Como Volver A Dios?

Como Volver A Dios

Retoma tus devocionales, alabanzas y oración – Los devocionales diarios son la clave para volver a Dios. Cuando sentimos que lo hemos perdido todo es importante recordar nuestra relación con Dios. Asimismo, cuando nos encontramos en situaciones difíciles es importante acudir a Dios y encontrar su paz y su fuerza.

Esto nos ayudará a ver la situación desde una perspectiva diferente. Por otro lado, aléjate de las cosas que te tientan o te hacen pecar. Cuando te encuentres con pensamientos como: “Me merezco esto”, “Esto es lo que me he ganado” o “Esto es lo que me merezco”, trata de cambiar tu perspectiva.

Construye tu relación con Cristo y encuentra nuevas formas de conectarte con Él. Cuando te sientas mal, trata de encontrar el lado positivo. Dios tiene un plan contigo, como lo tiene también con otras personas. No seas sabio en tu propia opinión y observa los frutos del trabajo de esa persona.

¿Qué es volver a Dios?

Carlos Alejandro Rodas Coronado «Ya se cumplió el plazo señalado, y el reino de Dios está cerca. Vuélvanse a Dios y acepten con fe sus buenas noticias. » (Mc 1,15). Jesús anuncia la llegada del reino de Dios como la gran noticia y novedad de su mensaje. Invita a acogerlo como una opción fundamental de vida.

Su llamada a la conversión es un componente intrínseco para entrar en la dinámica del reino. La traducción que utiliza la Biblia “Dios habla hoy”, como alternativa de “conversión”, permite acercarse a su significado en clave de encuentro-con: «vuélvanse a Dios».

El llamado que hace Jesús es ya una iniciativa del propio Dios, que invita a hacer un alto en el trajín de la vida, para volver la mirada al Creador y retornar a Él. «Es el movimiento del “corazón contrito” (Sal 51,19), atraído y movido por la gracia (cf.

Jn 6,44; 12,32) a responder al amor misericordioso de Dios que nos ha amado primero (cf. 1 Jn 4,10)». La conversión nace de una experiencia profunda de amor entre Dios y la persona que acepta, a reconsiderar el modo en que está viviendo, a revisar la escala de valores, los fundamentos de la propia existencia, las motivaciones y el sentido de su vida, desde los valores y propuesta del Evangelio; para luego tomar la decisión de transformar y cambiar todo aquello que impide que se haga realidad, el gran sueño de Dios para cada uno de sus hijos e hijas, una vida plena (Cf.

Jn 10,10) e involucrándose en la misión de hacer del mundo, un mundo más humano, donde rija la dignidad humana, la justicia, el amor, la compasión, principalmente por los más pequeños del Evangelio. Es decir, “volverse a Dios”, implica voltear la mirada al rostro de los más pobres, de los más vulnerables, de los descartados por esta sociedad por esta sociedad mercantilista e individualista.

  • Es acercarse a ellos, implicarse con ellos, tomar partido por ellos y comprometerse por su causa;
  • La conversión debe entenderse también, como un proceso de toda la vida, en donde el Espíritu de Dios impulsa y atrae a la persona a volver siempre al verdadero fundamento de su vida;

Es por ello que el discernimiento ignaciano es un método que ayuda, precisamente, a diferenciar lo que es de Dios y lo que no lo es, lo que nos aparta de Dios y lo que nos hace acercarnos a Él. Si deseas realizar la guía de oración para la semana 1, haz clic en el siguiente enlace:  1 Biblia versión “Dios habla hoy”  2 Catecismo de la Iglesia Católica, numeral 1428.

¿Cómo volver a hablar con Dios?

Juan 4:23-24 nos dice que, “un tiempo se viene y has vendio cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en el Espíritu y en verdad, porque ellos son la clase de adoradores que busca el Padre. Dios es espíritu, y quienes lo adoran deben hacerlo en espíritu y en verdad” La comunicación con el espíritu de Dios es muy vital para la vida cristiana. Aunque la frase, “en el Espíritu” puede sonar esotérico, puede ser practicado por cualquier persona y es sinónimo de “profunda oración.

  • ” “En el Espíritu” significa simplemente que el espíritu del hombre que se comunica con el Espíritu Santo de Dios;
  • Una forma de comunicarse con él es mediante el uso del método “ACTS”: adoración, confesión, agradecimiento y súplica;

Pasos a seguir: 1 Encuentre un lugar cómodo. Aunque es posible comunicarse con Dios en cualquier lugar, haga todo lo posible para elegir un lugar que es tranquilo y libre de distracciones. Siéntese o acuéstese y relaje su cuerpo y la mente. Cierre los ojos si le ayuda a concentrarse.

2 Adore a Dios. Venid ante Él con un corazón de adoración y honestidad. Alabado sea Dios por lo que es y lo que ha hecho en su vida. Se puede ayudar a centrar en una característica específica de Dios y adorarle por eso.

Adore a Dios todo el tiempo que considere oportuno antes de pasar al siguiente paso. 3 Confiese sus pecados a Dios. Él sabe todas las cosas acerca de lo que ha dicho, pensado y hecho. Confiese todo lo que ha hecho mal en contra de Él y la gente que le rodea.

Pídale a Dios que revele las transgresiones que no son conscientes y confiese los mismos. Una vez que haya confesado todo lo que le viene a la mente, tenga confianza que Dios le perdonara como Él ha prometido hacerlo.

4 Agradezcale a Dios por todo lo que Él ha hecho por usted, por las oraciones que ha respondido en el pasado y por todas las bendiciones espirituales que le ha dado. Agradezca a Dios por las cosas materiales que tiene en la vida y por todo lo que está agradecido.

  1. Lo más importante, dele gracias por la relación que tiene con él a través de Jesucristo;
  2. 5 Traiga sus súplicas ante Dios;
  3. Aproveche este tiempo para pedir a Dios que supla sus necesidades físicas y espirituales;

Si tiene cualquier pregunta o preocupación en su vida, llevelas ante él. No tenga miedo de pedirle las cosas, Él es su Padre. Ore por otras personas y eventos durante este tiempo. Cuando haya terminado de llevar sus peticiones delante de él, rece para que sólo las cosas que están en la voluntad de Dios, se llevará a cabo.

6 Escuche a Dios. Calme su mente y pidale que se revele ante usted. Guarde silencio ante Él y espere en silencio por él. Trate de ser consciente de su presencia a su alrededor. Permanezca en este estado todo el tiempo que desee.

Agradezca a Dios por escucharlo y ore para que Él este con usted durante todo el día. Si deseas leer más artículos parecidos a Cómo comunicarme con el espíritu de Dios , te recomendamos que entres en nuestra categoría de Cultura y Sociedad ..

¿Cómo empiezo a buscar de Dios?

Cuando se siente un vacío espiritual es el momento de buscar y reencontrarse con Dios. Esta es una tarea complicada y que exige un alto grado de dedicación e investigación. Hay que tener en cuenta que para llegar a hacerlo es necesario realizar una serie de sacrificios y concesiones. Es una manera de encontrar sentido a la vida. Desde unComo.

  1. com te ayudamos en los primeros pasos para saber cómo encontrar a Dios;
  2. Foto: Google Images Pasos a seguir: 1 Una buena manera de empezar es acudir a tu iglesia o centro de oración local, ya que te darán apoyo y ayuda en tu intención de encontrar a Dios;

2 Antes de empezar la búsqueda, es muy importante tener la mente abierta , ya que hay que estar atentos a las organizaciones que se burlan de Dios y a las que dicen que tienen la única verdad. Cada uno debe encontrar su propia verdad en la espiritualidad.

  • 3 Una actividad que puede ayudar a encontrar a Dios es la consulta y lectura de libros de texto que tengan relación;
  • Es una opción amena y de la que podemos sacar mucho provecho;
  • 4 Hay que estar dispuesto a la fe;

Esta puede ser a veces racional y razonable y, a veces, todo lo contrario, pero seguir teniendo fe es lo que nos hará fuertes en la búsqueda de Dios. 5 La oración es el punto más importante para nuestro objetivo. Ayudará a cultivar nuestra fe y a comunicarnos con el Dios que buscamos.

  1. 6 Por último, encontrar alguien de confianza que ejerza de guía en nuestra búsqueda y nuestra fe, a través de su experiencia y sabiduría;
  2. En esta persona encontraremos los consejos que necesitamos y la ayuda en momentos de difíciles o de duda;

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¿Qué debo hacer si he pecado?

¿Que nos aleja de la presencia de Dios?

5:20 idolatría, hechicerías, enemistades,pleitos,celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, 5:21 envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.

¿Qué significa volver a la mirada de Dios?

El miércoles de ceniza hemos comenzado la Cuaresma, tiempo de gracia y misericordia, de conversión y de salvación. Las palabras de Jesús al inicio de su actividad pública: “Convertíos y creed en el Evangelio” (Mc 1,15), nos acompañarán en el camino cuaresmal hacia la Pascua.

La conversión pide volver nuestra mirada y nuestro corazón a Dios, acogerle en nuestra existencia, vivir con adhesión amorosa a su amor y a sus mandamientos, que son el camino que lleva a la Vida. La conversión pide dejar nuestra autosuficiencia frente a Dios.

La Cuaresma es tiempo propicio para recuperar y acrecentar a Dios en nuestra vida y la fe personal en él, la adhesión total de mente y corazón a Dios. Debemos dejar que Dios ocupe el centro en nuestra existencia. Fe y conversión van íntimamente unidas. Sin adhesión personal a Dios, sin un encuentro personal con Hijo Jesucristo no se dará el necesario cambio de mente y de corazón, ni la consiguiente conversión de nuestros caminos desviados, de nuestros pecados.

Cuanto más presente está Dios en el corazón de una persona, más sentido hay para aquello que nos aleja de su amor, más conciencia hay de pecado. Solo así podremos descubrir que en nuestra vida hay acciones u omisiones que nos alejan de Dios, de su amor y del amor al prójimo: esto es el pecado.

Pero también en esta situación, Dios nos sigue amando. Como el fuego que, por su propia naturaleza, no puede sino quemar, así Dios no puede dejar de amar. El amor de Dios se transforma en misericordia ante las limitaciones del ser humano, especialmente ante el hombre pecador.

¿Cuáles son las tres tentaciones de Jesús?

Las tres tentaciones en el Evangelio de Juan Tentación de convertir piedras en pan → Juan 6,26,31 incitación que dar ‘maná en el desierto’. Incitación que saltara del templo → Juan 2:18 incitación que dar un ‘signo’ (mesiánico) en el templo.

¿Qué dice la Biblia sobre Caer y levantarse?

Como Volver A Dios Volver a levantarse tras una caída es un viejo proverbio que a veces se expresa diciendo que   si caes siete veces debes levantarte ocho. Esta frase la he visto escrita de varias formas distintas, en muy diferentes fuentes. Y su origen, como todas reflexiones morales, es incierto,  atribuyéndose su aparición unas veces en Japón, otra vez en China y otras, en distintos países o culturas, e incluso existe  una referencia bíblica referida a esto.

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(1) (2) Proverbios 24 …15 No aceches, oh impío, la morada del justo, no destruyas su lugar de descanso; 16 porque el justo cae siete veces; y vuelve a levantarse, pero los impíos caerán en la desgracia.

17 No te regocijes cuando caiga tu enemigo, y no se alegre tu corazón cuando tropiece;…   Hay más sitios donde encontrará pensamientos interesantes que presentan distintas reflexiones sobre el valor de  volverse  a levantarse después de una caída. Y a ellos remitimos al lector interesado.

(3) (4) Nuestro interés en este aforismo no es sin embargo histórico ni religioso sino reconfortante. Un fracaso, una caída, puede ser terrible pero si no nos ha matado deberemos volver a presentar batalla.

¿Se imagina lo que le hubiese ocurrido si, cuando siendo niño y se caía al intentar andar, no se hubiese levantado? ¡NO, claro que se levantaba! Y lo hizo tantas veces como fue necesario hasta que pudo mantenerse en pie todo el tiempo que quiso. Los fracasos nos tumban pero igual que el niño pequeño que fue, no dude en levantase aunque le duela la caída.

  1. Quizás ahora ya no cuenta con la ayuda de sus padres para levantarlo, pero ahora cuenta con una mente adulta que está ahí para recordarle que el pasado no se puede ya modificar, que hay que asumir las consecuencias de lo sucedido y que el futuro no está escrito;

Usted es el escritor de su destino. ¡Arriba, pues!   Y si necesita ayuda para levantarse, pídala, no suponga que se la negarán. Hay infinidad de buenas personas a su alrededor ―y algunos tiburones―; nade lejos de estos y aproxímese a los que puedan ayudarle cuando lo necesite.

¿Cómo puedo saber si Dios me escucha?

Pedid y recibiréis – En las Escrituras se nos enseña que Dios siempre escuchará nuestras oraciones y las contestará si nos dirigimos a Él con fe y verdadera intención. Sentiremos en nuestro corazón la confirmación de que Él sí nos escucha, un sentimiento de paz y sosiego.

  • También podemos sentir que todo estará bien si hacemos la voluntad del Padre;
  • Si dudamos que Él nos escucha, debemos procurar guía en las Escrituras, y entonces preguntar si las cosas que leemos son verdaderas;

Constanza L. , 20 años, Bío Bío, Chile.

¿Cómo se siente la presencia del Espíritu Santo?

Es probable que hayas escuchado a la gente decir: “En este momento siento el Espíritu muy fuerte”. Quizás tú también sientas algo en ese momento, pero ¿tienes algún problema si tú no lo sientes? Respuesta corta: en absoluto, porque las personas experimentan la influencia del Espíritu Santo de manera diferente.

  • Eso es lo milagroso de los mensajes del Espíritu Santo: van dirigidos solo para ti;
  • Para algunas personas, el Espíritu Santo puede hacer que se sientan impresionadas por la emoción y conmovidas hasta las lágrimas; para otras, las lágrimas rara vez o nunca llegan, lo cual está bien;

Para ellas, el Espíritu Santo puede producir un sutil sentimiento de gratitud, paz, reverencia o amor (véase Gálatas 5:22–23 ). En las Escrituras también se describe al Espíritu Santo como un “ardor” en el pecho (véase Doctrina y Convenios 9:8–9 ). Pero la intensidad o el grado de ese “ardor” puede ser diferente para todos.

A veces es como una pequeña brasa resplandeciente en lugar de un fuego arrasador. O tal vez hayas oído la descripción del Espíritu Santo como una “voz suave y apacible” (véase Doctrina y Convenios 85:6 ).

Y de inmediato pensaste: “Pero no he OÍDO una voz. ¿Me pasa algo?”. Y repetimos, no en absoluto. Esa descripción de las Escrituras no significa necesariamente que todos oímos una voz literal. El élder Ronald A. Rasband, del Cuórum de los Doce Apóstoles, enseñó: “El espíritu habla con palabras que sentimos.

  1. Tales sentimientos son delicados, un suave impulso a actuar, a hacer algo, a decir algo, a reaccionar de cierta manera”1;
  2. El punto es: cada uno de nosotros experimentará el Espíritu Santo de forma diferente y en diferentes grados;

Lo importante es que vivamos dignos de recibirlo y que lo reconozcamos cuando venga. Al hacerlo, empezaremos a notar que Su influencia está presente en nuestra vida mucho más de lo que esperábamos..

¿Qué es lo que le agrada a Dios?

La santidad y la fidelidad a la que debemos aspirar todos aquellos que seguimos a Cristo no tienen como límite el mero cumplimiento de la letra de la ley, como hacían los escribas y fariseos. En el evangelio de hoy, Jesús establece un principio y tres aplicaciones concretas respecto a este tema.

El principio es: actuar para agradar a Dios sin buscar el aplauso de los hombres. Y las aplicaciones de este principio se refieren a tres de las más importantes obras, en las que los judíos de aquel tiempo hacían consistir la religión y la vida piadosa.

Hablamos de la limosna, el ayuno y la oración. En cada uno de los casos donde se viven estas tres obras, Jesucristo contrasta la conducta de hipocresía con la actitud discreta del verdadero adorador del Padre, que le recompensará porque “ve en lo secreto”.

Estos tres ejemplos nos manifiestan dos actitudes interiores completamente opuestas: la falsedad o la sinceridad ante los ojos de Dios. Lo que da valor a nuestras prácticas cristianas es la rectitud, la sinceridad a Dios y la apertura al prójimo.

Las obras de caridad, las aportaciones económicas por los más necesitados, la vida de oración y la práctica sacramental, si se llevan a cabo para ser vistos y aprobados por los demás, se quedan en acciones vacías. Es el amor desinteresado lo que les da la auténtica valía.

  • El cristiano nunca debe ser un mero actor que trabaja por la fama;
  • Se puede hacer el bien como los fariseos que daban limosna, ayunaban, oraban y estudiaban con empeño en las Escrituras; y esas son cosas buenas, pero no lo hacían bien;

Y de tal forma el modo de su obrar salpicaba lo que hacían, que convertía lo que en sí mismo era bueno en pura apariencia. La intención lo estropeaba todo. Y las intenciones vienen del corazón. Jesús les dijo que no tenían el corazón limpio, que eran hipócritas y obraban para ser vistos, aplaudidos y admirados por la gente.

Jesús pide a sus discípulos “ser” por encima de sólo “parecer”. Pide autenticidad. Oí decir un día que “el bien no hace ruido, y el ruido no hace bien”. Para que nuestro Padre Dios nos comprenda no hace falta gritar, ni hablar mucho, ni siquiera decírselo.

Él “ve en lo escondido”, ve el corazón y comprende, sin necesidad de que se lo digamos, todas nuestras acciones y omisiones..

¿Qué es lo que más le agrada a Dios?

La ofrenda que a Dios le agrada es aquella que esta relacionada con la Sangre de Jesús, tu vida esta relacionada con el sacrificio de Cristo en la cruz. – “Por la fe Abel ofreció a Dios más excelente sacrificio que Caín, por lo cual alcanzó testimonio de que era justo, dando Dios testimonio de sus ofrendas; y muerto aún habla por ella” (Hebreos 11:4) RVR1960 Como Volver A Dios “Honra a Jehová con tus bienes, y con las primicias de todos tus frutos; y serán llenos tus graneros con abundancia, y tus lagares rebosarán de mosto” (Proverbios 3: 9-10) RVR1960 La ofrenda dada por Abel, tuvo un significado muy especial; él escogió dar lo mejor de su rebaño, pues Dios, como único Creador, merecía lo mejor de todas las cosas. Su ofrenda fue generosa y redentora, pues escogió un animal que fuera el sustituto de sus pecados, reconociendo que su vida, cerca de la de Dios, era de poco valor. El Señor exalta la fe de Abel sobre la de Caín, pues aunque también trajo una ofrenda a Dios, no fue recibida con agrado, pues estaba acompañada de mezquindad, indiferencia, egoísmo y falta de reconocimiento de quién su Creador era.

  1. Decide ser parte del Reino de Dios: Sabemos que en el mundo existen dos reinos espirituales: el Reino de Dios, y el reino del enemigo;
  2. El enemigo trata de conquistar a las personas, haciéndolas esclavas de lo material (y es cuando se despierta en el corazón de algunos un fuerte deseo por tener mucho dinero sin importarles a quiénes tengan que atropellar);

Muchos han adquirido grandes sumas de dinero y amasado fortunas, pero no tienen la capacidad de disfrutarlas, ni tienen felicidad plena en sus hogares. El Señor dio a entender que la felicidad del hombre no consiste en los bienes que posee. Dios no necesita de nuestro dinero ni de nuestras ofrendas, pero Él nos dio el privilegio de que pudiésemos ofrendar voluntariamente; Dios dejó establecido que nosotros ofrendáramos, pero Él lo hizo para probar nuestra actitud; Dios prueba nuestro corazón de acuerdo a la manera cómo nosotros ofrendamos, porque el Señor dejó principios establecidos sobre la importancia de dar; a Caín y Abel, Dios no les dijo que tenían que ofrendar, sino que ellos se sintieron movidos a ofrendar a Dios, y Abel pensó qué podría ofrecerle a Dios, pues él quería darle lo mejor.

Piensa en lo que más ama un niño; seguramente sus juguetes. Y si le dijéramos que nos compartiera algo, seguramente evitaría darnos esos juguetes. Pero cuando uno tiene un compromiso con Dios, uno le da lo que más ama.

Tu ofrenda es tan solo el reflejo de tu carácter: Cuando el Señor entró al templo, miró lo que la gente daba. Unos depositaban grandes sumas de dinero; pero una viuda solo dio dos blancas. Cuando terminó la reunión, Jesús les preguntó a sus discípulos cómo había sido la ofrenda.

  1. Ellos respondieron que había gente muy generosa y otros muy tacaños (refiriéndose a la ofrenda de la viuda);
  2. El Señor entonces les dijo que estaban equivocados en su apreciación, porque esos que aparentemente habían dado generosamente, dieron de lo que les sobraba, sin esfuerzo, sin embargo la viuda dio una ofrenda que agradaba a Dios porque era todo lo que tenía;

El Señor siempre pide una ofrenda con esfuerzo, y no cualquier ofrenda, porque Él pide la mejor. En la Biblia quedó registrada la ofrenda de Abel, porque él dio lo mejor. ¿Qué ofrenda le darías a Dios para que llegaras a tocar su corazón? Abel pensó en el rebaño, y tomando lo mejor de él, lo presentó ante Dios.

  • Pero, ¿por qué ese rebaño se constituyó en la mejor ofrenda? Hay un significado, un trasfondo al respecto: Abel le estaba diciendo con ésto a Dios, que él le ofrendaba su vida, que él quería morir por Él, pero como no lo podía hacer, en su lugar le ofrendaba ese animal con su sangre, como sacrificio;

El escritor a los Hebreos dice: “Sin derramamiento de sangre no hay remisión de pecados” (Hebreos 9:22) RVR1960 Esa ofrenda que estaba presentando Abel, se estaba constituyendo en el prototipo de Jesucristo. Cristo es la ofrenda de Dios, y se ofreció a sí mismo por la redención de la humanidad.

  1. Si Jesús no se ofreciera en sacrificio, nadie sería salvo;
  2. Por eso la Escritura dice: “¡Gracias a Dios por su don inefable!” (2 Corintios 9:15) RVR1960 3;
  3. Jesús se ofreció por nosotros:  Solo hay un Dios, El Padre;
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Jesucristo es el único camino para llegar a Dios. Él dijo: “Yo soy el camino, la verdad y la vida, y nadie viene al Padre sino por mí” (Juan 14:6) RVR1960 Jesús se constituyó en el camino porque Él dio su vida por nosotros; Él pagó el precio por nosotros, porque nosotros merecíamos morir; nuestros pecados nos llevaban a la muerte y a la destrucción; pero un día Jesús tomó el lugar de cada uno de nosotros y se ofreció a sí mismo a Dios, para que todo aquel que en Él cree no se pierda mas tenga vida eterna.

Cuando nosotros aceptamos a Jesús en nuestro corazón, estamos ofrendando a Dios lo mejor. Es como si nos presentáramos ante Él y le dijéramos: Señor, me presento ante ti a través de Jesús, acéptame, pues me entrego hoy a Ti de la misma manera que Jesús lo hizo por mí.

Esa es la ofrenda que agrada a Dios, que toca su corazón, es la ofrenda genuina. Por otro lado, estaba Caín. Él no dio una buena ofrenda, porque dio una ofrenda de su esfuerzo, de su capacidad, de sus habilidades, de sus negocios, tomando del producto de la tierra, y dándosela a Dios del sudor de su frente ¡Dios desechó esa ofrenda! Las obras no cuentan para la salvación, sino la sangre de Cristo.

Una persona, si no ha sido lavada con la sangre de Cristo, no puede ser salva, porque lo único que lava nuestros pecados es la sangre de Jesús. Dando nuestra mejor ofrenda: El apóstol Pablo dice que fuimos salvos para que andemos en buenas obras.

Después de la salvación, podemos hacer obras excelentes; Dios pide que demos nuestra mejor ofrenda. Nuestra vida; pero también nos confronta a entregar lo que más amamos, Dios le pedirá aquello que usted más ama. El proverbista dijo: “Echa tu pan sobre las aguas, reparte a siete y aún a ocho porque no sabes el mal que ha de venir sobre la tierra”.

Cuando usted ofrenda a Dios, nunca puede darle más de lo que Él le da; no hay una sola persona que pueda decir que da más que lo que Dios le da; nadie puede ganarle a Dios en la manera cómo Él nos da. Con mi hija Sara, jugamos a que si ella me da un beso, me debe dar un dólar; si yo le doy un beso, ella me cobra un dólar.

Un día le di cinco besos, y le pagué cinco dólares; ella se puso feliz, ¡pero me sorprendió! porque al rato vino y me dio doce besos y me pagó doce dólares. Ella entiende que no puede dar más de lo que le da su papá; que si ella da doce, su papá luego le va a dar veinticuatro; ella sabe lo que es la fe.

Así sucede con Dios: Cuando tienes un corazón generoso, no cuestionas a Dios, sino que das con todo el corazón y luego Dios te recompensa. Recuerda, nunca podrás dar más de lo que Dios te da, y Dios ama al dador alegre.

Dios se agradó tanto de la ofrenda que dio Abel, que todavía hace memoria de él sobre la tierra. Abel es recordado por la ofrenda que dio. Tu ofrenda es un argumento a favor: Cuando ofrendas o diezmas, esto se convierte en un argumento a favor tuyo. Cuando alguien no diezma, un espíritu viene con argumentos para acusarlo ante Dios.

  • Recordaras al centurión que tenía un siervo enfermo y los ancianos fueron hasta Jesús y le dijeron: Señor, es digno que le concedas esto, porque él ama nuestra nación, y nos ha edificado una sinagoga;
  • Eso era un argumento a favor del centurión;

Esto quiere decir que cuando tienes una necesidad, en el mundo espiritual los ángeles se presentan ante Dios y le dicen al Señor que es digno que te conceda eso. Estos ángeles estarán presentando el reporte de las ofrendas que hemos dado, de cómo hemos bendecido a la iglesia, de cómo hemos usado las finanzas para el Reino de Dios y eso se convierte en un argumento a nuestro favor.

  1. Los apóstoles le dijeron a Jesús: Señor, nosotros hemos dejado todo por seguirte, ¿qué tendremos? Y el Señor dijo: De cierto os digo que no hay ni uno solo de vosotros, que haya dejado casas, tierras, bienes, familia por causa de mí y del reino de los cielos, que no haya de recibir cien veces más en esta vida y en la otra la vida eterna;

De todo lo que tu das, el Señor en su banco dice: Ése gana cien veces más de lo que ha depositado. Si tu no le has dado correctamente a Dios, debes romper la maldición, (siendo que para tal liberación también se necesitan argumentos a favor). Da una ofrenda extra para cancelar los argumentos, y romperás toda maldición financiera.

Luego haz un pacto de fidelidad con Dios. Tu ofrenda determina tu excelencia: Hay una palabra en griego llamada “arete”, cuyo significado es “excelencia”. El arete de un atleta, es la manera cómo define la carrera; eso es excelencia, cuando se es el mejor.

El arete de un ama de casa, es la excelencia en cómo conduce su hogar; el arete de un maestro, es la excelencia en la manera que enseña; el arete de un cristiano, es la manera cómo se relaciona con Dios. Cuando el Señor dice que Abel alcanzó mas excelente sacrificio que Caín, se está refiriendo a que la excelencia de un cristiano la determina la manera en cómo él da.

  1. A uno de los pastores de mi equipo, Dios lo rescató de una vida terrible que tenía;
  2. Apenas convertido y recién ingresando a la visión, hizo un pacto con Dios, donde declaró que de los siete días de la semana, le iba a dedicar seis al Señor, quedando solo uno para él;

Y así lo hizo: Un solo día trabajaba, pero en ése Dios lo bendecía tanto, que hacía toda la ganancia de una semana en solo un periodo de trabajo; en los otros seis días, él se dedicaba a hacer la obra de Dios, llamando por teléfono, visitando y consolidando.

  1. Dios lo empezó a bendecir de una manera increíble: dándole gente, derramando unción sobre su vida y auxiliándolo en todo;
  2. El año pasado, en una semana hizo doce impactos evangelísticos y ganó 6000 personas;

Todo porque adquirió un compromiso con Dios. Tienes que pedirle a Dios que te dé esa excelencia como creyente; de esta manera le ofrendas tu vida (no para hacer lo que tu quieres) para lo que Dios quiere que tu hagas, con el propósito de engrandecer su Reino.

Tu ofrenda te lleva a la bendición: La fe para ofrendar, es la misma fe que nos lleva a conquistar las finanzas, porque:  “La bendición de Jehová es la que enriquece, y no añade tristeza con ella” (Proverbios 10:22) RVR1960 En el libro de Hageo, capítulo 2 verso 8, el Señor dijo: “Mía es la plata, y mío es el oro, dice Jehová de los ejércitos”.

El dinero es del Señor, y el diablo ha robado ese dinero, dándoselo a sus súbditos para esclavizarlos y tener control sobre ellos de una manera tirana. A través del profeta Jeremías, el Señor dijo: “Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá? Yo Jehová, que escudriño la mente, que pruebo el corazón, para dar a cada uno según su camino, según el fruto de sus obras” (Jeremías 17:9-10) RVR1960 Dios sabe que el corazón del hombre está lleno de engaño, y para poder bendecir a Sus hijos, Él primero tiene que probar qué dirección han tomado esos corazones; por tal motivo, Dios permite que las personas pasen por ciertas circunstancias en sus vidas, que los llevarán a un desprendimiento total, tanto de sí mismos, como de los bienes que hayan adquirido.

Sé que el Señor quiere dar a cada uno de sus hijos la provisión que ellos necesitan; y siempre Él lo hace de una manera mucho más amplia de lo que ellos se imaginan, pues el corazón de Dios es extremadamente generoso.

Además, todos los hombres de Dios primero fueron probados, antes de ser prosperados. Entendiendo el sentido de la prosperidad: Creo que es importante entender que existe una gran diferencia entre ser próspero y ser rico. Normalmente, cuando se habla de ser rico, se hace referencia a una persona acaudalada y propietaria de muchos bienes; pero una persona puede ser próspera sin que sea acaudalada ni rica.

Por ejemplo: Cuando Jesús vivió en la tierra, no tenía riquezas, pero fue próspero; no podríamos decir que el Señor era pobre; Él era próspero, porque un pobre no puede alimentar a más de diez mil personas y fue lo que el Señor hizo.

Jesús no andaba con dinero en el bolsillo, tampoco tenía cuando le fueron a cobrar los impuestos, pero Él sabía que había una fuente de provisión directamente en Dios, y le dijo a Pedro: “Abre la boca del pez y saca la moneda”. El Señor utilizó el banco de un pez; dijo: “Echa el anzuelo, no le pongas carnada, y en el primer pez que saques vas a encontrar una moneda, y paga con ella los impuestos tuyos y los míos”. Como Volver A Dios.

¿Cómo me quiere Dios?

Haz preguntas durante la oración – Dios siempre escucha y contesta nuestras oraciones. En el libro de Mateo, Jesús hace una promesa: “Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá” (Mateo 7:7). Dios quiere bendecirnos. Él desea dirigirnos, guiarnos y enseñarnos, pero no suele contestar las oraciones o las preguntas que nunca le hacemos.

Demuestra tu fe en Dios comunicándote con Él por medio de la oración. Pregúntale qué es lo que Él desea para ti en la vida. Es posible que no recibas una respuesta inmediata o de la manera que esperas, pero llegará.

Las Sagradas Escrituras están llenas de los tratos de Dios con Sus hijos. Tanto la Santa Biblia  como el Libro de Mormón  nos enseñan quién es Dios, cómo podemos desarrollar una relación con Él y cómo podemos volver a vivir con Él algún día. Dios es el mismo ayer, hoy y para siempre, por lo que Sus palabras y mandamientos son importantes para nosotros.

  • Desde los días antiguos, Dios ha llamado a profetas para guiar a Su pueblo;
  • Un profeta es alguien al que Dios ha llamado para dar guía al mundo entero;
  • Aunque los mandamientos de Dios nunca cambian, las circunstancias que enfrentamos en el mundo siempre lo hacen;

Por medio de los profetas, Dios nos ayuda a saber cómo navegar a través de los desafíos y las pruebas singulares de nuestros días. Al estudiar las palabras de los profetas, apóstoles y otros líderes inspirados, puedes descubrir el mensaje que Dios tiene para ti en la actualidad.

  • “Siento su amor al leer las escrituras, al tener gente tan buena en mi vida, al saber que me protege de tentaciones y al yo ser feliz por lo que tengo;
  • Eso me hace ser agradecida con él y saber que me ama;

” “Lo siento cada vez que miro a mi familia y contemplo a mis hijos. Veo a Dios en todo el amor que me rodea. Cada vez que sucede algo inesperado veo a Dios y su infinito amor ayudándome a seguir su camino, ayudándome a gozar y disfrutar la vida. Él nos quiere felices y cada vez que siento alegría y felicidad, yo siento su amor.

” “Siento el amor de Dios en mi vida a través de todas las situaciones positivas que me ocurren; al igual que los momentos difíciles, porque sé que me traerán algo bueno. Desde el momento en que veo el sol salir hasta el momento en que me despido de mis hijos al dormir.

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” “Al ver sus creaciones, cuando voy por la calle corriendo o caminando ver las flores, el sol, los pájaros, ver triunfar a las personas que amo. ” “Siento el amor de Mi Padre al despertar, al saber que tengo las verdades restauradas del Evangelio para recibir sus bendiciones.

Siento su amor a través de mi familia y amigos. Siento su amor cada vez que tengo una segunda oportunidad. Siento su amor cada vez que me tengo que arrodillar a pedirle ayuda por los desafíos que tenga en mi vida.

Son muchas las oportunidades en que siento este sentimiento cálido en mi corazón. De que no estoy solo y que puedo sentir que alguien está a mi lado dándome un amor infinito que no puedo comprender pero que es real. ” “El amor de Dios para mi es el ver su mano día a día en mi vida, ya sea por actos de servicio o pequeñas oportunidades que se presentan a través del día.

Estas muchas veces evidencian que Dios nos cuida y que provee para nuestras necesidades. ” “Siento el amor de mi Padre Celestial en cada detalle de mi vida. De verdad, Él participa de cada detalle de nuestras vidas.

Él me ha dado bendiciones sumamente personales y especiales, me ha brindado fortaleza para hacer frente a mis desafíos, me ha otorgado la confianza necesaria ante las pruebas. Su amorosa bondad ha hecho toda la diferencia en mi vida, la cual no sería igual sin Él.

¿Como sé que Dios está presente en mi vida?

El encuentro con Dios en la vida cotidiana supone la madurez humana de alguien que se vive, como criatura, orientada hacia dentro y volcada, desde dentro, a los otros, hacia todo lo que Dios mira y ama con predilección absoluta: su creación.

¿Cómo se le abre el corazón a Dios?

Abramos nuestro corazón Esforcémonos a diario por abrir nuestro corazón al Espíritu. Hoy me gustaría hablar sobre la importancia de abrir nuestro corazón al Espíritu Santo. Después del bautismo, se nos confirma y otorga el Espíritu Santo, que es un don divino.

  1. El Espíritu Santo nos consuela, enseña, advierte, ilumina e inspira;
  2. Nefi lo dijo de una manera muy sencilla: “…si entráis por la senda y recibís el Espíritu Santo, él os mostrará todas las cosas que debéis hacer” 1;

Necesitamos la ayuda del Espíritu Santo para superar sin peligro lo que el apóstol Pablo llamó los “tiempos peligrosos” 2 en los que ahora vivimos. El Espíritu Santo es un personaje de espíritu, lo que le permite morar en nuestro corazón y comunicarse directamente con nuestro espíritu 3.

La voz del Espíritu se describe como suave y apacible y una que susurra 4. ¿Cómo puede ser la voz suave? ¿Por qué se la compara con un susurro? Porque el Espíritu casi siempre habla a la mente y al corazón 5 en vez de al oído.

El presidente Boyd K. Packer ha dicho: “El Espíritu Santo se comunica con una voz que se siente más de lo que se oye” 6. Sentimos con el corazón. En las Escrituras, los profetas enseñan que la revelación personal tiene una estrecha relación con el corazón; por ejemplo: Mormón enseñó: “…por motivo de la mansedumbre y la humildad de corazón viene la visitación del Espíritu Santo” 7.

Alma dijo: “…el que endurece su corazón recibe la menor porción de la palabra; y al que no endurece su corazón le es dada la mayor parte de la palabra” 8. Mormón escribió acerca de los nefitas: “[Sus almas se llenaron] de gozo y de consolación… que viene de entregar el corazón a Dios” 9.

Luego, el salmista escribió con sencillez: “Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón” 10. ¿No es eso algo que todos buscamos, hermanos y hermanas, que el Espíritu Santo nos visite, que el Señor se acerque a nosotros, encontrar gozo y consuelo en la vida? Si es así, entonces el evaluar cuidadosamente la condición de nuestro corazón es una de las cosas más importantes que podemos hacer en esta vida.

  • El corazón es delicado, sensible a muchas influencias, tanto positivas como negativas;
  • Otras personas lo pueden lastimar; el pecado lo puede insensibilizar, y el amor, suavizar;
  • Muy pronto en la vida aprendemos a proteger nuestro corazón; es como si levantáramos a su alrededor una cerca con una puerta: nadie puede entrar a menos que se lo permitamos;

En algunos casos, la cerca que levantamos alrededor de nuestro corazón se asemeja a una cerca pequeña que tiene un cartel de bienvenida. Otros corazones han sido tan lastimados o insensibilizados por el pecado que tienen una valla alambrada de dos metros y medio que termina en alambre de púas; la puerta tiene candado y un cartel grande que dice: Prohibido el paso.

  • Apliquemos la idea de una puerta al corazón al hecho de recibir revelación personal;
  • Nefi enseñó: “…cuando un hombre habla por el poder del Santo Espíritu, el poder del Espíritu Santo lo lleva al corazón de los hijos de los hombres” 11;

El élder David A. Bednar notó el uso de la palabra al: “Fíjense en que el Espíritu lleva el mensaje al corazón, pero no lo introduce necesariamente en su interior … sin embargo, el contenido de un mensaje y el testimonio del Espíritu Santo penetran el corazón sólo cuando lo permite el receptor” 12.

  • ¿Por qué sólo al corazón? El albedrío personal es tan sagrado que nuestro Padre Celestial nunca forzará el corazón humano, aún con todo Su infinito poder; muchos tratarán de hacerlo, pero Dios no;
  • En otras palabras, Dios nos permite ser los defensores o guardianes de nuestro propio corazón; debemos, de nuestra propia voluntad, abrir el corazón al Espíritu, ya que Él no nos impondrá su presencia;

Entonces, ¿cómo abrimos el corazón? En el Sermón del Monte, el Salvador dijo: “Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios” 13. Algo que es puro no está contaminado ni manchado por cosas que no deben estar allí. La pureza de corazón es sin duda una de las cualidades más importantes para recibir la inspiración de Dios.

Aunque ningún corazón es perfecto, cuanto más nos esforcemos por eliminar las impurezas o sacar lo que no debe estar allí, más abrimos nuestro corazón al Espíritu Santo. Noten la dulce promesa del profeta Jacob: “¡Oh todos vosotros que sois de corazón puro, levantad vuestra cabeza y recibid la placentera palabra de Dios, y deleitaos en su amor!” 14.

En la cárcel de Liberty, el profeta José Smith recibió una revelación que describe la condición de algunos corazones: “He aquí, muchos son los llamados, y pocos los escogidos. ¿Y por qué no son escogidos? “Porque a tal grado han puesto su corazón en las cosas de este mundo, y aspiran tanto a los honores de los hombres” 15.

Muchos en el mundo de hoy viven en circunstancias prósperas y tranquilas. Con frecuencia, en el Libro de Mormón, la prosperidad alejaba a la gente del Señor. Mormón advirtió: “…podemos ver que es precisamente en la ocasión en que hace prosperar a su pueblo, sí, en el aumento de sus campos, sus hatos y sus rebaños, y en oro, en plata y en toda clase de objetos preciosos de todo género y arte… entonces es la ocasión en que endurecen sus corazones, y se olvidan del Señor su Dios” 16.

El Señor observó tres consecuencias naturales de poner el corazón en las cosas del mundo: Primero, buscamos encubrir los pecados en vez de arrepentirnos de ellos; después, buscamos satisfacer el orgullo y las vanas ambiciones en vez de buscar las cosas de Dios; y finalmente, empezamos a ejercer injusto dominio sobre los demás 17.

Observen que el orgullo es una consecuencia natural de poner el corazón en las cosas del mundo. El orgullo rápidamente insensibiliza el corazón a los susurros espirituales. Por ejemplo, el Señor dijo: “. yo, el Señor, no estoy complacido con mi siervo Sidney Rigdon; se enalteció en su corazón y no aceptó consejos, antes contristó al Espíritu” 18.

Comparen eso con esta promesa: “Sé humilde; y el Señor tu Dios te llevará de la mano y dará respuesta a tus oraciones” 19. En la revelación de la cárcel de Liberty, el Señor describe el efecto de un corazón mundano: “…he aquí, los cielos se retiran, el Espíritu del Señor es ofendido… [y] he aquí, antes que se dé cuenta, queda abandonado a sí mismo” 20.

  1. Hermanos y hermanas, en estos “tiempos peligrosos” no podemos ofender al Espíritu y quedar abandonados a nosotros mismos;
  2. Nuevamente les digo, la condición de nuestro corazón afecta en forma directa nuestra sensibilidad a los asuntos espirituales;

Esforcémonos a diario por abrir nuestro corazón al Espíritu. En vista de que somos los guardianes de nuestro corazón, podemos escoger hacerlo; escogemos lo que dejamos entrar o no. Afortunadamente, el Señor desea ayudarnos a escoger sabiamente. Para concluir, testifico de dos de las promesas que Él ha hecho a aquellos que procuran venir a Él: “Por consiguiente, amados hermanos míos, pedid al Padre con toda la energía de vuestros corazones, que seáis llenos de [Su] amor… que seamos purificados así como él es puro” 21.

Y para finalizar esta conmovedora declaración del apóstol Pablo: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” 22. Que siempre pidamos a Cristo que fortalezca nuestro corazón y lo llene con Su amor, es mi ruego, en el nombre de Jesucristo.

Amén..

¿Cómo se siente la presencia del Espíritu Santo?

Es probable que hayas escuchado a la gente decir: “En este momento siento el Espíritu muy fuerte”. Quizás tú también sientas algo en ese momento, pero ¿tienes algún problema si tú no lo sientes? Respuesta corta: en absoluto, porque las personas experimentan la influencia del Espíritu Santo de manera diferente.

Eso es lo milagroso de los mensajes del Espíritu Santo: van dirigidos solo para ti. Para algunas personas, el Espíritu Santo puede hacer que se sientan impresionadas por la emoción y conmovidas hasta las lágrimas; para otras, las lágrimas rara vez o nunca llegan, lo cual está bien.

Para ellas, el Espíritu Santo puede producir un sutil sentimiento de gratitud, paz, reverencia o amor (véase Gálatas 5:22–23 ). En las Escrituras también se describe al Espíritu Santo como un “ardor” en el pecho (véase Doctrina y Convenios 9:8–9 ). Pero la intensidad o el grado de ese “ardor” puede ser diferente para todos.

  • A veces es como una pequeña brasa resplandeciente en lugar de un fuego arrasador;
  • O tal vez hayas oído la descripción del Espíritu Santo como una “voz suave y apacible” (véase Doctrina y Convenios 85:6 );

Y de inmediato pensaste: “Pero no he OÍDO una voz. ¿Me pasa algo?”. Y repetimos, no en absoluto. Esa descripción de las Escrituras no significa necesariamente que todos oímos una voz literal. El élder Ronald A. Rasband, del Cuórum de los Doce Apóstoles, enseñó: “El espíritu habla con palabras que sentimos.

  • Tales sentimientos son delicados, un suave impulso a actuar, a hacer algo, a decir algo, a reaccionar de cierta manera”1;
  • El punto es: cada uno de nosotros experimentará el Espíritu Santo de forma diferente y en diferentes grados;

Lo importante es que vivamos dignos de recibirlo y que lo reconozcamos cuando venga. Al hacerlo, empezaremos a notar que Su influencia está presente en nuestra vida mucho más de lo que esperábamos..