En Que Parte De La Biblia Habla Del Diezmo?

En Que Parte De La Biblia Habla Del Diezmo

En la antigüedad, Abraham y Jacob obedecieron el mandamiento de pagar el diezmo, que consistía en la décima parte de su interés (véase Hebreos 7:1–10; Génesis 14:19–20; 28:20–22 ).

¿Por qué debemos dar el diezmo?

¿Por qué razón debo contribuir el diezmo? Todo lo bueno que usted tiene en la vida es una dádiva de su amoroso Padre Celestial. Cuando a cambio de ello usted contribuye el diez por ciento, le expresa a Él su amor, fe y gratitud. Le demuestra a Dios que lo seguirá a pesar de que pueda ser difícil; le demuestra que confiará en Él en vez de confiar en el dinero o en las cosas materiales.

  • Debido a su fidelidad, su Padre Celestial le promete bendiciones que son mucho más grandes que cualquier cosa de la que se tenga que privar;
  • A pesar de que a algunas personas les es difícil pensar que puedan contribuir una décima parte de sus ingresos, las personas que son fieles en el pago de sus diezmos se dan cuenta de que no pueden permitirse el no pagarlos;

De manera muy real y maravillosa se abren las ventanas de los cielos y se derraman bendiciones sobre ellos. Tal como una madre viuda le explicó a su hijo: “…no puedo [criar a mis hijos] sin las bendiciones del Señor, y recibo esas bendiciones al pagar un diezmo íntegro. Imagen El confiar en el Señor brinda fortaleza espiritual. A medida que hacemos frente a las graves tribulaciones de la vida necesitamos mayor fe, inspiración y valor. Esas bendiciones se pueden derramar de las ventanas de los cielos como resultado de la obediencia a la ley del diezmo. Además, muchas personas se dan cuenta de que a causa de que pagan sus diezmos con fidelidad se encuentran en mejores condiciones de administrar sus finanzas y satisfacer sus necesidades.

Cuando pago mi diezmo, tengo la promesa del Señor de que Él nos bendecirá, y necesitamos esas bendiciones para arreglárnoslas para vivir”(véase Dallin H. Oaks, “El diezmo”, Liahona, julio de 1994, pág. 39).

El pago del diezmo nos ayuda a controlar nuestros deseos por cosas materiales y a ser honrados con nuestro prójimo. Aprendemos a confiar que lo que se nos ha dado, mediante las bendiciones del Señor y nuestros propios esfuerzos diligentes, es suficiente para nuestras necesidades. Imagen No importa cuál sea la cantidad de su ingreso, usted será bendecido al pagar su diezmo. Cuando Jesucristo vio a una mujer depositar unas monedas en el arca del templo, dijo a Sus discípulos: “…esta viuda pobre echó más que todos los que han echado en el arca; porque todos han echado de lo que les sobra; pero ésta… echó todo lo que tenía” (Marcos 12:43–44)..

¿Qué pasa si no diezmo según la Biblia?

El pago del diezmo trae grandes bendiciones – El Señor dio la ley [del diezmo]. Si seguimos Su ley, prosperamos; pero cuando seguimos lo que pensamos que es una mejor manera, sobreviene el fracaso. Cuando viajo por la Iglesia y veo los resultados del pago de los diezmos, llego a la conclusión de que no es una carga, sino una gran bendición 7.

Paguen un diezmo íntegro. Esta ley eterna, revelada por el Señor y practicada por los fieles desde los profetas de la antigüedad hasta el presente, nos enseña a poner al Señor en primer lugar en nuestra vida.

Quizá no se nos pida que sacrifiquemos nuestro hogar o nuestra vida, como sucedió con los primeros santos. Actualmente se nos da el desafío de vencer el egoísmo. Pagamos el diezmo porque amamos al Señor, no porque tenemos los medios para hacerlo. Podemos esperar que el Señor abrirá “las ventanas de los cielos” ( Malaquías 3:10 ) y hará llover bendiciones sobre los fieles 8.

Seguimos el principio de reintegrar al Señor una porción de Su bondad para con nosotros, porción a la cual nos referimos como el diezmo. El diezmo… es completamente voluntario. Podemos pagar el diezmo o no pagarlo.

Los que lo hacen, reciben bendiciones que los demás no conocen 9. Mary Fielding Smith [fue] una madre pionera indómita que era la esposa y viuda del patriarca Hyrum Smith, hermano del Profeta… Una primavera, cuando la familia abrió el depósito de papas [patatas], mandó a sus hijos a apartar las mejores para llevarlas a la oficina donde se pagaban los diezmos.

  1. Junto a las escaleras de la oficina se encontró con uno de los secretarios, quien [protestó] cuando los muchachos comenzaron a descargar las papas;
  2. “Hermana Smith”, le dijo, recordando sin duda las pruebas y los sacrificios por los que había pasado, “es una vergüenza que usted tenga que pagar diezmos”;

Él… la reprendió por pagar el diezmo, y la trató de todo, menos de sabia y prudente… La pequeña viuda se enderezó hasta alcanzar toda su altura, y dijo: “William, ¡debería darte vergüenza! ¿Quieres negarme una bendición? Si no pagara el diezmo, podría esperar que el Señor me retuviera Sus bendiciones; pago mi diezmo no sólo porque es una ley de Dios, sino porque espero una bendición al hacerlo.

  1. Al obedecer esta y otras leyes, espero prosperar y poder proveer para mi familia” (Joseph Fielding Smith, Life of Joseph F;
  2. Smith , Salt Lake City, 1938, págs;
  3. 158–159) 10;
  4. El principio del diezmo debería ser más que un cumplimiento matemático y mecánico de la ley;

El Señor condenó a los fariseos por diezmar hierbas de manera mecánica sin adentrarse en el ámbito de la espiritualidad [véase Mateo 23:23 ]. Si pagamos los diezmos por el amor que le tenemos al Señor, con plena libertad y fe, reducimos la distancia entre Él y nosotros, y nuestra relación con Él llega a ser muy personal.

  • Somos librados del cautiverio del legalismo, percibimos la influencia del Espíritu y nos sentimos en unidad con Dios;
  • El pago del diezmo fortalece la fe, aumenta la espiritualidad y la capacidad espiritual, y hace firme el testimonio;

Da la satisfacción de saber que uno está cumpliendo con la voluntad del Señor. Nos brinda las bendiciones que se producen por compartir con los demás mediante los propósitos para los que se utiliza el diezmo. No podemos darnos el lujo de negarnos esas bendiciones.

No podemos darnos el lujo de no pagar el diezmo. El hacerlo afecta no solamente el presente, sino también el futuro. Lo que damos, la forma en que lo damos, y la manera en que cumplimos nuestras obligaciones con el Señor tienen importancia eterna.

El testimonio de la ley del diezmo se obtiene al vivirla 11.

¿Qué es el diezmo según la Biblia?

La palabra diezmo significa “una décima parte”. El diezmo es un donativo, o una ofrenda, de la décima parte de tus ingresos para utilizarlos al servicio de Dios. Desde la antigüedad, Dios ha mandado a Su pueblo que le dé a Él la décima parte de todo lo que ganan.

Este mandamiento todavía sigue vigente hoy en día. Los miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días dan una décima parte de sus ingresos a Dios por medio de Su Iglesia. Esos fondos se utilizan para edificar la Iglesia y hacer avanzar la obra de Dios en todo el mundo.

Dios promete grandes bendiciones a quienes pagan el diezmo. Pagar el diezmo demuestra obediencia y amor, y ayuda a fortalecer nuestra fe en Dios. La Biblia nos enseña que Dios siempre ha mandado a Sus hijos pagar diezmos. Abraham pagó el diezmo (véase Génesis 14:20).

El diezmo era una ley para los hijos de Israel (véase Números 18:21–28). También lo enseñaron y siguieron personas de la América antigua, tal como se registra en el Libro de Mormón (véase 3 Nefi 24:8–12).

En la actualidad, los profetas vivientes enseñan sobre la importancia continua de pagar el diezmo. Cuando somos obedientes a los mandamientos de Dios, Él nos promete innumerables bendiciones a cambio. Cuando pagamos el diezmo, nos acercamos más a Dios y ayudamos a hacer avanzar Su obra.

Jesús dijo: “Si me amáis, guardad mis mandamientos” (Juan 14:15). Dios demuestra Su amor por nosotros al darnos todo lo que tenemos. A cambio, Él nos pide que apoyemos Su obra y que mostremos amor por los demás.

El diezmo ayuda a proclamar el Evangelio y a edificar el Reino de Dios sobre la tierra. Tus contribuciones tienen el potencial de bendecir la vida de muchas personas, así como la tuya. La invitación de Dios sobre el diezmo es clara: “Traed todos los diezmos […]; y probadme ahora en esto […], si no os abriré las ventanas de los cielos y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde” (Malaquías 3:10). Aprende más sobre los mandamientos de Dios Reúnete con los misioneros.

¿Qué hacen los pastores con el diezmo?

Análisis de los argumentos que utilizan los pastores evangélicos como Miguel Arrazola para sustentar, con pasajes bíblicos, el diezmo de sus fieles Este es un espacio de expresión libre e independiente que refleja exclusivamente los puntos de vista de los autores y no compromete el pensamiento ni la opinión de Las2orillas.

  • Los pastores evangélicos no tienen ningún fundamento bíblico para exigir el diezmo;
  • Sin embargo, de manera astuta y sibilina toman tres o cuatro versículos del Antiguo Testamento y se lo restriegan a sus feligreses cada domingo y consiguen su torticero cometido;

Uno de esos pasajes bíblicos lo encontramos en Malaquías 3:8-12, el cual constituye el caballito de batalla más importante para convencer y atemorizar a sus incautos seguidores, pues esos versos dicen que quien no diezme, es un ladrón. Veamos:  “¿Robará el hombre a Dios? Pues vosotros me habéis robado.

Y dijisteis: ¿En qué te hemos robado? En vuestros diezmos y ofrendas”. Como es natural, un creyente no quiere llegar al cielo y llevar el sambenito de haberle robado a Dios. Y tampoco quiere caer en desgracia como reza en el verso 9:  “Malditos sois con maldición, porque vosotros, la nación toda, me habéis robado”.

Como pueden ver, ese pasaje de Malaquías, sería, supuestamente, el fundamento bíblico para cobrar el diezmo, pero aquí encontramos un problema. La doctrina evangélica tiene como piedra angular de su fe, algo que predican y enseñan con virulencia: “El cristiano ya no está bajo la ley sino bajo la gracia”, dogma éste acuñado por el apóstol Pablo y luego por Lutero.

Entonces, si ya no están bajo la ley sino bajo la gracia, ¿por qué apelan a un expreso mandato de la ley? Y lo que es peor, ese mandato legalista es para los judíos. No para los gentiles. Vayamos al encabezado de Malaquías en su capítulo 1: “Profecía de la palabra de Jehová contra Israel, por medio de Malaquías”.

Recordemos que lo que el cristianismo llama Antiguo Testamento es un texto judío para los judíos, no para el habitante (no judío)  de Bogota, Medellín, Londres, Facatativa, Juanchito, Quibdo, Soacha, Tunjuelito o Moscú. Tampoco ese texto de Malaquías expresa tácita o expresamente que puede ser aplicado a otras naciones.

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Lo que allí se expresa era una profecía Malaquías en tiempos del Segundo Templo. Ahora, como la pastores atrevidamente les encanta zambullirse en la ley cuando les conviene y alejarse de la gracia cuando quieren, vayamos a la misma ley.

Leamos el libro de Números 18, Deuteronomio 14 y 18, los cuales prescriben de manera clara a quién, dónde y cómo se debe gastar el diezmo. Allí se dice que es en Jerusalen, con destino a los levitas y los pobres. Otra cosa, el cristianismo tiene como texto de su fe, el Nuevo Testamento, y en este libro no hay ninguna (léase bien), ninguna referencia al diezmo.

  • Pablo, que es su máximo redactor, tampoco menciona el diezmo como un mandato obligatorio para los gentiles;
  • Lo que sí dice Pablo en la carta a los Corintios, capítulo 9, es que ” cada quien dé como propuso en su corazón”;

Es decir, cualquier cantidad; y no la hace obligatoria. Es necesario recordar que Jesús no le predicaba a los gentiles, sino a los judios, quien lo hace es Pablo, y cuando se presenta el conflicto de qué se le debe exigir a los gentiles, el primer Concilio Cristiano de la época, relatado en el libro de los Hechos de los Apóstoles en su capítulo 15: acordó:  “Por lo cual yo juzgo que no se inquiete a los gentiles que se convierten a Dios, sino que se les escriba que se aparten de las contaminaciones de los ídolo de fornicación de ahogado y de sangre”.

  1. Pregunto ¿Dónde está el diezmo en ese pasaje? Algunos pastores para no dar el brazo a torcer dicen que en el Nuevo Testamento sí habla del diezmo cuando Jesús sostiene una discusión con los fariseos sobre si se podía o no pagar tributos al César, y Jesús les dice en Marcos 12: ……”Dad a César lo que es de César, y a Dios lo que es de Dios”;

Pues bien, esta es una discusión entre judíos, no entre judíos y gentiles. Jesús nunca cobró diezmos a los gentiles. Pablo tampoco lo hizo. Entonces, ¿con qué autoridad bíblica Arrazola & Asociados salen como chepitos a cobrar lo que no está permitido para los gentiles? A mi que me expliquen..

¿Cuál es la ofrenda que más le agrada a Dios?

La ofrenda que a Dios le agrada es aquella que esta relacionada con la Sangre de Jesús, tu vida esta relacionada con el sacrificio de Cristo en la cruz. – “Por la fe Abel ofreció a Dios más excelente sacrificio que Caín, por lo cual alcanzó testimonio de que era justo, dando Dios testimonio de sus ofrendas; y muerto aún habla por ella” (Hebreos 11:4) RVR1960 En Que Parte De La Biblia Habla Del Diezmo “Honra a Jehová con tus bienes, y con las primicias de todos tus frutos; y serán llenos tus graneros con abundancia, y tus lagares rebosarán de mosto” (Proverbios 3: 9-10) RVR1960 La ofrenda dada por Abel, tuvo un significado muy especial; él escogió dar lo mejor de su rebaño, pues Dios, como único Creador, merecía lo mejor de todas las cosas. Su ofrenda fue generosa y redentora, pues escogió un animal que fuera el sustituto de sus pecados, reconociendo que su vida, cerca de la de Dios, era de poco valor. El Señor exalta la fe de Abel sobre la de Caín, pues aunque también trajo una ofrenda a Dios, no fue recibida con agrado, pues estaba acompañada de mezquindad, indiferencia, egoísmo y falta de reconocimiento de quién su Creador era.

  1. Decide ser parte del Reino de Dios: Sabemos que en el mundo existen dos reinos espirituales: el Reino de Dios, y el reino del enemigo;
  2. El enemigo trata de conquistar a las personas, haciéndolas esclavas de lo material (y es cuando se despierta en el corazón de algunos un fuerte deseo por tener mucho dinero sin importarles a quiénes tengan que atropellar);

Muchos han adquirido grandes sumas de dinero y amasado fortunas, pero no tienen la capacidad de disfrutarlas, ni tienen felicidad plena en sus hogares. El Señor dio a entender que la felicidad del hombre no consiste en los bienes que posee. Dios no necesita de nuestro dinero ni de nuestras ofrendas, pero Él nos dio el privilegio de que pudiésemos ofrendar voluntariamente; Dios dejó establecido que nosotros ofrendáramos, pero Él lo hizo para probar nuestra actitud; Dios prueba nuestro corazón de acuerdo a la manera cómo nosotros ofrendamos, porque el Señor dejó principios establecidos sobre la importancia de dar; a Caín y Abel, Dios no les dijo que tenían que ofrendar, sino que ellos se sintieron movidos a ofrendar a Dios, y Abel pensó qué podría ofrecerle a Dios, pues él quería darle lo mejor.

  1. Piensa en lo que más ama un niño; seguramente sus juguetes;
  2. Y si le dijéramos que nos compartiera algo, seguramente evitaría darnos esos juguetes;
  3. Pero cuando uno tiene un compromiso con Dios, uno le da lo que más ama;

Tu ofrenda es tan solo el reflejo de tu carácter: Cuando el Señor entró al templo, miró lo que la gente daba. Unos depositaban grandes sumas de dinero; pero una viuda solo dio dos blancas. Cuando terminó la reunión, Jesús les preguntó a sus discípulos cómo había sido la ofrenda.

  • Ellos respondieron que había gente muy generosa y otros muy tacaños (refiriéndose a la ofrenda de la viuda);
  • El Señor entonces les dijo que estaban equivocados en su apreciación, porque esos que aparentemente habían dado generosamente, dieron de lo que les sobraba, sin esfuerzo, sin embargo la viuda dio una ofrenda que agradaba a Dios porque era todo lo que tenía;

El Señor siempre pide una ofrenda con esfuerzo, y no cualquier ofrenda, porque Él pide la mejor. En la Biblia quedó registrada la ofrenda de Abel, porque él dio lo mejor. ¿Qué ofrenda le darías a Dios para que llegaras a tocar su corazón? Abel pensó en el rebaño, y tomando lo mejor de él, lo presentó ante Dios.

  • Pero, ¿por qué ese rebaño se constituyó en la mejor ofrenda? Hay un significado, un trasfondo al respecto: Abel le estaba diciendo con ésto a Dios, que él le ofrendaba su vida, que él quería morir por Él, pero como no lo podía hacer, en su lugar le ofrendaba ese animal con su sangre, como sacrificio;

El escritor a los Hebreos dice: “Sin derramamiento de sangre no hay remisión de pecados” (Hebreos 9:22) RVR1960 Esa ofrenda que estaba presentando Abel, se estaba constituyendo en el prototipo de Jesucristo. Cristo es la ofrenda de Dios, y se ofreció a sí mismo por la redención de la humanidad.

  1. Si Jesús no se ofreciera en sacrificio, nadie sería salvo;
  2. Por eso la Escritura dice: “¡Gracias a Dios por su don inefable!” (2 Corintios 9:15) RVR1960 3;
  3. Jesús se ofreció por nosotros:  Solo hay un Dios, El Padre;

Jesucristo es el único camino para llegar a Dios. Él dijo: “Yo soy el camino, la verdad y la vida, y nadie viene al Padre sino por mí” (Juan 14:6) RVR1960 Jesús se constituyó en el camino porque Él dio su vida por nosotros; Él pagó el precio por nosotros, porque nosotros merecíamos morir; nuestros pecados nos llevaban a la muerte y a la destrucción; pero un día Jesús tomó el lugar de cada uno de nosotros y se ofreció a sí mismo a Dios, para que todo aquel que en Él cree no se pierda mas tenga vida eterna.

Cuando nosotros aceptamos a Jesús en nuestro corazón, estamos ofrendando a Dios lo mejor. Es como si nos presentáramos ante Él y le dijéramos: Señor, me presento ante ti a través de Jesús, acéptame, pues me entrego hoy a Ti de la misma manera que Jesús lo hizo por mí.

Esa es la ofrenda que agrada a Dios, que toca su corazón, es la ofrenda genuina. Por otro lado, estaba Caín. Él no dio una buena ofrenda, porque dio una ofrenda de su esfuerzo, de su capacidad, de sus habilidades, de sus negocios, tomando del producto de la tierra, y dándosela a Dios del sudor de su frente ¡Dios desechó esa ofrenda! Las obras no cuentan para la salvación, sino la sangre de Cristo.

  1. Una persona, si no ha sido lavada con la sangre de Cristo, no puede ser salva, porque lo único que lava nuestros pecados es la sangre de Jesús;
  2. Dando nuestra mejor ofrenda: El apóstol Pablo dice que fuimos salvos para que andemos en buenas obras;

Después de la salvación, podemos hacer obras excelentes; Dios pide que demos nuestra mejor ofrenda. Nuestra vida; pero también nos confronta a entregar lo que más amamos, Dios le pedirá aquello que usted más ama. El proverbista dijo: “Echa tu pan sobre las aguas, reparte a siete y aún a ocho porque no sabes el mal que ha de venir sobre la tierra”.

Cuando usted ofrenda a Dios, nunca puede darle más de lo que Él le da; no hay una sola persona que pueda decir que da más que lo que Dios le da; nadie puede ganarle a Dios en la manera cómo Él nos da. Con mi hija Sara, jugamos a que si ella me da un beso, me debe dar un dólar; si yo le doy un beso, ella me cobra un dólar.

Un día le di cinco besos, y le pagué cinco dólares; ella se puso feliz, ¡pero me sorprendió! porque al rato vino y me dio doce besos y me pagó doce dólares. Ella entiende que no puede dar más de lo que le da su papá; que si ella da doce, su papá luego le va a dar veinticuatro; ella sabe lo que es la fe.

  • Así sucede con Dios: Cuando tienes un corazón generoso, no cuestionas a Dios, sino que das con todo el corazón y luego Dios te recompensa;
  • Recuerda, nunca podrás dar más de lo que Dios te da, y Dios ama al dador alegre;
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Dios se agradó tanto de la ofrenda que dio Abel, que todavía hace memoria de él sobre la tierra. Abel es recordado por la ofrenda que dio. Tu ofrenda es un argumento a favor: Cuando ofrendas o diezmas, esto se convierte en un argumento a favor tuyo. Cuando alguien no diezma, un espíritu viene con argumentos para acusarlo ante Dios.

Recordaras al centurión que tenía un siervo enfermo y los ancianos fueron hasta Jesús y le dijeron: Señor, es digno que le concedas esto, porque él ama nuestra nación, y nos ha edificado una sinagoga. Eso era un argumento a favor del centurión.

Esto quiere decir que cuando tienes una necesidad, en el mundo espiritual los ángeles se presentan ante Dios y le dicen al Señor que es digno que te conceda eso. Estos ángeles estarán presentando el reporte de las ofrendas que hemos dado, de cómo hemos bendecido a la iglesia, de cómo hemos usado las finanzas para el Reino de Dios y eso se convierte en un argumento a nuestro favor.

  1. Los apóstoles le dijeron a Jesús: Señor, nosotros hemos dejado todo por seguirte, ¿qué tendremos? Y el Señor dijo: De cierto os digo que no hay ni uno solo de vosotros, que haya dejado casas, tierras, bienes, familia por causa de mí y del reino de los cielos, que no haya de recibir cien veces más en esta vida y en la otra la vida eterna;

De todo lo que tu das, el Señor en su banco dice: Ése gana cien veces más de lo que ha depositado. Si tu no le has dado correctamente a Dios, debes romper la maldición, (siendo que para tal liberación también se necesitan argumentos a favor). Da una ofrenda extra para cancelar los argumentos, y romperás toda maldición financiera.

  1. Luego haz un pacto de fidelidad con Dios;
  2. Tu ofrenda determina tu excelencia: Hay una palabra en griego llamada “arete”, cuyo significado es “excelencia”;
  3. El arete de un atleta, es la manera cómo define la carrera; eso es excelencia, cuando se es el mejor;

El arete de un ama de casa, es la excelencia en cómo conduce su hogar; el arete de un maestro, es la excelencia en la manera que enseña; el arete de un cristiano, es la manera cómo se relaciona con Dios. Cuando el Señor dice que Abel alcanzó mas excelente sacrificio que Caín, se está refiriendo a que la excelencia de un cristiano la determina la manera en cómo él da.

  • A uno de los pastores de mi equipo, Dios lo rescató de una vida terrible que tenía;
  • Apenas convertido y recién ingresando a la visión, hizo un pacto con Dios, donde declaró que de los siete días de la semana, le iba a dedicar seis al Señor, quedando solo uno para él;

Y así lo hizo: Un solo día trabajaba, pero en ése Dios lo bendecía tanto, que hacía toda la ganancia de una semana en solo un periodo de trabajo; en los otros seis días, él se dedicaba a hacer la obra de Dios, llamando por teléfono, visitando y consolidando.

Dios lo empezó a bendecir de una manera increíble: dándole gente, derramando unción sobre su vida y auxiliándolo en todo. El año pasado, en una semana hizo doce impactos evangelísticos y ganó 6000 personas.

Todo porque adquirió un compromiso con Dios. Tienes que pedirle a Dios que te dé esa excelencia como creyente; de esta manera le ofrendas tu vida (no para hacer lo que tu quieres) para lo que Dios quiere que tu hagas, con el propósito de engrandecer su Reino.

Tu ofrenda te lleva a la bendición: La fe para ofrendar, es la misma fe que nos lleva a conquistar las finanzas, porque:  “La bendición de Jehová es la que enriquece, y no añade tristeza con ella” (Proverbios 10:22) RVR1960 En el libro de Hageo, capítulo 2 verso 8, el Señor dijo: “Mía es la plata, y mío es el oro, dice Jehová de los ejércitos”.

El dinero es del Señor, y el diablo ha robado ese dinero, dándoselo a sus súbditos para esclavizarlos y tener control sobre ellos de una manera tirana. A través del profeta Jeremías, el Señor dijo: “Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá? Yo Jehová, que escudriño la mente, que pruebo el corazón, para dar a cada uno según su camino, según el fruto de sus obras” (Jeremías 17:9-10) RVR1960 Dios sabe que el corazón del hombre está lleno de engaño, y para poder bendecir a Sus hijos, Él primero tiene que probar qué dirección han tomado esos corazones; por tal motivo, Dios permite que las personas pasen por ciertas circunstancias en sus vidas, que los llevarán a un desprendimiento total, tanto de sí mismos, como de los bienes que hayan adquirido.

Sé que el Señor quiere dar a cada uno de sus hijos la provisión que ellos necesitan; y siempre Él lo hace de una manera mucho más amplia de lo que ellos se imaginan, pues el corazón de Dios es extremadamente generoso.

Además, todos los hombres de Dios primero fueron probados, antes de ser prosperados. Entendiendo el sentido de la prosperidad: Creo que es importante entender que existe una gran diferencia entre ser próspero y ser rico. Normalmente, cuando se habla de ser rico, se hace referencia a una persona acaudalada y propietaria de muchos bienes; pero una persona puede ser próspera sin que sea acaudalada ni rica.

Por ejemplo: Cuando Jesús vivió en la tierra, no tenía riquezas, pero fue próspero; no podríamos decir que el Señor era pobre; Él era próspero, porque un pobre no puede alimentar a más de diez mil personas y fue lo que el Señor hizo.

Jesús no andaba con dinero en el bolsillo, tampoco tenía cuando le fueron a cobrar los impuestos, pero Él sabía que había una fuente de provisión directamente en Dios, y le dijo a Pedro: “Abre la boca del pez y saca la moneda”. El Señor utilizó el banco de un pez; dijo: “Echa el anzuelo, no le pongas carnada, y en el primer pez que saques vas a encontrar una moneda, y paga con ella los impuestos tuyos y los míos”. En Que Parte De La Biblia Habla Del Diezmo.

¿Quién creó el diezmo?

Historia y actualidad del diezmo – El diezmo se remonta a tiempos bíblicos. El patriarca Abram , quien luego sería Abraham ( “padre de muchos pueblos” ), le entregó un diezmo al sacerdote Melquisedec en una muestra de gratitud. Con el tiempo, el diezmo se instruyó para todos los sacerdotes levitas e incluso se estableció como obligación o ley.

En la actualidad, el diezmo suele ser optativo en la religión , aunque diversas ramas (como los evangelistas ) insisten en la importancia de que los fieles guarden una parte de sus ingresos para contribuir con la iglesia.

Se suele considerar el diezmo como una responsabilidad ante Dios ya que ayuda a la difusión de su palabra en el mundo. En Que Parte De La Biblia Habla Del Diezmo Puede asociarse la idea de diezmo a una contribución o un impuesto.

¿Cuál es el verdadero diezmo?

¿Qué es el diezmo? Imagen El diezmo es la donación de la décima parte de nuestro ingreso a la Iglesia de Dios. Este mandamiento se ha conocido desde los tiempos del Antiguo Testamento. El profeta Malaquías enseñó la importancia del diezmo y las bendiciones que provienen de la obediencia a esta ley: “Traed todos los diezmos al alfolí… y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde” ( Malaquías 3:10 ).

En 1838, el Señor reiteró este mandamiento mediante el profeta José Smith: “…mi pueblo… [pagará] la décima parte de todo su interés anualmente; y ésta les será por ley fija perpetuamente” (Doctrina y Convenios 119:3–4).

Se sobreentiende que interés significa ingreso. Los diezmos que usted dé son sagrados para el Señor, y usted lo honra a Él con el pago de ellos. El pago del diezmo es una manifestación de la fe que usted tiene en Dios y en Su obra..

¿Qué dice la Biblia sobre el salario del pastor?

Tiempo estimado de lectura: TMS Español | 30 junio 2017 ¿Cuánto debe ganar un pastor? Muchos se preguntan si es bíblico que el pastor tenga un salario o si hay provecho alguno en ello. A menudo, debido a abusos que se han dado en este respecto, surgen ideas o concepciones equivocadas.

Hay mucho mal entendido, muchas dudas, muchas opiniones y debates. Sin embargo, como siempre, la fuente de la verdad está en las Escrituras. Debemos acudir a la Palabra de Dios para tener luz y claridad. Por todo esto, acudimos al Dr.

Josías Grauman, Director de The Master´s Seminary en español, para que nos ayudara a entender este tema a la luz de las Escrituras. ¿Es pecaminoso que el pastor gane un salario de la iglesia? Supongo que la pregunta surge del gran problema que vemos hoy en día de los falsos maestros que predican la prosperidad, y se hacen ricos comerciando la Biblia.

Dios aborrece esto. El pastor no debe ser codicioso de ganancias deshonestas, 1 Tim 3, ni tomar la piedad como fuente de ganancia, 1 Tim 6. Y creo que esto hace que ciertos hermanos vayan al otro extremo y dicen que es pecaminoso que el pastor reciba un salario.

Pero a mí, me parece que hacerse rico y recibir un salario honesto son cosas muy diferentes. Sin embargo, como siempre cuando tenemos una pregunta, en vez de dar opiniones, la primera idea que debe venir a nuestras mentes es: Qué dice las Escrituras. Qué dice Dios.

Y creo que el pasaje que más claramente habla del tema se encuentra en 1 Cor 9. En 1 Cor 9:13–14 Pablo dice: “¿No sabéis que los que trabajan en las cosas sagradas, comen del templo, y que los que sirven al altar, del altar participan? Así también ordenó el Señor a los que anuncian el evangelio, que vivan del evangelio.

” Es muy claro. Dios ordenó que los que trabajan en el evangelio, deben recibir ayuda financiera. Y sabemos que se trata de un salario material porque dice dos versículos antes, vs. 11: “Si nosotros sembramos entre vosotros lo espiritual, ¿es gran cosa si segáremos de vosotros lo material?” Entonces, mi respuesta a la pregunta sería que no.

  • En base a 1 Cor 9, no es pecaminoso que el pastor reciba un salario;
  • Obvio, habrá pastores laicos que deciden no hacerlo por diversas razones;
  • Pablo mismo se privó de este derecho, teniendo un llamado único en establecer el fundamento de la iglesia;
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Pero Pablo nos dijo que la instrucción divina es que la iglesia ayude a sus pastores… De hecho, pienso que uno de los factores que debilita la iglesia hispana en particular, es que muchas iglesias no pagan a sus pastores, y esto no les es provechoso. ¿Por qué podría ser provechoso que la iglesia pague a su pastor? Pablo dice en 1 Tim 5:17–18 “Los ancianos que gobiernan bien, sean tenidos por dignos de doble honor, mayormente los que trabajan en predicar y enseñar.

  1. 18 Pues la Escritura dice: No pondrás bozal al buey que trilla; y: Digno es el obrero de su salario;
  2. ” Entonces, pagamos a los pastores, en particular los que enseñan, para que puedan hacerlo bien;
  3. Esto nos conviene;

Esto nos es provechoso. Si el pastor tiene que buscar un trabajo secular, e invierte 40 o 50 horas a la semana en esto, ¿cuánto tiempo le queda para orar por la grey? ¿Cuánto tiempo le queda para aconsejar, y visitar enfermos, cuánto tiempo tiene para estudiar el texto bíblico y preparar el sermón, para así alimentar al rebaño? No tanto.

  1. Otro pasaje que nos habla de este principio, aunque el contexto es muy diferente, es Heb 13:17;
  2. Dice: “Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos a ellos; porque ellos velan por vuestras almas, como quienes han de dar cuenta; para que lo hagan con alegría, y no quejándose, porque esto no os es provechoso;

” El punto es esto, si el pastor se queja de la forma que la iglesia le trata. pues va a orar por la grey, pero con oraciones imprecatorias, en vez de disfrutar orar por su congregación, como debe de ser. Debo hacer una aclaración. Cuando hablo de recibir un salario, no estoy hablando de tener un coche del año, y casa nueva y todo en exceso.

Sin embargo, sí hablo de tener algo honesto. ¿Cuánto debe ganar el pastor, o mejor aún, cuando es que se llega a comerciar la Palabra de Dios? Me viene a la mente las palabras de Proverbios: “No me des pobreza ni riquezas.

” Entonces, debemos evitar estos extremos. Es imposible, sin embargo, decir una cantidad, porque rico y pobre son términos muy subjetivos. Pagar renta en Los Ángeles y pagar renta en San Salvador son cosas muy distintas. Por eso, creo que el mejor consejo sería que el pastor reciba un salario que concuerda con el salario promedio de la congregación.

Digo esto en base a la comparación que Pablo mismo hizo en 1 Cor 9. Los levitas vivían como el resto del pueblo. Entonces, el pastor no tiene que tomar un voto de pobreza. Ya vimos que esto no aprovecha. Pero si se hace rico por medio de las ofrendas de los hermanos, esto es pecaminoso y serio.

El que hace esto es un falso maestro no calificado para el ministerio. 2 Cor 2:17, “Pues no somos como muchos, que medran falsificando (comerciando) la palabra de Dios, sino que con sinceridad, como de parte de Dios, y delante de Dios, hablamos en Cristo.

  • ” Es decir, no cobramos a la gente por escuchar el evangelio;
  • Predicamos, y si de corazón alguien da una ofrenda, esa ofrenda se usa para sostener al ministerio;
  • En resumen, creo que hacemos bien en evitar los extremos;

El rico y el mendigo por igual, sólo piensan en el dinero, y esto fomenta la avaricia. Nuestra oración debe de ser: “Manténme del pan necesario; no sea que me sacie, y te niegue, y diga: ¿Quién es Jehová? O que siendo pobre, hurte, y blasfeme el nombre de mi Dios” (Pr.

¿Cuál es el verdadero diezmo?

¿Qué es el diezmo? Imagen El diezmo es la donación de la décima parte de nuestro ingreso a la Iglesia de Dios. Este mandamiento se ha conocido desde los tiempos del Antiguo Testamento. El profeta Malaquías enseñó la importancia del diezmo y las bendiciones que provienen de la obediencia a esta ley: “Traed todos los diezmos al alfolí… y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde” ( Malaquías 3:10 ).

En 1838, el Señor reiteró este mandamiento mediante el profeta José Smith: “…mi pueblo… [pagará] la décima parte de todo su interés anualmente; y ésta les será por ley fija perpetuamente” (Doctrina y Convenios 119:3–4).

Se sobreentiende que interés significa ingreso. Los diezmos que usted dé son sagrados para el Señor, y usted lo honra a Él con el pago de ellos. El pago del diezmo es una manifestación de la fe que usted tiene en Dios y en Su obra..

¿Qué bendiciones trae el diezmo?

En Que Parte De La Biblia Habla Del Diezmo Élder Gary B. Sabin Presidente del Área de Europa Hace muchos años, cuando era presidente de estaca, el presidente Gordon B. Hinckley hizo la entrevista de la recomendación para el templo a un hombre. Cuando el presidente Hinckley le preguntó si pagaba un diezmo íntegro, aquel hombre, con franqueza, le respondió que no, porque tenía demasiadas deudas.

El presidente Hinckley se sintió inspirado a decirle que no conseguiría pagar sus deudas hasta que pagara el diezmo. Posteriormente, ese hombre le dijo al presidente Hinckley que, durante los años siguientes, por mucho que lo intentó, no consiguió reducir sus deudas.

Finalmente, él y su esposa decidieron poner a prueba la promesa del Señor. Aquel hombre declaró: “De alguna manera que no logramos entender, el Señor nos ha bendecido. No hemos echado de menos lo que le hemos dado a Él y, por primera vez en muchos años, estamos reduciendo nuestras deudas”.

  • Él y su esposa, por fin, consiguieron vivir de acuerdo con sus posibilidades, pero lo más importante es que pudieron sentir la paz que proviene de saber que estaban guardando dignamente su compromiso con el Señor [1];

Como nuevo obispo, yo también tuve que aconsejar a un miembro sobre el diezmo. Un converso reciente acudió a mí con un grave dilema: no tenía suficiente dinero para pagar sus impuestos y su diezmo. Le pregunté simplemente: “¿Cree que el Evangelio es verdadero?”.

  • El afirmó que sí y no tardó en llegar a la conclusión de que ese testimonio que había reconocido era la respuesta;
  • Unas semanas después, se acercó a mí de nuevo para decirme que su contable había cometido un error al preparar los impuestos, porque se había olvidado de aplicar los promedios de renta;

Los impuestos que tenía que pagar se redujeron justo en la cantidad del diezmo que había pagado. Creo que la fe de aquel buen hermano movió el cielo para que a su contable se le ocurriera esa nueva idea, una inspiración que creo que no habría tenido lugar de otra manera.

Pagamos el diezmo con fe más que con dinero. Dios está más interesado en nuestra obediencia y en el impacto que esta tiene en nuestra alma cuando declaramos un diezmo íntegro, que en la cantidad que pagamos.

Eso demuestra que confiamos en Dios y en Sus promesas. No podemos ser como el hombre que se sentó delante del fuego y dijo: “Dame calor y yo te daré madera”. Moroni enseñó: “… no recibís ningún testimonio sino hasta después de la prueba de vuestra fe” [2].

El Evangelio no sigue la lógica de los hombres. Piensen en esto: “los primeros serán postreros y los postreros, primeros” [3] ; “los débiles confundirán a los sabios” [4] ; “el que pierde su vida por causa de mí, la hallará” [5] ; y “Más bienaventurado es dar que recibir” [6].

En ningún otro aspecto resulta más evidente esta ironía espiritual que en la ley del diezmo porque, en verdad, cuanto más damos, más tenemos. Y esto se debe a que los caminos del hombre no son los caminos de Dios, y a que Dios está a la cabeza. El diezmo nunca es una carga, sino más bien una bendición, ya que siempre estamos mejor cuando el Señor es nuestro compañero que cuando estamos solos.

El diezmo abre la puerta a la confianza espiritual que hace posibles muchas otras bendiciones, como la sensibilidad espiritual, la gratitud y la caridad. En resumen, la obediencia a la ley del diezmo aporta protección temporal y paz espiritual a medida que se va fortaleciendo nuestra confianza en Dios [7].

Me gustaría añadir que, en mi experiencia, el pago de unas ofrendas de ayuno generosas también da lugar a bendiciones maravillosas. Sería bueno que fuéramos generosos en nuestro esfuerzo por ayudar a los menos afortunados y el Señor será generoso con nosotros.

¿Qué dice la Biblia Reina Valera sobre el diezmo?

Levítico 27:30 – El diezmo de la tierra es del Señor, lo mismo de la simiente de la tierra como del fruto de los árboles. Se trata de una ofrenda consagrada al Señor (Lev 27:30).

¿Donde dice que el diezmo es dinero?

Preparación –

  1. Con oración, estudie:
    • Malaquías 3:7–12 : A Israel se le manda pagar diezmos y ofrendas y se le prometen grandes bendiciones.
    • Doctrina y Convenios 119:3–4 : Los santos deben pagar como diezmo la décima parte de su interés anualmente.
    • Doctrina y Convenios 64:23–24 : Quienes sean diezmados no serán quemados en la Segunda Venida.
    • 1 Corintios 2:9 : El Señor ha preparado grandes cosas para quienes lo aman.
  2. Lectura complementaria:
    • Alma 13:15 : Abraham paga diezmos a Melquisedec.
    • Doctrina y Convenios 104:14–18 : Todo pertenece a Dios. Debemos compartir con el pobre.
  3. Estudie la lección y decida qué método empleará para enseñar a los niños el relato de las Escrituras (véase “Cómo preparar las lecciones”, pág. VII, y “La enseñanza por medio de las Escrituras”, pág. VIII). Elija las preguntas para analizar y las actividades complementarias que mejor promuevan la participación de los niños y los ayuden a alcanzar el objetivo de la lección.
  4. Haga una copia del candado y la llave o cálquelos. Con cinta engomada o con pegamento adhiera la ilustración del candado a la tapa de una caja pequeña. Coloque en la caja tiritas de papel con las siguientes referencias de las Escrituras: Malaquías 3:10–12 ; Doctrina y Convenios 64:23–24 y 1 Corintios 2:9.
  5. Materiales necesarios:
    1. Un ejemplar de la Biblia para cada niño.
    2. La lámina: “Maneras en que se utilizan los diezmos y las ofrendas” (que se encuentra al final de la lección).