Los dioses mesopotámicos – Hubo, sin duda, muchos dioses en el panteón mesopotámico. Incluso es difícil saber si un mismo dios no era nombrado de diferentes formas según, por ejemplo, la ciudad en la que se lo adoraba. Sin embargo, en ese sinfín de divinidades que posteriormente citan los textos clásicos, se destacan algunas figuras que son el resultado de la fusión de dioses sumerios y de otros pueblos semitas: Anú : dios del cielo, Enlil , dios de la tierra, y Ea , dios de las aguas y del mundo subterráneo.
- A los grandes fenómenos naturales correspondían otros dioses, también universales para estos pueblos;
- Por ejemplo, Sin , era el dios de la luna, Abad , el dios de la tempestad y la lluvia que traía la abundancia, y Shamash el dios sol, de rol central para la vida, la verdad y la justicia;
Pero en Mesopotamia se destacaron algunos dioses con un destino excepcional: la diosa Istar y el dios Marduk. Istar (o Ishtar) , la diosa del amor y de la fertilidad, era al mismo tiempo la diosa de la guerra, lo cual habla de una divinidad que en realidad es el producto de dos creencias originales distintas: una sumeria, y otra semítica. Antigua representación de Ishtar (Wikimedia Commons) La popularidad que alcanzó Marduk se debe a otros motivos: dios de Babilonia, se convirtió en el primero de los dioses cuando Hammurabi , rey de Babilonia, se impuso en toda Mesopotamia. Sin embargo, cuando se derrumbó la preponderancia política de Babilonia el culto a Marduk no decayó, y continuó siendo respetado en los templos de las ciudades mesopotámicas. La religión mesopotámica era, por tanto, fundamentalmente politeísta. Pero en el transcurso de los siglos evolucionó lo bastante como para que se afirmara en ella el orden y la claridad.
En el I milenio, Istar era prácticamente la divinidad central, y a veces se hacia referencia a ella como «la principal de los dioses, la señora de los pueblos, la regente del cielo y de la tierra». Los escribas y los sacerdotes organizaron el panteón de dioses , simplificándolo y jerarquizándolo, aunque nunca arribando a un modo de pensamiento monoteísta.
Los mesopotámicos definitivamente concibieron un sistema politeísta cuya coherencia no existiría hasta la llegada de los griegos. Si bien estos dioses eran representados con figuras antropomórficas, la religión mesopotámica se caracterizó siempre por hacer énfasis en la distancia abismal que separaba la naturaleza de los dioses de la de los hombres.
¿Cuál fue la religión de la Mesopotamia?
Mesopotamia: historia, religión, ubicación, aportes, organización
¿Cómo era la religión de Mesopotamia? – ¿Qué religión tenía Mesopotamia?, ¿cuál era la religión en Mesopotamia?, o ¿quiénes eran los dioses de Mesopotamia? son algunas de las preguntas más frecuentes a la hora de abordar la Historia de las religiones en civilizaciones como las que se dieron en el Antiguo Oriente Próximo.
- La religión en la Mesopotamia antigua era politeísta , puesto que rendían culto a una gran variedad de dioses.
- Los dioses de Mesopotamia tenían una apariencia antropomórfica y un comportamiento similar al de los humanos: comían, se casaban, se peleaban, tenían descendencia, etc.
- La diferencia fundamental entre dioses y hombres era la inmortalidad de los primeros. Aunque podían concedérsela a quien ellos quisieran.
- Los dioses mesopotámicos eran crueles y vengativos , inmisericordes con el hombre la mayoría de las veces. El mejor ejemplo de esto lo tenemos en el relato del Diluvio (copiado posteriormente en la Biblia) que envió el dios Enlil contra los hombres para exterminarlos por ser demasiado ruidosos y no dejarle dormir. Es decir, los hombres mesopotámicos no sentían amor por sus dioses, sino una mezcla de miedo, temor y sumisión hacia sus creadores. )
Estatuilla de un demonio de la mitología mesopotámica (Fuente: Wikimedia Commons)
- El poder de los dioses era ilimitado y sobrenatural , de manera que tanto las bendiciones como las calamidades que experimentaba el hombre a lo largo de su vida eran causadas por ellos.
- Los hombres habían sido creados para ser los servidores de los dioses, por lo cual estaban completamente a su merced y debían procurar mantenerles contentos (oraciones y plegarias), o sufrirían las consecuencias. Es decir, el hombre y la mujer mesopotámicos tenían una mentalidad muy pesimista de la vida. Creían que cada castigo y enfermedad que padecían estaban justificados, al haber cometido alguna ofensa contra los dioses.