Qué es Doctrina: – Doctrina es el conjunto de principios, enseñanzas o instrucciones que se consideran como válidas y que pertenecen a una escuela que puede ser literaria, filosófica, política, militar o al dogma de una religión. La doctrina se relaciona con la disciplina y con todo lo que sea objeto de enseñanza que pueda propagarse de diferentes maneras como, a través de la educación, las predicaciones, de la opinión de personas reconocidas o con autoridad, de la literatura e, incluso, por medio de las religiones.
Asimismo, la doctrina parte de la posibilidad de contar con una validez universal, sin embargo, esto es casi imposible a causa de las diferencias culturales y religiosas que existen en la gran diversidad de grupos sociales que conforman la humanidad.
Por otra parte, el término doctrina se relaciona con el concepto de adoctrinamiento, este último ha adquirido connotaciones peyorativas por hacer referencia a la enseñanza de creencias que se consideran como ciertas sin que sean previamente analizadas o discutidas por quienes las aprenden. Vea también:
- Adoctrinamiento.
- Eclecticismo.
Contents
- 1 ¿Cuál es la doctrina de Dios?
- 2 ¿Que se significa la palabra doctrina?
- 3 ¿Qué significa doctrina espiritual?
- 4 ¿Cuál es la doctrina de los cristianos evangelicos?
- 5 ¿Cuáles son las principales doctrinas?
- 6 ¿Cuál es la doctrina de los apóstoles?
- 7 ¿Qué significa la palabra doctrina en el griego?
- 8 ¿Que promete Cristo en cuanto al conocimiento espiritual?
¿Cuál es la doctrina de Dios?
La doctrina de Cristo nos permite obtener las bendiciones de la expiación de Cristo – La expiación de Cristo crea las condiciones que nos permiten confiar en “los méritos, y misericordia, y gracia del Santo Mesías” 6 , [ser perfeccionados] en Cristo 7 , obtener todo lo bueno 8 y lograr la vida eterna 9.
Por otro lado, la doctrina de Cristo es el medio —el único medio— por el que podemos obtener todas las bendiciones que están disponibles a través de la expiación de Jesús. La doctrina de Cristo nos permite acceder al poder espiritual que nos elevará de nuestro estado espiritual actual a un estado en el que podemos llegar a ser perfeccionados como el Salvador 10.
En cuanto al proceso de renacer, el élder D. Todd Christofferson ha enseñado: “Volver a nacer, a diferencia del nacimiento físico, es más un proceso que un acontecimiento, y el dedicarnos a ese proceso es el propósito central de la vida terrenal” 11. Exploremos cada elemento de la doctrina de Cristo.
- Primero, fe en Jesucristo y en Su expiación;
- Los profetas han enseñado que la fe empieza al oír la palabra de Cristo 12;
- Las palabras de Cristo testifican de Su sacrificio expiatorio y nos dicen cómo podemos obtener el perdón, las bendiciones y la exaltación 13;
Al oír las palabras de Cristo, ejercemos fe cuando escogemos seguir las enseñanzas y el ejemplo del Salvador 14. Para hacerlo, Nefi nos enseñó que debemos confiar “íntegramente en los méritos de [Cristo,] que es poderoso para salvar” 15. Dado que Jesús era un Dios en la existencia preterrenal 16 , vivió una vida sin pecado 17 y durante Su expiación satisfizo todas las demandas de la justicia por ustedes y por mí 18 , Él tiene el poder y las llaves para efectuar la resurrección de todos los hombres 19 e hizo posible que la misericordia sobrepujara a la justicia mediante las condiciones del arrepentimiento 20.
Cuando entendemos que podemos obtener misericordia por medio de los méritos de Cristo, somos capaces de “tener fe para arrepentimiento” 21. Confiar íntegramente en los méritos de Cristo es confiar en que Él hizo lo que era necesario para salvarnos y entonces actuar según nuestras creencias 22.
La fe también hace que dejemos de preocuparnos tanto por lo que los demás piensen de nosotros y empecemos a preocuparnos más por lo que Dios piensa de nosotros. Segundo, el arrepentimiento. Samuel el Lamanita enseñó: “…si creéis en [el] nombre [de Cristo], os arrepentiréis de todos vuestros pecados” 23.
El arrepentimiento es un don preciado de nuestro Padre Celestial que se hizo posible mediante el sacrificio de Su Hijo Unigénito. Es el proceso que el Padre nos ha dado por el cual cambiamos, o tornamos, los pensamientos, las obras y nuestro propio ser para llegar a ser más y más como el Salvador 24.
No es solo para pecados grandes, sino que es un proceso diario de autoevaluación y mejoramiento 25 que nos ayuda a superar nuestros pecados, imperfecciones, debilidades y carencias 26. El arrepentimiento hace que lleguemos a ser “discípulos verdaderos” de Cristo, lo cual nos llena de amor 27 y desecha nuestros temores 28.
El arrepentimiento no es un plan secundario en caso de que falle nuestro plan de tener una vida perfecta 29. El arrepentimiento continuo es la única senda que puede brindarnos gozo perdurable y nos permite volver a vivir con nuestro Padre Celestial.
Por medio del arrepentimiento llegamos a ser sumisos y obedientes a la voluntad de Dios. Eso no es algo que surja de la nada. El reconocimiento de la bondad de Dios y de nuestra nulidad 30 , combinado con nuestros mejores esfuerzos por conciliar nuestra conducta con la voluntad de Dios 31 , trae la gracia a nuestra vida 32.
La gracia es “el medio divino de ayuda o fortaleza que se recibe por medio de la generosa misericordia y el amor de Jesucristo… para hacer buenas obras que de otro modo no [seríamos] capaces de hacer por [nuestros] propios medios” 33.
Debido a que el arrepentimiento en realidad tiene que ver en cómo llegar a ser como el Salvador, lo cual es imposible de lograr por nosotros mismos, necesitamos desesperadamente Su gracia para hacer los cambios necesarios en nuestra vida. Al arrepentirnos reemplazamos nuestras conductas, debilidades, imperfecciones y temores antiguos e injustos con conductas y creencias nuevas que nos acercan más al Salvador y nos ayudan a llegar a ser como Él.
Tercero, el bautismo y la Santa Cena. El profeta Mormón enseñó que “las primicias del arrepentimiento es el bautismo” 34. Para ser cabal, el arrepentimiento se debe combinar con la ordenanza del bautismo que administra alguien que posea la autoridad del sacerdocio de Dios.
Para los miembros de la Iglesia, los convenios que se hacen en el bautismo y en otras ocasiones se renuevan al participar de la Santa Cena 35. En las ordenanzas del bautismo y de la Santa Cena, hacemos convenio de guardar los mandamientos del Padre y del Hijo, recordar siempre a Cristo y estar dispuestos a tomar Su nombre (o Su obra y atributos 36 ) sobre nosotros 37.
A cambio, el Salvador hace convenio de perdonar, o remitir, nuestros pecados 38 y “[derramar] su Espíritu más abundantemente sobre [nosotros]” 39. Cristo también promete prepararnos para la vida eterna al ayudarnos a llegar a ser como Él 40.
Douglas D. Holmes, Primer Consejero de la Presidencia General de los Hombres Jóvenes, ha escrito: “Las ordenanzas del bautismo y de la Santa Cena simbolizan tanto el resultado final como el proceso de nacer de nuevo. En el bautismo, sepultamos al hombre viejo de la carne y andamos en vida nueva 41.
En la Santa Cena, aprendemos que este cambio es un proceso gradual [donde] poco a poco, semana a semana, se nos transforma al arrepentirnos y hacer convenios, y [llegamos a ser como el Salvador] a través de una medida mayor del Espíritu” 42.
Las ordenanzas y los convenios son esenciales en la doctrina de Cristo. El poder de la divinidad se manifiesta en nuestra vida al recibir dignamente las ordenanzas del sacerdocio y observar los convenios que las acompañan 43. El élder D. Todd Christofferson explicó que “ese ‘poder de la divinidad’ viene por medio de la persona y la influencia del Espíritu Santo” 44.
Cuarto, el don del Espíritu Santo. Después del bautismo se nos da el don del Espíritu Santo por medio de la ordenanza de la confirmación 45. Este don, si lo recibimos, nos permite tener la compañía constante de un Dios 46 y acceso continuo a la gracia que, por naturaleza, acompaña a Su influencia.
Como nuestro compañero constante, el Espíritu Santo nos da poder o fortaleza adicionales para observar los convenios 47. También nos santifica 48 , lo cual significa que nos hace “[libres] del pecado y [nos volvemos puros, limpios y santos] mediante la expiación de Jesucristo” 49.
El proceso de santificación no solo nos limpia, sino que también nos inviste con los necesarios dones espirituales o atributos divinos del Salvador 50 y cambia nuestra naturaleza misma 51 , de tal modo “que ya no tenemos más disposición a obrar mal” 52.
Cada vez que recibimos el Espíritu Santo en nuestra vida por medio de la fe, el arrepentimiento, las ordenanzas, el servicio cristiano y otros empeños justos, somos cambiados hasta que, paso a paso, poco a poco, llegamos a ser como Cristo 53. Quinto, perseverar hasta el fin.
- El profeta Nefi enseñó que después de recibir el don del Espíritu Santo, debemos “[perseverar] hasta el fin, siguiendo el ejemplo del Hijo del Dios viviente” 54;
- El élder Dale G;
- Renlund describió el proceso de perseverar hasta el fin de la siguiente manera: “Podemos ser perfeccionados… de manera reiterada y continua [al]… [ejercer] fe en [Cristo], arrepentirnos, participar de la Santa Cena para renovar los convenios y las bendiciones del bautismo, y reclamar al Espíritu Santo como compañero constante en mayor medida;
Al hacerlo, llegamos a ser más como Cristo y somos capaces de perseverar hasta el fin, con todo lo que ello implica” 55. En otras palabras, la recepción del Espíritu Santo y el cambio que ese hecho crea en nosotros también contribuyen a edificar nuestra fe.
Una fe mayor conduce a un arrepentimiento adicional. Cuando, de manera simbólica, sacrificamos el corazón y los pecados en el altar de la Santa Cena, recibimos el Espíritu Santo en mayor medida. Recibir el Espíritu Santo en mayor medida nos hace avanzar más por el camino de nacer de nuevo.
A medida que continuamos en este proceso y obtenemos todas las ordenanzas de salvación y los convenios del Evangelio, recibimos “gracia sobre gracia” hasta recibir una plenitud 56.
¿Que se significa la palabra doctrina?
Conjunto de ideas u opiniones religiosas, filosóficas, políticas, etc. , sustentadas por una persona o grupo. Doctrina cristiana, tomista, socialista.
¿Qué doctrinas hay en la Biblia?
¿Qué significa doctrina espiritual?
‘ La doctrina espiritual ‘ nos muestra el modo en que se entendía la espiritualidad ignaciana y los Ejercicios en el siglo XVII, con la recuperación del elemento más afectivo y la primacía del Espíritu Santo en la vida espiritual.
¿Cuál es la doctrina de los cristianos evangelicos?
¿Quiénes son los evangélicos? ¿Cómo hacen para que sus iglesias crezcan? ¿Cómo impacta su expansión en la vida política en América Latina? Estas preguntas se plantean desde mediados de 1980, cuando los evangélicos empezaron a hacerse visibles en las grandes urbes latinoamericanas, y se repiten con insistencia a propósito de casos como el de las últimas elecciones en Costa Rica o Brasil, que tuvieron a los evangélicos como protagonistas de primer orden.
Ni invasión imperial ni ética protestante como polinizadora de un nuevo capitalismo: los grupos evangélicos tienen una densa historia de implantación y despliegue político de la que es necesario dar cuenta, de manera panorámica, para entender tanto su presente como la sensibilidad movilizada que alimenta a formaciones políticas de derecha, o como las contingencias que en el pasado les permitieron un juego plural.
En lo que sigue, expondré de manera general las características de las denominaciones evangélicas y su desarrollo histórico en América Latina, poniendo un énfasis especial en los grupos pentecostales, que son actualmente la mayoría de los evangélicos, para referirme finalmente a su actuación en la vida política en distintos países de la región. El campo evangélico en América Latina Lo que habitualmente llamamos «evangelismo» 1 es un rótulo genérico para captar el resultado de un proceso en el que surgieron e interactúan distintos grupos religiosos herederos del cisma del siglo xvi : luteranos, metodistas, calvinistas, bautistas, menonitas, presbiterianos y pentecostales, entre las denominaciones más conocidas.
En este punto, trataré de mostrar que su influencia es creciente, pero no se da de forma mecánica ni directa. Como conclusión, me permitiré una muy breve reflexión sobre la cuestión de las relaciones entre religión y política desde la perspectiva de las fuerzas progresistas.
El protestantismo, que es el antecedente y el marco histórico del conjunto de las iglesias evangélicas, es un movimiento cristiano que, a diferencia del catolicismo, basa la autoridad religiosa de forma exclusiva en la Biblia como instancia superior a la «sagrada tradición» y se opone a la infalibilidad del papa (y por eso su religión es evangélica, en lugar de apostólica, como el catolicismo).
Desde este punto de vista, ser evangélico no es una religión en el sentido de estar inscripto en una burocracia o un ritual, sino en tanto encuentro personal con Jesús, el Espíritu Santo y Dios Padre. De ese encuentro, todo creyente puede y debe dar testimonio, y es por eso que todo creyente es, al mismo tiempo, sacerdote.
Las corrientes evangélicas Las iglesias evangélicas no reivindican una autoridad humana suprema al modo de un papado, ni practican el culto a los santos o a la Virgen. Tampoco tienen una instancia centralizada de dirección que las congregue a todas, pero sí existen liderazgos que surgen cada tanto y resultan transversales a distintas ramas.
- En cada país existen asociaciones de segundo grado que cumplen una función de representación corporativa limitada de las distintas variedades de los grupos evangélicos;
- Sin embargo, la mayor parte de las iglesias realiza sus actividades por fuera de esas asociaciones, y las que sí pertenecen a algunas están lejos de ser completamente controladas por ellas;
En ciertas circunstancias sociales y políticas, estas asociaciones se vuelven importantes como instancias unificadoras. También existen articulaciones más contingentes. Por ejemplo, frente al despliegue de las luchas por los derechos de género y diversidad sexual, emergió la conocida organización «Con mis hijos no te metas», transversal al espacio evangélico y católico.
En América Latina se pueden reconocer al menos tres grandes tendencias evangélicas. En primer lugar, los protestantismos históricos , que llegaron a la región en el siglo xix y quedaron circunscriptos a las comunidades de migrantes, dada su poca vocación o eficacia evangelizadora, pero también debido a que la íntima vinculación entre las naciones de América Latina y el catolicismo se tradujo en una fuerte limitación normativa y cultural a la pluralización del campo religioso desde el punto de vista legal e institucional.
Los protestantismos históricos incluyen sobre todo a luteranos, metodistas y calvinistas, y debe resaltarse que, a pesar de su débil expansión demográfica, tuvieron inserciones culturales muchas veces privilegiadas y contribuyeron al caldo de cultivo de un liberalismo político que luego se transformó en fuerte compromiso social, y en apoyo a proyectos políticos de transformación y defensa de los derechos humanos en buena parte del continente.
En segundo lugar, están las tendencias evangelicales originadas en Estados Unidos, que llegaron a América Latina desde los inicios del siglo xx , con un fuerte sentido misional y proselitista apuntalado en el literalismo bíblico.
Eran, en consecuencia, profundamente conservadoras en su rechazo a la ciencia y a cualquier pretensión de pluralismo religioso. Una parte de las iglesias bautistas, presbiterianas y de los Hermanos Libres forman parte de esta segunda camada de evangélicos.
Estos grupos promovían una conciencia de santificación entendida como apartamiento del mundo, que también era un derivado del desarraigo social que caracterizaba a los misioneros que llegaban a los distintos países con una exclusiva aspiración: promover conversiones y comunidades de nuevos cristianos.
Con el correr del tiempo y con el surgimiento de un cuadro pastoral local, algunas de estas corrientes evolucionaron hacia una especie de pensamiento social que pudo conectar con las preocupaciones más progresistas de los protestantes históricos. En otros casos, quizás la mayoría, estas corrientes transformaron sus posiciones sociales y políticas en otro sentido con la llegada, el crecimiento y la adaptación cultural de los distintos pentecostalismos latinoamericanos.
Los pentecostales conforman la tercera corriente de grupos evangélicos. Esta rama del protestantismo se identifica por una posición específica: la que sostiene la actualidad de los dones del Espíritu Santo.
¿Qué significa esto? Esta corriente reivindicó, desde su nacimiento a principios del siglo xx en el Avivamiento espiritual de la calle Azusa, en la Iglesia Metodista Episcopal Africana de California en 1906, hechos semejantes a los del Pentecostés narrados en el Nuevo Testamento.
En esas circunstancias, que tuvieron réplicas en algunos países europeos y en Chile, los cristianos evangélicos tuvieron señales y manifestaciones del Espíritu Santo. Este último, lejos de ser una metáfora como solemos considerarlo desde una lógica secularizada, es una entidad con agencia en sus propios términos: se manifiesta en el cuerpo como una presencia y hace que las personas hablen en lenguas desconocidas, formulen profecías, sanen sus enfermedades, mejoren las relaciones intrafamiliares y tengan éxito personal en la vida cotidiana.
La reivindicación de la posibilidad de esa experiencia será la base tanto de la teología del pentecostalismo como de su autonomización como rama evangélica y de su influencia posterior en otras ramas evangélicas. También una parte del catolicismo, nucleada en el seno del Movimiento de Renovación Carismática Católica ( mrcc ), acogería esas nociones 2. Cabe destacar también que el impulso pentecostal se nutre de una larga historia de corrientes protestantes que desafiaban las posiciones teológicas que, como las del propio Calvino, instauraron una separación absoluta entre los hombres y la divinidad; por eso es posible sostener que el pentecostalismo representa un polo que busca reencantar el mundo frente al impulso protestante clásico que, al decir de Max Weber, lo desencantaba.
- Los pentecostalismos El crecimiento del pentecostalismo en América Latina es una variante específica de un movimiento que ha mostrado en los últimos 100 años una inédita capacidad de globalización;
- El pentecostalismo produce conversiones y masas de fieles en China, Corea del Sur, Singapur, Filipinas y varios países del continente africano;
En todos estos casos, como en América Latina, se verifica una constante: el movimiento posee una gran capacidad de vincular su mensaje a las espiritualidades locales, así como de alentar formas de organización, teología y liturgia flexibles, variadas y fácilmente apropiables con las que se disemina entre los más diversos segmentos de población de distintos contextos nacionales. A principios del siglo xx , una de las vías de difusión del pentecostalismo fue la migración de creyentes que se desplazaban con su fe y las primeras misiones organizadas que, desde diversos países, especialmente eeuu , arribaron a casi todos los países del continente