‘Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. ‘ Romanos 8:28 E n ocasiones escucho a amigos y parientes quejarse de su mala suerte, que tienen problemas con el Jefe, que tienen problemas financieros, que su hijo está enfermo, y muchos penas más.
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¿Qué dice la Biblia sobre los que aman a Dios?
1 Juan 4:7–8. 7 Amados, amémonos unos a otros, porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios.
¿Qué dice Romanos 8 28 de la Biblia?
1 Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no a andan conforme a la carne, sino conforme al espíritu. 2 Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha a librado de la ley del pecado y de la muerte. 3 Porque lo que era imposible para la a ley , por cuanto era b débil por la carne , c Dios , enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado, y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne, 4 para que la justicia de la ley fuese cumplida en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al espíritu.
- 5 Porque los que viven conforme a la carne, en las cosas que son de la carne se ocupan; pero los que viven conforme al espíritu, en las cosas del espíritu;
- 6 Porque el ánimo a carnal es b muerte , pero el ánimo c espiritual es vida y d paz;
7 Por cuanto la inclinación de la carne es enemistad contra Dios, porque no se sujeta a la ley de Dios, ni tampoco puede. 8 Así que, los que viven según la carne no pueden agradar a Dios. 9 Pero vosotros no vivís según la carne, sino según el espíritu, si es que el a Espíritu de Dios mora en vosotros.
- Y si alguno no tiene el b Espíritu de Cristo , no es de él;
- 10 Y si a Cristo está en vosotros, b el cuerpo a la verdad está muerto a causa del pecado, pero el Espíritu es vida a causa de la c justicia;
- 11 Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó a Cristo Jesús de los muertos a vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros;
12 Así que, hermanos, deudores somos, no a la carne, para que vivamos conforme a la carne, 13 porque si vivís conforme a la carne, a moriréis ; pero si por el espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis. 14 Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, son a hijos de Dios.
- 15 Porque no habéis recibido el espíritu de a servidumbre para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre! 16 Porque el Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu de que somos a hijos de Dios;
17 Y si hijos, también a herederos ; herederos de Dios, y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados. 18 Porque considero que los a sufrimientos de este tiempo no son dignos de ser comparados con la b gloria venidera que c en nosotros ha de ser manifestada.
19 Porque el anhelo profundo de la creación es el esperar la manifestación de los hijos de Dios. 20 Porque la creación fue a sujetada a la vanidad, no de buen grado, sino por causa del que la sujetó en esperanza, 21 porque también la creación misma será a librada de la servidumbre de la corrupción a la libertad gloriosa de los hijos de Dios.
22 Porque sabemos que toda la creación gime a una, y a una sufre dolores de parto hasta ahora. 23 Y no solo ella, sino que también nosotros mismos, que tenemos las a primicias del Espíritu, nosotros también gemimos dentro de nosotros mismos, esperando la b adopción , a saber, la c redención de nuestro cuerpo.
- 24 Porque en a esperanza fuimos salvos; pero la esperanza que b se ve, ya no es esperanza, porque lo que se ve, ¿para qué esperarlo? 25 Pero si esperamos lo que no vemos, con paciencia lo esperamos;
- 26 Y asimismo, también el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad, porque no sabemos lo que hemos de a pedir como es debido, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles;
27 Pero el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque él, conforme a la voluntad de Dios, a intercede por los santos. 28 Y sabemos que para los que aman a Dios, a todas las cosas obrarán juntamente para su bien, para los que conforme a su propósito son llamados.
- 29 a Porque a los que b antes conoció, también c predestinó para que fuesen hechos d conforme a la e imagen de su Hijo, a fin de que él sea el f primogénito entre muchos hermanos; 30 y a los que predestinó, a estos también llamó; y a los que llamó, a estos también justificó; y a los que justificó, a estos también glorificó;
31 ¿Pues qué diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién a contra nosotros ? 32 a El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que le entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él b todas las cosas? 33 ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica.
34 ¿Quién es el que condenará? a Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, quien además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros. 35 ¿Quién nos apartará del a amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? 36 Como está escrito: a Por causa de ti somos muertos todo el tiempo; somos considerados como ovejas de matadero.
37 Antes bien, en todas estas cosas somos más que a vencedores por medio de aquel que nos amó. 38 Por lo cual estoy convencido de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, 39 ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá apartar del a amor de Dios, que es en Cristo Jesús, Señor nuestro..
¿Qué dice en Romanos 12 2?
2 Y no os adaptéis a este a mundo, sino transformaos por medio de la b renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál es la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.
¿Qué dice la Biblia en Jeremias 29 11?
1 Y estas son las palabras de la carta que el profeta Jeremías envió desde Jerusalén a los ancianos que habían quedado de los del cautiverio, y a los sacerdotes, y a los profetas y a todo el pueblo que Nabucodonosor llevó cautivo de Jerusalén a Babilonia 2 (después de haber salido el rey Jeconías, y la reina, y los oficiales del palacio, y los a príncipes de Judá y de Jerusalén, y los artesanos y los herreros de Jerusalén), 3 por mano de Elasa hijo de Safán y de Gemarías hijo de Hilcías (a quienes envió Sedequías, rey de Judá, a Babilonia, a Nabucodonosor, rey de Babilonia), diciendo: 4 Así ha dicho Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel, a todos los de la cautividad que hice llevar cautivos de Jerusalén a Babilonia: 5 Edificad casas y morad en ellas; y plantad huertos y comed del fruto de ellos; 6 casaos y engendrad hijos e hijas; dad esposas a vuestros hijos y dad maridos a vuestras hijas, para que tengan hijos e hijas; y multiplicaos allá y no os disminuyáis.
7 Y procurad la a paz de la ciudad a la cual os hice desterrar y rogad por ella a Jehová, porque en su paz tendréis vosotros paz. 8 Porque así ha dicho Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel: No os engañen vuestros profetas que están entre vosotros, ni vuestros adivinos, ni hagáis caso de los a sueños que soñáis.
9 Porque falsamente os a profetizan ellos en mi nombre; yo no los envié, ha dicho Jehová. 10 Porque así ha dicho Jehová: Cuando en Babilonia se cumplan los setenta años, yo os visitaré y os cumpliré mi buena palabra de a haceros volver a este lugar. 11 Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz y no de mal, para daros un a porvenir y una esperanza.
- 12 Entonces me a invocaréis , y vendréis y oraréis a mí, y yo os escucharé; 13 y me a buscaréis y me hallaréis cuando me busquéis con todo vuestro b corazón;
- 14 Y seré hallado por vosotros, dice Jehová, y os haré volver de vuestra cautividad y os a reuniré de todas las naciones y de todos los lugares adonde os arrojé, dice Jehová; y os haré volver al lugar de donde os hice llevar al destierro;
15 Por cuanto habéis dicho: Jehová nos ha levantado profetas en Babilonia, 16 así ha dicho Jehová acerca del rey que está sentado sobre el trono de David y acerca de todo el pueblo que mora en esta ciudad, de vuestros hermanos que no salieron con vosotros al cautiverio, 17 así ha dicho Jehová de los ejércitos: He aquí, yo envío contra ellos espada, hambre y pestilencia, y los pondré como los higos malos, que de tan malos no se pueden comer.
18 Y los perseguiré con espada, con hambre y con pestilencia; y los haré objeto de terror a para todos los reinos de la tierra, de maldición, y de espanto, y de burla y de afrenta entre todas las naciones adonde los habré arrojado.
19 Porque no escucharon mis palabras, dice Jehová, que les envié por medio de mis siervos los profetas, madrugando y enviándolos, pero no habéis escuchado, dice Jehová. 20 ¡Escuchad, pues, la palabra de Jehová, todos vosotros los desterrados que envié de Jerusalén a Babilonia! 21 Así ha dicho Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel, acerca de Acab hijo de Colaías y acerca de Sedequías hijo de Maasías, quienes os profetizan mentira en mi nombre: He aquí, yo los entrego en manos de Nabucodonosor, rey de Babilonia, y él los matará delante de vuestros ojos.
22 Y todos los desterrados de Judá que están en Babilonia harán de ellos una maldición, diciendo: Póngate Jehová como a Sedequías y como a Acab, a quienes asó al fuego el rey de Babilonia. 23 Porque hicieron maldad en Israel, y cometieron a adulterio con las esposas de sus prójimos y hablaron palabras mentirosas en mi nombre, palabras que no les mandé; yo soy el que sabe y soy testigo, dice Jehová.
24 Y a Semaías, el nehelamita, hablarás, diciendo: 25 Así habló Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel, diciendo: Por cuanto enviaste cartas en tu nombre a todo el pueblo que está en Jerusalén, y a Sofonías hijo de Maasías, el sacerdote, y a todos los sacerdotes, diciendo: 26 Jehová te ha puesto como sacerdote en lugar del sacerdote Joiada, para que te encargues en la casa de Jehová de todo hombre loco que profetice, poniéndolo en el cepo y en el collar de hierro.
27 ¿Por qué, pues, no has reprendido ahora a Jeremías de Anatot, que os profetiza? 28 Porque él nos envió a decir en Babilonia: Largo será el cautiverio; edificad casas y habitadlas; plantad huertos y comed el fruto de ellos.
29 Y el sacerdote Sofonías había leído esta carta a oídos del profeta Jeremías. 30 Y vino la palabra de Jehová a Jeremías, diciendo: 31 Envía a decir a todos los cautivos: Así ha dicho Jehová de Semaías, el nehelamita: Por cuanto os profetizó Semaías sin que yo lo hubiera enviado, y os hizo confiar en a mentira , 32 por eso, así ha dicho Jehová: He aquí que yo castigaré a Semaías, el nehelamita, y a su descendencia; no tendrá varón que more en medio de este pueblo ni verá el bien que haré yo a mi pueblo, dice Jehová, porque contra Jehová ha hablado rebelión..
¿Qué quiere decir amar a Dios?
Qué es Amor a Dios: – Amor a Dios se refiere a conectar la mente, el corazón y el alma para hacer todo aquello que haga feliz a Dios , de allí que sea el primer y más importante mandamiento para los cristianos. Amar a Dios es una actitud que implica voluntad, reflexión y compromiso, es decir, proyectar el amor que él nos da a través de nuestro espíritu y acciones diarias.
- Cabe destacar que Dios es amor, y que su amor lo demostró a través de Jesucristo;
- Por tanto, amar a Dios es aceptar que él está en nuestro espíritu;
- Cuando un individuo ama es porque reconoce su voluntad por ser sincero y por realizar sacrificios a fin de hacer feliz al ser amado, lo que implica aceptar que no siempre se puede hacer lo que genere gozo o disfrute;
Por ello, amar a Dios se refiere a hacer su voluntad y fundamentar nuestros deseos y actos en sus mandamientos y palabra. En este sentido, hay que amar a Dios como él quiere ser amado y no como nosotros queramos amarlo. Por ejemplo, en una relación las personas suelen ser cariñosas, atentas y obsequian aquello que le gusta a su pareja a fin de agradarla y hacerla sentir especial, por tanto, no se da aquello que queremos o nos gusta a nosotros mismos.
- Por ello, la mejor manera de demostrar el amor a Dios es alineando lo que sentimos y deseamos a través de nuestra mente, corazón y alma (ya que trabajan juntos) y, de esta manera fundamentar nuestra voluntad a la de Dios;
Ahora bien, si por el contrario se desvía la mente, el corazón o el alma, es porque el individuo está cayendo en pecado y no es capaz de reflejar y demostrar los mandamientos y palabra de Dios. No obstante, se puede volver a la voluntad de Dios a través de la oración, la confesión o de la comunión.
¿Qué dice en Proverbios 8 17?
17 Yo amo a los que me aman,y me hallan los que temprano me buscan. 18 Las riquezas y el honor están conmigo,las a riquezas duraderas y la justicia. 19 Mejor es mi fruto que el oro, que el oro refinado;y mi ganancia, mejor que la plata escogida.
¿Qué dice en Proverbios 3 5?
5 a Confía en Jehová con todo tu corazón,y no te apoyes en tu propia b prudencia. 6 a Reconócelo en todos tus caminos,y él enderezará tus veredas. 7 No seas a sabio en tu propia opinión; b teme a Jehová y apártate del mal, 8 porque será a salud para tu ombligoy médula para tus huesos.
¿Qué dice en Efesios 2 10?
1 Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais a muertos en vuestros delitos y pecados, 2 en los que anduvisteis en otro tiempo conforme a la corriente de este a mundo , conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de b desobediencia , 3 entre los cuales todos nosotros también vivimos en otro tiempo, andando según nuestros a deseos carnales, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos; y éramos por b naturaleza hijos de ira, también como los demás.
- 4 Pero Dios, que es rico en a misericordia , por el gran amor con que nos amó, 5 aun estando nosotros muertos en pecados, nos a dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos);
- 6 Y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús, 7 para mostrar en los siglos venideros las abundantes a riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús;
8 Porque por a gracia sois b salvos por medio de la c fe ; y esto no de vosotros, pues es d don de Dios; 9 no por obras, para que nadie a se gloríe. 10 Porque somos a hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que b anduviésemos en ellas.
- 11 Por tanto, acordaos de que en otro tiempo vosotros, los gentiles en cuanto a la carne, erais llamados incircuncisión por la llamada circuncisión, hecha con mano en la carne; 12 y de que en aquel tiempo estabais sin Cristo, alejados de la ciudadanía de Israel, y ajenos a los a convenios de la promesa, sin b esperanza y c sin Dios en el mundo;
13 Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo. 14 Porque él es nuestra a paz , que de ambos pueblos hizo uno, derribando la b pared intermedia de separación, 15 a aboliendo en su carne las enemistades, la ley de los mandamientos expresados en b ordenanzas , para crear en sí mismo de los dos un solo y c nuevo hombre , haciendo la paz, 16 y mediante la cruz a reconciliar con Dios a ambos en un solo cuerpo, matando en ella las enemistades.
¿Qué dice Filipenses 4 19?
1 Así que, hermanos míos, amados y añorados, gozo y corona mía, a permaneced así firmes en el Señor, amados. 2 A Evodia ruego, y a Síntique exhorto, que sean de un mismo sentir en el Señor. 3 Asimismo te ruego también a ti, compañero fiel, que ayudes a las que trabajaron juntamente conmigo en el evangelio, con Clemente también, y a los demás colaboradores míos, cuyos nombres están en el a libro de la vida.
- 4 Regocijaos en el Señor siempre;
- Otra vez os digo: ¡Regocijaos! 5 Vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres;
- El Señor está cerca;
- 6 Por nada a estéis afanosos; sino sean dadas a conocer vuestras peticiones delante de Dios en toda b oración y ruego, con acción de c gracias;
7 Y la a paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús. 8 Por lo demás, hermanos, todo lo que es a verdadero , todo lo b honesto , todo lo c justo , todo lo d puro , todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay e virtud alguna, si hay algo digno de alabanza, f en esto pensad.
- 9 Lo que aprendisteis y recibisteis y oísteis y visteis en mí, esto haced; y el Dios de paz estará con vosotros;
- 10 Mas en gran manera me regocijé en el Señor de que ya al fin haya reflorecido vuestro cuidado de mí; de lo cual aún estabais solícitos, pero os faltaba la oportunidad;
11 No lo digo porque me encuentre en la indigencia, pues he aprendido a a contentarme con lo que tengo. 12 Sé vivir a humildemente , y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, tanto para estar saciado como para tener hambre, tanto para tener abundancia como para padecer necesidad.
13 Todo lo puedo en a Cristo que me b fortalece. 14 Sin embargo, bien hicisteis en participar conmigo en mi tribulación. 15 Y sabéis también vosotros, oh filipenses, que al principio de la predicación del evangelio, cuando partí de Macedonia, ninguna iglesia participó conmigo en razón de dar y recibir, sino solo vosotros.
16 Porque aun a Tesalónica me enviasteis una y otra vez para mis necesidades. 17 No es que busque dádivas, sino que busco a fruto que abunde en vuestra cuenta. 18 Pero todo lo he recibido, y tengo a abundancia ; estoy lleno, habiendo recibido de Epafrodito lo que enviasteis, olor grato, sacrificio acepto, agradable a Dios.
- 19 Mi Dios, pues, os proveerá de todo a lo que os falta conforme a sus b riquezas en gloria en Cristo Jesús;
- 20 Al Dios, pues, y Padre nuestro, sea la gloria por los siglos de los siglos;
- Amén;
- 21 Saludad a todos los santos en Cristo Jesús;
Los hermanos que están conmigo os saludan. 22 Todos los santos os saludan, y mayormente los que son de la casa de César. 23 La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con todos vosotros. Amén. Escrita desde Roma por Epafrodito..
¿Qué dice Gálatas 5 16?
1 Permaneced, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo a libres , y no b volváis otra vez a ser presos en el c yugo de esclavitud. 2 He aquí, yo, Pablo, os digo que si os circuncidáis, de nada os aprovechará Cristo. 3 Y otra vez vuelvo a testificar a todo hombre que se a circuncida , que está obligado a cumplir toda la ley.
- 4 Separados sois de Cristo los que por la ley os justificáis; de la a gracia habéis caído;
- 5 Porque nosotros, por el Espíritu, aguardamos por la a fe la b esperanza de la justicia;
- 6 Porque en Cristo Jesús ni la circuncisión a vale algo, ni la incircuncisión, sino la b fe que obra por el amor;
7 Vosotros corríais bien; ¿quién os estorbó para no obedecer la verdad? 8 Esta persuasión no proviene de aquel que os llama. 9 Un poco de levadura leuda toda la masa. 10 Yo confío con respecto a vosotros, en el Señor, que no pensaréis de a ninguna otra manera; pero el que os perturba cargará con la sentencia, quienquiera que sea.
11 En cuanto a mí, hermanos, si aún predico la circuncisión, ¿por qué padezco persecución todavía? En tal caso, se habría quitado el a escándalo de la cruz. 12 Ojalá se mutilasen los que os a perturban.
13 Porque vosotros, hermanos, a libertad habéis sido llamados; solamente que no uséis la libertad como ocasión para la carne, sino a servíos por amor los unos a los otros. 14 Porque toda la a ley en esta sola palabra se cumple: b Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
- 15 Pero si os mordéis y os devoráis los unos a los otros, mirad que tampoco os destruyáis los unos a los otros;
- 16 Digo pues: a Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los b deseos de la carne;
- 17 Porque el a deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y estos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisierais;
18 Pero si sois a guiados por el Espíritu, no estáis bajo la b ley. 19 Y manifiestas son las obras de la a carne , que son: b adulterio , c fornicación , d inmundicia , lascivia, 20 a idolatría , hechicerías, enemistades, pleitos, celos, b iras , c contiendas , disensiones, herejías, 21 a envidias , b homicidios , c borracheras , orgías y cosas semejantes a estas, de las cuales os advierto, como ya os lo he dicho, que los que hacen tales cosas no heredarán el reino de Dios.
- 22 Pero el fruto del Espíritu es: a amor , b gozo , c paz , d longanimidad , benignidad, bondad, e fe , 23 a mansedumbre , b templanza ; contra tales cosas no hay ley;
- 24 Porque los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y concupiscencias;
25 Si a vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu. 26 No busquemos la vanagloria, irritándonos los unos a los otros, envidiándonos los unos a los otros..
¿Qué dice Efesios 4 23?
1 Yo, pues, preso en el Señor, os ruego que andéis como es a digno de la b vocación con que habéis sido llamados, 2 con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con a paciencia los unos a los otros en amor; 3 solícitos en guardar la a unidad del Espíritu en el vínculo de la paz.
- 4 Un a cuerpo , y un Espíritu; como fuisteis también llamados a una misma esperanza de vuestra vocación; 5 un a Señor , una b fe , un c bautismo , 6 un Dios y a Padre de todos, quien está sobre todos, y por todos y en todos vosotros;
7 Pero a cada uno de nosotros dada fue la a gracia conforme a la medida del don de Cristo. 8 Por lo cual dice: a Subiendo a lo alto, llevó cautivos a los cautivos, y dio dones a los hombres. 9 (Y eso de que subió, ¿qué es, sino que también había descendido primero a las partes más bajas de la tierra? 10 El que descendió es el mismo que también subió por encima de todos los cielos para llenarlo todo).
11 Y él mismo a constituyó a unos b apóstoles ; y a otros, c profetas ; y a otros, d evangelistas ; y a otros, e pastores y f maestros ; 12 a fin de a perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la b edificación del cuerpo de Cristo, 13 hasta que todos lleguemos a la a unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un b varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo; 14 para que ya no seamos a niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de b doctrina , por estratagema de hombres que, para engañar, emplean con astucia las artimañas del error, 15 sino que, hablando la verdad en amor, crezcamos en todas las cosas en aquel que es la a cabeza , a saber, Cristo; 16 de quien, todo el cuerpo, bien ajustado y ligado entre sí por todas las coyunturas que lo sustentan, según la función adecuada de cada miembro, crece, edificándose en amor.
17 Esto, pues, digo y testifico en el Señor, que no andéis más como los otros a gentiles , que andan en la b vanidad de su mente, 18 teniendo el a entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de Dios por la b ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su c corazón ; 19 los cuales, después que a perdieron toda sensibilidad, se entregaron a la lascivia para cometer con avidez toda clase de impureza.
- 20 Mas vosotros no habéis aprendido así sobre Cristo, 21 si en verdad le habéis oído, y habéis sido por él enseñados, conforme a la verdad que está en Jesús, 22 en cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del a viejo hombre, que está viciado conforme a los b deseos engañosos, 23 y renovaos en el espíritu de vuestra mente, 24 y vestíos del a nuevo hombre que es creado según Dios en la b justicia y santidad de la verdad;
25 Por lo cual, dejando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo, porque somos miembros los unos de los otros. 26 a Airaos , pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo, 27 ni deis lugar al a diablo. 28 El que hurtaba, no hurte más, sino a trabaje , haciendo con sus manos lo que es bueno, para que tenga qué b dar al que padece necesidad.
29 Ninguna a palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de que dé gracia a los oyentes. 30 Y no a contristéis al b Santo Espíritu de Dios, con el cual fuisteis c sellados para el día de la redención.
31 Quítense de vosotros toda amargura, y enojo, e ira, y gritos, y a maledicencia y toda b malicia. 32 Más bien, sed a benignos los unos con los otros, misericordiosos, b perdonándoos los unos a los otros, como también Dios os perdonó a vosotros en Cristo..
¿Qué dice en Efesios 5 15 16?
1 Sed, pues, a imitadores de Dios como hijos amados. 2 Y a andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y b sacrificio a Dios en olor c grato. 3 Pero a fornicación y toda impureza, o avaricia, ni aun se nombre entre vosotros, como conviene a los b santos ; 4 ni a palabras indecentes, ni b necedades , ni relatos groseros, que no convienen; sino antes bien acciones de gracias.
5 Porque sabéis esto, que ningún a fornicario , o b impuro , o avaro, que es idólatra, tiene c herencia en el reino de Cristo y de Dios. 6 Nadie os a engañe con b palabras vanas , porque por estas cosas viene la c ira de Dios sobre los hijos de la d desobediencia.
7 No seáis, pues, partícipes con ellos, 8 porque en otro tiempo erais tinieblas; pero ahora sois luz en el Señor; andad como a hijos de luz 9 (porque el a fruto del Espíritu es en toda bondad, y justicia y verdad), 10 comprobando lo que es agradable al Señor.
- 11 Y no a participéis en las obras infructuosas de las b tinieblas , sino antes bien c denunciadlas;
- 12 Porque es a vergonzoso aun hablar de lo que ellos hacen en secreto;
- 13 Mas todas las cosas son visibles cuando son expuestas a la luz; porque lo que lo manifiesta todo es la luz;
14 Por lo cual dice: Despiértate, tú que duermes, y levántate de entre los muertos, y te a alumbrará Cristo. 15 Mirad, pues, con cuidado cómo andéis, no como necios, sino como sabios, 16 aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos. 17 Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál es la voluntad del Señor.
18 Y no os a embriaguéis con vino, en lo cual hay desenfreno; antes bien, sed llenos del Espíritu, 19 hablando entre vosotros con a salmos , y con himnos, y cánticos espirituales, cantando y b alabando al Señor en vuestros corazones; 20 dando gracias siempre por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo.
21 a Someteos los unos a los otros en el temor de Dios. 22 Las a casadas b estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor. 23 Porque el marido a es cabeza de la mujer, así como Cristo es b cabeza de la c iglesia ; y él es el salvador del cuerpo. 24 Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo.
25 Maridos, a amad a vuestras esposas, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, 26 para a santificarla , habiéndola b purificado en el lavamiento del agua por la palabra, 27 a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa que no tuviese mancha ni arruga, ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha.
28 Así también los maridos deben amar a sus esposas como a sus mismos cuerpos. El que ama a su a esposa , a sí mismo se ama. 29 Porque ninguno aborreció jamás a su propio cuerpo, sino que lo sustenta y lo cuida, como también Cristo a la iglesia; 30 porque somos a miembros de su cuerpo, de su carne y de sus huesos.
¿Qué dice Proverbios 19 21?
21 Muchos planes hay en el corazón del hombre,pero el a consejo de Jehová permanecerá. 22 Contentamiento es a los hombres hacer misericordia,y mejor es ser pobre que ser mentiroso.
¿Qué dice el Salmo 20 versículo 4?
4 Te dé conforme al deseo de tu corazón,y cumpla todos tus propósitos. 5 Nosotros nos regocijaremos en tu salvación,y alzaremos estandarte en el nombre de nuestro Dios;cumpla Jehová todas tus peticiones. 6 Ahora sé que Jehová salva a su a ungido;le responderá desde sus santos cieloscon la fuerza salvadora de su diestra.
¿Qué dice la Biblia en Juan 10 10?
1 De cierto, de cierto os digo: El que no entra por la puerta en el redil de las ovejas, sino que sube por otra parte, ese es ladrón y salteador. 2 Pero el que entra por la puerta, el a pastor de las ovejas es. 3 A este abre el portero, y las ovejas oyen su voz; y a sus ovejas llama por nombre y las saca.
- 4 Y cuando ha sacado fuera todas las propias, va delante de ellas; y las ovejas le siguen, porque a conocen su voz;
- 5 Pero al extraño no seguirán, sino que huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños;
6 Esta parábola les dijo Jesús, pero ellos no entendieron qué era lo que les decía. 7 Volvió, pues, Jesús a decirles: De cierto, de cierto os digo: Yo soy la a puerta de las ovejas. 8 Todos los que vinieron antes de mí eran a ladrones y salteadores, mas no los oyeron las ovejas.
9 Yo soy la puerta; el que por mí entrare será salvo; y entrará, y saldrá y hallará pastos. 10 El ladrón no viene sino para hurtar, y matar y destruir. Yo he venido para que tengan a vida , y para que la tengan en abundancia.
11 Yo soy el buen a pastor ; el buen pastor da su vida por las ovejas. 12 Pero el asalariado, y que no es el pastor, de quien no son propias las ovejas, ve venir al lobo, y a deja las ovejas y huye; y el lobo arrebata y dispersa las ovejas. 13 Así que el asalariado huye, porque es asalariado, y no le importan las ovejas.
14 Yo soy el buen pastor y a conozco mis ovejas, y las mías me conocen, 15 así como el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; y pongo mi a vida por las ovejas. 16 También tengo a otras ovejas que no son de este redil; a aquellas también debo traer, y oirán mi voz, y habrá b un rebaño y un pastor.
17 Por eso me ama el Padre, porque yo a pongo mi vida, para volverla a b tomar. 18 Nadie me la quita, sino que yo la pongo de mí mismo. Tengo poder para ponerla, y tengo a poder para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre. 19 Y volvió a haber disensión entre los judíos por estas palabras.
- 20 Y muchos de ellos decían: Demonio tiene, y está fuera de sí; ¿por qué le oís? 21 Decían otros: Estas palabras no son de endemoniado;
- ¿Puede acaso el demonio abrir los ojos de los ciegos? 22 Y se celebraba en Jerusalén la fiesta de la dedicación;
Y era invierno, 23 y Jesús andaba en el templo por el a pórtico de Salomón. 24 Y le rodearon los judíos y le dijeron: ¿Hasta cuándo nos has de turbar el alma? Si tú eres el Cristo, dínos lo abiertamente. 25 Jesús les respondió: Os lo he dicho, y no creéis; las a obras que yo hago en nombre de mi Padre, ellas dan testimonio de mí.
- 26 Pero vosotros no creéis, porque no sois de mis ovejas, como os he dicho;
- 27 Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen; 28 y yo les doy vida eterna y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano;
29 Mi Padre que a me las dio es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre. 30 Yo y el Padre a uno somos. 31 Entonces los judíos volvieron a tomar a piedras para apedrearle. 32 Jesús les respondió: Muchas buenas obras os he mostrado de mi Padre, ¿por cuál de ellas me apedreáis? 33 Le respondieron los judíos, diciendo: Por buena obra no te apedreamos, sino por la a blasfemia ; y porque tú, siendo hombre, te crees b Dios.
- 34 Jesús les respondió: ¿No está escrito en vuestra ley: Yo dije: Sois a dioses ? 35 Si llamó dioses a aquellos a quienes vino la palabra de Dios (y la Escritura no puede ser quebrantada), 36 ¿a quien el Padre santificó y envió al mundo, vosotros decís: Tú blasfemas, porque dije: Soy a Hijo de Dios ? 37 Si no hago las obras de mi Padre, no me creáis;
38 Pero si las hago, aunque a mí no me creáis, creed a las obras, para que conozcáis y creáis que el a Padre está en mí, y yo en el Padre. 39 Y a procuraron otra vez prenderle, pero él se escapó de sus manos. 40 Y se fue otra vez al otro lado del Jordán, al lugar donde primero había estado bautizando Juan; y se quedó allí.
¿Qué dice Juan 14 21?
1 No a se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. 2 En la a casa de mi Padre muchas moradas hay; de otra manera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. 3 Y si me voy y os preparo lugar, a vendré otra vez y os tomaré a mí mismo, para que b donde yo esté, vosotros también estéis.
- 4 Y sabéis a dónde yo voy, y sabéis el camino;
- 5 Le dijo Tomás: Señor, no sabemos a dónde vas; ¿cómo, pues, podemos saber el camino? 6 Jesús le dijo: Yo soy a el camino, y b la verdad y la vida; nadie viene al c Padre sino d por mí;
7 Si me conocierais, también a mi Padre conoceríais; y desde ahora le conocéis y le habéis visto. 8 Felipe le dijo: Señor, muéstranos al Padre, y nos basta. 9 Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al a Padre ; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos al Padre? 10 ¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo por mí mismo, sino que el Padre que mora en mí, él hace las obras.
- 11 Creedme que yo soy en el Padre, y el Padre en mí; de otra manera, creedme por las mismas obras;
- 12 De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las a obras que yo hago él también las hará; y aun mayores que estas hará, porque yo b voy al Padre;
13 Y todo lo que a pidiereis al Padre en mi nombre, esto haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. 14 Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré. 15 Si me a amáis , b guardad mis c mandamientos. 16 Y yo rogaré al Padre, y os dará otro a Consolador , para que esté con vosotros para siempre: 17 El Espíritu de verdad, al que el mundo no puede recibir, porque no le ve ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros y estará en vosotros.
18 No os dejaré a huérfanos ; vendré a vosotros. 19 Todavía un poquito, y el mundo no me verá más; pero vosotros me veréis; porque yo vivo, vosotros también viviréis. 20 En aquel día vosotros conoceréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí, y yo en vosotros.
21 El que tiene mis mandamientos y los guarda, ese es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré y me a manifestaré a él. 22 Le dijo Judas, no el Iscariote: Señor, ¿cómo es que te vas a manifestar a nosotros y no al mundo? 23 Respondió Jesús y le dijo: El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él y haremos a morada con él.
- 24 El que no me ama, no guarda mis palabras; y la palabra que habéis oído no es mía, sino del Padre que me envió;
- 25 Estas cosas os he hablado estando con vosotros;
- 26 Mas el Consolador, el a Espíritu Santo , a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que os he dicho;
27 a La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón ni tenga miedo. 28 Habéis oído que yo os he dicho: Voy, y vuelvo a vosotros. Si me amarais, ciertamente os regocijaríais, porque he dicho que voy al Padre, porque a el Padre mayor es que yo.
29 Y ahora os lo he dicho antes que suceda, para que, cuando suceda, a creáis. 30 No hablaré ya mucho con vosotros, a porque viene b el príncipe de este mundo, y él no tiene nada en mí. 31 Pero para que conozca el mundo que amo al Padre, y como el Padre me dio el mandamiento, a así hago.
¡Levantaos, vámonos de aquí!.
¿Qué parte de la Biblia dice Esfuérzate y sé valiente?
Actividad para despertar la atención – Si lo desea, utilice la siguiente actividad (o una de su preferencia) para comenzar la lección. Explique que esta lección es acerca de Josué, el Profeta que guió a los hijos de Israel a la conquista de la tierra prometida.
- Cuando el Señor llamó a Josué para ser Profeta, le aconsejó: “Esfuérzate y sé valiente” ( Josué 1:6 );
- Escriba esa frase en la pizarra;
- Ponga a la vista una hoja de papel y un libro pequeño;
- Pida a un miembro de la clase que ponga la hoja de papel de costado, apoyándola de canto y que trate de colocar el libro encima;
Una vez que el miembro de la clase haya tratado de hacerlo, explique que hay una forma de hacer que el papel sea lo suficientemente fuerte como para soportar el peso del libro. Arrolle la hoja dándole la forma de cilindro y sujétela con una goma elástica o cinta engomada.
Apoye uno de los extremos del rollo sobre una superficie plana y con cuidado coloque el libro encima. (Quizás sea necesario que practique esta demostración antes de hacerla en frente de la clase. ) Enseñe que Josué fue capaz de hacer el esfuerzo porque permitió que Dios le diera forma a su carácter.
De la misma manera, al permitir nosotros que Dios dé forma a nuestro carácter, nos esforzamos y logramos realizar lo que el Señor nos pida.
¿Cuándo soy débil entonces soy fuerte?
El apóstol Pablo se llevó varios desencantos a lo largo de su vida. Se ve que era un hombre fogoso, enérgico, apasionado. Tenía ganas de comerse el mundo, primero persiguiendo a los cristianos, luego predicando a Cristo, cuando éste le derribó del caballo.
Ya en este revés –la caída del caballo en el camino de Damasco- aprendió mucho, porque se dio cuenta de que la vida no es lo que uno se propone, por muchas energías que tenga o muchos propósitos que haga.
Es Dios el que lleva los hilos de la historia, y cuanto antes aprendamos a vivir sincronizados con su voluntad, mejor para nosotros y para los demás. Pero cuando se puso a predicar a Jesucristo al llegar al Areópago de Atenas, puso en juego todas sus habilidades oratorias, todos sus argumentos de diálogo, todo su poder persuasivo para transmitir algo de lo que él estaba decididamente convencido. “Al hablar de resurrección de los muertos, le dijeron: De eso te oiremos hablar otro día. Y le dejaron solo”. Este revés fue decisivo en su vida apostólica, ya siendo cristiano. Se dio cuenta que en la evangelización no se convence al otro a base de argumentos ni de presiones, sino que ha de ser la gracia de Dios la que entre en el corazón del otro y lo cambie.
- Nuestra colaboración consiste en ser testigos con nuestra vida y con nuestras palabras de lo que hemos vivido y recibido;
- Llegar al corazón del otro y mucho más cambiar su corazón, es cosa propia de Dios;
No se trata de un marketing ni de una publicidad, se trata de confiar en la gracia de Dios y dejarle a Dios que actúe. En la lectura de este domingo, nos habla de una experiencia más honda y de un revés continuado a lo largo de su vida: “Me han metido una espina en la carne, un ángel de Satanás que me apalea para que no sea soberbio.
- Tres veces he pedido al Señor verme libre de él; y me ha respondido: Te basta mi gracia; la fuerza se realiza en la debilidad” (2Co 12,8);
- No sabemos del todo a qué se refiere cuando habla de una “espina en la carne”;
Podía ser alguna enfermedad, algún complejo, algún vicio difícil de erradicar. No sabemos. En todo caso, era algo que le molestaba, le humillaba, le tenía como derrotado. Y por eso, acude a la gracia de Dios, a la petición humilde de la gracia para superar esa espina.
- La respuesta por parte del Señor es clara;
- No le da su gracia para eliminar el obstáculo, sino para soportarlo con humildad;
- Dios no nos quiere superhombres, quiere que confiemos en su gracia y nos fiemos de su amor;
Y aquí el apóstol nos da una gran lección: “Vivo contento en medio de mis debilidades, de los insultos, las privaciones, las persecuciones y las dificultades sufridas por Cristo. Porque cuando soy débil, entonces soy fuerte”. San Pablo resume de esta manera la paradoja más profunda de la vida cristiana.
Lo que parece una contrariedad, se convierte en una oportunidad de crecimiento, una oportunidad para la humildad, una oportunidad para confiar en el amor de Dios. Hasta la situación más cerrada, tiene apertura cuando uno confía humildemente en la gracia de Dios.
Oí muchas veces a un gran maestro de vida espiritual que las situaciones más desesperadas de nuestra vida no tienen “salida”, tienen “sacada”. Es decir, cuando vivimos situaciones en las que nuestras fuerzas llegan al límite y ya no podemos más, es entonces cuando sólo Dios puede actuar y acontece un vuelco inesperado, que orienta nuestra vida en otra dirección.
La situación extrema en este sentido es la muerte. De la muerte no hay salida, es decir, no salimos por nosotros mismos, sino que somos sacados por Cristo resucitado. Y parecidas situaciones, sin ser tan extremas, se producen continuamente en nuestra vida.
Ante ellas, san Pablo nos dice: “cuando soy débil, entonces soy fuerte”. Es decir, en la providencia de Dios, que conduce para nuestro bien los hilos de la historia, situaciones límite son ocasión de renovada confianza, situaciones desesperadas son ocasión de mayor confianza, situaciones de debilidad son ocasión de una fortaleza que no es nuestra, sino que viene de Dios.
¿Donde dice en la Biblia Muchas son las aflicciones del justo?
19 Muchas son las a aflicciones del justo,mas de todas ellas le libra Jehová. 20 Él guarda todos sus huesos;ni uno de ellos será a quebrado. 21 Matará al malo la maldad,y los que aborrecen al justo serán condenados. 22 Jehová redime el alma de sus siervos,y no serán condenados cuantos en él se refugian.