Dios Pone El Querer Como El Hacer?

Dios Pone El Querer Como El Hacer
1 Por tanto, si hay alguna consolación en Cristo, si algún consuelo de amor, si alguna comunión del Espíritu, si algún afecto entrañable y algunas misericordias, 2 completad mi gozo, sintiendo lo mismo, teniendo el mismo a amor , b unánimes , sintiendo una misma cosa.

  1. 3 Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien, con humildad, a estimando cada uno a los demás como superiores a sí mismo; 4 no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros;

5 Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, 6 el que, siendo en a forma de Dios, no tuvo como usurpación el ser b igual a Dios. 7 sin embargo, se despojó a sí mismo, tomando forma de a siervo , haciéndose semejante a los hombres; 8 y hallándose en la a condición de hombre, b se humilló a sí mismo, y se hizo c obediente hasta la d muerte , y e muerte de cruz.

  • 9 Por lo cual Dios también le a exaltó hasta lo sumo, y le dio un b nombre que es sobre todo nombre; 10 para que en el nombre de Jesús se doble toda a rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra y debajo de la tierra; 11 y toda lengua confiese que Jesucristo es el a Señor , para la gloria de Dios Padre;

12 Por tanto, amados míos, como siempre habéis obedecido, no en mi presencia solamente, sino mucho más ahora en mi ausencia, a labrad vuestra b salvación con temor y temblor; 13 porque Dios es el que en vosotros produce tanto el querer como el hacer, por su buena voluntad.

14 Haced todo sin murmuraciones ni a contiendas , 15 para que seáis irreprensibles y sencillos, a hijos de Dios, sin culpa, en medio de una generación maligna y perversa, entre los cuales b resplandecéis como luminares en el mundo; 16 aferrados a la a palabra de vida para que en el día de Cristo yo pueda gloriarme de que no he corrido en vano, ni he trabajado en vano.

17 Y aunque sea a derramado en libación sobre el sacrificio y servicio de vuestra fe, me alegro y regocijo con todos vosotros. 18 Y asimismo, alegraos también vosotros, y regocijaos conmigo. 19 Mas espero en el Señor Jesús enviaros pronto a Timoteo, para que yo también esté de buen ánimo, al saber de vuestro estado.

20 Porque a ninguno tengo de igual ánimo y que tan sinceramente esté interesado por vosotros. 21 Porque todos a buscan lo suyo propio, no lo que es de Cristo Jesús. 22 Pero de él ya habéis conocido sus méritos, que como hijo a padre ha servido conmigo en el evangelio.

23 Así que a este espero enviaros, después que yo vea cómo van mis asuntos; 24 y confío en el Señor que yo también iré pronto a vosotros. 25 Mas tuve por necesario enviaros a a Epafrodito , mi hermano, y colaborador y compañero de milicia, y vuestro mensajero, y ministrador de mis necesidades; 26 porque él tenía gran deseo de veros a todos vosotros, y gravemente se angustió porque habíais oído que él había enfermado.

  1. 27 Pues en verdad estuvo enfermo, al borde de la muerte; pero Dios tuvo misericordia de él, y no solamente de él, sino también de mí, para que yo no tuviese tristeza sobre tristeza;
  2. 28 Así que le envío con mayor prontitud, para que al verle de nuevo os volváis a regocijar, y yo esté con menos tristeza;

29 Recibidle, pues, en el Señor con todo gozo; y a tened en b estima a los que son como él, 30 porque por la obra de Cristo estuvo cercano a la muerte, exponiendo su vida para suplir lo que a faltaba en vuestro servicio hacia mí..

¿Qué significa el querer como el hacer?

Querer como desear o pretender – Este verbo también hace referencia a apetecer o desear algo : “Quiero comer milanesas con papas fritas” , “Pedro me dijo que quería terminar el trabajo para llegar temprano a su casa” , “No quiero ningún regalo para mi cumpleaños”.

Es importante establecer además que existe una expresión coloquial que hace uso del término querer. Nos estamos refiriendo a la locución adverbial “sin querer”. Con ella lo que se intenta expresar es que una acción determinada se ha realizado sin ningún de intención ni premeditación.

Un claro ejemplo del uso de la acepción de esa expresión que hemos expuesto sería el siguiente: “Pedro golpeó en la cara sin querer a Félix al realizar un giro con los brazos abiertos”. Resolver, determinar, intentar o pretender algo y tener voluntad de ejecutar algo son otras acciones que se denominan con la palabra querer: “Yo quiero que esto sea así” , “Nunca quise que las cosas terminarán de esta forma”. Dios Pone El Querer Como El Hacer Querer algo es desearlo o pretenderlo: «Quería un título universitario y me esforcé para conseguirlo».

¿Qué dice en Romanos 12 2?

2 Y no os adaptéis a este a mundo, sino transformaos por medio de la b renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál es la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.

¿Qué quiere decir Efesios 4 24?

1 Yo, pues, preso en el Señor, os ruego que andéis como es a digno de la b vocación con que habéis sido llamados, 2 con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con a paciencia los unos a los otros en amor; 3 solícitos en guardar la a unidad del Espíritu en el vínculo de la paz.

4 Un a cuerpo , y un Espíritu; como fuisteis también llamados a una misma esperanza de vuestra vocación; 5 un a Señor , una b fe , un c bautismo , 6 un Dios y a Padre de todos, quien está sobre todos, y por todos y en todos vosotros.

7 Pero a cada uno de nosotros dada fue la a gracia conforme a la medida del don de Cristo. 8 Por lo cual dice: a Subiendo a lo alto, llevó cautivos a los cautivos, y dio dones a los hombres. 9 (Y eso de que subió, ¿qué es, sino que también había descendido primero a las partes más bajas de la tierra? 10 El que descendió es el mismo que también subió por encima de todos los cielos para llenarlo todo).

  1. 11 Y él mismo a constituyó a unos b apóstoles ; y a otros, c profetas ; y a otros, d evangelistas ; y a otros, e pastores y f maestros ; 12 a fin de a perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la b edificación del cuerpo de Cristo, 13 hasta que todos lleguemos a la a unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un b varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo; 14 para que ya no seamos a niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de b doctrina , por estratagema de hombres que, para engañar, emplean con astucia las artimañas del error, 15 sino que, hablando la verdad en amor, crezcamos en todas las cosas en aquel que es la a cabeza , a saber, Cristo; 16 de quien, todo el cuerpo, bien ajustado y ligado entre sí por todas las coyunturas que lo sustentan, según la función adecuada de cada miembro, crece, edificándose en amor;

17 Esto, pues, digo y testifico en el Señor, que no andéis más como los otros a gentiles , que andan en la b vanidad de su mente, 18 teniendo el a entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de Dios por la b ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su c corazón ; 19 los cuales, después que a perdieron toda sensibilidad, se entregaron a la lascivia para cometer con avidez toda clase de impureza.

  • 20 Mas vosotros no habéis aprendido así sobre Cristo, 21 si en verdad le habéis oído, y habéis sido por él enseñados, conforme a la verdad que está en Jesús, 22 en cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del a viejo hombre, que está viciado conforme a los b deseos engañosos, 23 y renovaos en el espíritu de vuestra mente, 24 y vestíos del a nuevo hombre que es creado según Dios en la b justicia y santidad de la verdad;

25 Por lo cual, dejando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo, porque somos miembros los unos de los otros. 26 a Airaos , pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo, 27 ni deis lugar al a diablo. 28 El que hurtaba, no hurte más, sino a trabaje , haciendo con sus manos lo que es bueno, para que tenga qué b dar al que padece necesidad.

29 Ninguna a palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de que dé gracia a los oyentes. 30 Y no a contristéis al b Santo Espíritu de Dios, con el cual fuisteis c sellados para el día de la redención.

31 Quítense de vosotros toda amargura, y enojo, e ira, y gritos, y a maledicencia y toda b malicia. 32 Más bien, sed a benignos los unos con los otros, misericordiosos, b perdonándoos los unos a los otros, como también Dios os perdonó a vosotros en Cristo..

¿Qué quiere decir Ezequiel 36 27?

1 Y tú, hijo de hombre, profetiza a los montes de Israel, y di: Montes de Israel, oíd la palabra de Jehová: 2 Así ha dicho Jehová el Señor: Por cuanto el enemigo dijo de vosotros: ¡Ajá!, también las alturas eternas nos han sido dadas por heredad; 3 profetiza, por tanto, y di: Así ha dicho Jehová el Señor: Por cuanto os asolaron y os tragaron de todas partes, para que fueseis posesión de las demás naciones, y se os ha hecho andar en boca de habladores y ser el oprobio de los pueblos, 4 por tanto, oh montes de Israel, oíd la palabra de Jehová el Señor: Así ha dicho Jehová el Señor a los montes y a los collados, a los arroyos y a los valles, a las ruinas desoladas y a las ciudades abandonadas, que vinieron a ser presa y escarnio de las otras naciones de su alrededor, 5 por eso, así ha dicho Jehová el Señor: Ciertamente en el fuego de mi celo he hablado contra las demás naciones y contra todo a Edom , que se tomaron mi tierra como posesión con alegría de corazón y con despecho de ánimo, para dejarla expuesta como presa.

  1. 6 Por tanto, profetiza sobre la tierra de Israel y di a los montes y a los collados, y a los arroyos y a los valles: Así ha dicho Jehová el Señor: He aquí, en mi celo y en mi furor he hablado, por cuanto habéis cargado con el oprobio de las naciones;

7 Por lo cual, así ha dicho Jehová el Señor: Yo he alzado mi mano; ciertamente las naciones que están a vuestro alrededor han de llevar su propia afrenta. 8 Pero vosotros, oh montes de Israel, daréis vuestras a ramas y llevaréis vuestro fruto para mi pueblo Israel, porque b están a punto de llegar.

  • 9 Porque he aquí, yo estoy por vosotros y a vosotros me a volveré , y seréis labrados y sembrados;
  • 10 Y haré que se multipliquen los hombres sobre vosotros, a toda la casa de Israel, a toda ella; y las ciudades serán a habitadas , y serán b reedificadas las ruinas;

11 Y multiplicaré sobre vosotros hombres y animales, y serán multiplicados y fructificarán; y os haré morar como solíais hacerlo antiguamente, y os haré mayor bien que en vuestros principios; y sabréis que yo soy Jehová. 12 Y haré andar hombres sobre vosotros, a mi pueblo Israel; y te a poseerán , y les serás heredad y nunca más los privarás de hijos.

13 Así ha dicho Jehová el Señor: Por cuanto dicen de vosotros: Devoras hombres y a privas de hijos a tu nación; 14 por tanto, no devorarás más hombres, y nunca más privarás de hijos a tu nación, dice Jehová el Señor.

15 Y nunca más te haré oír injuria de las naciones, ni cargarás más con el reproche de los pueblos ni privarás más de hijos a tu nación, dice Jehová el Señor. 16 Y vino a mí la palabra de Jehová, diciendo: 17 Hijo de hombre, cuando los de la casa de Israel habitaban en su tierra, la a contaminaron con sus caminos y con sus obras; como la b impureza de mujer menstruosa fue su camino delante de mí.

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18 Y derramé mi ira sobre ellos por la sangre que derramaron sobre la tierra, porque con sus a ídolos la b contaminaron. 19 Y los a esparcí por las naciones, y fueron dispersados por las tierras; conforme a sus caminos y b conforme a sus obras los juzgué.

20 Y cuando llegaron a las naciones adonde fueron, a profanaron mi santo nombre, al decirse de ellos: Estos son el pueblo de Jehová, y b de la tierra de él han salido. 21 Y he sentido a lástima por mi santo b nombre , el cual profanó la casa de Israel entre las naciones adonde fueron.

22 Por tanto, di a la casa de Israel: Así ha dicho Jehová el Señor: No lo hago a por vosotros, oh casa de Israel, sino por causa de mi santo nombre, el cual profanasteis vosotros entre las naciones adonde habéis llegado.

23 Y santificaré mi gran nombre, profanado entre las a naciones , el cual profanasteis vosotros en medio de ellas; y sabrán las naciones que yo soy Jehová, dice Jehová el Señor, cuando sea b santificado en vosotros delante de sus ojos. 24 Y yo os tomaré de las naciones, y a os recogeré de todos los países y os traeré a vuestra propia tierra.

25 Y a esparciré sobre vosotros agua limpia, y seréis purificados de todas vuestras b impurezas ; y de todos vuestros c ídolos os limpiaré. 26 Y os a daré un b corazón c nuevo y pondré un d espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el e corazón de piedra y os daré un corazón de carne.

27 Y pondré dentro de vosotros mi espíritu, y haré que andéis en mis estatutos y que guardéis mis juicios y los pongáis por obra. 28 Y habitaréis en la a tierra que di a vuestros padres; y vosotros seréis mi pueblo, y yo seré vuestro Dios. 29 Y os salvaré de todas vuestras impurezas; y llamaré al trigo y lo multiplicaré, y no os traeré el hambre.

30 Multiplicaré asimismo el fruto de los árboles y el fruto de los campos, para que nunca más recibáis el oprobio del hambre entre las naciones. 31 Y os acordaréis de vuestros malos caminos y de vuestras obras que no fueron buenas, y os aborreceréis a vosotros mismos por vuestras iniquidades y por vuestras abominaciones.

32 No lo hago por vosotros, dice Jehová el Señor; sabedlo bien; avergonzaos y turbaos por causa de vuestros caminos, oh casa de Israel. 33 Así ha dicho Jehová el Señor: El día en que os purifique de todas vuestras iniquidades, haré también que sean habitadas las ciudades, y las ruinas serán reedificadas.

  • 34 Y la tierra a desolada será b labrada , en lugar de ser la desolación que había sido ante los ojos de todos los que pasaban;
  • 35 Y dirán: Esta tierra desolada se ha convertido en un a huerto de Edén; y estas ciudades que se hallaban desiertas, y desoladas y arruinadas ya están fortificadas y habitadas;

36 Y las naciones que queden en vuestros alrededores sabrán que yo reedifiqué lo que estaba derribado, y planté lo que estaba desolado; yo, Jehová, he hablado y a lo haré. 37 Así ha dicho Jehová el Señor: Aún seré a solicitado por la casa de Israel para hacerles esto; aumentaré los hombres como se aumentan los rebaños.

¿Qué quiere decir Filipenses 2 3?

¿ Qué significa servir? Filipenses 2 : 3 -4 lo explica de forma clara: ‘Nada hagáis por egoísmo o por vanagloria, sino que con actitud humilde cada uno de vosotros considere al otro como más importante que a sí mismo, no buscando cada uno sus propios intereses, sino más bien los intereses de los demás’.

¿Qué quiere decir la palabra quiero?

tr. Amar, tener cariño, voluntad o inclinación a alguien o algo.

¿Qué dice Gálatas 5 16?

1 Permaneced, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo a libres , y no b volváis otra vez a ser presos en el c yugo de esclavitud. 2 He aquí, yo, Pablo, os digo que si os circuncidáis, de nada os aprovechará Cristo. 3 Y otra vez vuelvo a testificar a todo hombre que se a circuncida , que está obligado a cumplir toda la ley.

  1. 4 Separados sois de Cristo los que por la ley os justificáis; de la a gracia habéis caído;
  2. 5 Porque nosotros, por el Espíritu, aguardamos por la a fe la b esperanza de la justicia;
  3. 6 Porque en Cristo Jesús ni la circuncisión a vale algo, ni la incircuncisión, sino la b fe que obra por el amor;

7 Vosotros corríais bien; ¿quién os estorbó para no obedecer la verdad? 8 Esta persuasión no proviene de aquel que os llama. 9 Un poco de levadura leuda toda la masa. 10 Yo confío con respecto a vosotros, en el Señor, que no pensaréis de a ninguna otra manera; pero el que os perturba cargará con la sentencia, quienquiera que sea.

  1. 11 En cuanto a mí, hermanos, si aún predico la circuncisión, ¿por qué padezco persecución todavía? En tal caso, se habría quitado el a escándalo de la cruz;
  2. 12 Ojalá se mutilasen los que os a perturban;

13 Porque vosotros, hermanos, a libertad habéis sido llamados; solamente que no uséis la libertad como ocasión para la carne, sino a servíos por amor los unos a los otros. 14 Porque toda la a ley en esta sola palabra se cumple: b Amarás a tu prójimo como a ti mismo.

  1. 15 Pero si os mordéis y os devoráis los unos a los otros, mirad que tampoco os destruyáis los unos a los otros;
  2. 16 Digo pues: a Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los b deseos de la carne;
  3. 17 Porque el a deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y estos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisierais;

18 Pero si sois a guiados por el Espíritu, no estáis bajo la b ley. 19 Y manifiestas son las obras de la a carne , que son: b adulterio , c fornicación , d inmundicia , lascivia, 20 a idolatría , hechicerías, enemistades, pleitos, celos, b iras , c contiendas , disensiones, herejías, 21 a envidias , b homicidios , c borracheras , orgías y cosas semejantes a estas, de las cuales os advierto, como ya os lo he dicho, que los que hacen tales cosas no heredarán el reino de Dios.

22 Pero el fruto del Espíritu es: a amor , b gozo , c paz , d longanimidad , benignidad, bondad, e fe , 23 a mansedumbre , b templanza ; contra tales cosas no hay ley. 24 Porque los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y concupiscencias.

25 Si a vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu. 26 No busquemos la vanagloria, irritándonos los unos a los otros, envidiándonos los unos a los otros..

¿Qué dice en Efesios 5 15 16?

1 Sed, pues, a imitadores de Dios como hijos amados. 2 Y a andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y b sacrificio a Dios en olor c grato. 3 Pero a fornicación y toda impureza, o avaricia, ni aun se nombre entre vosotros, como conviene a los b santos ; 4 ni a palabras indecentes, ni b necedades , ni relatos groseros, que no convienen; sino antes bien acciones de gracias.

5 Porque sabéis esto, que ningún a fornicario , o b impuro , o avaro, que es idólatra, tiene c herencia en el reino de Cristo y de Dios. 6 Nadie os a engañe con b palabras vanas , porque por estas cosas viene la c ira de Dios sobre los hijos de la d desobediencia.

7 No seáis, pues, partícipes con ellos, 8 porque en otro tiempo erais tinieblas; pero ahora sois luz en el Señor; andad como a hijos de luz 9 (porque el a fruto del Espíritu es en toda bondad, y justicia y verdad), 10 comprobando lo que es agradable al Señor.

11 Y no a participéis en las obras infructuosas de las b tinieblas , sino antes bien c denunciadlas. 12 Porque es a vergonzoso aun hablar de lo que ellos hacen en secreto. 13 Mas todas las cosas son visibles cuando son expuestas a la luz; porque lo que lo manifiesta todo es la luz.

14 Por lo cual dice: Despiértate, tú que duermes, y levántate de entre los muertos, y te a alumbrará Cristo. 15 Mirad, pues, con cuidado cómo andéis, no como necios, sino como sabios, 16 aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos. 17 Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál es la voluntad del Señor.

18 Y no os a embriaguéis con vino, en lo cual hay desenfreno; antes bien, sed llenos del Espíritu, 19 hablando entre vosotros con a salmos , y con himnos, y cánticos espirituales, cantando y b alabando al Señor en vuestros corazones; 20 dando gracias siempre por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo.

21 a Someteos los unos a los otros en el temor de Dios. 22 Las a casadas b estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor. 23 Porque el marido a es cabeza de la mujer, así como Cristo es b cabeza de la c iglesia ; y él es el salvador del cuerpo. 24 Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo.

  1. 25 Maridos, a amad a vuestras esposas, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, 26 para a santificarla , habiéndola b purificado en el lavamiento del agua por la palabra, 27 a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa que no tuviese mancha ni arruga, ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha;

28 Así también los maridos deben amar a sus esposas como a sus mismos cuerpos. El que ama a su a esposa , a sí mismo se ama. 29 Porque ninguno aborreció jamás a su propio cuerpo, sino que lo sustenta y lo cuida, como también Cristo a la iglesia; 30 porque somos a miembros de su cuerpo, de su carne y de sus huesos.

¿Qué dice 1 de Pedro 5 7?

1 Ruego a los a ancianos que están entre vosotros, yo b anciano también con ellos, y testigo de los padecimientos de Cristo, que soy también c participante de la gloria que será revelada: 2 a Apacentad la b grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella, no por fuerza, sino c voluntariamente ; no por d ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto; 3 no como teniendo a señorío sobre los rebaños del Señor, sino siendo b ejemplos de la grey.

4 Y cuando aparezca el a Príncipe de los pastores, vosotros recibiréis la b corona incorruptible de gloria. 5 Igualmente, jóvenes, a estad sujetos a los ancianos; y todos sumisos unos a otros, revestíos de b humildad , porque: Dios c resiste a los d soberbios , y da gracia a los humildes.

6 a Humillaos , pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte a su debido tiempo, 7 echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros. 8 Sed a sobrios , y b velad , porque vuestro adversario el c diablo , cual león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar; 9 al cual resistid a firmes en la fe, sabiendo que las mismas aflicciones b han de ser cumplidas en vuestros hermanos que están en el mundo.

  1. 10 Mas el Dios de toda a gracia , que nos ha llamado a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os b perfeccione , afirme, fortalezca y establezca;
  2. 11 A él sean la gloria y el dominio para siempre;

Amén. 12 Por conducto de a Silvano , a quien considero un hermano fiel, os he escrito brevemente, amonestándoos y testificando que esta es la verdadera gracia de Dios, en la cual estáis. 13 La iglesia que está en Babilonia, elegida juntamente con vosotros, y Marcos, mi hijo, os saludan.

¿Qué dice Colosenses 3 14?

1 Si habéis, pues, a resucitado con Cristo , buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. 2 Poned la a mira en b las cosas de arriba, no en las de la c tierra. 3 Porque a habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios.

  1. 4 Cuando Cristo, nuestra a vida , b se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en c gloria;
  2. 5 Haced morir, pues, lo terrenal en a vuestros miembros: b fornicación , impureza, c pasiones lascivas, malos deseos y d avaricia , que es e idolatría ; 6 cosas por las cuales la a ira de Dios viene sobre los hijos de b desobediencia;
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7 En las cuales vosotros también anduvisteis en otro tiempo cuando vivíais en ellas. 8 Pero ahora, dejad también vosotros todas estas cosas: a ira , enojo, b malicia , c maledicencia , d palabras soeces de vuestra boca. 9 No a mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojado del b viejo hombre con sus hechos, 10 y habiéndoos revestido a del nuevo hombre , que es renovado hasta el conocimiento pleno, conforme a la imagen del que lo creó; 11 donde no hay a griego ni judío, b circuncisión ni incircuncisión, bárbaro ni escita, esclavo ni libre, sino que Cristo es el todo, y en todos.

  1. 12 Vestíos, pues, como a escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable b misericordia , de c benignidad , de d humildad , de e mansedumbre , de paciencia; 13 a soportándoos los unos a los otros , y b perdonándoos los unos a los otros si alguno tuviere queja del otro; de la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros;

14 Y sobre todas estas cosas vestíos de a caridad , que es el vínculo de la perfección. 15 Y la a paz de Dios gobierne en vuestros corazones, a la que asimismo fuisteis llamados en un solo cuerpo; y sed b agradecidos. 16 La a palabra de Cristo habite en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos los unos a los otros en toda sabiduría con salmos e b himnos y cánticos espirituales, cantando con gratitud en vuestros corazones al Señor.

  1. 17 Y todo lo que hacéis, sea de palabra, o de hecho, a hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios el Padre por medio de él;
  2. 18 a Casadas , b estad sujetas a vuestros maridos, como conviene en el Señor;

19 Maridos, a amad a vuestras esposas, y no seáis ásperos con ellas. 20 a Hijos , obedeced a vuestros padres en todo, porque esto agrada al Señor. 21 a Padres , no b provoquéis a ira a vuestros hijos, para que no se desanimen. 22 a Esclavos , obedeced en todo a vuestros amos terrenales, no sirviendo al ojo, como los que agradan a los hombres, sino con sencillez de corazón, b temiendo a Dios.

¿Qué dice Romanos 6 6?

1 ¿Qué, pues, diremos? ¿Continuaremos en el pecado para que abunde la gracia? 2 ¡ a De ninguna manera ! Porque los que hemos b muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él? 3 ¿O no sabéis que todos los que hemos sido a bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte? 4 Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por medio del bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros a andemos en vida nueva.

5 Porque si fuimos plantados juntamente con él en la semejanza de su a muerte , así también lo seremos en la de su b resurrección ; 6 sabiendo esto, que nuestro a viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea b deshecho , a fin de que no c sirvamos más al pecado.

7 Porque el que a está muerto, libre está del pecado. 8 Y si morimos con Cristo, creemos que también viviremos con él, 9 sabiendo que Cristo, habiendo resucitado de entre los muertos, ya no muere; la muerte no se enseñorea más de él. 10 Porque al haber muerto, a murió al pecado de una vez y para siempre; mas al vivir, para Dios vive.

11 Así también vosotros, considerad que de cierto estáis muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús, Señor nuestro. 12 No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal, no sea que le obedezcáis en sus a concupiscencias ; 13 ni tampoco a presentéis vuestros miembros al pecado como b instrumentos de iniquidad; antes bien, c presentaos a Dios como vivos de entre los muertos, y vuestros miembros a Dios como instrumentos de d justicia.

14 a Porque el pecado no b se enseñoreará de vosotros, pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia. 15 Entonces, ¿qué? ¿Pecaremos, porque no estamos bajo la ley, sino bajo la a gracia ? ¡De ninguna manera! 16 ¿No sabéis que a quien os entregáis vosotros mismos por siervos para obedecer le, a sois siervos de aquel a quien obedecéis, ya sea del pecado para muerte, o de la obediencia para justicia? 17 Pero gracias a Dios, que aunque erais siervos del pecado, habéis obedecido de corazón a aquella forma de doctrina a la cual fuisteis entregados; 18 y a libertados del pecado, vinisteis a ser siervos de la justicia.

19 Hablo como humano, por la debilidad de vuestra carne; porque así como para maldad ofrecisteis vuestros miembros para servir a la inmundicia y a la iniquidad, así ahora, para santificación, ofreced vuestros miembros para servir a la justicia.

20 Porque cuando erais siervos del pecado, erais a libres en cuanto a la justicia. 21 ¿Qué a fruto , pues, teníais de aquellas cosas de las cuales ahora os avergonzáis? Porque el fin de ellas es muerte. 22 Mas ahora que habéis sido librados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la a santificación , y como fin, la vida eterna.

¿Qué dice Proverbios 28 13?

13 El que a encubre sus pecados no prosperará,pero el que los confiesa y b los abandona alcanzará misericordia. 14 Bienaventurado el hombre que siempre a teme a Dios,pero el que b endurece su corazón caerá en el mal.

¿Qué dice Romanos 8 14?

1 Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no a andan conforme a la carne, sino conforme al espíritu. 2 Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha a librado de la ley del pecado y de la muerte. 3 Porque lo que era imposible para la a ley , por cuanto era b débil por la carne , c Dios , enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado, y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne, 4 para que la justicia de la ley fuese cumplida en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al espíritu.

  • 5 Porque los que viven conforme a la carne, en las cosas que son de la carne se ocupan; pero los que viven conforme al espíritu, en las cosas del espíritu;
  • 6 Porque el ánimo a carnal es b muerte , pero el ánimo c espiritual es vida y d paz;

7 Por cuanto la inclinación de la carne es enemistad contra Dios, porque no se sujeta a la ley de Dios, ni tampoco puede. 8 Así que, los que viven según la carne no pueden agradar a Dios. 9 Pero vosotros no vivís según la carne, sino según el espíritu, si es que el a Espíritu de Dios mora en vosotros.

Y si alguno no tiene el b Espíritu de Cristo , no es de él. 10 Y si a Cristo está en vosotros, b el cuerpo a la verdad está muerto a causa del pecado, pero el Espíritu es vida a causa de la c justicia. 11 Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó a Cristo Jesús de los muertos a vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros.

12 Así que, hermanos, deudores somos, no a la carne, para que vivamos conforme a la carne, 13 porque si vivís conforme a la carne, a moriréis ; pero si por el espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis. 14 Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, son a hijos de Dios.

  1. 15 Porque no habéis recibido el espíritu de a servidumbre para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre! 16 Porque el Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu de que somos a hijos de Dios;

17 Y si hijos, también a herederos ; herederos de Dios, y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados. 18 Porque considero que los a sufrimientos de este tiempo no son dignos de ser comparados con la b gloria venidera que c en nosotros ha de ser manifestada.

  1. 19 Porque el anhelo profundo de la creación es el esperar la manifestación de los hijos de Dios;
  2. 20 Porque la creación fue a sujetada a la vanidad, no de buen grado, sino por causa del que la sujetó en esperanza, 21 porque también la creación misma será a librada de la servidumbre de la corrupción a la libertad gloriosa de los hijos de Dios;

22 Porque sabemos que toda la creación gime a una, y a una sufre dolores de parto hasta ahora. 23 Y no solo ella, sino que también nosotros mismos, que tenemos las a primicias del Espíritu, nosotros también gemimos dentro de nosotros mismos, esperando la b adopción , a saber, la c redención de nuestro cuerpo.

24 Porque en a esperanza fuimos salvos; pero la esperanza que b se ve, ya no es esperanza, porque lo que se ve, ¿para qué esperarlo? 25 Pero si esperamos lo que no vemos, con paciencia lo esperamos. 26 Y asimismo, también el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad, porque no sabemos lo que hemos de a pedir como es debido, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles.

27 Pero el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque él, conforme a la voluntad de Dios, a intercede por los santos. 28 Y sabemos que para los que aman a Dios, a todas las cosas obrarán juntamente para su bien, para los que conforme a su propósito son llamados.

  1. 29 a Porque a los que b antes conoció, también c predestinó para que fuesen hechos d conforme a la e imagen de su Hijo, a fin de que él sea el f primogénito entre muchos hermanos; 30 y a los que predestinó, a estos también llamó; y a los que llamó, a estos también justificó; y a los que justificó, a estos también glorificó;

31 ¿Pues qué diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién a contra nosotros ? 32 a El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que le entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él b todas las cosas? 33 ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica.

  1. 34 ¿Quién es el que condenará? a Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, quien además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros;
  2. 35 ¿Quién nos apartará del a amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? 36 Como está escrito: a Por causa de ti somos muertos todo el tiempo; somos considerados como ovejas de matadero;

37 Antes bien, en todas estas cosas somos más que a vencedores por medio de aquel que nos amó. 38 Por lo cual estoy convencido de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, 39 ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá apartar del a amor de Dios, que es en Cristo Jesús, Señor nuestro..

¿Qué dice en Romanos 5 5?

1 a Justificados , pues, por la b fe , tenemos c paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo, 2 por medio de quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios.

3 Y no solo esto, sino que también nos gloriamos en las a tribulaciones , sabiendo que la tribulación produce b paciencia ; 4 y la paciencia, a prueba ; y la prueba, esperanza; 5 y la a esperanza no avergüenza, porque el b amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado.

6 Porque Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos. 7 Difícilmente alguien muere por un justo; con todo, pudiera ser que alguno osara morir por el bueno. 8 Mas Dios demuestra su amor para con nosotros, en que, siendo aún a pecadores , Cristo murió por nosotros.

  • 9 Mucho más ahora, habiendo sido justificados por su a sangre , por medio de él seremos salvos de la ira;
  • 10 Porque si siendo enemigos, fuimos a reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando ya reconciliados, seremos b salvos por su vida;
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11 Y no solo esto, sino que también nos gloriamos en Dios por medio del Señor nuestro Jesucristo, por quien hemos recibido ahora la a reconciliación. 12 Por consiguiente, como el a pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la b muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos c pecaron.

13 Porque aun antes de la ley había pecado en el mundo; pero el pecado no se tiene en cuenta cuando no hay a ley. 14 No obstante, reinó la muerte desde Adán hasta Moisés, aun en los que no pecaron a la manera de la transgresión de Adán, el cual es a figura del que había de venir.

15 Pero el don no es como la transgresión. Porque si por la transgresión de uno murieron los muchos, más abundó la gracia y el don de Dios para los muchos, por la gracia de un hombre, Jesucristo. 16 Ni tampoco el don es como el pecado de aquel; porque a la verdad el juicio vino por un solo pecado para condenación, mas la gracia vino por muchas transgresiones para justificación.

  • 17 Porque si por la transgresión de uno solo reinó la muerte, mucho más reinarán en vida por medio de uno solo, Jesucristo, los que reciben la abundancia de la a gracia y del don de la justicia;
  • 18 Así que, como por la transgresión de uno solo vino la condenación a todos los hombres, así también por la justicia de uno solo vino la gracia a todos los hombres para justificación de vida;

19 Porque así como a por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores, así también por la b obediencia de uno, los muchos serán constituidos justos. 20 Pero la ley se introdujo para que el pecado abundase; mas cuando el pecado abundó, sobreabundó la gracia, 21 para que así como el pecado reinó para muerte, así también la gracia reine por la a justicia para b vida eterna por medio de Jesucristo, nuestro Señor..

¿Qué dice en Juan 14 17?

1 No a se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. 2 En la a casa de mi Padre muchas moradas hay; de otra manera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. 3 Y si me voy y os preparo lugar, a vendré otra vez y os tomaré a mí mismo, para que b donde yo esté, vosotros también estéis.

  1. 4 Y sabéis a dónde yo voy, y sabéis el camino;
  2. 5 Le dijo Tomás: Señor, no sabemos a dónde vas; ¿cómo, pues, podemos saber el camino? 6 Jesús le dijo: Yo soy a el camino, y b la verdad y la vida; nadie viene al c Padre sino d por mí;

7 Si me conocierais, también a mi Padre conoceríais; y desde ahora le conocéis y le habéis visto. 8 Felipe le dijo: Señor, muéstranos al Padre, y nos basta. 9 Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al a Padre ; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos al Padre? 10 ¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo por mí mismo, sino que el Padre que mora en mí, él hace las obras.

11 Creedme que yo soy en el Padre, y el Padre en mí; de otra manera, creedme por las mismas obras. 12 De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las a obras que yo hago él también las hará; y aun mayores que estas hará, porque yo b voy al Padre.

13 Y todo lo que a pidiereis al Padre en mi nombre, esto haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. 14 Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré. 15 Si me a amáis , b guardad mis c mandamientos. 16 Y yo rogaré al Padre, y os dará otro a Consolador , para que esté con vosotros para siempre: 17 El Espíritu de verdad, al que el mundo no puede recibir, porque no le ve ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros y estará en vosotros.

18 No os dejaré a huérfanos ; vendré a vosotros. 19 Todavía un poquito, y el mundo no me verá más; pero vosotros me veréis; porque yo vivo, vosotros también viviréis. 20 En aquel día vosotros conoceréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí, y yo en vosotros.

21 El que tiene mis mandamientos y los guarda, ese es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré y me a manifestaré a él. 22 Le dijo Judas, no el Iscariote: Señor, ¿cómo es que te vas a manifestar a nosotros y no al mundo? 23 Respondió Jesús y le dijo: El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él y haremos a morada con él.

24 El que no me ama, no guarda mis palabras; y la palabra que habéis oído no es mía, sino del Padre que me envió. 25 Estas cosas os he hablado estando con vosotros. 26 Mas el Consolador, el a Espíritu Santo , a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que os he dicho.

27 a La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón ni tenga miedo. 28 Habéis oído que yo os he dicho: Voy, y vuelvo a vosotros. Si me amarais, ciertamente os regocijaríais, porque he dicho que voy al Padre, porque a el Padre mayor es que yo.

  1. 29 Y ahora os lo he dicho antes que suceda, para que, cuando suceda, a creáis;
  2. 30 No hablaré ya mucho con vosotros, a porque viene b el príncipe de este mundo, y él no tiene nada en mí;
  3. 31 Pero para que conozca el mundo que amo al Padre, y como el Padre me dio el mandamiento, a así hago;

¡Levantaos, vámonos de aquí!.

¿Quién escribió Romanos 12 2?

¿ Quién escribió este libro? El apóstol Pablo es el autor de la Epístola a los Romanos (véase Romanos 1:1).

¿Qué dice Hebreos 12 2?

1 Por tanto, nosotros también, teniendo a nuestro alrededor tan gran nube de testigos, dejemos a un lado todo peso y pecado que a nos rodea, y corramos con b paciencia la carrera que tenemos por delante, 2 puestos los ojos en Jesús, el autor y a consumador de la fe, quien, por el gozo puesto delante de él, sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.

3 Considerad a aquel que sufrió tal a contradicción de pecadores contra sí mismo, para que no os fatiguéis en vuestro ánimo hasta desmayar. 4 Porque aún no habéis resistido hasta derramar sangre, combatiendo contra el pecado; 5 y habéis ya olvidado la exhortación que como a hijos se os dirige, diciendo: Hijo mío, no menosprecies la disciplina del Señor, ni desmayes cuando eres reprendido por él.

6 Porque el Señor al que ama, a disciplina , y azota a todo el que recibe como hijo. 7 Si soportáis la a disciplina , Dios os trata como a b hijos ; porque, ¿qué hijo es aquel a quien el padre no disciplina? 8 Pero si se os deja sin disciplina, de la cual todos han sido participantes, entonces sois a bastardos , y no hijos.

9 Por otra parte, tuvimos a nuestros a padres terrenales que nos b disciplinaban y los c reverenciábamos , ¿por qué no d obedeceremos mucho mejor al e Padre de los f espíritus , y viviremos? 10 Y aquellos, a la verdad, por pocos días nos disciplinaban como a ellos les parecía, pero este para lo que nos es provechoso, para que participemos de su a santidad.

11 Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto a apacible de rectitud a los que en ella han sido b ejercitados. 12 Por lo cual, fortaleced las manos caídas y las rodillas debilitadas; 13 y haced sendas derechas para vuestros pies, para que el que es cojo no se salga fuera del camino, sino que sea sanado.

14 Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie a verá al Señor, 15 mirando bien que ninguno a se aparte de la b gracia de Dios, no sea que alguna raíz de amargura, brotando, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados; 16 que ninguno sea fornicario, o profano, como a Esaú , que por una sola comida vendió su b primogenitura.

17 Porque ya sabéis que aun después, deseando heredar la bendición, fue desechado porque no halló ocasión para el arrepentimiento, aunque la buscó con a lágrimas. 18 Porque no os habéis acercado al a monte que se podía tocar, ni al fuego ardiente, ni a las tinieblas, ni a la oscuridad, ni a la tempestad, 19 ni al sonido de la trompeta ni a la voz que hablaba, la cual los que la oyeron rogaron que no les hablase más; 20 porque no podían soportar lo que se mandaba: Si aun una bestia toca el monte, será apedreada o traspasada con dardo.

21 Y tan terrible era lo que se veía que Moisés dijo: Estoy aterrado y temblando. 22 Pero vosotros os habéis acercado al monte a Sion , a la ciudad del Dios vivo, a la Jerusalén celestial, y a la compañía de muchos millares de b ángeles , 23 y a la asamblea y a la iglesia de los a primogénitos que están b inscritos en los cielos, y a Dios el c Juez de todos, y a los espíritus de los d justos hechos perfectos, 24 y a Jesús el a Mediador del b nuevo convenio, y a la c sangre rociada que habla mejor que la de Abel.

25 Mirad que no desechéis al que habla. Porque si no a escaparon aquellos que desecharon al que los amonestaba en la tierra, mucho menos nosotros, si desechamos al que amonesta desde los cielos. 26 La voz del que conmovió entonces la tierra, pero ahora ha prometido, diciendo: Aún una vez más, y a haré temblar no solamente la tierra, sino también el cielo.

¿Qué es ser transformado por Dios?

La transformación en nuestra vida cristiana – Cuando oramos para recibir a Cristo como nuestro Salvador, fuimos regenerados , o nacidos de nuevo, con la vida divina de Dios para llegar a ser los hijos de Dios. Esta vida opera dentro de nosotros para transformarnos a la imagen de Cristo.

  1. Sin embargo, al igual que la oruga, también necesitamos comer a fin de ser transformados;
  2. En Juan 6:35, Jesús dijo: “Yo soy el pan de vida; el que a Mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en Mí cree, no tendrá sed jamás”;

El Señor desea que le tomemos a Él como nuestra comida espiritual todos los días. Ésta es la manera en que podemos crecer y ser transformados. A medida que comemos y bebemos del Señor Jesús, somos suministrados para crecer en Su vida divina. Este crecimiento es el proceso mencionado en 2 Corintios 3:18 de ser transformados poco a poco de un grado de gloria a otro, a la imagen de Cristo.

  1. En el Nuevo Testamento Versión Recobro la nota 9 en este versículo en cuanto a “misma imagen” nos dice: “Ser transformado en la misma imagen significa ser conformado al Cristo resucitado y glorificado, o sea, ser hecho igual a Él (Ro;

8:29). ” Al tomar a Cristo como nuestro alimento, recibimos y asimilamos más de Su elemento en nosotros. Por lo tanto, experimentamos una transformación que no es meramente externa, sino que procede de ser nutridos espiritualmente y de la operación de la vida de Dios en nosotros.

¿Qué quiere decir la palabra Conformeis?

conformar –   tr. Dar forma [a alguna cosa]. tr. -intr. -prnl. Ajustar, concordar [una cosa con otra]. intr. -prnl. Convenir una persona con otra o ser de su mismo dictamen. Formar parte [de un conjunto]. prnl. Sujetarse uno voluntariamente a hacer o sufrir una cosa. Diccionario Enciclopédico Vox 1.