceptarlo como venga) 👶🏾 Ese primer momento, ese instante llena el corazón de algo… que con palabras me quedaría corta en describirlo”;

Finalmente, para nuestra ginecobstetra invitada, ser madre significa dejar de ser “yo” para vivir en la otra persona… “Pensaría que es el acto de compasión más grande que puede existir entre dos seres desde el amor sincero del corazón”, explica.

¿Qué dice el Salmo 46 5?

Salmo 46 Salmo 46 Dios es nuestro refugio y fortaleza — Dios habita en Su ciudad, hace cosas maravillosas y dice: Quedaos tranquilos, y sabed que Yo soy Dios. Al músico principal. De los hijos de Coré. Salmo con a Alamot. 1 Dios es nuestro refugio y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.

2 Por tanto, no temeremos aunque la tierra sea removida y se deslicen los montes al fondo del mar; 3 aunque bramen y se turben sus aguas, y tiemblen los montes a causa de su braveza. Selah 4 Hay un río cuyas corrientes alegran la ciudad de Dios, el lugar santo de las moradas del Altísimo.

5 Dios está en a medio de ella; no será conmovida. Dios la ayudará al romper el alba. 6 Bramaron las naciones, se tambalearon los reinos; dio él su voz, se derritió la tierra. 7 Jehová de los ejércitos está con nosotros; nuestro refugio es el Dios de Jacob.

  • Selah 8 Venid, ved las obras de Jehová, que ha hecho desolaciones en la tierra, 9 que hace cesar las a guerras hasta los confines de la tierra, que quiebra el arco, y parte en dos la lanza y quema los carros en el fuego;

10 Quedaos tranquilos, y a sabed que yo soy Dios; seré exaltado entre las naciones; b exaltado seré en la tierra. 11 Jehová de los ejércitos está con nosotros; nuestro refugio es el Dios de Jacob. Selah.

¿Qué dice en Lucas 1 45?

1 a Puesto que ya muchos han tratado de poner en orden la historia de las cosas b que entre nosotros han sido c ciertísimas , 2 tal como nos lo enseñaron los que desde el principio lo a vieron con sus ojos y fueron ministros de la palabra, 3 me ha parecido también a mí, después de haber investigado con diligencia todas las cosas desde el principio, escribírtelas en orden, oh excelentísimo a Teófilo , 4 para que a conozcas bien la verdad de las cosas en las cuales has sido enseñado.

5 Hubo en los días de Herodes, rey de Judea, un a sacerdote llamado b Zacarías , del grupo de Abías; y su esposa era de las hijas de Aarón y se llamaba Elisabet. 6 Y ambos eran justos delante de Dios y andaban irreprensibles en todos los mandamientos y estatutos del Señor.

7 Pero no tenían hijos, porque Elisabet era estéril, y ambos eran ya de edad avanzada. 8 Y aconteció que, ejerciendo Zacarías el sacerdocio delante de Dios, según el orden de su a grupo , 9 conforme a la costumbre del a sacerdocio , le tocó en suerte ofrecer el incienso al entrar en el templo del Señor.

  1. 10 Y toda la multitud del pueblo estaba fuera, orando a la hora del incienso;
  2. 11 Entonces se le apareció un ángel del Señor puesto de pie a la derecha del altar del incienso;
  3. 12 Y al verle, Zacarías se turbó y cayó temor sobre él;

13 Pero el ángel le dijo: Zacarías, no temas, porque tu oración ha sido oída, y tu esposa Elisabet te dará a luz un a hijo , y llamarás su nombre b Juan. 14 Y tendrás gozo y alegría, y muchos se regocijarán por su nacimiento, 15 porque será grande delante del Señor.

Y no beberá a vino ni sidra, y será lleno del b Espíritu Santo aun desde el vientre de su madre. 16 Y a muchos de los hijos de Israel hará volver al Señor su Dios. 17 Porque irá delante de él con el espíritu y el poder de a Elías , para b hacer volver los corazones de los padres a los hijos, y a los rebeldes a la prudencia de los justos, a fin de c preparar para el Señor un pueblo bien dispuesto.

18 Y Zacarías dijo al ángel: ¿Cómo sabré esto? Porque yo ya soy viejo, y mi esposa es de edad avanzada. 19 Y respondiendo el ángel le dijo: Yo soy a Gabriel , que estoy delante de Dios; y he sido enviado a hablarte y a darte estas buenas nuevas. 20 Y he aquí, quedarás mudo y no podrás hablar, hasta el día en que esto se haga, por cuanto no has creído mis palabras, las cuales se cumplirán a su tiempo.

21 Y el pueblo estaba esperando a Zacarías y se extrañaba de que él se tardara tanto en el templo. 22 Y cuando salió, no les podía hablar; y entonces comprendieron que había visto una visión en el templo; y él les hablaba por señas, y permaneció mudo.

23 Y aconteció que, cumplidos los días de su servicio, regresó a su casa. 24 Y después de aquellos días concibió su esposa Elisabet, y se recluyó en casa durante cinco meses, diciendo: 25 Así ha hecho el Señor conmigo en los días en que se dignó quitar mi afrenta entre los hombres.

26 Y al sexto mes, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, 27 a una a virgen desposada con un varón que se llamaba b José , de la casa de David; y el nombre de la virgen era c María.

28 Y entrando el ángel a donde ella estaba, dijo: ¡Salve, muy favorecida! El Señor es contigo; bendita tú entre las mujeres. 29 Pero ella, cuando le vio, se turbó por sus palabras y pensaba qué salutación sería esta. 30 Entonces el ángel le dijo: María, no temas, porque has hallado gracia delante de Dios.

31 Y he aquí, concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre a Jesús. 32 Este será grande y será llamado a Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de b David , su padre.

33 Y reinará en la casa de Jacob para siempre, y de su reino no habrá a fin. 34 Entonces María dijo al ángel: ¿Cómo será esto? Porque a no conozco varón. 35 Y respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el a poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que va a nacer será llamado Hijo de Dios.

36 Y he aquí, tu parienta Elisabet también ha concebido hijo en su vejez; y este es el sexto mes para ella, la que era llamada estéril; 37 porque ninguna cosa es a imposible para Dios. 38 Entonces María dijo: He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra.

Y el ángel se fue de ella. 39 En aquellos días, levantándose María, fue a la montaña con prisa, a una ciudad de Judá; 40 y entró en casa de Zacarías y saludó a Elisabet. 41 Y aconteció que cuando oyó Elisabet la salutación de María, la criatura saltó en su vientre; y Elisabet fue llena del Espíritu Santo 42 y exclamó a gran voz y dijo: ¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre! 43 ¿Por qué se me concede esto a mí, que la madre de mi Señor venga a mí? 44 Porque he aquí, cuando llegó la voz de tu salutación a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre.

45 Y bienaventurada la que creyó, porque se cumplirán las cosas que le fueron dichas de parte del Señor. 46 Entonces María dijo: Engrandece mi alma al Señor; 47 y mi espíritu se regocija en Dios mi a Salvador , 48 porque ha mirado la humilde condición de su sierva; porque he aquí, desde ahora me dirán bienaventurada todas las generaciones, 49 porque me ha hecho grandes cosas el Poderoso; y santo es su nombre.

50 Y su misericordia es de generación en generación a los que le temen. 51 Hizo proezas con su brazo; esparció a los soberbios en el pensamiento de sus corazones. 52 Quitó a los poderosos de los tronos y levantó a los a humildes. 53 A los hambrientos llenó de bienes y a los ricos los despidió vacíos.

54 Socorrió a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia, 55 de la cual habló a nuestros padres, a Abraham y a su a descendencia para siempre. 56 Y se quedó María con ella como tres meses; después volvió a su casa.

57 Y a Elisabet se le cumplió el tiempo de su alumbramiento, y dio a luz un hijo. 58 Y oyeron los vecinos y los parientes que Dios había hecho para con ella gran misericordia, y se alegraron con ella. 59 Y aconteció que al a octavo día vinieron para b circuncidar al niño, y le llamaban con el nombre de su padre, Zacarías.

  1. 60 Y respondiendo su madre, dijo: No, sino Juan será llamado;
  2. 61 Y le dijeron: ¿Por qué? No hay nadie en tu parentela que se llame con ese nombre;
  3. 62 Entonces preguntaron por señas a su padre cómo le quería llamar;

63 Y él, pidiendo una tablilla, escribió, diciendo: Juan es su nombre. Y todos se maravillaron. 64 En ese mismo momento fue abierta su boca y suelta su lengua, y habló, alabando a Dios. 65 Y sobrevino un temor sobre todos los vecinos de ellos; y en todas las montañas de Judea se divulgaron todas estas cosas.

66 Y todos los que las oían las conservaban en su corazón, diciendo: ¿Quién, pues, será este niño? Y la mano del Señor estaba con él. 67 Y Zacarías, su padre, fue lleno del Espíritu Santo y profetizó, diciendo: 68 Bendito el Señor Dios de Israel, que ha a visitado y b redimido a su pueblo, 69 y nos levantó un a cuerno de salvación en la casa de David, su siervo, 70 a como habló por boca de sus santos profetas que fueron desde el principio: 71 Salvación de nuestros enemigos y de la mano de todos los que nos aborrecieron, 72 para hacer misericordia con nuestros padres y a acordarse de su santo b convenio ; 73 del juramento que juró a Abraham, nuestro padre, que nos había de conceder, 74 que sin temor, librados de nuestros enemigos, le serviríamos 75 en santidad y en justicia delante de él todos nuestros días.

76 Y tú, niño, profeta del Altísimo serás llamado, porque irás delante de la faz del Señor para a preparar sus caminos, 77 para dar conocimiento de salvación a su pueblo, para remisión de sus pecados, 78 por la a tierna misericordia de nuestro Dios, con que nos visitó desde lo alto la aurora, 79 para dar a luz a los que habitan en b tinieblas y en sombra de c muerte , para encaminar nuestros pies por camino de paz.

¿Qué dice en Efesios 6 11?

1 Hijos, a obedeced a vuestros padres en el Señor, porque esto es justo. 2 a Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa, 3 para que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra. 4 Y vosotros, a padres , no provoquéis a ira a vuestros b hijos ; sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor.

5 a Esclavos , obedeced a vuestros amos terrenales con temor y temblor, con sencillez de vuestro corazón, como a Cristo; 6 no sirviendo al ojo, como los que agradan a los hombres, sino como a siervos de Cristo, haciendo con ánimo la b voluntad de Dios; 7 sirviendo con buena voluntad, como al Señor, y no a los hombres; 8 sabiendo que el bien que cada uno haga, eso a recibirá del Señor, sea esclavo o sea libre.

9 Y vosotros, a amos , haced con ellos lo mismo, dejando las amenazas, sabiendo que el b Señor de ellos y el vuestro está en los cielos, y que para él no hay c acepción de personas. 10 Por lo demás, hermanos míos, a fortaleceos en el Señor, y en la fuerza de su poder.

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11 Vestíos de toda la a armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. 12 Porque no tenemos a lucha b contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los c gobernadores de las d tinieblas de este mundo, contra las e fuerzas espirituales de maldad en las regiones celestes.

13 Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes. 14 Estad pues firmes, a ceñidos vuestros lomos con la b verdad , y vestidos con la c coraza de d justicia. 15 Y calzados los pies con la preparación del evangelio de paz; 16 sobre todo, tomad el escudo de la fe, con el que podáis apagar todos los a dardos de fuego del maligno.

17 Y tomad el yelmo de la a salvación , y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios; 18 a orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda b perseverancia y súplica por todos los santos, 19 y por mí, a fin de que, al abrir la boca, me sea dada palabra para dar a conocer con osadía el a misterio del evangelio, 20 por el cual soy embajador en cadenas, a fin de que osadamente hable de él, a como debo hablar.

21 Y para que también vosotros sepáis mis asuntos, y lo que hago, todo os lo hará saber a Tíquico , hermano amado y fiel ministro en el Señor, 22 a quien os he enviado para esto mismo, de modo que sepáis tocante a nosotros, y para que consuele vuestros corazones.

¿Qué dice Dios de las mujeres en la Biblia?

2 [. ] 15 El Señor Dios tomó al hombre y lo puso en el jardín de Edén, para que lo cultivara y lo cuidara. 16 Y le dio esta orden: “Puedes comer de todos los árboles que hay en el jardín, 17 exceptuando únicamente el árbol del conocimiento del bien y del mal.

  1. De él no deberás comer, porque el día que lo hagas quedarás sujeto a la muerte”;
  2. 18 Después dijo el Señor Dios: “No conviene que el hombre esté solo;
  3. Voy a hacerle una ayuda adecuada”;
  4. 19 Entonces el Señor Dios modeló con arcilla del suelo a todos los animales del campo y a todos los pájaros del cielo, y los presentó al hombre para ver qué nombre les pondría;

Porque cada ser viviente debía tener el nombre que le pusiera el hombre. 20 El hombre puso un nombre a todos los animales domésticos, a todas las aves del cielo y a todos los animales del campo; pero entre ellos no encontró la ayuda adecuada. 21 Entonces el Señor Dios hizo caer sobre el hombre un profundo sueño, y cuando este se durmió, tomó una de sus costillas y cerró con carne el lugar vacío.

22 Luego, con la costilla que había sacado del hombre, el Señor Dios formó una mujer y se la presentó al hombre. 23 El hombre exclamó: “¡Esta sí que es hueso de mis huesos y carne de mi carne! Se llamará Mujer, porque ha sido sacada del hombre”.

24 Por eso el hombre deja a su padre y a su madre y se une a su mujer, y los dos llegan a ser una sola carne. 25 Los dos, el hombre y la mujer, estaban desnudos, pero no sentían vergüenza. 3 1 La serpiente era el más astuto de todos los animales del campo que el Señor Dios había hecho, y dijo a la mujer: “¿Así que Dios les ordenó que no comieran de ningún árbol del jardín?”.

  • 2 La mujer le respondió: “Podemos comer los frutos de todos los árboles del jardín;
  • 3 Pero respecto del árbol que está en medio del jardín, Dios nos ha dicho: ‘No coman de él ni lo toquen, porque de lo contrario quedarán sujetos a la muerte'”;

4 La serpiente dijo a la mujer: “No, no morirán. 5 Dios sabe muy bien que cuando ustedes coman de ese árbol, se les abrirán los ojos y serán como dioses, conocedores del bien y del mal”. 6 Cuando la mujer vio que el árbol era apetitoso para comer, agradable a la vista y deseable para adquirir discernimiento, tomó de su fruto y comió; luego se lo dio a su marido, que estaba con ella, y él también comió.

7 Entonces se abrieron los ojos de los dos y descubrieron que estaban desnudos. Por eso se hicieron unos taparrabos, entretejiendo hojas de higuera. 8 Al oír la voz del Señor Dios que se paseaba por el jardín, a la hora en que sopla la brisa, se ocultaron de él, entre los árboles del jardín.

9 Pero el Señor Dios llamó al hombre y le dijo: “¿Dónde estás?”. 10 “Oí tus pasos por el jardín, respondió él, y tuve miedo porque estaba desnudo. Por eso me escondí”. 11 Él replicó: “¿Y quién te dijo que estabas desnudo? ¿Acaso has comido del árbol que yo te prohibí?”.

12 El hombre respondió: “La mujer que pusiste a mi lado me dio el fruto y yo comí de él”. 13 El Señor Dios dijo a la mujer: “¿Cómo hiciste semejante cosa?”. La mujer respondió: “La serpiente me sedujo y comí”.

14 Y el Señor Dios dijo a la serpiente: “Por haber hecho esto, maldita seas entre todos los animales domésticos y entre todos los animales del campo. Te arrastrarás sobre tu vientre, y comerás polvo todos los días de tu vida. 15 Pondré enemistad entre ti y la mujer, entre tu linaje y el suyo.

  1. Él te aplastará la cabeza y tú le acecharás el talón”;
  2. 16 Y el Señor Dios dijo a la mujer: “Multiplicaré los sufrimientos de tus embarazos; darás a luz a tus hijos con dolor;
  3. Sentirás atracción por tu marido, y él te dominará”;

17 Y dijo al hombre: “Porque hiciste caso a tu mujer y comiste del árbol que yo te prohibí, maldito sea el suelo por tu culpa. Con fatiga sacarás de él tu alimento todos los días de tu vida. 18 Él te producirá cardos y espinas y comerás la hierba del campo.

19 Ganarás el pan con el sudor de tu frente, hasta que vuelvas a la tierra, de donde fuiste sacado. ¡Porque eres polvo y al polvo volverás!”. 20 El hombre dio a su mujer el nombre de Eva, por ser ella la madre de todos los vivientes.

21 El Señor Dios hizo al hombre y a su mujer unas túnicas de pieles y los vistió. 22 Después el Señor Dios dijo: “El hombre ha llegado a ser como uno de nosotros en el conocimiento del bien y del mal. No vaya a ser que ahora extienda su mano, tome también del árbol de la vida, coma y viva para siempre”.

¿Qué dice Proverbios de la mujer?

1 Palabras del rey Lemuel; la profecía que le enseñó su madre: 2 ¿Qué, hijo mío? ¿Y qué, hijo de mi vientre? ¿Y qué, hijo de mis votos? 3 No des a las mujeres tu fuerza, ni tus caminos a lo que destruye a los reyes. 4 No es de reyes, oh Lemuel, no es de reyes beber vino, ni de príncipes, la bebida fuerte.

  • 5 No sea que bebiendo olviden lo que se ha decretado, y perviertan el derecho de todos los afligidos;
  • 6 Dad la bebida fuerte al desfallecido y el vino a los de ánimo amargado;
  • 7 Beban, y olvídense de su necesidad y no se acuerden más de su aflicción;

8 Abre tu boca en favor del mudo, por los derechos de todos los desvalidos. 9 Abre tu boca, juzga con justicia, y defiende la causa del pobre y del menesteroso. 10 Mujer a virtuosa , ¿quién la hallará? Porque su valor sobrepasa grandemente al de las piedras preciosas.

11 El corazón de su marido está en ella confiado, y no carecerá de ganancias. 12 Le da ella bien y no mal todos los días de su vida. 13 Busca lana y lino, y con voluntad trabaja con sus manos. 14 Es como nave de mercader que trae su pan desde lejos.

15 Se a levanta siendo aún de noche y da comida a su familia y tarea a sus criadas. 16 Considera un campo y lo compra; planta viña del fruto de sus manos. 17 Ciñe de fuerza sus lomos y fortalece sus brazos. 18 Ve que va bien su ganancia; su lámpara no se apaga de noche.

  1. 19 Aplica sus manos a la rueca, y sus dedos toman el a huso;
  2. 20 a Extiende su mano al pobre, y tiende sus manos al menesteroso;
  3. 21 No teme por su familia cuando nieva, porque toda su familia está vestida de a ropas dobles;

22 Ella se hace tapices; de lino fino y de púrpura es su vestido. 23 Conocido es su marido en las puertas de la ciudad cuando se sienta con los ancianos de la tierra. 24 Hace ropa de lino y la vende, y entrega cintos al mercader. 25 Fuerza y honor son su vestidura, y se ríe de lo por venir.

26 Abre su boca con sabiduría, y la ley de la clemencia está en su lengua. 27 Considera la marcha de su casa y no come el pan a de balde. 28 Se levantan sus hijos y la llaman bienaventurada, y su marido también la alaba.

29 Muchas mujeres han hecho el bien, mas tú las sobrepasas a todas. 30 Engañosa es la gracia y vana la hermosura; la mujer que a teme a Jehová , esa será alabada. 31 Dadle del fruto de sus manos, y alábenla en las puertas sus hechos..

¿Qué dice la Biblia en Proverbios 22 3?

3 El prudente ve el mal y se esconde,pero los ingenuos pasan y reciben el daño. 4 Riquezas, y honra y vidason la remuneración de la humildad y del a temor de Jehová.

¿Qué dice Proverbios 17 6?

6 Corona de los ancianos son los hijos de los hijos,y la honra de los hijos son sus padres. 7 No conviene al necio la grandilocuencia,¡cuánto menos al príncipe el labio mentiroso!.

¿Qué pasa si no honras a tus padres?

Consecuencias de la desobediencia. Muerte y pobreza es lo que obtienen aquellos que no honran a sus padres, así que busca a tus padres y hónralos. Nunca es tarde, recupera todo el tiempo que has perdido por orgullo y soberbia.

¿Qué es una madre reflexión?

Ser madre significa tener una razón de ser para el resto de tu vida. Qué Dice La Biblia Sobre Las Madres Ser madre no significa solo cambiar pañales, calentar biberones o pelearte con los purés. Ese solo es el comienzo, el momento en el que una madre se da cuenta de que es capaz de hacer cualquier cosa por un mundo al que ha dado la vida. Ese mundo es ese hijo en el que hay millones de ilusiones… Ser madre significa cambiar tu vida, tu tiempo y tu forma de pensar por tus hijos.

Significa dar todo tu corazón y entregar tus fuerzas cada día para sacar a tus hijos adelante y enseñarles a vivir. Significa tener una razón de ser para el resto de tu vida. Querer aprovechar y exprimir cada momento al máximo.

Tener sentimientos encontrados al ver cómo tus hijos crecen, sintiendo dicha y nostalgia cuando avanzan dando pasos de gigante por la vida.

¿Qué dice el proverbio 29 15?

15 La vara y la corrección dan sabiduría,pero el muchacho que se deja suelto avergüenza a su madre. 16 Cuando aumentan los malvados, aumenta la transgresión;pero los justos verán la ruina de ellos. 17 Corrige a tu hijo, y te dará descansoy dará deleite a tu alma.

¿Qué dice Proverbios 11 16?

16 La mujer agraciada tendrá honra,y los poderosos tendrán riquezas. 17 A su alma hace bien el hombre misericordioso,pero el cruel atormenta su propia carne.

¿Qué dice en Proverbios 22 6?

6 a Instruye al niño b en su camino;y aun cuando fuere viejo, no se apartará de él. 7 El rico se enseñorea de los pobres;y el que a toma prestado es siervo del que presta. 8 El que siembra iniquidad, iniquidad segará,y perecerá la vara de su ira.