El Reino en el cristianismo [ editar ] – El Catecismo de la Iglesia Católica indica que en el Nuevo Testamento se utilizan varias expresiones para caracterizar la bienaventuranza a la que Dios llama al hombre: la llegada del Reino de Dios; «Dichosos los limpios de corazón porque ellos verán a Dios» —Mt 5, 8—; «la entrada en el gozo del Señor» — Mt 25; 21.
- 23 —; «la entrada en el descanso de Dios» — Hb 4, 7-11—;
- [ 1 ] « Allí descansaremos y veremos; veremos y nos amaremos; amaremos y alabaremos;
- He aquí lo que acontecerá al fin sin fin;
- ¿Y qué otro fin tenemos, sino llegar al Reino que no tendrá fin?;
San Agustín civ. 22,30» La idea del Reino de Dios se encuentra predominantemente en el Nuevo Testamento , especialmente en los Evangelios. [ 2 ] El Reino de Dios es un término usado indistintamente con el de «Reino de los Cielos». En el Evangelio según Mateo se utiliza esta última expresión, mientras que en el de Lucas , en el de Marcos y en el de Juan se utiliza «Reino de Dios».
La explicación habitual es que el evangelio de Mateo está destinado a los judíos quienes prefieren evitar el uso directo del nombre de Dios. Marcos y Lucas están dirigidos a una audiencia más general y menos familiarizada con el término «Reino de los Cielos».
Algunos intérpretes premilenaristas piensan que el «Reino de los Cielos» se refiere al reino milenario de Dios, mientras que el «Reino de Dios» se refiere a su reinado universal. Otros opinan que no hay base para tal distinción. El historiador, escritor y filósofo británico H.
Wells escribió: «La doctrina del Reino de los Cielos, que fue la enseñanza principal de Jesús , es ciertamente una de las doctrinas más revolucionarias que alguna vez haya animado y transformado el pensamiento humano.
» [ 3 ] H. Wells (1920), Outline of History El pensamiento cristiano del Reino de Dios agrupa distintos conceptos según el entendimiento de cada denominación, entre las que destacan las siguientes.
- El Reino de Dios es un gobierno único celestial que regirá en toda la tierra después de Armagedón , cuando todas las personas inicuas hayan sido destruidas.
- El rey de este reino es Jesucristo, de acuerdo con el pacto que hizo Dios con David.
- Jesucristo habla muchas veces del Reino de Dios, que está cerca y la manera de explicarlo es con parábolas que son comparaciones que expresan una enseñanza.
Contents
- 1 ¿Cuáles son los reinos de la tierra según la Biblia?
- 2 ¿Qué es el Reino de Dios en la Biblia?
- 3 ¿Cómo es el Reino de Dios en la actualidad?
- 4 ¿Quién dijo Conviértanse porque está llegando el reino de los cielos?
- 5 ¿Por qué el Reino de Dios no es comida ni bebida?
¿Dónde se encuentra buscar primeramente el reino de Dios?
primeramente el reino de Dios ‘, se nos dará todo lo demás que necesitemos (Mateo 6:33).
¿Cómo se establece el reino de Dios en la tierra?
¿Cuáles son los reinos de la tierra según la Biblia?
Información adicional – Existen tres reinos de gloria: El reino celestial, el terrestre y el telestial. La gloria que alcancemos depende de la magnitud de nuestra conversión, tal como se expresa mediante la obediencia que demos a los mandamientos de Dios.
Dependerá de hasta qué punto hayamos recibido “el testimonio de Jesús” (D. y C. 76:51; véase también D. y C. 76:74, 79, 101). Reino celestial El reino celestial es el más alto de los tres reinos de gloria. Los que lo obtengan morarán para siempre en la presencia de Dios el Padre y Su Hijo Jesucristo.
Nuestra meta debe ser la de obtener la gloria celestial y la de ayudar a otros a recibir esa gran bendición también. Esta meta no se consigue con un solo intento, sino que es el resultado de una vida entera de rectitud y constancia de propósito. El reino celestial es el lugar preparado para aquellos que “recibieron el testimonio de Jesús” y son “hechos perfectos mediante Jesús, el mediador del nuevo convenio, que obró esta perfecta expiación derramando su propia sangre” (D.
y C. 76:51, 69). Para heredar este don, debemos recibir las ordenanzas de salvación, guardar los mandamientos y arrepentirnos de nuestros pecados. Para obtener una explicación detallada de aquellos que heredarán la gloria celestial, véase Doctrina y Convenios 76:50-70; 76:92-96.
En enero de 1836 el profeta José Smith recibió una revelación que aumentó su entendimiento de los requisitos que son necesarios para heredar la gloria celestial. Los cielos le fueron abiertos, y él vio el reino celestial. Se asombró de ver a su hermano Alvin allí, dado que había muerto antes de recibir la ordenanza del bautismo.
- (Véase D;
- y C;
- 137:1-6;
- ) Entonces la voz del Señor llegó al profeta José: “Todos los que han muerto sin el conocimiento de este evangelio, quienes lo habrían recibido si se les hubiese permitido permanecer, serán herederos del reino celestial de Dios; “también todos aquellos que de aquí en adelante mueran sin un conocimiento de él, quienes lo habrían recibido de todo corazón, serán herederos de este reino; “pues yo, el Señor, juzgaré a todos los hombres según sus obras, según el deseo de sus corazones” (D;
y C. 137:7–9). Hablando de esta revelación, el profeta José dijo: “Y también vi que todos los niños que mueren antes de llegar a la edad de responsabilidad se salvan en el reino de los cielos” (D. y C. 137:10). De otra revelación que recibió el profeta José, podemos aprender que existen tres grados de gloria en el reino celestial.
- Para ser exaltado en el reino más alto y poder mantener eternamente las relaciones familiares, debemos entrar en el “nuevo y sempiterno convenio del matrimonio” y ser fieles a ese convenio;
- En otras palabras, el matrimonio en el templo es un requisito para poder obtener el grado más alto de la gloria celestial;
(Véase D. y C. 131:1–4). Todos aquellos que son dignos de entrar en el nuevo y sempiterno convenio del matrimonio tendrán esta oportunidad, bien sea en esta vida o en la venidera. Reino Terrestre Aquellos que reciban la gloria terrestre “reciben de la presencia del Hijo, mas no de la plenitud del Padre.
Por consiguiente, son cuerpos terrestres y no son cuerpos celestiales, y difieren en gloria como la luna difiere del sol” (D. y C. 76:77–78). Hablando en sentido general, los que hereden el reino terrestre serán personas honorables “que fueron cegados por las artimañas de los hombres” (D.
y C. 76:75). En este grupo se incluirán a los miembros de la Iglesia que “no son valientes en el testimonio de Jesús” (D. y C. 76:79). También estarán los que hayan rechazado la oportunidad de recibir el Evangelio en la vida terrenal, pero que posteriormente lo hayan recibido en el mundo espiritual al que vamos después de la muerte.
(Véase D. y C. 76:73–74). Para aprender más acerca de aquellos que heredarán la gloria terrestre, véase Doctrina y Convenios 76:71–80, 91, 97. Reino telestial La gloria telestial estará reservada para las personas que “no recibieron el evangelio de Cristo ni el testimonio de Jesús” (D.
y C. 76:82). Estas personas recibirán esta gloria después de haber sido redimidas de la prisión espiritual, a la que a veces también se denomina infierno (Véase D. y C. 76:84, D. y C. 76:106). En Doctrina y Convenios 76:81–90, 98–106, 109–112 se encuentra una explicación detallada de aquellas personas que heredarán la gloria telestial.
- Perdición Algunas personas no serán dignas de morar en ningún reino de gloria;
- Serán llamadas “hijos de perdición” y tendrán que “soportar un reino que no es de gloria” (D;
- y C;
- 76:32; 88:24);
- Ése será el estado de “todos los que conocen el poder [de Dios], y han llegado a participar de él, y se dejaron vencer a causa del poder del diablo, y niegan la verdad y se rebelan contra el poder [de Dios]” (D;
y C. 76:31; véase también D. y C. 76:30, 32–49). Véase también Cielo; Expiación de Jesucristo; Infierno; Plan de Salvación; Vida Eterna —Véase Leales a la fe, 2004, pág. 150–153 Ver más.
¿Qué significa que el Reino de los Cielos está cerca?
El papa Francisco, en una misa, con respecto a la lectura de hoy, mencionó: “Hagamos espacio a la Palabra de Dios. Leamos algún versículo de la Biblia cada día. Comencemos por el Evangelio; mantengámoslo abierto en casa, en la mesita de noche, llevémoslo en nuestro bolsillo, veámoslo en la pantalla del teléfono, dejemos que nos inspire diariamente.
Descubriremos que Dios se encuentra cerca de nosotros, que ilumina nuestra oscuridad, que nos guía con amor a lo largo de nuestra vida”. «Jesús comenzó a predicar» (Mt 4,17). ¿Cómo comenzó? Con una frase muy simple: «Convertíos, porque está cerca el reino de los cielos» (v.
17). Esta es la base de todos sus discursos: Nos dice que el reino de los cielos está cerca. ¿Qué significa? Por reino de los cielos se entiende el reino de Dios, es decir, su forma de reinar, de estar ante nosotros. Ahora, Jesús nos dice que el reino de los cielos está cerca, que Dios está cerca.
Aquí está la novedad, el primer mensaje: Dios no está lejos, el que habita los cielos descendió a la tierra, se hizo hombre. Eliminó las barreras, canceló las distancias. No lo merecíamos: Él vino a nosotros, vino a nuestro encuentro.
Entonces entendemos la invitación directa de Jesús: “Convertíos”, es decir, “cambia tu vida”. Cambia tu vida porque ha comenzado una nueva forma de vivir: ha terminado el tiempo de vivir para ti mismo; ha comenzado el tiempo de vivir con Dios y para Dios, con los demás y para los demás, con amor y por amor.
Jesús también te repite hoy: “¡Ánimo, estoy cerca de ti, hazme espacio y tu vida cambiará!”. Es por eso que el Señor te da su Palabra, para que puedas aceptarla como la carta de amor que escribió para ti, para hacerte sentir que está a tu lado.
Su Palabra nos consuela y nos anima. Al mismo tiempo, provoca la conversión, nos sacude, nos libera de la parálisis del egoísmo. Porque su Palabra tiene este poder: cambia la vida, hace pasar de la oscuridad a la luz. (Frases extractadas de http://www. hijasdelacaridad.
¿Qué es el Reino de Dios en la Biblia?
El Reino en el cristianismo [ editar ] – El Catecismo de la Iglesia Católica indica que en el Nuevo Testamento se utilizan varias expresiones para caracterizar la bienaventuranza a la que Dios llama al hombre: la llegada del Reino de Dios; «Dichosos los limpios de corazón porque ellos verán a Dios» —Mt 5, 8—; «la entrada en el gozo del Señor» — Mt 25; 21.
23 —; «la entrada en el descanso de Dios» — Hb 4, 7-11—. [ 1 ] « Allí descansaremos y veremos; veremos y nos amaremos; amaremos y alabaremos. He aquí lo que acontecerá al fin sin fin. ¿Y qué otro fin tenemos, sino llegar al Reino que no tendrá fin?.
San Agustín civ. 22,30» La idea del Reino de Dios se encuentra predominantemente en el Nuevo Testamento , especialmente en los Evangelios. [ 2 ] El Reino de Dios es un término usado indistintamente con el de «Reino de los Cielos». En el Evangelio según Mateo se utiliza esta última expresión, mientras que en el de Lucas , en el de Marcos y en el de Juan se utiliza «Reino de Dios».
- La explicación habitual es que el evangelio de Mateo está destinado a los judíos quienes prefieren evitar el uso directo del nombre de Dios;
- Marcos y Lucas están dirigidos a una audiencia más general y menos familiarizada con el término «Reino de los Cielos»;
Algunos intérpretes premilenaristas piensan que el «Reino de los Cielos» se refiere al reino milenario de Dios, mientras que el «Reino de Dios» se refiere a su reinado universal. Otros opinan que no hay base para tal distinción. El historiador, escritor y filósofo británico H.
Wells escribió: «La doctrina del Reino de los Cielos, que fue la enseñanza principal de Jesús , es ciertamente una de las doctrinas más revolucionarias que alguna vez haya animado y transformado el pensamiento humano.
» [ 3 ] H. Wells (1920), Outline of History El pensamiento cristiano del Reino de Dios agrupa distintos conceptos según el entendimiento de cada denominación, entre las que destacan las siguientes.
- El Reino de Dios es un gobierno único celestial que regirá en toda la tierra después de Armagedón , cuando todas las personas inicuas hayan sido destruidas.
- El rey de este reino es Jesucristo, de acuerdo con el pacto que hizo Dios con David.
- Jesucristo habla muchas veces del Reino de Dios, que está cerca y la manera de explicarlo es con parábolas que son comparaciones que expresan una enseñanza.
¿Que quiso decir Mateo 6 33?
Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia , y todas estas cosas os serán añadidas. Mateo 6:33 Esta es una de las promesas de Dios que más escuchamos en predicaciones y ciertamente es muy alentadora y abarcadora. También me parece que aquí está la clave para tener una vida victoriosa en Cristo y ser totalmente libre de preocupaciones.
- Pero ¿Cuántos de nosotros entendemos realmente lo que significa esto? ¿Qué nos quiso decir Jesús con esto? ¿Cómo lo aplicamos? Para entender Mateo 6:33 debemos estudiar también su contexto;
- En Mateo 6:25-32 podemos encontrar una introducción a esta promesa del Señor cuando Jesús nos exhorta a no preocuparnos por las necesidades materiales como comida, vivienda y otras necesidades básicas;
La forma en que describe estas necesidades y preocupaciones me hace entender que Jesús incluye toda necesidad posible que el ser humano pueda tener y no sólo las materiales. Jesús nos conforta diciéndonos que El sabe de qué cosas tenemos necesidad antes de que se lo digamos e incluso antes de que nosotros mismos nos demos cuenta pues El es omnisciente.
- Cómo no nos va a suplir a nosotros todas las necesidades mucho más abundantemente que al resto de la creación? Y si sabemos que Dios mismo nos creó a nosotros y al universo entero sabemos también que El es más que suficiente para suplir todo lo que necesitamos;
En Romanos 8:32 nos confirma que El nos dará todas las cosas cuando el apóstol Pablo dice: “El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con El todas las cosas?”. Así que si nuestro Padre Celestial nos dio lo más grande, importante y valioso en el universo , ¿por qué escatimaría en darnos también otras cosas? Somos tan importantes para Dios que dio la vida de su hijo amado Jesucristo para que nosotros tengamos vida abundante y nada nos falte.
También podemos entender que Jesús nos invita a que dependamos totalmente de El para todas las cosas y pongamos toda la confianza en El sabiendo que El siempre quiere y siempre puede obrar a nuestro favor.
En el Salmo 37 encontramos una promesa que afirma a Mateo 6:33 (Salmo 37:5 “Encomienda a Jehová tu camino, Y confía en él; y él hará”. Y en el verso 34 nos dice “Espera en Jehová, y guarda su camino, Y él te exaltará para heredar la tierra “. Claramente vemos que Dios nos exige total dependencia y confianza en El, esta es la única forma en que los que servimos a Dios podemos tener victoria y tener una vida exitosa tanto en los asuntos espirituales como en los seculares.
- De esta forma podemos vivir libre de toda preocupación en fe sabiendo que el Señor proveerá todas las cosas;
- En Mateo 6:33 Jesús nos muestra cómo alcanzar esta promesa de bendición indicándonos que debemos cumplir con dos condiciones para que veamos la realización de “todas estas cosas os serán añadidas”;
Estas son: Buscad primeramente el Reino de Dios y segundo Buscar su justicia. Ahora veremos individualmente que significa cada una de estas condiciones y cómo lograrlas. Primero nos dice que busquemos lo que requiere un esfuerzo de parte nuestra y sabemos que todo aquel que busca encuentra, como dice en Mateo 7:8 “Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.
- .
¿Cómo es el Reino de Dios en la actualidad?
Reino de Dios, no designa un espacio geográfico, sino la situación de aquellos que han transformado o convertido su corazón, entendido éste como lo más profundo y sentido de cada ser humano, y exaltan a Dios como valor absoluto de sus vidas y de sus relaciones con los demás.
El Reino es pues, no sólo el horizonte individual de los creyentes, sino también la meta de la comunidad, que es la Iglesia. En el comienzo del Evangelio de san Marcos (Mc. 1,15), Jesús anuncia el principio de su vida de predicación con estas palabras: “El tiempo se ha cumplido y el Reino de Dios está cerca; convertíos y creed en el Evangelio”.
¿Qué es el reino de Dios?
En todas sus enseñanzas, la expresión Reino de Dios o en ocasiones Reino de los Cielos, constituye el eje central del anuncio de Jesús. Él es quien inaugura el Reino y quien nos invita a participar en su enriquecimiento y difusión. El Reino de Dios en la actualidad Todos sabemos que el Reino de Dios se presenta como la salvación del hombre y la vida eterna, en la que el hombre conseguirá su plenitud definitiva.
Este es un Reino de amor y de vida sencilla en la inocencia del corazón. Pero no es un reino como esos que vemos aquí en nuestro mundo, es decir, no es un reino físico y material, sino que es un Reino al cual entramos al ser bautizados y al permanecer en la fe de Cristo, pero que lo vivimos dentro de cada uno de nosotros y nos mantendremos en él al seguir el camino de nuestro Padre que lo dio todo por nosotros, incluso a su propio hijo para salvarnos de nuestros pecados.
Mucha gente afirma que el Reino de Dios se acerca y trata de convencer a las otras personas de que se conviertan porque el Reino de Dios ya se acerca, pero están equivocados en algo, y es que el Reino de Dios ya está en medio de nosotros, tal cual lo dijo Jesús según el Evangelio San Lucas.
El reinado de Dios es pleno; en los que creen se va realizando, poco a poco, en su corazón y en su conciencia, sus costumbres se van adaptando cada vez más al nuevo amor a Dios. Este Reino ya está aquí, aunque muchos lo nieguen y lo siguen esperando, sólo que no es visible como los otros reinos de los hombres, sino que es un Reino espiritual.
Además el Reino de Dios no sólo se refiere al futuro, es decir que en la Biblia vemos expresado que al final de los días, el fin del mundo, sólo los que pertenezcan a él y sigan sus mandamientos estarán en el Reino de los cielos y tendrán vida eterna.
- Sabemos que eso es cierto, pero también el Reino de Dios también es algo que irrumpe en nuestra vida diaria, ya que nuestro Padre nos presenta innumerables “pruebas” a las que a veces respondemos de manera incorrecta;
Entonces, si pertenecemos al Reino del Señor, podremos transfo rmar las relaciones del odio, egoísmo, discriminación y explotación, en relaciones de amor, solidaridad, justicia y paz. En nuestro país, en toda Latinoamérica y en todo el mundo existe la injusticia con los pobres, en algunos lugares más que en otros.
La liberación humanizadora de los pobres y oprimidos de la tierra es la irrupción más significativa del Reino en la sociedad. La teología de la liberación, que es el intento de los seguidores del Reino de liberar a todos aquellos que sufren de injusticias, busca problematizar los mecanismos de explotación económica, política, ideológica y cultural que oprimen y deshumanizan a la mayoría de la población.
Esta teología de liberación se fundamenta en la fe y la esperanza del pueblo de Dios, pero su novedad está en que busca aplicar su pensamiento al oprimido como sujeto histórico. Las condiciones para entrar en el Reino de Dios y las condiciones para pertenecer a la única iglesia fundada por Cristo son idénticas.
La iglesia de Cristo es el Reino de Dios en la Tierra. Los pasos que conducen al Reino de Dios son los mismos que conducen a la verdadera Iglesia de Dios. En la actualidad, existe una urgente necesidad de hombres y mujeres consagrados y hay una gran demanda de predicadores santos y devotos de Dios.
¿Qué está ocurriendo con el mundo que Dios dejó en nuestras manos y que mandó a su hijo para salvarnos y para que todos recibiéramos vida eterna? El ateísmo y el satanismo nos están invadiendo grandemente. Por ejemplo en nuestro país en los últimos años ha habido un creciente índice de satanismo.
Nos estamos dejando llevar del mal, y no estamos llevando el plan de Dios y nosotros pertenecientes a la religión cristiana no actuamos como verdaderos cristianos y nos estamos dejando llevar por el camino de lo fácil.
No todo es malo; el conocimiento de Dios se duplica en cada cuatro o cinco años. Además, han habido muchos acontecimientos que han provocado importantes cambios en todo el mundo, tales como la caída del muro de Berlín en 1989 y el reciente atentado terrorista contra las Torres Gemelas en Nueva York el pasado 11 de septiembre.
Estos hechos han causado el arrepentimiento y conversión hacia el Cristianismo de muchas personas. En mi opinión, Dios está estremeciendo las naciones para que se den cuenta de lo mal que están y se arrepientan y sigan Su camino.
Nosotros como cristianos, debemos considerar a la iglesia como una iglesia que adora y alaba a Dios en espíritu y en verdad, pues así era la del primer siglo, y a pesar de los errores que ha cometido ya que es una institución dirigida por seres humanos con derecho a equivocarse, se mantendrá siempre como el Reino de Dios en la tierra.
Iglesia: lugar dnd se encuentra a dios la casa de dios conjunto de personas comunidad de cristianos, es la asamblea de los fieles o los creyentes de una sola fe pero sobre todo es la persona y su interior.
ðDios, aunque nosotros lo rechacemos, sigue buscándonos para que encontremos la dicha verdad y felicidad del ser humano. La Iglesia es el pueblo de Dios, descripción que enfatiza por un lado la continuidad de la Iglesia heredera del pacto de Dios con Israe l y, por otro, su potencial universalidad Biblioteca de Consulta Microsoft® Encarta® 2003.
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- La iglesia y el reino de dios(lo ke dijo la puta) Jesús quiso desde el comienzo empezo a organizar en una comunidad viva a quienea se quisieran poner al servicio de ese gran proyecto No se conformo con ke este o akel le sigieran individual/;
El m,ismo eligio discipulos y les invito a seguirles Lucas cuenta como les lanzo sta llamaa tras 1 peska mu abundante J les facilito la pesca extraordinaria Y se propuso akel trabajo Xo com ombres y no con peces Reunir a loos ombres wen el movimiebnto del reino Sera una pesca muxo mad interesante entonces empieza a formarle sxa la accion confiandoles tareas mu concrtas Proclamar la buena noticia a otros peblos Después de su resurrección Les avbre la perspectiva d 1 nuva mision universal asi les manda “y , acercandose Jesús les dijo: me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra”.
¿Quién construye el Reino de Dios?
Jesús invita a construir el Reino de Dios, dos los mandamientos. El primero, el Señor nuestro Dios es el único Señor; y tú amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón y con toda tu alma, con todo tu espíritu y con todas tus fuerzas. El segundo, amarás a tu prójimo como a ti mismo.
¿Cuáles son los 7 reinos de la Biblia?
Abstract – El objetivo de esta investigación fue comparar las interpretaciones dadas sobre los siete reyes y la bestia de Apocalipsis 17 en los escritos de Koester y Mueller. Además de ver la relevancia de estas interpretaciones para nuestros dias. Esto se hizo conociendo la interpretación profética que utilizó cada autor.
Se hizo un estudio comparativo de la bestia y los siete reyes de apocalipsis 17 en las posiciones de Koester y Mueller. Asimismo, se evalúo las presuposiciones utilizadas por cada autor para exponer sus interpretaciones del tema ya mencionado.
Esta investigación concluye que la bestia y los reyes de Apocalipsis 17 es interpretado por dos enfoques diferentes en los autores analizados, Koester menciona que la interpretación sugerida para la bestia y los siete reyes de Apocalipsis 17 deberían ser emperadores del siglo I d.
- C como ya se vio, esto luego de usar el enfoque preterista;
- Por otro lado, Mueller menciona que la bestia y los reyes de Apocalipsis 17 deberían ser interpretados como imperios y más no como emperadores, ello tomando en cuenta que el autor utiliza el enfoque historicista para la interpretación de dicho tema de estudio;
Asimismo, Koester interpreta a la bestia de Apocalipsis 17 como Nerón. Ya que éste fue el emperador más cruel que tuvo Roma y que persiguió al pueblo de Dios. Para el autor, Nerón es también el octavo mencionado en Apocalipsis 17:11, y a la vez Nerón forma aparte de los reyes.
- De esta manera Koester ennumera los reyes de Apocalipsis 17 de la siguiente manera: Calígula, Claudio, Nerón, Vespasiano, Tito, Domiciano, y Nerón revivido;
- No obstante, Mueller sugiere que la bestia debería ser interpretada como Satanás personificado;
Por otro lado, los 7 reyes deberían ser ennumerados así, Egipto, Asiria, Babilonia, Persia y Macedonia, Imperio Romano, Roma Papal..
¿Cuál es el Reino Telestial?
Reino Telestial Imagen Estudio doctrinal El Reino Telestial es el menor de los tres grados o reinos de gloria en el cielo. Las Escrituras comparan su gloria con la de las estrellas.
¿Quién es el más grande en el reino de los Cielos?
02/10/2018 – En aquel tiempo, se acercaron los discípulos a Jesús y le preguntaron: “¿Quién es el más importante en el Reino de los Cielos?”. Él llamó a un niño, lo puso en medio, y dijo: ‘Os digo que, si no volvéis a ser como niños, no entraréis en el Reino de los Cielos.
- Por lo tanto, el que se haga pequeño como este niño ése es el más grande en el Reino de los Cielos;
- El que acoge a un niño como éste en mi nombre, me acoge a mí;
- Cuidado con despreciar a uno de estos pequeños, porque os digo que sus ángeles están viendo siempre en el cielo el rostro de mi Padre celestial;
Comentario Celebramos hoy la fiesta del Santo Ángel de la Guarda. Una fecha que nos recuerda cuando éramos niños, y en la cama, por las noches, rezábamos aquella tierna oración que decía: ‘Ángel de la Guarda, dulce compañía, no nos desampares, ni de noche ni de día’.
Cuando somos niños no nos preguntamos mucho por el porqué de las cosas, o si lo hacemos, lo hacemos más bien como un juego intelectual. Nos gusta el misterio y convivimos con él con naturalidad. Cuando crecemos intentamos desvelar los misterios, o menos intentamos hacerlos ‘razonables’.
¿Por qué la fe cristiana habla de los Ángeles, como esos seres que nos acompañan personalmente, que nos protegen por los senderos de la vida? Podríamos responder que son simplemente símbolos del amor providente de Dios, provenientes de un contexto cultural en el que se usaba este tipo de lenguaje figurativo para hablar de realidades misteriosas.
- Pero despachando la cuestión de esta manera no seríamos fieles a la fe de la Iglesia que quiere ser fiel a la Palabra de Dios;
- El Catecismo de la Iglesia Católica se sirve de San Agustín para decirnos quiénes son: ‘El nombre de ángel indica su oficio, no su naturaleza;
Si preguntas por su naturaleza, te diré que es un espíritu; si preguntas por lo que hace, te diré que es un ángel’ (Psal. 103, 1, 15). Con todo su ser, los ángeles son servidores y mensajeros de Dios. Porque contemplan ‘constantemente el rostro de mi Padre que está en los cielos’ (Mt 18, 10), son ‘agentes de sus órdenes, atentos a la voz de su palabra’ (Sal 103, 20).
¿Cuál es el propósito del Reino de Dios?
Pasajes adicionales de las Escrituras –
- Daniel 2:44 (el Reino de Dios avanzará).
- Lucas 12:16–20 (parábola del joven rico).
- Hechos 2:44–45 (los primeros cristianos tenían todas las cosas en común).
- 1 Nefi 13:37 (ayudar a avanzar la causa de Sión).
- Jacob 2:18–19 (buscad el reino antes de las riquezas).
- 4 Nefi 1:3 (los nefitas tenían todas las cosas en común).
- D. y C. 42:29–36 (se ha de dar al pobre).
¿Quién dijo Conviértanse porque está llegando el reino de los cielos?
II Domingo de Adviento, Ciclo A Is. 11,1-10; Rom. 15, 4-9; Mt. 3, 1-12 Tiempo de Adviento, tiempo de preparación y alegría por el próximo nacimiento del Hijo de Dios, tiempo para estar velando y orando, como nos invitaba la Palabra de Dios el domingo pasado, vamos haciendo camino en este hermoso tiempo; la segunda vela de la corona que hoy encendemos en este segundo domingo, es signo de ello, y cada de una de las lecturas que meditamos pone de relieve este caminar.
El Evangelio de hoy y del domingo que viene, hablan de la figura importante de Juan el Bautista. Hoy con un resumen de su mensaje, y el venidero con una alabanza a su figura en boca de Jesús mismo. Con este amplio sentido hay que escuchar el llamamiento del Bautista.
Se trata de la vida o la muerte, la ruina o la salvación. Entonces y siempre. Ningún profeta había antes añadido a esta llamada una razón semejante: “Porque el reino de Dios está cerca”. Esta locución resuena con viveza e infunde alegres esperanzas. Alude al establecimiento del reino de Dios en todo el mundo y para todo el tiempo, al triunfo brillante de Dios al fin de la historia, a la bienaventuranza y alegría de todos los que pertenecen a Dios.
Este reino ahora ha llegado, está tan cerca delante de la puerta, que Juan puede decir: “Ahora realmente viene, lo proclamo. Era una hora emocionante. ” *. De ahí que la Palabra de Dios nos anuncia una noticia como no puede haber otra mejor: que el reino de los cielos está cerca.
¡Anuncio formidable que mantiene viva la esperanza (cfr. 2ª Lect. Rom 15, 4-9), que nos invita a replantearnos nuestra actitud frente al Salvador que se acerca! Recordemos el centro del mensaje evangélico: Dios viene para dar vida a nuestra humanidad. Ante esta buena nueva, nos invita a preparar el camino, a enderezar nuestros senderos, es decir, “abrir nuestros corazones”.
Que significa tener un corazón limpio, una actitud abierta, dispuesta a acoger y aceptar el mensaje de Dios, sea cual sea, un corazón sencillo, “convertido” a él, a su Palabra, a su Espíritu. Su mensaje es para nosotros una palabra de amor, de perdón, una motivación a reconocer nuestros pecados, es un mensaje que nos hace confiar en Dios y no en las fuerzas humanas.
Se aproxima aquél que, lleno del espíritu que da sabiduría, inteligencia, consejo, fortaleza, ciencia y temor de Dios, emitirá sentencia, no por las apariencias, sino dando con justicia a cada uno lo que con sus obras, eligió (cfr. Sal 72). ¡Él viene a traer la paz, y llevarnos a esa patria eterna donde nadie hará daño ni mal! (cfr.
1ª Lect. Is 11, 1-10). ¡Qué consuelo tan grande, especialmente para los desesperados, fatigados y agobiados por las crisis personales, las enfermedades, los problemas e incomprensiones, en casa y fuera de ella!: ¡Ya está cerca el Salvador!** Y para estar preparados para este gran acontecimiento el Bautista nos enseña cómo recibir al único que puede hacer nuestra vida plena y eternamente feliz.
Por eso clama: “Convertíos; preparad el camino del Señor, enderezad su sendas”. Y el Adviento es una oportunidad que nos da el Señor para revisar nuestras acciones y nuestros pensamientos, de tal manera que también busquemos enderezar nuestros propios senderos, para bien nuestro, ciertamente cambiar de vida, de adecuarla a lo que Dios quiere, requiere valentía, pero Él siempre está dispuesto a ayudar con su gracia a quien lo busca con un corazón sencillo, sincero.
- Que María, “Virgen del Adviento, nos disponga a recibir con alegría a Cristo que viene”;
- Comparto con ustedes esta hermosa oración del P;
- Ignacio Larrañaga, para que nos ayude a vivir mejor nuestro Adviento, nuestro tiempo de preparación para recibir al Hijo de Dios;
¡Feliz Domingo a todos! Viniste como amigo Llegaste a mí, humilde y discretamente, para ofrecerme tu amistad. Me elevaste a tu nivel, abajándote tú al mío, y deseas un trato familiar, pleno de abandono. Me invitas a colaborar en tu obra redentora, a trabajar contigo con todas mis fuerzas.
- Quieres que nuestra amistad sea fecunda y productiva para mí mismo y para los demás;
- Dios amigo del hombre, creador amigo de la creatura, santo amigo del pecador;
- Al ofrecimiento de tan magnífica amistad, quisiera corresponder como tú lo esperas y mereces, procediendo siempre como tu amigo;
Amén. (P. Ignacio Larrañaga).
¿Por qué el Reino de Dios no es comida ni bebida?
‘El Reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia’ (Rom 14, 17).
¿Quién es el primero en el reino de los cielos?
10/08/2020 – En aquel momento, se acercaron los discípulos a Jesús y le preguntaron: “¿Quién es el mayor en el reino de los cielos?”. Él llamó a un niño, lo puso en medio y dijo: “En verdad os digo que, si no os convertís y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos.
- Por tanto, el que se haga pequeño como este niño, ese es el más grande en el reino de los cielos;
- El que acoge a un niño como éste en mi nombre me acoge a mí;
- Cuidado con despreciar a uno de estos pequeños, porque os digo que sus ángeles están viendo siempre en los cielos el rostro de mi Padre celestial;
¿Qué os parece? Suponed que un hombre tiene cien ovejas: si una se le pierde, ¿no deja las noventa y nueve en los montes y va en busca de la perdida? Y si la encuentra, en verdad os digo que se alegra más por ella que por las noventa y nueve que no se habían extraviado.
Igualmente, no es voluntad de vuestro Padre que está en el cielo que se pierda ni uno de estos pequeños”. La voluntad del Padre no es otra que la salvación de todos Una vieja inquietud para el ser humano: ¿quién es el más importante? Una cultura de la competitividad, muchas veces desleal, que nos arrastra a pisotear la dignidad de las personas, enfrentando unas a otras con tal de conseguir poder y dominio.
Estar por encima de los demás y ser quien dispone cómo tienen que ser las cosas y de qué manera se han de llevar a cabo. Jesús coloca a un niño en medio de ellos. Es más elocuente la figura del niño y adquiere un sentido mayor, cuando la Palabra llena de mayor contenido el signo.
- Jesús les dice: “En verdad os digo que, si no os convertís y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos”;
- Dos cosas destaca: convertirse, es decir cambiar de mentalidad, que es por donde empieza la conversión; hacerse como niños, es decir, sencillez, humildad y deseo de aprender, que es lo que caracteriza al niño;
En el niño no hay doblez, todo es más simple. Hay humildad, no se pone por encima de los otros. Te sorprenden cuando ves cómo se solidarizan compartiendo lo que podría ser el logro de uno. Un extraordinario deseo de saber. Jesús en otro lugar afirma: todo el que escucha al Padre y aprende, viene a mí.
Lo que tiene que estar en el horizonte del bautizado y de la comunidad de creyentes no puede ser otra cosa que lo que el mismo Jesús señala: “Suponed que un hombre tiene cien ovejas: si una se le pierde, ¿no deja las noventa y nueve en los montes y va en busca de la perdida?” Con ello hace un planteamiento nuevo.
El interés no está en ver quién es más que el otro. Quién es el primero. Lo significativo es mirar para cuidar y en el caso de descubrir la ausencia de alguien, procurar buscarlo y recogerlo a la comunión. La voluntad del Padre no es otra que la salvación de todos.
¿Dónde está el reino de Dios 17 21?
1 Y Jesús dijo a sus discípulos: Imposible es que no vengan tropiezos; mas, ¡ay de aquel por quien vienen! 2 Mejor le fuera que se le colgase al cuello una piedra de molino y se le lanzase al mar, que a hacer tropezar a uno de estos pequeñitos. 3 Mirad por vosotros mismos; si tu hermano a peca contra ti, repréndele; y si se arrepiente, b perdónale.
4 Y si siete veces al día peca contra ti, y siete veces al día vuelve a ti, diciendo: a Me arrepiento, perdónale. 5 Y dijeron los apóstoles al Señor: Auméntanos la fe. 6 Entonces el Señor dijo: Si tuvieseis a fe como un grano de mostaza, diríais a este sicómoro: Desarráigate y plántate en el mar; y os obedecería.
7 ¿Y quién de vosotros, que tiene un siervo que ara o a apacienta , al volver él del campo le dice enseguida: Pasa, siéntate a la mesa? 8 ¿No le dice más bien: Prepárame la cena, y cíñete y sírveme hasta que haya comido y bebido; y después de eso, come y bebe tú? 9 ¿Da gracias al siervo porque hizo lo que se le había mandado? Pienso que no.
- 10 Así también vosotros, cuando hayáis hecho todo lo que se os ha mandado, decid: a Siervos inútiles somos, porque solo hicimos lo que debíamos hacer;
- 11 Y aconteció que yendo Jesús a Jerusalén, pasaba entre Samaria y Galilea;
12 Y al entrar en una aldea, salieron a su encuentro diez hombres a leprosos , los cuales se pararon de lejos 13 y alzaron la voz, diciendo: ¡Jesús, Maestro, ten misericordia de nosotros! 14 Y cuando él los vio, les dijo: Id, mostraos a los a sacerdotes.
- Y aconteció que, mientras iban, fueron limpiados;
- 15 Entonces uno de ellos, cuando vio que había sido sanado, volvió glorificando a Dios a gran voz, 16 y se postró sobre su rostro a los pies de Jesús, dándole a gracias ; y este era samaritano;
17 Y respondiendo Jesús, dijo: ¿No son diez los que fueron limpiados? Y los nueve, ¿dónde están? 18 ¿No hubo quien volviese y diese gloria a Dios, sino este extranjero? 19 Y le dijo: Levántate, vete; tu fe te ha sanado. 20 Y cuando los fariseos le preguntaron cuándo había de venir el a reino de Dios, les respondió y dijo: El reino de Dios no vendrá con advertencia, 21 ni dirán: Helo aquí, o helo allí, porque he aquí, el reino de Dios a está entre vosotros.
- 22 Y dijo a sus discípulos: Tiempo vendrá cuando desearéis ver uno de los días del Hijo del Hombre y no lo veréis;
- 23 Y os a dirán : Helo aquí o helo allí;
- No vayáis ni los sigáis;
- 24 Porque como el relámpago que al fulgurar ilumina el cielo desde un extremo hasta el otro, así también será el Hijo del Hombre en su a día;
25 Pero primero es necesario que a padezca mucho y sea rechazado por esta generación. 26 Y como fue en los días de a Noé , así también será en los días del Hijo del Hombre. 27 Comían, bebían, se casaban y se daban en casamiento, hasta el día en que entró Noé en el arca, y vino el a diluvio y los destruyó a todos.
28 Asimismo, como sucedió en los días de Lot: comían, bebían, compraban, vendían, plantaban, edificaban; 29 pero el día en que Lot salió de a Sodoma , llovió del cielo fuego y azufre, y destruyó a todos.
30 Así será el día en que el Hijo del Hombre se manifieste. 31 En aquel día, el que esté en la azotea y tenga sus bienes en casa, no descienda a tomarlos; y el que esté en el campo, asimismo no vuelva atrás. 32 Acordaos de a la mujer de Lot. 33 Todo el que procure salvar su vida, la perderá; y todo el que la a pierda , la salvará.
34 Os digo que en aquella noche estarán dos en una cama, uno será tomado y el otro será dejado. 35 Dos mujeres estarán moliendo juntas; una será tomada y la otra será dejada. 36 Dos estarán en el campo; uno será tomado y el otro será dejado.
37 a Y respondiendo, le dijeron: ¿Dónde, Señor? Y él les dijo: Donde estuviere el cuerpo, allí se juntarán también las águilas..