Que Dice La Biblia Sobre El Pueblo De Israel?

Que Dice La Biblia Sobre El Pueblo De Israel
(16-22) Isaías 43-47. El Señor salvará a Israel y destruirá a Babilonia – En los capítulos 43 y 44 Isaías asegura al pueblo de Israel que sólo el Señor tiene el control de todo y el poder para salvarlo, que El es su Redentor y que borrará los pecados de la nación.

  • Entonces, hablando proféticamente pero en tiempo pasado (Isaías ya había visto el sacrificio redentor del Señor, aunque todavía no se había efectuado), declaró que la Expiación se había llevado a cabo y que la redención de Israel dependía de su retorno a El;

(Véase Isaías 44:21-22. ) El capítulo 45 revela cómo y mediante quién el Señor redimiría a Judá, un resto de Israel. El capítulo 46 deplora la existencia de los ídolos y declara que los ídolos mismos están en cautiverio. El capítulo 46 revela la dramática destrucción final de la Babilonia temporal y espiritual.

¿Cómo se llama el pueblo de Israel?

PUEBLO DE ISRAEL, Se da este nombre al conjunto de los descendientes de Jacob a través de toda la historia. Asumieron el nombre que le había sido dado a su padre todavía en vida de él (Gn. 34:7). Este nombre se usa frecuentemente en la peregrinación en el desierto (Éx.

  • 32:4; Dt;
  • 4:1; 27:9), pero se dice también «hijos de Israel»;
  • Hasta la muerte de Saúl, estas dos expresiones, «Israel» e «hijos de Israel», tomadas en un sentido nacional, englobaban el conjunto de los hebreos, sin distinción de tribus;

Pero había diversas causas, en particular las geográficas, que tendían ya a separar Judá del resto de Israel. La distinción estaba ya reconocida antes de que se efectuara la distinción entre los dos reinos (1 S. 1:8; 17:52; 18:16). En tanto que se mantuvo la monarquía unida, se mantuvo el uso del término general de «Israel» (1 R.

  1. 11:42);
  2. En el paralelismo típico de la poesía hebrea, el nombre de Israel, situado en un segundo versículo, se corresponde frecuentemente con el nombre de Jacob figurando en un primer versículo (Nm;
  3. 23:7, 10, 21; 24:5; Sal;

14:7). Después del exilio, la expresión «Israel» se refiere frecuentemente a las diversas tribus representadas en Jerusalén por el retorno de residuos de ellas (Esd. 9:1; 10:5; Neh. 9:2; 11:3; cfr. 2 Cr. 30:5-11). Sin embargo, a partir de la escisión de Israel en dos reinos, el nombre de Israel se refiere a las diez tribus conformando el reino del norte que se independizó de la casa de David.

  1. Ya en tiempos de David hubo una escisión, a la muerte de Saúl;
  2. Las tribus del norte y del este proclamaron rey a Is-boset, hijo de Saúl, en tanto que la tribu de Judá daba su adhesión a David;
  3. Desde entonces, se da frecuentemente el nombre de «Israel» a las diez tribus;

Is-boset reinó dos años, pero fue asesinado. Sin embargo, pasaron siete años más antes de que el conjunto de Israel ofreciera su lealtad a David (2 S. 2:10, 11; 5:1-5). La corriente de rivalidades persistió de tal manera que, a la muerte de Salomón, la nación quedó dividida de una manera definitiva.

  • Diez tribus siguieron a Jeroboam en tanto que la tribu de Judá quedaba fiel a la casa de David;
  • En cuanto a la tribu de Simeón, ésta tenía su heredad «en medio de la heredad de los hijos de Judá» (Jos;
  • 19:1);

Las diez tribus que se separaron de las dinastía davídica fueron: Rubén, Gad, la media tribu de Manasés, situadas al este del Jordán, y al oeste de este río la otra media tribu de Manasés, Efraín, Isacar, Zabulón, Neftalí, Aser, Dan, y, en último término Benjamín, de la que una parte de territorio con sus principales localidades de Bet-el, Gilgal y Jericó pertenecían al reino del norte.

Las causas de este cisma nacional fueron las siguientes: (A) El derecho de primogenitura conferido a José (1 Cr. 5:1) y los antiguos celos entre las dos poderosas tribus de Efraín y de Judá. Esta rivalidad había llevado a una ruptura temporal en el reino, después de la muerte de Saúl.

Las divergencias volvieron a evidenciarse después de la derrota de Absalón, porque Judá fue la primera tribu en dar la bienvenida al rey cuando éste volvió (2 S. 19:15, 40-43). Al embellecer Jerusalén de una manera suntuosa, Salomón dio pie a un renacimiento de los celos entre Judá y el norte, que condujo a la separación definitiva a la muerte del rey.

(B) El lujo desmesurado del soberano excitó el descontento. El pueblo gemía bajo pesadas cargas. Para sostener el esplendor de su corte, así como para la ejecución de grandes obras públicas, Salomón multiplicó los impuestos y aplicó un régimen de levas obligatorias (1 R.

4:22, 23, 26; 5:13-16). (C) La idolatría, favorecida por los matrimonios con mujeres extranjeras (1 R. 11:1-13). La corrupción de las costumbres, alentada sutilmente por los adeptos de los falsos cultos, se infiltró por todas las clases de la sociedad. Al debilitarse la lealtad a la religión de Jehová, quedó destruido el principal factor conducente a la unidad.

  1. (D) La insensatez de que hizo gala Roboam, al rehusar conceder al pueblo sus razonables demandas de aligeración de impuestos;
  2. La dureza real favoreció las tendencias a la desintegración, y precipitó la secesión (1 R;

12:3-5, 12-16). El reino del norte, con sus diez tribus, tenía el doble de habitantes que Judá, y casi tres veces más extensión. Pero su situación estaba más expuesta a las invasiones, y tenía una posición menos defendible que Judá. Además, el reino del norte era una nación apóstata, y el abandono de Dios mina inexorablemente la estabilidad de los estados.

En el reino del norte (Israel) el nivel era sumamente bajo, y los mejores elementos de su población renunciaron a seguir las prácticas de una religión falsa: los sacerdotes y levitas emigraron al reino de Judá (2 Cr.

11:13, 14). Siquem fue al principio la capital del reino del norte; después Tirsa; Omri fundó Samaria e hizo de ella su capital (1 R. 12:25; 14:17; 15:21; 16:23, 24). Jeroboam, primer rey de Israel del norte, temía que su pueblo, al ir a Jerusalén a adorar a Dios, se volviera al soberano de la legítima dinastía.

Por esta razón erigió dos santuarios, uno en Dan, en el limite norte, y el otro en Bet-el, al sur del reino. En cada una de estas localidades, Jeroboam erigió un becerro de oro, que unió al culto de Jehová (1 R.

12:26-32). Dios hizo proclamar su juicio sobre Jeroboam y sus descendientes, a causa de esta apostasía parcial. Nadab, hijo y sucesor de Jeroboam, fue muerto por Baasa en su segundo año de reinado, y toda la descendencia de Jeroboam fue aniquilada (1 R. 15:25-31).

Fueron diecinueve los reyes que se sucedieron en el trono del reino de Israel. El conjunto de sus reinados abarca 210 años; siete de estos reyes no reinaron más que dos años o menos; ocho de ellos fueron muertos o se suicidaron, pasando la corona a otras familias.

Sólo en dos casos hubo cuatro miembros de la misma familia que se sucedieron en el poder real. Ninguno de estos soberanos hizo desaparecer los becerros de Bet-el y de Dan. Acab, influenciado por su mujer, la perversa e idolátrica Jezabel, llevó la apostasía a su punto más profundo, al reemplazar la adoración cismática a Jehová por el culto a Baal.

  • Pero Dios suscitó en esta época a profetas que lucharon incesantemente, con riesgo de sus vidas, por el mantenimiento del culto a Jehová;
  • Los más señalados fueron Elías y Eliseo;
  • Después de la supresión del culto a Baal hubo otros profetas, particularmente Oseas y Amós, que se esforzaron en trabajar para el saneamiento moral de la nación;

Hubo numerosas guerras entre Israel y Judá. Los dos reinos solamente se aliaron cuando la dinastía de Omri ocupaba el trono de Israel; Joram, el primogénito de Josafat rey de Judá, se casó con Atalía, hija de Acab rey de Israel. La ascensión de Siria, cuya capital vino a ser Damasco, influenció de manera necesaria la política del reino de Israel, su vecino inmediato.

  • Los dos estados guerrearon con frecuencia, pero se aliaron contra los asirios en la época de Acab;
  • 120 años después, Siria y el reino de Israel se aliaron con el propósito de tomar Jerusalén;
  • Acaz, rey de Judá, se atemorizó ante la perspectiva de poder perder el reino, e incluso la vida;

Sin querer confiar en Jehová ni oír las exhortaciones de Isaías, no dudó en pedir socorro a Tiglat-pileser, rey de Asiria, al precio de su propia independencia. Judá tuvo que acceder a pagar un tributo anual a Asiria, y Acaz tuvo que someterse a Tiglat-pileser (2 R.

16:8-10). Este último liberó a Judá de los invasores, saqueó Israel, batió a los filisteos, puso sitio a Damasco, de la que se apoderó, y dio muerte a Rezín. El rey de Asiria deportó a los habitantes de Neftalí y a los israelitas establecidos al este del Jordán; participó en el asesinato de Peka, o lo ordenó, poniendo a Oseas en el trono del reino de Israel, hacia el año 730 a.

Después de la muerte de Tiglat-pileser, Oseas se rebeló contra Asiria. Los ejércitos asirios volvieron a invadir el reino de Israel. En el año 722 a. cayó Samaria, y una gran cantidad de sus habitantes fueron llevados al cautiverio a Asiria. Vinieron colonos de cinco distritos asirios a habitar en los lugares que los israelitas deportados se habían visto obligados a abandonar.

Estos extranjeros, que se mezclaron con aquellos israelitas de la Palestina central que habían escapado a la deportación, dieron lugar al pueblo samaritano. La deportación de los israelitas fue la retribución de sus pecados contra Jehová, a quien habían abandonado; se habían entregado a la adoración de dioses falsos y a seguir las costumbres de naciones paganas, influenciados por sus malvados reyes (2 R.

17:7, 8). Los israelitas, caídos en la infidelidad, habían quebrantado el pacto de Dios (2 R. 17:15; cfr. Éx. 20:22; Os. 6:7; 8:1) y menospreciado sus leyes. Su apostasía se manifestó de dos maneras: adoptaron las costumbres de las naciones rechazadas por el Señor (2 R.

17:8, 15, 17; cfr. Is. 2:13; 4:2, 11, 15; Am. 2:6-9); después se entregaron al culto de los becerros de oro, instituido por los reyes de Israel, y a la idolatría general que vino como consecuencia (2 R. 17:8, 16; Os.

8:4-6; 10:5, 8; 13:2-4). Continuaron pecando, por mucho que Dios les advirtiera mediante tribulaciones y dramáticas intervenciones (2 R. 17:13; Os. 12:10; Am. 2:9-11; 4:6-13). Su pecado provocó el cisma, el envilecimiento, el juicio. Separados de la tribu de Judá, y debilitados por ello, fueron vencidos por sus enemigos.

La idolatría, la intemperancia, las disoluciones, provocaron la desmoralización de sus hombres, quitándoles la voluntad de resistir. Al carecer de carácter, de ideal moral, los soldados del Israel del norte no eran mejores que los guerreros egipcios, asirios y babilónicos.

(A) Vocación y destino profético de Israel. La vocación de Israel es la de ser el pueblo elegido, suscitado después de la triple tragedia de la caída en Edén, del Diluvio y de Babel (Gn. 2-11) para aportar al mundo la Revelación divina y el Salvador prometido.

Al llamar a Abraham, Dios le promete: (a) que él poseerá para siempre un país, Palestina, (b) que sus descendientes serán una nación particularmente privilegiada, (c) que ellos vendrán a ser el canal de una bendición universal (Gn.

12:1-3). La alianza ofrecida a Abraham (Gn. 15:18; 17:3-8; 22:16-18) queda solemnemente confirmada a todo el pueblo de Israel reunido en el Sinaí (Éx. 19:4-6; 24:7-11). Pablo resume en estos términos las insignes gracias otorgadas al pueblo elegido: A ellos pertenecen «la adopción, la gloria, el pacto, la promulgación de la ley, el culto y las promesas; de quienes son los patriarcas, y de los cuales, según la carne, vino Cristo, el cual es Dios sobre todas las cosas, bendito por los siglos» (Ro.

9:4-5). Nunca podremos mostrar un suficiente reconocimiento a Israel por habernos dado las dos partes de nuestra Biblia, y por encima de todo el conocimiento del verdadero Dios y nuestro Salvador Jesucristo, pues, no se debe olvidar que «la salvación viene de los judíos» (Jn.

4:22). La deportación, el retorno del exilio, la crucifixión del Mesías y la dispersión mundial de Israel. El rechazamiento de la teocracia, la desobediencia al Señor y la idolatría atrajeron el juicio sobre la nación, su pérdida de independencia nacional y la deportación para las diez tribus a Asiria, y para Judá a Babilonia (2 R.

17:1-23; 2 Cr. 36:14-21). Las diez tribus se quedaron en la dispersión, en tanto que después de 70 años una parte minoritaria de Judá volvió a Jerusalén (cfr. Esdras y Nehemías). Se emprendió la reconstrucción del templo, y la comunidad judía fue reconstituida, pero el pueblo ya jamás reencontró su unidad y el «trono de David» no fue ya restaurado.

Sin embargo, a través de las pruebas del cautiverio, los judíos quedaron liberados de su tendencia hacia la idolatría y se aferraron como nunca lo hubieran hecho a la fe monoteísta. Es entre ellos que pudo nacer el Mesías. Reconocido y aceptado por el remanente, por aquellos que «esperaban la consolación de Israel» (cfr.

Lc. 2:25-32, 38; Jn. 1:45, etc. ) Jesús, sin embargo, no fue recibido por los suyos sino que fue finalmente crucificado (Jn 1:11; 5:18; 7:5; 8:59; 9:22; 10:31; 11:47-50; 12:10-11; 37:40; 19:6-16; cfr. Mt. 13:3, 10-15, 21-38; 22:2-7; 23:37-39; 26:59; 27:20-25; Lc.

11:29-32; 19:14, etc. Los profetas ya habían preanunciado claramente el rechazamiento del Mesías por parte de su propio pueblo (Is. 49:7; 52:14; 53:1-8; Sal. 2:1-2; cfr. Hch. 4:25-27; Sal. 22:7; Zac. 11:12-13; 12:10, etc. Las palabras de Cristo relacionan directamente este hecho con la destrucción de Jerusalén y la dispersión mundial de los judíos (Mt.

21:38-43; 22:7; 23:36, 38; 24:2; Lc. 19:41-44; 21:20-24; 23:28-31). La dispersión de Israel por toda la tierra, igualmente anunciada por los profetas (Dt. 4:27; 28:64, 68; Jer. 9:16; cfr. Jer. 29:14; 31:8; Is. 43:5-6), fue sumamente intensificada después de la toma de Jerusalén por parte de Tito en el año 70 d.

A partir de este trágico acontecimiento, se cumplen tres predicciones bíblicas de una forma maravillosa: (a) Dios ha preservado la existencia misma de un pueblo, al que ha prometido preservar hasta el fin de los tiempos (Jer. 31:35-36; Lv. 26:44-45; Ez. 11:16); (b) este pueblo dispersado ha conocido grandes sufrimientos, pero Dios juzgará a todos aquellos que lo hayan afligido, según Gn.

  • 12:3; Dt;
  • 28:65-67; Lv;
  • 26:36, 38-39; Jer;
  • 30:11; Os;
  • 3:4; Zac;
  • 2:8;
  • Las persecuciones lanzadas sobre los judíos constituyen una vergüenza para los países pretendidamente cristianos;
  • (c) durante la ausencia de los judíos, Palestina quedó convertida en un desierto (Lv;

26:33-34; Dt. 29:22-25; Is. 5:6; 6:11-12; Zac. 7:14). La resurrección y conversión de Israel. Ezequiel tuvo una emocionante visión de la reunión y de la resurrección nacional de Israel, dispersado entre todas las naciones (Ez. 37:1-14). Dios ha prometido de manera formal que devolverá a su pueblo al país de sus padres (Ez.

  1. 34:13-14; 36:24; 37:25; Is;
  2. 14:1-2; 34:16-17, etc;
  3. Parece que ha empezado a hacerlo ya bajo nuestra mirada con el retorno de judíos a Palestina;
  4. El desierto y la aridez vuelven a florecer (Is;
  5. 35:1-10; Ez;
  6. 36:10, 11, 33, 38), se han plantado millones de árboles y se está desarrollando la agricultura en el mismísimo desierto del Neguev;

Esta renovación exterior prepara la conversión final de Israel a su Mesías, conversión anunciada tanto por el AT como por el NT (Ez. 36:24-27; 39:28, 29; Zac. 12:10; 13:8-9; Hch. 3:19-20; Ro. 11:11-15, 23, 25-31). Esta conversión será la señal de maravillosas bendiciones para el mundo, y el preludio del establecimiento del reino glorioso del Señor.

El creyente tiene motivos para gozarse, al ver cómo los planes de Dios están empezando a materializarse, y tiene renovados motivos para orar, con fe, «por la paz de Jerusalén» (Is. 62:6, 7). (B) El Estado de Israel.

Desde finales del siglo XIX, los judíos han establecido en Palestina numerosas colonias agrícolas, alentadas en parte por la familia Rothschild. El movimiento Sionista, fundado en 1897, hizo mucho para preparar el retomo de los israelitas a su patria. Un impulso adicional lo fue la famosa «Declaración Balfour», prometiendo a los judíos en nombre de Su Graciosa Majestad Británica que, después de la Primera Guerra Mundial, se constituiría un Hogar Nacional Judío en la tierra de sus padres.

Después de las persecuciones nazis, en las que fueron asesinados alrededor de 6 millones de judíos, hubo una corriente migratoria aún más intensa a Palestina, a pesar de la creciente oposición de los árabes y de los británicos.

Finalmente, en el momento en que Inglaterra abandonaba su mandato sobre el país, era proclamada, el 15 de mayo de 1948, la independencia del Estado de Israel. Desde la conquista de Nabucodonosor, Israel había conocido 2. 555 años de sometimiento y de dispersión.

Sin embargo, los ejércitos de cinco naciones árabes, Líbano, Siria, Transjordania, Irak y Egipto se lanzaban al asalto de la joven nación. Las tropas de Israel pudieron resistir el embate, pero las tropas de Transjordania, mandadas por oficiales británicos, pudieron tomar la ciudad vieja de Jerusalén, y mantener los territorios de Judea y Samaria.

La Organización de las Naciones Unidas intervino, y se estableció un precario armisticio en 1949. En 1956, Israel se midió con Egipto, debido al bloqueo a que los egipcios tenían sometidos a los israelitas en el golfo de Ákaba. Israel ocupó el Sinaí, que fue abandonado ante las firmes garantías internacionales de libertad de navegación.

  1. El 5 de junio de 1967, después de una serie de tensiones en aumento, y de un prolongado bloqueo del golfo de Ákaba por parte de Egipto, y ante los movimientos de tropas árabes que indicaban un ataque inminente, Israel lanzó un ataque relámpago sobre Egipto, Jordania y Siria, que en menos de una semana llevaba a sus ejércitos al canal de Suez, ocupando toda la península del Sinaí, a la conquista de toda Judea y Samaria, desalojando de allí a las tropas jordanas, liberando además la ciudad vieja de Jerusalén y devolviéndola finalmente a Israel, y desalojando a los sirios de las alturas del Golán, desde donde habían estado cañoneando intermitentemente las colonias agrícolas judías en la Alta Galilea;

Nuevamente, la intervención de las Naciones Unidas impuso un armisticio, aunque Israel se negó a abandonar los territorios conquistados. Las garantías internacionales del pasado habían sido siempre papel mojado. La cuarta guerra fue la desencadenada por un ataque por sorpresa de los egipcios, cruzando el canal de Suez el 6 de octubre de 1973, con la esperanza de recuperar los territorios perdidos en 1967.

  • Los sirios abrieron un segundo frente, apoyando este ataque;
  • Sin embargo, la reacción israelita de cruzar a su vez el canal de Suez, cortando las líneas de aprovisionamiento del ejército egipcio, y embolsando a las tropas atacantes, produjo el hundimiento de la ofensiva;

Una iniciativa de paz del presidente Anwar al-Sadat, viajando a Jerusalén para entrevistarse con el primer ministro Menahem Begin en 1978, llevó a un proceso de devolución del Sinaí, y a la firma de un tratado de paz en 1979 entre Israel y Egipto. Pero sigue habiendo tensiones entre Israel y los países árabes circundantes, especialmente con el problema del desplazamiento de los árabes palestinos, consecuencia de una guerra desencadenada por los árabes en 1948, y que, en lugar de resolver, como los judíos resolvieron el de sus refugiados en los campos de Europa después de la Segunda Guerra Mundial, han querido mantener, para instrumentalizarlo políticamente, apelando a la enorme carga emotiva que conlleva un problema humano de este tipo.

  • La resurrección de la nación de Israel ha conllevado la resurrección del hebreo, que era una lengua muerta, y que ahora es un idioma moderno y floreciente;
  • La Universidad Hebrea de Jerusalén es un foco de actividad cultural de gran prestigio mundial;

A pesar de sus problemas económicos, causados por los gastos militares que se ven obligados a mantener, Israel tiene una industria y agricultura boyantes, y compiten agresivamente en el mercado europeo de cítricos con países como España e Italia. Las riquezas del mar Muerto son objeto de explotación comercial, y constituyen, en lo material, la mayor riqueza de Israel.

Sin embargo, ha de llegar todavía el día en que Israel reconozca nacionalmente su mayor tesoro, el Mesías rechazado y que ha de volver. Los profetas anuncian que el día de la venida de Cristo, para Israel, vendrá precedida del día de la angustia de Jacob.

En este período, la nación pasará por durísimas pruebas, al final de las cuales aparecerá el Señor Jesucristo. Zacarías describe la emocionante escena del reconocimiento por parte de Israel de «el que traspasaron» (Zac. 12:10-14), con el profundo arrepentimiento nacional del remanente de Israel.

Entonces entrará Israel en el disfrute del reino milenial bajo el reinado del Mesías, que tanto los ama, y que se dio «por la nación; y no solamente por la nación, sino también para congregar en uno a los hijos de Dios que estaban dispersos (Jn.

11:51, 52). La higuera infructífera, imagen usada por el Señor, maldecida por su ausencia de fruto (Mt. 21:18-19; Mr. 11:13, 21), es presentada después como parábola de Israel Seco de muerte durante mucho tiempo, del tronco de esta nación vuelven a brotar hojas.

You might be interested:  Lo Que Dios No Da Salamanca No Presta?

¿Qué dice la Biblia sobre tu pueblo?

Tools Verse page “>Éxodo 19:5 “Ahora pues, si en verdad escucháis mi voz y guardáis mi pacto, seréis mi especial tesoro entre todos los pueblos, porque mía es toda la tierra; Tools Verse page “>Deuteronomio 7:6-8 Porque tú eres pueblo santo para el SEÑOR tu Dios; el SEÑOR tu Dios te ha escogido para ser pueblo suyo de entre todos los pueblos que están sobre la faz de la tierra.

El SEÑOR no puso su amor en vosotros ni os escogió por ser vosotros más numerosos que otro pueblo, pues erais el más pequeño de todos los pueblos; mas porque el SEÑOR os amó y guardó el juramento que hizo a vuestros padres, el SEÑOR os sacó con mano fuerte y os redimió de casa de servidumbre, de la mano de Faraón, rey de Egipto.

Tools Verse page “>Deuteronomio 14:2 Porque eres pueblo santo para el SEÑOR tu Dios; y el SEÑOR te ha escogido para que le seas un pueblo de su exclusiva posesión de entre los pueblos que están sobre la faz de la tierra. Tools Verse page “>Deuteronomio 26:17-19 Has declarado hoy que el SEÑOR es tu Dios y que andarás en sus caminos y guardarás sus estatutos, sus mandamientos y sus ordenanzas, y que escucharás su voz.

  1. Y el SEÑOR ha declarado hoy que tú eres su pueblo, su exclusiva posesión, como El te prometió, y que debes guardar todos sus mandamientos; y que El te pondrá en alto sobre todas las naciones que ha hecho, para alabanza, renombre y honor; y serás un pueblo consagrado al SEÑOR tu Dios, como El ha dicho;

Tools Verse page “>2 Samuel 7:23-24 ¿Y qué otra nación en la tierra es como tu pueblo Israel, al cual viniste a redimir para ti como pueblo, a fin de darte un nombre, y hacer grandes cosas a su favor y cosas portentosas para tu tierra, ante tu pueblo que rescataste para ti de Egipto, naciones y sus dioses? Pues tú has establecido para ti a tu pueblo Israel como pueblo tuyo para siempre, y tú, SEÑOR, has venido a ser su Dios.

Tools Verse page “>1 Reyes 8:53 Pues tú los has separado de entre todos los pueblos de la tierra como tu heredad, como lo dijiste por medio de tu siervo Moisés, cuando sacaste a nuestros padres de Egipto, oh Señor DIOS.

Tools Verse page “>1 Reyes 10:9 Bendito sea el SEÑOR tu Dios que se agradó de ti para ponerte sobre el trono de Israel; por el amor que el SEÑOR ha tenido siempre a Israel, te ha puesto por rey para hacer derecho y justicia. Tools Verse page “>1 Crónicas 17:20-21 Oh SEÑOR, no hay nadie como tú, ni hay Dios fuera de ti, conforme a todo lo que hemos oído con nuestros oídos.

¿Y qué otra nación en la tierra es como tu pueblo Israel, al cual Dios vino a redimir pueblo para sí, a fin de darte un nombre de cosas grandes y terribles, al echar naciones de delante de tu pueblo, al que rescataste de Egipto? Tools Verse page “>Salmos 105:8-15 Para siempre se ha acordado de su pacto, de la palabra que ordenó a mil generaciones, que hizo con Abraham, y de su juramento a Isaac.

También lo confirmó a Jacob por estatuto, a Israel como pacto eterno, Leer más. diciendo: A ti te daré la tierra de Canaán como porción de vuestra heredad. Cuando eran pocos en número, muy pocos, y forasteros en ella, y vagaban de nación en nación, de un reino a otro pueblo, El no permitió que nadie los oprimiera, y por amor a ellos reprendió a reyes, No toquéis a mis ungidos, ni hagáis mal a mis profetas.

Tools Verse page “>Salmos 135:4 Porque el SEÑOR ha escogido a Jacob para sí, a Israel para posesión suya. Tools Verse page “>Isaías 41:8 Pero tú, Israel, siervo mío, Jacob, a quien he escogido, descendiente de Abraham, mi amigo; Tools Verse page “>Isaías 43:1-3 Mas ahora, así dice el SEÑOR tu Creador, oh Jacob, y el que te formó, oh Israel: No temas, porque yo te he redimido, te he llamado por tu nombre; mío eres tú.

Cuando pases por las aguas, yo contigo, y si por los ríos, no te anegarán; cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama te abrasará. Porque yo soy el SEÑOR tu Dios, el Santo de Israel, tu Salvador; he dado a Egipto por tu rescate, a Cus y a Seba en lugar tuyo.

  • Tools Verse page “>Isaías 44:21 Recuerda estas cosas, Jacob, y Israel, porque mi siervo eres;
  • Yo te he formado, siervo mío eres; Israel, no me olvidaré de ti;
  • Tools Verse page “>Jeremías 31:1-4 En aquel tiempo –declara el SEÑOR– yo seré el Dios de todas las familias de Israel, y ellos serán mi pueblo;

Así dice el SEÑOR: Ha hallado gracia en el desierto el pueblo que escapó de la espada, Israel, cuando iba en busca de su reposo. Desde lejos el SEÑOR se le apareció, Con amor eterno te he amado, por eso te he atraído con misericordia. Leer más. De nuevo te edificaré, y serás reedificada, virgen de Israel; de nuevo tomarás tus panderos, y saldrás a las danzas con los que se divierten.

  1. Tools Verse page “>Jeremías 31:9-11 Con llanto vendrán, y entre súplicas los guiaré; los haré andar junto a arroyos de aguas, por camino derecho en el cual no tropezarán; porque soy un padre para Israel, y Efraín es mi primogénito;

Oíd, naciones, la palabra del SEÑOR, anunciad en las costas lejanas, y decid: El que dispersó a Israel lo reunirá, y lo guardará como un pastor a su rebaño. Porque el SEÑOR ha rescatado a Jacob, y lo ha redimido de manos más fuertes que él. Tools Verse page “>Jeremías 46:27-28 Pero tú no temas, siervo mío Jacob, ni te atemorices, Israel; porque he aquí, te salvaré de lugar remoto, y a tu descendencia de la tierra de su cautiverio.

  • Y volverá Jacob, y estará tranquilo y seguro, y nadie atemorizará;
  • Tú no temas, siervo mío Jacob –declara el SEÑOR– porque yo estoy contigo; pues acabaré con todas las naciones adonde te he expulsado, pero no acabaré contigo, sino que te castigaré con justicia; de ninguna manera te dejaré sin castigo;

Tools Verse page “>Ezequiel 36:24-28 `Porque os tomaré de las naciones, os recogeré de todas las tierras y os llevaré a vuestra propia tierra. `Entonces os rociaré con agua limpia y quedaréis limpios; de todas vuestras inmundicias y de todos vuestros ídolos os limpiaré.

`Además, os daré un corazón nuevo y pondré un espíritu nuevo dentro de vosotros; quitaré de vuestra carne el corazón de piedra y os daré un corazón de carne. Leer más. `Pondré dentro de vosotros mi espíritu y haré que andéis en mis estatutos, y que cumpláis cuidadosamente mis ordenanzas.

`Habitaréis en la tierra que di a vuestros padres; y seréis mi pueblo y yo seré vuestro Dios. Tools Verse page “>Ezequiel 37:21-25 y diles: “Así dice el Señor DIOS: `He aquí, tomaré a los hijos de Israel de entre las naciones adonde han ido, los recogeré de todas partes y los traeré a su propia tierra.

  1. `Y haré de ellos una nación en la tierra, en los montes de Israel; un solo rey será rey de todos ellos; nunca más serán dos naciones, y nunca más serán divididos en dos reinos;
  2. `No se contaminarán más con sus ídolos, ni con sus abominaciones, ni con ninguna de sus transgresiones; sino que los libraré de todos los lugares en que pecaron y los limpiaré;

Y ellos serán mi pueblo y yo seré su Dios. Leer más. `Mi siervo David rey sobre ellos, y todos ellos tendrán un solo pastor; andarán en mis ordenanzas y guardarán mis estatutos y los cumplirán. `Y habitarán en la tierra que di a mi siervo Jacob, en la cual habitaron vuestros padres; en ella habitarán ellos y sus hijos, y los hijos de sus hijos para siempre; y mi siervo David su príncipe para siempre.

  • Tools Verse page “>Joel 3:1-2 Porque he aquí que en aquellos días y en aquel tiempo, cuando yo restaure el bienestar de Judá y Jerusalén, reuniré a todas las naciones, y las haré bajar al valle de Josafat;

Y allí entraré en juicio con ellas a favor de mi pueblo y mi heredad, Israel, a quien ellas esparcieron entre las naciones, y repartieron mi tierra. Tools Verse page “>Amós 3:1-2 Oíd esta palabra que el SEÑOR ha hablado contra vosotros, hijos de Israel, contra toda la familia que hizo subir de la tierra de Egipto, diciendo: Sólo a vosotros he escogido de todas las familias de la tierra; por eso os castigaré por todas vuestras iniquidades.

Tools Verse page “>Romanos 11:1-2 Digo entonces: ¿Acaso ha desechado Dios a su pueblo? ¡De ningún modo! Porque yo también soy israelita, descendiente de Abraham, de la tribu de Benjamín. Dios no ha desechado a su pueblo, al cual conoció con anterioridad.

¿O no sabéis lo que dice la Escritura en Elías, cómo suplica a Dios contra Israel: Tools Verse page “>Hebreos 8:8-13 Porque reprochándolos, El dice: MIRAD QUE VIENEN DIAS, DICE EL SEÑOR, EN QUE ESTABLECERE UN NUEVO PACTO CON LA CASA DE ISRAEL Y CON LA CASA DE JUDA; NO COMO EL PACTO QUE HICE CON SUS PADRES EL DIA QUE LOS TOME DE LA MANO PARA SACARLOS DE LA TIERRA DE EGIPTO; PORQUE NO PERMANECIERON EN MI PACTO, Y YO ME DESENTENDI DE ELLOS, DICE EL SEÑOR.

  • PORQUE ESTE ES EL PACTO QUE YO HARE CON LA CASA DE ISRAEL DESPUES DE AQUELLOS DIAS, DICE EL SEÑOR: PONDRE MIS LEYES EN LA MENTE DE ELLOS, Y LAS ESCRIBIRE SOBRE SUS CORAZONES;
  • Y YO SERE SU DIOS, Y ELLOS SERAN MI PUEBLO;

Leer más. Y NINGUNO DE ELLOS ENSEÑARA A SU CONCIUDADANO NI NINGUNO A SU HERMANO, DICIENDO: “CONOCE AL SEÑOR”, PORQUE TODOS ME CONOCERAN, DESDE EL MENOR HASTA EL MAYOR DE ELLOS. PUES TENDRE MISERICORDIA DE SUS INIQUIDADES, Y NUNCA MAS ME ACORDARE DE SUS PECADOS.

¿Cuáles son los versículos de la Biblia sobre Israel?

Génesis 12:3: 3 Y bendeciré á los que te bendijeren, y á los que te maldijeren maldeciré: y serán benditas en ti todas las familias de la tierra. Isaías 49:7: 7 Así ha dicho Jehová, Redentor de Israel, el Santo suyo, al menospreciado de alma, al abominado de las gentes, al siervo de los tiranos.

  • Verán reyes, y levantaránse príncipes, y adorarán por Jehová, porque fiel es el Santo de Israel, el cual te escogió;
  • Génesis 15:13: 13 Entonces dijo á Abram: Ten por cierto que tu simiente será peregrina en tierra no suya, y servirá á los de allí, y serán por ellos afligidos cuatrocientos años;

Isaías 8:14: 14 Entonces él será por santuario, mas á las dos casas de Israel por piedra para tropezar, y por tropezadero para caer, y por lazo y por red al morador de Jerusalem. Amós 2:4: 4 Así ha dicho Jehová: Por tres pecados de Judá, y por el cuarto, no desviaré su castigo, porque menospreciaron la ley de Jehová, y no guardaron sus ordenanzas, é hiciéronlos errar sus mentiras, en pos de las cuales anduvieron sus padres.

  1. Ezequiel 5:1-17: 5 Y TU, hijo del hombre, tómate un cuchillo agudo, una navaja de barbero toma, y hazla pasar sobre tu cabeza y tu barba: tómate después un peso de balanza, y reparte los pelos;
  2. 2 Una tercera parte quemarás con fuego en medio de la ciudad, cuando se cumplieren los días del cerco, y tomarás una tercera parte, y herirás con cuchillo alrededor de ella, y una tercera parte esparcirás al viento, y yo desenvainaré espada en pos de ellos;

3 Tomarás también de allí unos pocos por cuenta, y los atarás en el canto de tu ropa. 4 Y tomarás otra vez de ellos, y los echarás en mitad del fuego, y en el fuego los quemarás: de allí saldrá el fuego en toda la casa de Israel. 5 Así ha dicho el Señor Jehová: Esta es Jerusalem: púsela en medio de las gentes y de las tierras alrededor de ella.

6 Y ella mudó mis juicios y mis ordenanzas en impiedad más que las gentes, y más que las tierras que están alrededor de ella, porque desecharon mis juicios y mis mandamientos, y no anduvieron en ellos.

7 Por tanto, así ha dicho Jehová: ¿Por haberos multiplicado más que á las gentes que están alrededor de vosotros, no habéis andado en mis mandamientos, ni habéis guardado mis leyes? Ni aun según las leyes de las gentes que están alrededor de vosotros habéis hecho.

8 Así pues ha dicho el Señor Jehová: He aquí yo contra ti, si, yo, y haré juicios en medio de ti á los ojos de las naciones. 9 Y haré en ti lo que nunca hice, ni jamás haré cosa semejante, á causa de todas tus abominaciones.

10 Por eso los padres comerán á los hijos en medio de ti, y los hijos comerán á sus padres, y haré en ti juicios, y esparciré á todos vientos todo tu residuo. 11 Por tanto, vivo yo, dice el Señor Jehová, ciertamente por haber violado mi santuario con todas tus abominaciones, te quebrantaré yo también: mi ojo no perdonará, ni tampoco tendré yo misericordia.

12 Una tercera parte de ti morirá de pestilencia, y de hambre será consumida en medio de ti, y una tercera parte caerá á cuchillo alrededor de ti, y una tercera parte esparciré á todos los vientos, y tras ellos desenvainaré espada.

13 Y cumpliráse mi furor, y haré que repose en ellos mi enojo, y tomaré satisfacción: y sabrán que yo Jehová he hablado en mi celo, cuando habré cumplido en ellos mi enojo. 14 Y te tornaré en desierto y en oprobio entre las gentes que están alrededor de ti, á los ojos de todo transeunte.

15 Y serás oprobio, y escarnio, y escarmiento, y espanto á las gentes que están alrededor de ti, cuando yo hiciere en ti juicios en furor é indignación, y en reprensiones de ira. Yo Jehová he hablado. 16 Cuando arrojare yo sobre ellos las perniciosas saetas del hambre, que serán para destrucción, las cuales enviaré para destruiros, entonces aumentaré el hambre sobre vosotros, y quebrantaré entre vosotros el arrimo del pan.

17 Enviaré pues sobre vosotros hambre, y malas bestias que te destruyan, y pestilencia y sangre pasarán por ti, y meteré sobre ti cuchillo. Yo Jehová he hablado. 2 Reyes 25:23: 23 Y oyendo todos los príncipes del ejército, ellos y su gente, que el rey de Babilonia había puesto por gobernador á Gedalías, viniéronse á él en Mizpa, es á saber, Ismael hijo de Nathanías, y Johanán hijo de Carea, y Saraía hijo de Tanhumet Netofatita, y Jaazanías hijo de Maachâti, ellos con los suyos.

  1. 2 Reyes 25:22: 22 Y al pueblo que Nabucodonosor rey de Babilonia dejó en tierra de Judá, puso por gobernador á Gedalías, hijo de Ahicam hijo de Saphán;
  2. 2 Reyes 12:1-21: 12 EN el séptimo año de Jehú comenzó á reinar Joas, y reinó cuarenta años en Jerusalem;

El nombre de su madre fué Sibia, de Beer-seba. 2 Y Joas hizo lo recto en ojos de Jehová todo el tiempo que le dirigió el sacerdote Joiada. 3 Con todo eso los altos no se quitaron, que aún sacrificaba y quemaba el pueblo perfumes en los altos. 4 Y Joas dijo á los sacerdotes: Todo el dinero de las santificaciones que se suele traer á la casa de Jehová, el dinero de los que pasan en cuenta, el dinero por las personas, cada cual según su tasa, y todo el dinero que cada uno de su propia voluntad mete en la casa de Jehová, 5 Recíbanlo los sacerdotes, cada uno de sus familiares, y reparen los portillos del templo donde quiera que se hallare abertura.

6 Pero el año veintitrés del rey Joas, no habían aún reparado los sacerdotes las aberturas del templo. 7 Llamando entonces el rey Joas al pontífice Joiada y á los sacerdotes, díjoles: ¿Por qué no reparáis las aberturas del templo? Ahora pues, no toméis más el dinero de vuestros familiares, sino dadlo para reparar las roturas del templo.

8 Y los sacerdotes consintieron en no tomar más dinero del pueblo, ni tener cargo de reparar las aberturas del templo. 9 Mas el pontífice Joiada tomó un arca, é hízole en la tapa un agujero, y púsola junto al altar, á la mano derecha como se entra en le templo de Jehová, y los sacerdotes que guardaban la puerta, ponían allí todo el dinero que se metía en la casa de Jehová.

  1. 10 Y cuando veían que había mucho dinero en el arca, venía el notario del rey y el gran sacerdote, y contaban el dinero que hallaban en el templo de Jehová, y guardábanlo;
  2. 11 Y daban el dinero suficiente en mano de los que hacían la obra, y de los que tenían el cargo de la casa de Jehová, y ellos lo expendían en pagar los carpinteros y maestros que reparaban la casa de Jehová, 12 Y los albañiles y canteros, y en comprar la madera y piedra de cantería para reparar las aberturas de la casa de Jehová, y en todo lo que se gastaba en la casa para repararla;

13 Mas de aquel dinero que se traía á la casa de Jehová, no se hacían tazas de plata, ni salterios, ni jofainas, ni trompetas, ni ningún otro vaso de oro ni de plata se hacía para el templo de Jehová: 14 Porque lo daban á los que hacían la obra, y con él reparaban la casa de Jehová.

15 Y no se tomaba en cuenta á los hombres en cuyas manos el dinero era entregado, para que ellos lo diesen á los que hacían la obra: porque lo hacían ellos fielmente. 16 El dinero por el delito, y el dinero por los pecados, no se metía en la casa de Jehová, porque era de los sacerdotes.

17 Entonces subió Hazael rey de Siria, y peleó contra Gath, y tomóla: y puso Hazael su rostro para subir contra Jerusalem, 18 Por lo que tomó Joas rey de Judá todas las ofrendas que había dedicado Josaphat, y Joram y Ochôzías sus padres, reyes de Judá, y las que él había dedicado, y todo el oro que se halló en los tesoros de la casa de Jehová, y en la casa del rey, y enviólo á Hazael rey de Siria: y él se partió de Jerusalem.

  • 19 Lo demás de los hechos de Joas, y todas las cosas que hizo, ¿no está escrito en el libro de las crónicas de los reyes de Judá? 20 Y levantáronse sus siervos, y conspiraron en conjuración, y mataron á Joas en la casa de Millo, descendiendo él á Silla, 21 Pues Josachâr hijo de Simaath, y Jozabad hijo de Somer, sus siervos, hiriéronle, y murió;

Y sepultáronle con sus padres en la ciudad de David, y reinó en su lugar Amasías su hijo. Éxodo 12:42: 42 Es noche de guardar á Jehová, por haberlos sacado en ella de la tierra de Egipto. Esta noche deben guardar á Jehová todos los hijos de Israel en sus generaciones.

Génesis 47:27: 27 Así habitó Israel en la tierra de Egipto, en la tierra de Gosén, y aposesionáronse en ella, y se aumentaron, y multiplicaron en gran manera. Romanos 11:1-36: 11 DIGO pues: ¿Ha desechado Dios á su pueblo? En ninguna manera.

ES ISRAEL NACION SANTA DE DIOS – ESTO DICE LA BIBLIA

Porque también yo soy Israelita, de la simiente de Abraham, de la tribu de Benjamín. 2 No ha desechado Dios á su pueblo, al cual antes conoció. ¿O no sabéis qué dice de Elías la Escritura? cómo hablando con Dios contra Israel dice: 3 Señor, á tus profetas han muerto, y tus altares han derruído, y yo he quedado solo, y procuran matarme.

  1. 4 Mas ¿qué le dice la divina respuesta? He dejado para mí siete mil hombres, que no han doblado la rodilla delante de Baal;
  2. 5 Así también, aun en este tiempo han quedado reliquias por la elección de gracia;

6 Y si por gracia, luego no por las obras, de otra manera la gracia ya no es gracia. Y si por las obras, ya no es gracia, de otra manera la obra ya no es obra. 7 ¿Qué pues? Lo que buscaba Israel aquello no ha alcanzado, mas la elección lo ha alcanzado: y los demás fueron endurecidos, 8 Como está escrito: Dióles Dios espíritu de remordimiento, ojos con que no vean, y oídos con que no oigan, hasta el día de hoy.

  1. 9 Y David dice: Séales vuelta su mesa en lazo, y en red, Y en tropezadero, y en paga: 10 Sus ojos sean obscurecidos para que no vean, Y agóbiales siempre el espinazo;
  2. 11 Digo pues: ¿Han tropezado para que cayesen? En ninguna manera, mas por el tropiezo de ellos vino la salud á los Gentiles, para que fuesen provocados á celos;

12 Y si la falta de ellos es la riqueza del mundo, y el menoscabo de ellos la riqueza de los Gentiles, ¿cuánto más el henchimiento de ellos? 13 Porque á vosotros hablo, Gentiles. Por cuanto pues, yo soy apóstol de los Gentiles, mi ministerio honro. 14 Por si en alguna manera provocase á celos á mi carne, e hiciese salvos á algunos de ellos.

  • 15 Porque si el extrañamiento de ellos es la reconciliación del mundo, ¿qué será el recibimiento de ellos, sino vida de los muertos? 16 Y si el primer fruto es santo, también lo es el todo, y si la raíz es santa, también lo son las ramas;
You might be interested:  Dios Griego Apolo Donde Nacio?

17 Que si algunas de las ramas fueron quebradas, y tú, siendo acebuche, has sido ingerido en lugar de ellas, y has sido hecho participante de la raíz y de la grosura de la oliva, 18 No te jactes contra las ramas, y si te jactas, sabe que no sustentas tú á la raíz, sino la raíz á ti.

  • 19 Pues las ramas, dirás, fueron quebradas para que yo fuese ingerido;
  • 20 Bien: por su incredulidad fueron quebradas, mas tú por la fe estás en pie;
  • No te ensoberbezcas, antes teme;
  • 21 Que si Dios no perdonó á las ramas naturales, á ti tampoco no perdone;

22 Mira, pues, la bondad y la severidad de Dios: la severidad ciertamente en los que cayeron, mas la bondad para contigo, si permanecieres en la bondad, pues de otra manera tú también serás cortado. 23 Y aun ellos, si no permanecieren en incredulidad, serán ingeridos, que poderoso es Dios para volverlos á ingerir.

24 Porque si tú eres cortado del natural acebuche, y contra natura fuiste ingerido en la buena oliva, ¿cuánto más éstos, que son las ramas naturales, serán ingeridos en su oliva? 25 Porque no quiero, hermanos, que ignoréis este misterio, para que no seáis acerca de vosotros mismos arrogantes: que el endurecimiento en parte ha acontecido en Israel, hasta que haya entrado la plenitud de los Gentiles, 26 Y luego todo Israel será salvo, como está escrito: Vendrá de Sión el Libertador, Que quitará de Jacob la impiedad, 27 Y este es mi pacto con ellos, Cuando quitare su pecados.

28 Así que, cuanto al evangelio, son enemigos por causa de vosotros: mas cuanto á la elección, son muy amados por causa de los padres. 29 Porque sin arrepentimiento son las mercedes y la vocación de Dios. 30 Porque como también vosotros en algún tiempo no creísteis á Dios, mas ahora habéis alcanzado misericordia por la incredulidad de ellos, 31 Así también éstos ahora no ha creído, para que, por la misericordia para con vosotros, ellos también alcancen misericordia.

32 Porque Dios encerró á todos en incredulidad, para tener misericordia de todos. 33 Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ­Cuán incomprensibles son sus juicios, e inescrutables sus caminos! 34 Porque ¿quién entendió la mente del Señor? ¿ó quién fué su consejero? 35 ¿O quién le dió á él primero, para que le sea pagado? 36 Porque de él, y por él, y en él, son todas las cosas.

A él sea gloria por siglos. Amén. Amós 2:5: 5 Meteré por tanto fuego en Judá, el cual consumirá los palacios de Jerusalem. Jeremías 40:7-12: 7 Y como oyeron todos los príncipes del ejército que estaba por el campo, ellos y sus hombres, que el rey de Babilonia había puesto á Gedalías hijo de Ahicam sobre la tierra, y que le había encomendado los hombres, y las mujeres, y los niños, y los pobres de la tierra, que no fueron trasportados á Babilonia, 8 Vinieron luego á Gedalías en Mizpa, es á saber, Ismael hijo de Nethanías, y Johanán y Jonathán hijos de Carea, y Seraías hijo de Tanhumeth, y los hijos de Ephi Netophatita, y Jezanías hijo de Maachâti, ellos y su hombres.

  1. 9 Y juróles Gedalías hijo de Ahicam, hijo de Saphán, á ellos y á sus hombres, diciendo: No tengáis temor de servir á los Caldeos: habitad en la tierra, y servid al rey de Babilonia, y tendréis bien;
  2. 10 Y he aquí que yo habito en Mizpa, para estar delante de los Caldeos que vendrán á nosotros, mas vosotros, coged el vino, y el pan, y el aceite, y ponedlo en vuestros almacenes, y quedaos en vuestras ciudades que habéis tomado;

11 Asimismo todos los Judíos que estaban en Moab, y entre los hijos de Ammón, y en Edom, y los que estaban en todas las tierras, cuando oyeron decir como el rey de Babilonia había dejado algunos en la Judea, y que había puesto sobre ellos á Gedalías hijo de Ahicam, hijo de Saphán, 12 Todos estos Judíos tornaron entonces de todas las partes adonde habían sido echados, y vinieron á tierra de Judá, á Gedalías en Mizpa, y cogieron vino y muy muchos frutos.

Nehemías 12:1-47: 12 Y ESTOS son los sacerdotes y Levitas que subieron con Zorobabel hijo de Sealthiel, y con Jesuá: Seraías, Jeremías, Esdras, 2 Amarías, Malluch, Hartus, 3 Sechânías, Rehum, Meremoth, 4 Iddo, Ginetho, Abías, 5 Miamin, Maadías, Bilga, 6 Semaías, y Joiarib, Jedaías, 7 Sallum, Amoc, Hilcías, Jedaías.

Estos eran los príncipes de los sacerdotes y sus hermanos en los días de Jesuá. 8 Y los Levitas: Jesuá, Binnui, Cadmiel, Serebías, Judá, y Mathanías, que con sus hermanos oficiaba en los himnos. 9 Y Bacbucías y Unni, sus hermanos, cada cual en su ministerio.

10 Y Jesuá engendró á Joiacim, y Joiacim engendró á Eliasib y Eliasib engendró á Joiada, 11 Y Joiada engendró á Jonathán, y Jonathán engendró á Jaddua. 12 Y en los días de Joiacim los sacerdotes cabezas de familias fueron: de Seraías, Meraías, de Jeremías, Hananías, 13 De Esdras, Mesullam, de Amarías, Johanán, 14 De Melichâ, Jonathán, de Sebanías, Joseph, 15 De Harim, Adna, de Meraioth, Helcai, 16 De Iddo, Zacarías, de Ginnethón, Mesullam, 17 De Abías, Zichri, de Miniamín, de Moadías, Piltai, 18 De Bilga, Sammua, de Semaías, Jonathán, 19 De Joiarib, Mathenai, de Jedaías, Uzzi, 20 De Sallai, Callai, de Amoc, Eber, 21 De Hilcías, Hasabías, de Jedaías, Nathanael.

22 Los Levitas en días de Eliasib, de Joiada, y de Johanán y Jaddua, fueron escritos por cabezas de familias, también los sacerdotes, hasta el reinado de Darío el Persa. 23 Los hijos de Leví, cabezas de familias, fueron escritos en el libro de las Crónicas hasta los días de Johanán, hijo de Eliasib.

  1. 24 Los cabezas de los Levitas: Hasabías, Serebías, y Jesuá hijo de Cadmiel, y sus hermanos delante de ellos, para alabar y para rendir gracias, conforme al estatuto de David varón de Dios, guardando su turno;

25 Mathanías, y Bacbucías, Obadías, Mesullam, Talmón, Accub, guardas, eran porteros para la guardia á las entradas de las puertas. 26 Estos fueron en los días de Joiacim, hijo de Jesuá, hijo de Josadac, y en los días del gobernador Nehemías, y del sacerdote Esdras, escriba.

  1. 27 Y á la dedicación del muro de Jerusalem buscaron á los Levitas de todos los lugares, para traerlos á Jerusalem, para hacer la dedicación y la fiesta con a abanzas y con cánticos, con címbalos, salterios y cítaras;

28 Y fueron reunidos los hijos de los cantores, así de la campiña alrededor de Jerusalem como de las aldeas de Netophati, 29 Y de la casa de Gilgal, y de los campos de Geba, y de Azmaveth, porque los cantores se habían edificado aldeas alrededor de Jerusalem.

30 Y se purificaron los sacerdotes y los Levitas, y purificaron al pueblo, y las puertas, y el muro. 31 Hice luego subir á los príncipes de Judá sobre el muro, y puse dos coros grandes que fueron en procesión: el uno á la mano derecha sobre el muro hacia la puerta del Muladar.

32 E iba tras de ellos Osaías, y la mitad de los príncipes de Judá, 33 Y Azarías, Esdras y Mesullam, 34 Judá y Benjamín, y Semaías, y Jeremías, 35 Y de los hijos de los sacerdotes iban con trompetas, Zacarías hijo de Jonathán, hijo de Semaías, hijo de Mathanías, hijo de Michâías, hijo de Zachûr, hijo de Asaph, 36 Y sus hermanos Semaías, y Azarael, Milalai, Gilalai, Maai, Nathanael, Judá y Hanani, con los instrumentos músicos de David varón de Dios, y Esdras escriba, delante de ellos.

37 Y á la puerta de la Fuente, en derecho delante de ellos, subieron por las gradas de la ciudad de David, por la subida del muro, desde la casa de David hasta la puerta de las Aguas al oriente. 38 Y el segundo coro iba del lado opuesto, y yo en pos de él, con la mitad del pueblo sobre el muro, desde la torre de los Hornos hasta el muro ancho, 39 Y desde la puerta de Ephraim hasta la puerta vieja, y á la puerta del Pescado, y la torre de Hananeel, y la torre de Hamath, hasta la puerta de las Ovejas: y pararon en la puerta de la Cárcel.

40 Pararon luego los dos coros en la casa de Dios, y yo, y la mitad de los magistrados conmigo, 41 Y los sacerdotes, Eliacim, Maaseías, Miniamin, Michâías, Elioenai, Zacarías, y Hananías, con trompetas, 42 Y Maaseías, y Semeías, y Eleazar, y Uzzi, y Johanán, y Malchías, y Elam, y Ezer.

Y los cantores cantaban alto, é Israhía era el prefecto. 43 Y sacrificaron aquel día grandes víctimas, é hicieron alegrías, porque Dios los había recreado con grande contentamiento: alegráronse también la mujeres y muchachos, y el alborozo de Jerusalem fué oído de lejos.

44 Y en aquel día fueron puestos varones sobres las cámaras de los tesoros, de las ofrendas, de las primicias, y de los diezmos, para juntar en ellas, de los campos de la ciudades, las porciones legales para los sacerdotes y Levitas: porque era grande el gozo de Judá con respecto á los sacerdotes y Levitas que asistían.

  • 45 Y habían guardado la observancia de su Dios, y la observancia de la expiación, como también los cantores y los porteros, conforme al estatuto de David y de Salomón su hijo;
  • 46 Porque desde el tiempo de David y de Asaph, ya de antiguo, había príncipes de cantores, y cántico y alabanza, y acción de gracias á Dios;

47 Y todo Israel en días de Zorobabel, y en días de Nehemías, daba raciones á los cantores y á los porteros, cada cosa en su día: consagraban asimismo sus porciones á los Levitas, y los Levitas consagraban parte á los hijos de Aarón. Nehemías 8:1-18: 8 Y JUNTOSE todo el pueblo como un solo hombre en la plaza que está delante de la puerta de las Aguas, y dijeron á Esdras el escriba, que trajese el libro de la ley de Moisés, la cual mandó Jehová á Israel.

  • 2 Y Esdras el sacerdote, trajo la ley delante de la congregación, así de hombres como de mujeres, y de todo entendido para escuchar, el primer día del mes séptimo;
  • 3 Y leyó en el libro delante de la plaza que está delante de la puerta de las Aguas, desde el alba hasta el medio día, en presencia de hombres y mujeres y entendidos, y los oídos de todo el pueblo estaban atentos al libro de la ley;

4 Y Esdras el escriba estaba sobre un púlpito de madera, que habían hecho para ello, y junto á él estaban Mathithías, y Sema, y Anías, y Urías, é Hilcías, y Maasías, á su mano derecha, y á su mano izquierda, Pedaía, Misael, y Malchîas, y Hasum, y Hasbedana, Zachârías, y Mesullam.

5 Abrió pues Esdras el libro á ojos de todo el pueblo, (porque estaba más alto que todo el pueblo), y como lo abrió, todo el pueblo estuvo atento. 6 Bendijo entonces Esdras á Jehová, Dios grande. Y todo el pueblo respondió, ­Amén! ­Amén! alzando sus manos, y humilláronse, y adoraron á Jehová inclinados á tierra.

7 Y Jesuá, y Bani, y Serebías, Jamín, Accub, Sabethai, Odías, Maasías, Celita, Azarías, Jozabed, Hanán, Pelaía, Levitas, hacían entender al pueblo la ley: y el pueblo estaba en su lugar. 8 Y leían en el libro de la ley de Dios claramente, y ponían el sentido, de modo que entendiesen la lectura.

  • 9 Y Nehemías el Tirsatha, y el sacerdote Esdras, escriba, y los Levitas que hacían entender al pueblo, dijeron á todo el pueblo: Día santo es á Jehová nuestro Dios, no os entristezcáis, ni lloréis: porque todo el pueblo lloraba oyendo las palabras de la ley;

10 Díjoles luego: Id, comed grosuras, y bebed vino dulce, y enviad porciones á los que no tienen prevenido, porque día santo es á nuestro Señor: y no os entristezcáis, porque el gozo de Jehová es vuestra fortaleza. 11 Los Levitas pues, hacían callar á todo el pueblo, diciendo: Callad, que es día santo, y no os entristezcáis.

  • 12 Y todo el pueblo se fué á comer y á beber, y á enviar porciones, y á gozar de grande alegría, porque habían entendido las palabras que les habían enseñado;
  • 13 Y el día siguiente se juntaron los príncipes de las familias de todo el pueblo, sacerdotes, y Levitas, á Esdras escriba, para entender las palabras de la ley;

14 Y hallaron escrito en la ley que Jehová había mandado por mano de Moisés, que habitasen los hijos de Israel en cabañas en la solemnidad del mes séptimo, 15 Y que hiciesen saber, y pasar pregón por todas sus ciudades y por Jerusalem, diciendo: Salid al monte, y traed ramos de oliva, y ramos de pino, y ramos de arrayán, y ramos de palmas, y ramos de todo árbol espeso, para hacer cabañas como está escrito.

  • 16 Salió pues el pueblo, y trajeron, é hiciéronse cabañas, cada uno sobre su terrado, y en sus patios, y en los patios de la casa de Dios, y en la plaza de la puerta de las Aguas, y en la plaza de la puerta de Ephraim;

17 Y toda la congregación que volvió de la cautividad hicieron cabañas, y en cabañas habitaron, porque desde los días de Josué hijo de Nun hasta aquel día, no habían hecho así los hijos de Israel. Y hubo alegría muy grande. 18 Y leyó Esdras en el libro de la ley de Dios cada día, desde el primer día hasta el postrero, é hicieron la solemnidad por siete días, y al octavo día congregación, según el rito.

Nehemías 2:1-20: 2 Y FUÉ en el mes de Nisán, en el año veinte del rey Artajerjes, que estando ya el vino delante de él, tomé el vino, y dílo al rey. Y como yo no había estado antes triste en su presencia, 2 Díjome el rey: ¿Por qué está triste tu rostro, pues no estás enfermo? No es esto sino quebranto de corazón.

Entonces temí en gran manera. 3 Y dije al rey: El rey viva para siempre. ¿Cómo no estará triste mi rostro, cuando la ciudad, casa de los sepulcros de mis padres, está desierta, y sus puertas consumidas del fuego? 4 Y díjome el rey: ¿Qué cosa pides? Entonces oré al Dios de los cielos, 5 Y dije al rey: Si al rey place, y si agrada tu siervo delante de ti, que me envíes á Judá, á la ciudad de los sepulcros de mis padres, y la reedificaré.

  1. 6 Entonces el rey me dijo, (y la reina estaba sentada junto á él): ¿Hasta cuándo será tu viaje, y cuándo volverás? Y plugo al rey enviarme, después que yo le señalé tiempo;
  2. 7 Además dije al rey: Si al rey place, dénseme cartas para los gobernadores de la otra parte del río, que me franqueen el paso hasta que llegue á Judá, 8 Y carta para Asaph, guarda del bosque del rey, á fin que me dé madera para enmaderar los portales del palacio de la casa, y para el muro de la ciudad, y la casa donde entraré;

Y otorgóme lo el rey, según la benéfica mano de Jehová sobre mí. 9 Y vine luego á los gobernadores de la otra parte del río, y les dí las cartas del rey. Y el rey envió conmigo capitanes del ejército y gente de á caballo. 10 Y oyéndolo Sanballat Horonita, y Tobías, el siervo Ammonita, disgustóles en extremo que viniese alguno para procurar el bien de los hijos de Israel.

11 Llegué pues á Jerusalem, y estado que hube allí tres días, 12 Levantéme de noche, yo y unos pocos varones conmigo, y no declaré á hombre alguno lo que Dios había puesto en mi corazón que hiciese en Jerusalem, ni había bestia conmigo, excepto la cabalgadura en que cabalgaba.

13 Y salí de noche por la puerta del Valle hacia la fuente del Dragón y á la puerta del Muladar, y consideré los muros de Jerusalem que estaban derribados, y sus que puertas estaban consumidas del fuego. 14 Pasé luego á la puerta de la Fuente, y al estanque del Rey, mas no había lugar por donde pasase la cabalgadura en que iba.

  • 15 Y subí por el torrente de noche, y consideré el muro, y regresando entré por la puerta del Valle, y volvíme;
  • 16 Y no sabían los magistrados dónde yo había ido, ni qué había hecho, ni hasta entonces lo había yo declarado á los Judíos y sacerdotes, ni á los nobles y magistrados, ni á los demás que hacían la obra;

17 Díjeles pues: Vosotros veis el mal en que estamos, que Jerusalem está desierta, y sus puertas consumidas del fuego: venid, y edifiquemos el muro de Jerusalem, y no seamos más en oprobio. 18 Entonces les declaré cómo la mano de mi Dios era buena sobre mí, y asimismo las palabras del rey, que me había dicho.

Y dijeron: Levantémonos, y edifiquemos. Así esforzaron sus manos para bien. 19 Mas habiéndolo oído Samballat Horonita, y Tobías el siervo Ammonita, y Gesem el Arabe, escarnecieron de nosotros, y nos despreciaron, diciendo: ¿Qué es esto que hacéis vosotros? ¿os rebeláis contra el rey? 20 Y volvíles respuesta, y díjeles: El Dios de los cielos, él nos prosperará, y nosotros sus siervos nos levantaremos y edificaremos: que vosotros no tenéis parte, ni derecho, ni memoria en Jerusalem.

2 Crónicas 36:23: 23 Así dice Ciro rey de los Persas: Jehová, el Dios de los cielos, me ha dado todos los reinos de la tierra, y él me ha encargado que le edifique casa en Jerusalem, que es en Judá. ¿Quién de vosotros hay de todo su pueblo? Jehová su Dios sea con él, y suba.

  • Génesis 26:4: 4 Y multiplicaré tu simiente como las estrellas del cielo, y daré á tu simiente todas estas tierras, y todas las gentes de la tierra serán benditas en tu simiente;
  • Génesis 15:5: 5 Y sacóle fuera, y dijo: Mira ahora á los cielos, y cuenta las estrellas, si las puedes contar;

Y le dijo: Así será tu simiente. Hechos 7:6: 6 Y hablóle Dios así: Que su simiente sería extranjera en tierra ajena, y que los reducirían á servidumbre y maltratarían, por cuatrocientos años. Mateo 24:2: 2 Y respondiendo él, les dijo: ¿Veis todo esto? de cierto os digo, que no será dejada aquí piedra sobre piedra, que no sea destruída.

  • Mateo 21:33: 33 Oíd otra parábola: Fué un hombre, padre de familia, el cual plantó una viña, y la cercó de vallado, y cavó en ella un lagar, y edificó una torre, y la dió á renta á labradores, y se partió lejos;

Ezequiel 23:24: 24 Y vendrán sobre ti carros, carretas, y ruedas, y multitud de pueblos. Escudos, y paveses, y capacetes pondrán contra ti en derredor, y yo daré el juicio delante de ellos, y por sus leyes te juzgarán. Éxodo 12:37: 37 Y partieron los hijos de Israel de Rameses á Succoth, como seiscientos mil hombres de á pie, sin contar los niños.

  • Éxodo 12:13: 13 Y la sangre os será por señal en las casas donde vosotros estéis, y veré la sangre, y pasaré de vosotros, y no habrá en vosotros plaga de mortandad, cuando heriré la tierra de Egipto;
  • Judas 1:1-25: 1 JUDAS, siervo de Jesucristo, y hermano de Jacobo, á los llamados, santificados en Dios Padre, y conservados en Jesucristo: 2 Misericordia, y paz, y amor os sean multiplicados;

3 Amados, por la gran solicitud que tenía de escribiros de la común salud, me ha sido necesario escribiros amonestándoos que contendáis eficazmente por la fe que ha sido una vez dada á los santos. 4 Porque algunos hombres han entrado encubiertamente, los cuales desde antes habían estado ordenados para esta condenación, hombres impíos, convirtiendo la gracia de nuestro Dios en disolución, y negando á Dios que solo es el que tiene dominio, y á nuestro Señor Jesucristo.

5 Os quiero pues amonestar, ya que alguna vez habéis sabido esto, que el Señor habiendo salvado al pueblo de Egipto, después destruyó á los que no creían: 6 Y á los ángeles que no guardaron su dignidad, mas dejaron su habitación, los ha reservado debajo de oscuridad en prisiones eternas hasta el juicio del gran día: 7 Como Sodoma y Gomorra, y las ciudades comarcanas, las cuales de la misma manera que ellos habían fornicado, y habían seguido la carne extraña, fueron puestas por ejemplo: sufriendo el juicio del fuego eterno.

8 De la misma manera también estos soñadores amancillan la carne, y menosprecian la potestad, y vituperan las potestades superiores. 9 Pero cuando el arcángel Miguel contendía con el diablo, disputando sobre el cuerpo de Moisés, no se atrevió á usar de juicio de maldición contra él, sino que dijo: El Señor te reprenda.

  1. 10 Pero éstos maldicen las cosas que no conocen, y las cosas que naturalmente conocen, se corrompen en ellas, como bestias brutas;
  2. 11 Ay de ellos! porque han seguido el camino de Caín, y se lanzaron en el error de Balaam por recompensa, y perecieron en la contradicción de Coré;

12 Estos son manchas en vuestros convites, que banquetean juntamente, apacentándose á sí mismos sin temor alguno: nubes sin agua, las cuales son llevadas de acá para allá de los vientos: árboles marchitos como en otoño, sin fruto, dos veces muertos y desarraigados, 13 Fieras ondas de la mar, que espuman sus mismas abominaciones, estrellas erráticas, á las cuales es reservada eternalmente la oscuridad de las tinieblas.

14 De los cuales también profetizó Enoc, séptimo desde Adam, diciendo: He aquí, el Señor es venido con sus santos millares, 15 A hacer juicio contra todos, y á convencer á todos los impíos de entre ellos tocante á todas sus obras de impiedad que han hecho impíamente, y á todas las cosas duras que los pecadores impíos han hablado contra él.

16 Estos son murmuradores, querellosos, andando según sus deseos, y su boca habla cosas soberbias, teniendo en admiración las personas por causa del provecho. 17 Mas vosotros, amados, tened memoria de las palabras que antes han sido dichas por los apóstoles de nuestro Señor Jesucristo, 18 Como os decían: Que en el postrer tiempo habría burladores, que andarían según sus malvados deseos.

19 Estos son los que hacen divisiones, sensuales, no teniendo el Espíritu. 20 Mas vosotros, oh amados, edificándoos sobre vuestra santísima fe, orando por el Espíritu Santo. 21 Conservaos en el amor de Dios, esperando la misericordia de nuestro Señor Jesucristo, para vida eterna.

22 Y recibid á los unos en piedad, discerniendo: 23 Mas haced salvos á los otros por temor, arrebatándolos del fuego, aborreciendo aun la ropa que es contaminada de la carne. 24 A aquel, pues, que es poderoso para guardaros sin caída, y presentaros delante de su gloria irreprensibles, con grande alegría, 25 Al Dios solo sabio, nuestro Salvador, sea gloria y magnificencia, imperio y potencia, ahora y en todos los siglos.

You might be interested:  Que Significa Lucas En La Biblia?

¿Cuál es el significado de Israel?

PUEBLO DE ISRAEL, Se da este nombre al conjunto de los descendientes de Jacob a través de toda la historia. Asumieron el nombre que le había sido dado a su padre todavía en vida de él (Gn. 34:7). Este nombre se usa frecuentemente en la peregrinación en el desierto (Éx.

  1. 32:4; Dt;
  2. 4:1; 27:9), pero se dice también «hijos de Israel»;
  3. Hasta la muerte de Saúl, estas dos expresiones, «Israel» e «hijos de Israel», tomadas en un sentido nacional, englobaban el conjunto de los hebreos, sin distinción de tribus;

Pero había diversas causas, en particular las geográficas, que tendían ya a separar Judá del resto de Israel. La distinción estaba ya reconocida antes de que se efectuara la distinción entre los dos reinos (1 S. 1:8; 17:52; 18:16). En tanto que se mantuvo la monarquía unida, se mantuvo el uso del término general de «Israel» (1 R.

  • 11:42);
  • En el paralelismo típico de la poesía hebrea, el nombre de Israel, situado en un segundo versículo, se corresponde frecuentemente con el nombre de Jacob figurando en un primer versículo (Nm;
  • 23:7, 10, 21; 24:5; Sal;

14:7). Después del exilio, la expresión «Israel» se refiere frecuentemente a las diversas tribus representadas en Jerusalén por el retorno de residuos de ellas (Esd. 9:1; 10:5; Neh. 9:2; 11:3; cfr. 2 Cr. 30:5-11). Sin embargo, a partir de la escisión de Israel en dos reinos, el nombre de Israel se refiere a las diez tribus conformando el reino del norte que se independizó de la casa de David.

Ya en tiempos de David hubo una escisión, a la muerte de Saúl. Las tribus del norte y del este proclamaron rey a Is-boset, hijo de Saúl, en tanto que la tribu de Judá daba su adhesión a David. Desde entonces, se da frecuentemente el nombre de «Israel» a las diez tribus.

Is-boset reinó dos años, pero fue asesinado. Sin embargo, pasaron siete años más antes de que el conjunto de Israel ofreciera su lealtad a David (2 S. 2:10, 11; 5:1-5). La corriente de rivalidades persistió de tal manera que, a la muerte de Salomón, la nación quedó dividida de una manera definitiva.

Diez tribus siguieron a Jeroboam en tanto que la tribu de Judá quedaba fiel a la casa de David. En cuanto a la tribu de Simeón, ésta tenía su heredad «en medio de la heredad de los hijos de Judá» (Jos. 19:1).

Las diez tribus que se separaron de las dinastía davídica fueron: Rubén, Gad, la media tribu de Manasés, situadas al este del Jordán, y al oeste de este río la otra media tribu de Manasés, Efraín, Isacar, Zabulón, Neftalí, Aser, Dan, y, en último término Benjamín, de la que una parte de territorio con sus principales localidades de Bet-el, Gilgal y Jericó pertenecían al reino del norte.

Las causas de este cisma nacional fueron las siguientes: (A) El derecho de primogenitura conferido a José (1 Cr. 5:1) y los antiguos celos entre las dos poderosas tribus de Efraín y de Judá. Esta rivalidad había llevado a una ruptura temporal en el reino, después de la muerte de Saúl.

Las divergencias volvieron a evidenciarse después de la derrota de Absalón, porque Judá fue la primera tribu en dar la bienvenida al rey cuando éste volvió (2 S. 19:15, 40-43). Al embellecer Jerusalén de una manera suntuosa, Salomón dio pie a un renacimiento de los celos entre Judá y el norte, que condujo a la separación definitiva a la muerte del rey.

(B) El lujo desmesurado del soberano excitó el descontento. El pueblo gemía bajo pesadas cargas. Para sostener el esplendor de su corte, así como para la ejecución de grandes obras públicas, Salomón multiplicó los impuestos y aplicó un régimen de levas obligatorias (1 R.

4:22, 23, 26; 5:13-16). (C) La idolatría, favorecida por los matrimonios con mujeres extranjeras (1 R. 11:1-13). La corrupción de las costumbres, alentada sutilmente por los adeptos de los falsos cultos, se infiltró por todas las clases de la sociedad. Al debilitarse la lealtad a la religión de Jehová, quedó destruido el principal factor conducente a la unidad.

  • (D) La insensatez de que hizo gala Roboam, al rehusar conceder al pueblo sus razonables demandas de aligeración de impuestos;
  • La dureza real favoreció las tendencias a la desintegración, y precipitó la secesión (1 R;

12:3-5, 12-16). El reino del norte, con sus diez tribus, tenía el doble de habitantes que Judá, y casi tres veces más extensión. Pero su situación estaba más expuesta a las invasiones, y tenía una posición menos defendible que Judá. Además, el reino del norte era una nación apóstata, y el abandono de Dios mina inexorablemente la estabilidad de los estados.

  • En el reino del norte (Israel) el nivel era sumamente bajo, y los mejores elementos de su población renunciaron a seguir las prácticas de una religión falsa: los sacerdotes y levitas emigraron al reino de Judá (2 Cr;

11:13, 14). Siquem fue al principio la capital del reino del norte; después Tirsa; Omri fundó Samaria e hizo de ella su capital (1 R. 12:25; 14:17; 15:21; 16:23, 24). Jeroboam, primer rey de Israel del norte, temía que su pueblo, al ir a Jerusalén a adorar a Dios, se volviera al soberano de la legítima dinastía.

  • Por esta razón erigió dos santuarios, uno en Dan, en el limite norte, y el otro en Bet-el, al sur del reino;
  • En cada una de estas localidades, Jeroboam erigió un becerro de oro, que unió al culto de Jehová (1 R;

12:26-32). Dios hizo proclamar su juicio sobre Jeroboam y sus descendientes, a causa de esta apostasía parcial. Nadab, hijo y sucesor de Jeroboam, fue muerto por Baasa en su segundo año de reinado, y toda la descendencia de Jeroboam fue aniquilada (1 R. 15:25-31).

  1. Fueron diecinueve los reyes que se sucedieron en el trono del reino de Israel;
  2. El conjunto de sus reinados abarca 210 años; siete de estos reyes no reinaron más que dos años o menos; ocho de ellos fueron muertos o se suicidaron, pasando la corona a otras familias;

Sólo en dos casos hubo cuatro miembros de la misma familia que se sucedieron en el poder real. Ninguno de estos soberanos hizo desaparecer los becerros de Bet-el y de Dan. Acab, influenciado por su mujer, la perversa e idolátrica Jezabel, llevó la apostasía a su punto más profundo, al reemplazar la adoración cismática a Jehová por el culto a Baal.

  • Pero Dios suscitó en esta época a profetas que lucharon incesantemente, con riesgo de sus vidas, por el mantenimiento del culto a Jehová;
  • Los más señalados fueron Elías y Eliseo;
  • Después de la supresión del culto a Baal hubo otros profetas, particularmente Oseas y Amós, que se esforzaron en trabajar para el saneamiento moral de la nación;

Hubo numerosas guerras entre Israel y Judá. Los dos reinos solamente se aliaron cuando la dinastía de Omri ocupaba el trono de Israel; Joram, el primogénito de Josafat rey de Judá, se casó con Atalía, hija de Acab rey de Israel. La ascensión de Siria, cuya capital vino a ser Damasco, influenció de manera necesaria la política del reino de Israel, su vecino inmediato.

  1. Los dos estados guerrearon con frecuencia, pero se aliaron contra los asirios en la época de Acab;
  2. 120 años después, Siria y el reino de Israel se aliaron con el propósito de tomar Jerusalén;
  3. Acaz, rey de Judá, se atemorizó ante la perspectiva de poder perder el reino, e incluso la vida;

Sin querer confiar en Jehová ni oír las exhortaciones de Isaías, no dudó en pedir socorro a Tiglat-pileser, rey de Asiria, al precio de su propia independencia. Judá tuvo que acceder a pagar un tributo anual a Asiria, y Acaz tuvo que someterse a Tiglat-pileser (2 R.

16:8-10). Este último liberó a Judá de los invasores, saqueó Israel, batió a los filisteos, puso sitio a Damasco, de la que se apoderó, y dio muerte a Rezín. El rey de Asiria deportó a los habitantes de Neftalí y a los israelitas establecidos al este del Jordán; participó en el asesinato de Peka, o lo ordenó, poniendo a Oseas en el trono del reino de Israel, hacia el año 730 a.

Después de la muerte de Tiglat-pileser, Oseas se rebeló contra Asiria. Los ejércitos asirios volvieron a invadir el reino de Israel. En el año 722 a. cayó Samaria, y una gran cantidad de sus habitantes fueron llevados al cautiverio a Asiria. Vinieron colonos de cinco distritos asirios a habitar en los lugares que los israelitas deportados se habían visto obligados a abandonar.

  • Estos extranjeros, que se mezclaron con aquellos israelitas de la Palestina central que habían escapado a la deportación, dieron lugar al pueblo samaritano;
  • La deportación de los israelitas fue la retribución de sus pecados contra Jehová, a quien habían abandonado; se habían entregado a la adoración de dioses falsos y a seguir las costumbres de naciones paganas, influenciados por sus malvados reyes (2 R;

17:7, 8). Los israelitas, caídos en la infidelidad, habían quebrantado el pacto de Dios (2 R. 17:15; cfr. Éx. 20:22; Os. 6:7; 8:1) y menospreciado sus leyes. Su apostasía se manifestó de dos maneras: adoptaron las costumbres de las naciones rechazadas por el Señor (2 R.

17:8, 15, 17; cfr. Is. 2:13; 4:2, 11, 15; Am. 2:6-9); después se entregaron al culto de los becerros de oro, instituido por los reyes de Israel, y a la idolatría general que vino como consecuencia (2 R. 17:8, 16; Os.

8:4-6; 10:5, 8; 13:2-4). Continuaron pecando, por mucho que Dios les advirtiera mediante tribulaciones y dramáticas intervenciones (2 R. 17:13; Os. 12:10; Am. 2:9-11; 4:6-13). Su pecado provocó el cisma, el envilecimiento, el juicio. Separados de la tribu de Judá, y debilitados por ello, fueron vencidos por sus enemigos.

La idolatría, la intemperancia, las disoluciones, provocaron la desmoralización de sus hombres, quitándoles la voluntad de resistir. Al carecer de carácter, de ideal moral, los soldados del Israel del norte no eran mejores que los guerreros egipcios, asirios y babilónicos.

(A) Vocación y destino profético de Israel. La vocación de Israel es la de ser el pueblo elegido, suscitado después de la triple tragedia de la caída en Edén, del Diluvio y de Babel (Gn. 2-11) para aportar al mundo la Revelación divina y el Salvador prometido.

  • Al llamar a Abraham, Dios le promete: (a) que él poseerá para siempre un país, Palestina, (b) que sus descendientes serán una nación particularmente privilegiada, (c) que ellos vendrán a ser el canal de una bendición universal (Gn;

12:1-3). La alianza ofrecida a Abraham (Gn. 15:18; 17:3-8; 22:16-18) queda solemnemente confirmada a todo el pueblo de Israel reunido en el Sinaí (Éx. 19:4-6; 24:7-11). Pablo resume en estos términos las insignes gracias otorgadas al pueblo elegido: A ellos pertenecen «la adopción, la gloria, el pacto, la promulgación de la ley, el culto y las promesas; de quienes son los patriarcas, y de los cuales, según la carne, vino Cristo, el cual es Dios sobre todas las cosas, bendito por los siglos» (Ro.

9:4-5). Nunca podremos mostrar un suficiente reconocimiento a Israel por habernos dado las dos partes de nuestra Biblia, y por encima de todo el conocimiento del verdadero Dios y nuestro Salvador Jesucristo, pues, no se debe olvidar que «la salvación viene de los judíos» (Jn.

4:22). La deportación, el retorno del exilio, la crucifixión del Mesías y la dispersión mundial de Israel. El rechazamiento de la teocracia, la desobediencia al Señor y la idolatría atrajeron el juicio sobre la nación, su pérdida de independencia nacional y la deportación para las diez tribus a Asiria, y para Judá a Babilonia (2 R.

17:1-23; 2 Cr. 36:14-21). Las diez tribus se quedaron en la dispersión, en tanto que después de 70 años una parte minoritaria de Judá volvió a Jerusalén (cfr. Esdras y Nehemías). Se emprendió la reconstrucción del templo, y la comunidad judía fue reconstituida, pero el pueblo ya jamás reencontró su unidad y el «trono de David» no fue ya restaurado.

Sin embargo, a través de las pruebas del cautiverio, los judíos quedaron liberados de su tendencia hacia la idolatría y se aferraron como nunca lo hubieran hecho a la fe monoteísta. Es entre ellos que pudo nacer el Mesías. Reconocido y aceptado por el remanente, por aquellos que «esperaban la consolación de Israel» (cfr.

Lc. 2:25-32, 38; Jn. 1:45, etc. ) Jesús, sin embargo, no fue recibido por los suyos sino que fue finalmente crucificado (Jn 1:11; 5:18; 7:5; 8:59; 9:22; 10:31; 11:47-50; 12:10-11; 37:40; 19:6-16; cfr. Mt. 13:3, 10-15, 21-38; 22:2-7; 23:37-39; 26:59; 27:20-25; Lc.

11:29-32; 19:14, etc. Los profetas ya habían preanunciado claramente el rechazamiento del Mesías por parte de su propio pueblo (Is. 49:7; 52:14; 53:1-8; Sal. 2:1-2; cfr. Hch. 4:25-27; Sal. 22:7; Zac. 11:12-13; 12:10, etc. Las palabras de Cristo relacionan directamente este hecho con la destrucción de Jerusalén y la dispersión mundial de los judíos (Mt.

  1. 21:38-43; 22:7; 23:36, 38; 24:2; Lc;
  2. 19:41-44; 21:20-24; 23:28-31);
  3. La dispersión de Israel por toda la tierra, igualmente anunciada por los profetas (Dt;
  4. 4:27; 28:64, 68; Jer;
  5. 9:16; cfr;
  6. Jer;
  7. 29:14; 31:8; Is;
  8. 43:5-6), fue sumamente intensificada después de la toma de Jerusalén por parte de Tito en el año 70 d;

A partir de este trágico acontecimiento, se cumplen tres predicciones bíblicas de una forma maravillosa: (a) Dios ha preservado la existencia misma de un pueblo, al que ha prometido preservar hasta el fin de los tiempos (Jer. 31:35-36; Lv. 26:44-45; Ez. 11:16); (b) este pueblo dispersado ha conocido grandes sufrimientos, pero Dios juzgará a todos aquellos que lo hayan afligido, según Gn.

12:3; Dt. 28:65-67; Lv. 26:36, 38-39; Jer. 30:11; Os. 3:4; Zac. 2:8. Las persecuciones lanzadas sobre los judíos constituyen una vergüenza para los países pretendidamente cristianos. (c) durante la ausencia de los judíos, Palestina quedó convertida en un desierto (Lv.

26:33-34; Dt. 29:22-25; Is. 5:6; 6:11-12; Zac. 7:14). La resurrección y conversión de Israel. Ezequiel tuvo una emocionante visión de la reunión y de la resurrección nacional de Israel, dispersado entre todas las naciones (Ez. 37:1-14). Dios ha prometido de manera formal que devolverá a su pueblo al país de sus padres (Ez.

34:13-14; 36:24; 37:25; Is. 14:1-2; 34:16-17, etc. Parece que ha empezado a hacerlo ya bajo nuestra mirada con el retorno de judíos a Palestina. El desierto y la aridez vuelven a florecer (Is. 35:1-10; Ez. 36:10, 11, 33, 38), se han plantado millones de árboles y se está desarrollando la agricultura en el mismísimo desierto del Neguev.

Esta renovación exterior prepara la conversión final de Israel a su Mesías, conversión anunciada tanto por el AT como por el NT (Ez. 36:24-27; 39:28, 29; Zac. 12:10; 13:8-9; Hch. 3:19-20; Ro. 11:11-15, 23, 25-31). Esta conversión será la señal de maravillosas bendiciones para el mundo, y el preludio del establecimiento del reino glorioso del Señor.

El creyente tiene motivos para gozarse, al ver cómo los planes de Dios están empezando a materializarse, y tiene renovados motivos para orar, con fe, «por la paz de Jerusalén» (Is. 62:6, 7). (B) El Estado de Israel.

Desde finales del siglo XIX, los judíos han establecido en Palestina numerosas colonias agrícolas, alentadas en parte por la familia Rothschild. El movimiento Sionista, fundado en 1897, hizo mucho para preparar el retomo de los israelitas a su patria. Un impulso adicional lo fue la famosa «Declaración Balfour», prometiendo a los judíos en nombre de Su Graciosa Majestad Británica que, después de la Primera Guerra Mundial, se constituiría un Hogar Nacional Judío en la tierra de sus padres.

  1. Después de las persecuciones nazis, en las que fueron asesinados alrededor de 6 millones de judíos, hubo una corriente migratoria aún más intensa a Palestina, a pesar de la creciente oposición de los árabes y de los británicos;

Finalmente, en el momento en que Inglaterra abandonaba su mandato sobre el país, era proclamada, el 15 de mayo de 1948, la independencia del Estado de Israel. Desde la conquista de Nabucodonosor, Israel había conocido 2. 555 años de sometimiento y de dispersión.

Sin embargo, los ejércitos de cinco naciones árabes, Líbano, Siria, Transjordania, Irak y Egipto se lanzaban al asalto de la joven nación. Las tropas de Israel pudieron resistir el embate, pero las tropas de Transjordania, mandadas por oficiales británicos, pudieron tomar la ciudad vieja de Jerusalén, y mantener los territorios de Judea y Samaria.

La Organización de las Naciones Unidas intervino, y se estableció un precario armisticio en 1949. En 1956, Israel se midió con Egipto, debido al bloqueo a que los egipcios tenían sometidos a los israelitas en el golfo de Ákaba. Israel ocupó el Sinaí, que fue abandonado ante las firmes garantías internacionales de libertad de navegación.

  • El 5 de junio de 1967, después de una serie de tensiones en aumento, y de un prolongado bloqueo del golfo de Ákaba por parte de Egipto, y ante los movimientos de tropas árabes que indicaban un ataque inminente, Israel lanzó un ataque relámpago sobre Egipto, Jordania y Siria, que en menos de una semana llevaba a sus ejércitos al canal de Suez, ocupando toda la península del Sinaí, a la conquista de toda Judea y Samaria, desalojando de allí a las tropas jordanas, liberando además la ciudad vieja de Jerusalén y devolviéndola finalmente a Israel, y desalojando a los sirios de las alturas del Golán, desde donde habían estado cañoneando intermitentemente las colonias agrícolas judías en la Alta Galilea;

Nuevamente, la intervención de las Naciones Unidas impuso un armisticio, aunque Israel se negó a abandonar los territorios conquistados. Las garantías internacionales del pasado habían sido siempre papel mojado. La cuarta guerra fue la desencadenada por un ataque por sorpresa de los egipcios, cruzando el canal de Suez el 6 de octubre de 1973, con la esperanza de recuperar los territorios perdidos en 1967.

Los sirios abrieron un segundo frente, apoyando este ataque. Sin embargo, la reacción israelita de cruzar a su vez el canal de Suez, cortando las líneas de aprovisionamiento del ejército egipcio, y embolsando a las tropas atacantes, produjo el hundimiento de la ofensiva.

Una iniciativa de paz del presidente Anwar al-Sadat, viajando a Jerusalén para entrevistarse con el primer ministro Menahem Begin en 1978, llevó a un proceso de devolución del Sinaí, y a la firma de un tratado de paz en 1979 entre Israel y Egipto. Pero sigue habiendo tensiones entre Israel y los países árabes circundantes, especialmente con el problema del desplazamiento de los árabes palestinos, consecuencia de una guerra desencadenada por los árabes en 1948, y que, en lugar de resolver, como los judíos resolvieron el de sus refugiados en los campos de Europa después de la Segunda Guerra Mundial, han querido mantener, para instrumentalizarlo políticamente, apelando a la enorme carga emotiva que conlleva un problema humano de este tipo.

  1. La resurrección de la nación de Israel ha conllevado la resurrección del hebreo, que era una lengua muerta, y que ahora es un idioma moderno y floreciente;
  2. La Universidad Hebrea de Jerusalén es un foco de actividad cultural de gran prestigio mundial;

A pesar de sus problemas económicos, causados por los gastos militares que se ven obligados a mantener, Israel tiene una industria y agricultura boyantes, y compiten agresivamente en el mercado europeo de cítricos con países como España e Italia. Las riquezas del mar Muerto son objeto de explotación comercial, y constituyen, en lo material, la mayor riqueza de Israel.

Sin embargo, ha de llegar todavía el día en que Israel reconozca nacionalmente su mayor tesoro, el Mesías rechazado y que ha de volver. Los profetas anuncian que el día de la venida de Cristo, para Israel, vendrá precedida del día de la angustia de Jacob.

En este período, la nación pasará por durísimas pruebas, al final de las cuales aparecerá el Señor Jesucristo. Zacarías describe la emocionante escena del reconocimiento por parte de Israel de «el que traspasaron» (Zac. 12:10-14), con el profundo arrepentimiento nacional del remanente de Israel.

  1. Entonces entrará Israel en el disfrute del reino milenial bajo el reinado del Mesías, que tanto los ama, y que se dio «por la nación; y no solamente por la nación, sino también para congregar en uno a los hijos de Dios que estaban dispersos (Jn;

11:51, 52). La higuera infructífera, imagen usada por el Señor, maldecida por su ausencia de fruto (Mt. 21:18-19; Mr. 11:13, 21), es presentada después como parábola de Israel Seco de muerte durante mucho tiempo, del tronco de esta nación vuelven a brotar hojas.