Como Será El Fin Del Mundo Según La Biblia Católica?

Como Será El Fin Del Mundo Según La Biblia Católica
La gente solía enviar una gran cantidad de preguntas a Billy Graham. Durante décadas, Él respondió a un sinnúmero de ellas en una columna periodística sindicada llamada «Mis Respuestas». Esta es una de ellas. La Biblia no indica exactamente cómo será el fin del mundo.

  1. Sin embargo, sí asegura que algún día sucederá y, entonces, la destrucción será total y absoluta;
  2. La Biblia sostiene: «Ese día los cielos serán destruidos por el fuego, y los elementos se derretirán con el calor de las llamas» (2 Pedro 3:12);

No obstante, la Biblia afirma otras dos cosas que son igual de importantes. Primero, dice que sucederá solo cuando Dios lo ordene y en el tiempo que Él designe. Guerras podrán arrasar, dictadores hambrientos de poder podrán causar terror y desastres naturales podrán destruir, pero el futuro está en las manos de Dios.

Solo Él puede decidir cuándo llegará el fin al mundo. En segundo lugar, la Biblia enseña que el fin del mundo ¡no será el fin! Dios creará un mundo nuevo, uno que será perfecto y libre de pecado, enfermedades, muerte y temor.

«Pero, según su promesa, esperamos un cielo nuevo y una tierra nueva, en los que habite la justicia» (2 Pedro 3:13). Todo esto es posible gracias a la victoria de Cristo sobre la muerte y el infierno. No vivas en miedo constante respecto al futuro. Más bien, en un acto de fe, pon tu vida y tu futuro en las manos de Cristo.

¿Qué dice la Biblia católica sobre el fin del mundo?

Las catástrofes se ciernen sobre nosotros Jesús regresará a nuestro mundo y la ceniza y el humo lo cubrirán todo impidiendo la llegada de la luz solar, lo que dejará a la Tierra sumida en las tinieblas.

¿Cuáles son las señales del fin del mundo según la Biblia?

(22-7) Mateo 24:29, 30, 36-39. ¿Qué más nos dice el profeta José acerca del tiempo de la Segunda Venida y de la Señal del Hijo del Hombre? – “La venida del Hijo del Hombre no acontecerá, no puede acontecer, sino hasta que sean derramados los juicios que se han anunciado para esta época, y estos juicios ya han comenzado.

  1. Pablo dice: ‘Porque todos vosotros sois hijos de luz…no estáis en tinieblas, para que aquel día os sobrecoja como ladrón’;
  2. No tiene pensado el Señor Todopoderoso venir a la tierra y desmoronarla y reducirla a polvo sin revelarlo antes a sus siervos los profetas;

“Judá ha de volver, Jerusalén ha de ser reedificada, junto con el templo, y debe salir agua de debajo del templo y han de ser sanadas las aguas del Mar Muerto. Se precisará algún tiempo para reedificar las murallas de la ciudad, el templo, etc. , y todo esto debe hacerse antes que el Hijo del Hombre aparezca.

  • Habrá guerras y rumores de guerras, señales arriba en los cielos y abajo en la tierra, el sol se tornará en tinieblas y la luna en sangre, habrá terremotos en diversos lugares, los mares se saldrán de sus límites y entonces aparecerá en el cielo la gran señal del Hijo del Hombre;

¿Pero qué hará el mundo? Dirán que es un planeta o un cometa, etc. Pero el Hijo del Hombre vendrá como la señal de la venida del Hijo del Hombre, que será como la luz de la mañana que aparece en el oriente” (Smith, Enseñanzas , págs. 347-48).

¿Qué nos dice el Apocalipsis del fin del mundo?

‘En el Apocalipsis se dice que todos esos poderes, como era entonces el Imperio Romano, que quieren sustituir a Dios parece que están muy activos ahora pero al final acabarán, pasarán y Dios triunfará, ese es el mensaje de consolación del Apocalipsis ‘, ha precisado.

¿Cómo será la llegada de Dios a la tierra?

¿Qué hará Jesús cuando venga nuevamente? – Cuando Jesucristo vuelva a la tierra hará lo siguiente:

  1. Purificará la tierra. Cuando Jesús venga nuevamente, vendrá con poder y gran gloria. Ese será el momento en que los inicuos serán destruidos, todo lo que esté corrupto será quemado y la tierra será purificada con fuego (véase D. y C. 101:24–25 ).
  2. Juzgará a Su pueblo. Cuando Jesús venga nuevamente, juzgará a las naciones y separará a los rectos de los inicuos (véase Mateo 25:31–46 ; véase también el capítulo 46 de este libro). Juan el Revelador escribió acerca del juicio: “Y vi tronos, y se sentaron sobre ellos, y les fue dada facultad para juzgar; y vi las almas de los decapitados por causa del testimonio de Jesús y de la palabra de Dios… y vivieron y reinaron con Cristo mil años”.
  3. Vendrá a dar principio al Milenio. El Milenio es un período de mil años durante el cual Jesús reinará sobre la tierra. Los justos serán arrebatados para recibir a Jesús en Su venida (véase D. y C. 88:96 ); Su venida también dará comienzo al reino milenario. (Véase el capítulo 45 de este libro).
    • Y de los inicuos dijo: “…no volvieron a vivir sino hasta que se cumplieron mil años” ( Apocalipsis 20:4–5 ; véase también D;
    • y C;
    • 88:95–98 );
    • El presidente Brigham Young dijo: “En el Milenio, cuando el Reino de Dios se haya establecido con poder, gloria y perfección sobre la tierra, y el reinado de la iniquidad que por tanto tiempo ha permanecido sea sojuzgado, los santos de Dios tendrán el privilegio de construir sus templos, entrar en ellos y llegar a ser, en cierto sentido, columnas en los templos de Dios [véase Apocalipsis 3:12 ], y oficiarán por sus muertos;

    Entonces nuestros amigos vendrán a nosotros, y aun quizás algunos que ya hemos conocido aquí… Y recibiremos revelaciones para conocer a nuestros antepasados hasta nuestro Padre Adán y nuestra Madre Eva, y entraremos en los templos de Dios para oficiar por ellos.

    Entonces [los hijos] serán sellados a [los padres] hasta formar una cadena perfecta hasta Adán, de modo que exista una cadena perfecta del sacerdocio desde Adán hasta el fin” ( Enseñanzas de los presidentes de la Iglesia: Brigham Young , 1997, págs.

    349–350).

  4. Completará la Primera Resurrección. Los que hayan obtenido el privilegio de salir en la resurrección de los justos se levantarán de sus tumbas y serán arrebatados para ir a recibir al Salvador cuando Él descienda del cielo. (Véase D. y C. 88:97–98 ). Después de que Jesucristo se levantó de los muertos, otras personas justas que habían muerto también resucitaron y se aparecieron en Jerusalén y también en el continente americano.

    (Véase Mateo 27:52–53 ; 3 Nefi 23:9–10 ). Ése fue el comienzo de la Primera Resurrección, y hay algunas otras personas que han resucitado desde entonces. Aquellos que ya han resucitado, y los que lo serán en el momento de Su venida, heredarán la gloria del reino celestial (véase D.

    y C. 76:50–70 ). Después de la resurrección de los que heredarán la gloria celestial, otro grupo resucitará: aquellos que recibirán una gloria terrestre. Cuando todas esas personas hayan resucitado, la Primera Resurrección habrá terminado. Los inicuos que vivan en el momento de la segunda venida del Señor serán destruidos en la carne y, junto con los inicuos que ya han muerto, habrán de esperar hasta la última resurrección.

  5. Jesucristo tomará Su lugar como Rey del cielo y de la tierra. Cuando Jesús venga, establecerá Su gobierno sobre la tierra y la Iglesia se convertirá en parte de ese reino. El Señor gobernará a toda la gente de la tierra en paz por un período de mil años. Cuando Jesús vino por primera vez a la tierra, no lo hizo en gloria; nació en un humilde establo y durmió en un pesebre de heno; no vino con grandes ejércitos como los judíos lo esperaban de su Salvador, sino que llegó diciendo: “…Amad a vuestros enemigos… haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan” ( Mateo 5:44 ); fue rechazado y crucificado.

    Todo el resto de los muertos se levantará para encontrarse con Dios; son los que heredarán el reino telestial o los que serán echados a las tinieblas de afuera junto con Satanás (véase D. y C. 76:32–33, 81–112 ).

    Sin embargo, no será rechazado en Su segunda venida, “…porque todo oído lo oirá, y toda rodilla se doblará, y toda lengua confesará…” que Jesús es el Cristo ( D. y C. 88:104 ). Él será recibido como “…Señor de señores y Rey de reyes…” ( Apocalipsis 17:14 ); y será llamado “…Admirable, Consejero, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de paz” ( Isaías 9:6 ).

  • ¿Qué sentimientos y pensamientos tiene al contemplar los acontecimientos de la Segunda Venida?

¿Cuándo va a llegar el fin del mundo?

1900-2022

Fecha Autores Ref
3 de octubre de 2019 Astrónomos de la NASA
30 de diciembre de 2020 Jeane Dixon
21 de diciembre de 2021 Arqueólogos del Calendario Maya
Finales de 2021 Matityahu Glazerson

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¿Cómo es el cielo en la Biblia?

Concepciones [ editar ] – Existen abundantes y diversas fuentes para concepciones del Cielo. La visión típica del creyente parece depender en gran medida de su tradición religiosa particular. Diversas religiones han descrito el Cielo como poblado por ángeles, dioses o héroes. El Cielo suele ser interpretado como un lugar de felicidad eterna. Generalmente se cree que la relación entre este concepto y la esfera celeste fue propuesta por primera vez por los antiguos astrónomos-sacerdotes.

¿Cómo saber si es una señal de Dios?

Las señales son acontecimientos o experiencias que demuestran el poder de Dios. Muchas veces son milagrosas. Indican y anuncian acontecimientos grandes, tales como el nacimiento, la muerte y la segunda venida del Salvador. Les recuerda a los hijos de Dios de los convenios que el Señor ha hecho con ellos.

¿Qué dice la Biblia acerca de los últimos tiempos?

(18-2) Isaías 55:1-2. “Venid a las aguas… comprad y comed” – Este pasaje en cuanto a venir a las aguas y comer fue repetido por Jacob en su sermón acerca de la Expiación, y constituyó la base de su petición de que todos vinieran y participaran de las bendiciones de la redención.

El Libro de Mormón tiene, en comparación con las versiones bíblicas actuales, algunos agregados muy significativos. Compare con atención Isaías 55:1 con 2 Nefi 9:50-5l. El significado de las Escrituras es claro.

Jesús es el agua “viva” y el “pan de vida” (véase Juan 4:13; 6:47-51), y sus dones de gracia son gratuitos para el hombre. La invitación de venir a Cristo y obtener estos dones sin dinero y sin precio no quiere decir que puedan ser alcanzados sin esfuerzo, sino que quien los quiere no necesita los bienes de este mundo para obtenerlos.

  • El élder Marion G;
  • Romney explicó el precio requerido: “Cuando la vida en la tierra se termine, veremos más claramente y comprenderemos lo que el Señor y sus profetas nos han dicho repetidamente: que los frutos del evangelio son los únicos objetivos por los que vale la pena esforzarse en la vida;

El que los posee obtiene riqueza —riqueza desde el punto de vista que el Señor tiene de los valores… “Pienso que las bendiciones del evangelio son de tan inestimable valor que el precio que debemos pagar por ellas deberá ser muy alto, y si entiendo correctamente lo que el Señor ha dicho sobre el tema, así es.

  • Este precio, sin embargo, está dentro de las posibilidades de todos nosotros, porque no se paga con dinero ni con ninguno de los bienes de este mundo, sino con una vida recta;
  • Lo que se requiere de nosotros es una devoción total al evangelio y una dedicación sin límite a La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Ultimos Días… “No es suficiente un esfuerzo a medias;

No podemos alcanzar estas bendiciones y ser como el joven rico que dijo que había guardado los mandamientos desde su juventud hasta aquel momento pero que se retiró tristemente cuando, en respuesta a la pregunta: ‘¿Qué más me falta?’, Jesús le dijo: ” ‘Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dala a los pobres… y ven y sígueme’ (Mateo 19:21).

Evidentemente podía cumplir con todo menos con el programa de bienestar. “No puede haber tal reserva. Debemos estar deseosos de sacrificarlo todo. Mediante la autodisciplina y la devoción debemos demostrar al Señor que estamos deseosos de servirlo en toda circunstancia.

Una vez que hayamos hecho esto, recibiremos la seguridad interior de que tendremos la vida eterna en el mundo venidero. Entonces tendremos paz en este mundo. ” (En Conference Report , octubre de 1949, págs. 39, 43-44.

¿Qué dijo Jesús antes de su venida?

El conocer las señales de los tiempos nos puede ayudar –

  • ¿De qué forma podemos permanecer tranquilos y en paz aun cuando algunas de las señales son aterradoras y espantosas?

Refiriéndose a Su segunda venida, el Señor dijo: “…mas la hora y el día ningún hombre sabe, ni los ángeles del cielo…” ( D. y C. 49:7 ), y enseñó este principio con la parábola de la higuera. Él dijo que cuando vemos que las ramas de la higuera están tiernas y brotan las hojas, sabemos que el verano ya está cerca. Del mismo modo, cuando veamos cumplirse las señales que se describen en las Escrituras, podemos saber que Su venida está cerca.

(Véase Mateo 24:32–33 ). El Señor nos da estas señales con el fin de ayudarnos para que pongamos nuestra vida en orden y nos preparemos a nosotros mismos y a nuestra familia para lo que vendrá. Se nos ha advertido en cuanto a las calamidades y se nos ha dicho que nos preparemos para ellas, pero también podemos esperar con gozo la venida del Salvador y sentirnos felices.

El Señor dijo: “…No os turbéis, porque cuando todas estas cosas acontezcan, sabréis que se cumplirán las promesas que os han sido hechas” ( D. y C. 45:35 ). Él explicó que los que fueran rectos a Su venida no serían destruidos, “…sino que aguantarán el día.

¿Dónde ya no habrá más llanto ni dolor?

1 Y vi un a cielo nuevo, y una b tierra nueva, porque el primer cielo y la c primera tierra habían dejado de ser, y el mar ya no existía más. 2 Y yo, Juan, vi la ciudad santa, la nueva a Jerusalén , que descendía del cielo, de Dios, dispuesta como una b novia ataviada para su novio.

3 Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios está entre los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos y será su Dios. 4 Y enjugará a Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá más b muerte , ni habrá más llanto, ni clamor ni dolor, porque las primeras cosas han dejado de ser.

5 Y el que estaba sentado en el trono dijo: He aquí yo hago a nuevas todas las cosas. Y me dijo: Escribe, porque estas b palabras son fieles y verdaderas. 6 Y me dijo: Hecho está. Yo soy el a Alfa y la Omega , el principio y el fin. Al que tuviere sed, yo le daré gratuitamente de la fuente del b agua de la vida.

  • 7 El que a venciere b heredará todas las cosas; y yo seré su Dios, y él será mi c hijo;
  • 8 Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los a fornicarios y b hechiceros , y los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la segunda muerte;

9 Entonces vino a mí uno de los siete ángeles que tenían las siete copas llenas de las siete plagas postreras, y habló conmigo, diciendo: Ven acá, yo te mostraré la novia, la esposa del Cordero. 10 Y me llevó en el Espíritu a un grande y alto monte, y me mostró la gran ciudad, la santa a Jerusalén , que descendía del cielo, de Dios, 11 y tenía la a gloria de Dios; y su fulgor era semejante a una piedra preciosísima, como piedra de jaspe, diáfana como cristal.

  1. 12 Y tenía un muro grande y alto con doce a puertas ; y a las puertas, doce ángeles, y nombres escritos en ellas, que son los de las doce tribus de los hijos de Israel;
  2. 13 Al oriente tres puertas; al norte tres puertas; al sur tres puertas; al poniente tres puertas;

14 Y el muro de la ciudad tenía doce cimientos, y en ellos estaban los doce nombres de los doce apóstoles del Cordero. 15 Y el que hablaba conmigo, tenía una caña de oro para medir la ciudad, y sus puertas y su muro. 16 Y la ciudad está asentada en forma de cuadro, y su longitud es igual a su anchura; y él midió la ciudad con la caña: doce mil a estadios ; la longitud, y la altura y la anchura de ella son iguales.

17 Y midió su muro: ciento cuarenta y cuatro a codos , según medida de hombre, la cual era la del ángel. 18 Y el material de su muro era de jaspe; pero la ciudad era de oro puro, semejante al cristal puro.

19 Y los cimientos del muro de la ciudad estaban adornados con toda clase de piedras preciosas. El primer cimiento era de jaspe, el segundo de zafiro; el tercero de ágata, el cuarto de esmeralda, 20 el quinto de ónice, el sexto de cornalina, el séptimo de crisólito, el octavo de berilo, el noveno de topacio, el décimo de crisoprasa, el undécimo de jacinto y el duodécimo de amatista.

21 Y las doce puertas eran doce perlas; cada una de las puertas era una perla. Y la calle de la ciudad era de a oro puro, como b vidrio transparente. 22 Y no vi en ella templo, porque el Señor Dios Todopoderoso y el Cordero son su templo.

23 Y la ciudad no tiene necesidad de sol ni de luna que resplandezcan en ella, porque la gloria de Dios la ilumina y el Cordero es su a lumbrera. 24 Y las naciones que hayan sido salvas andarán a la luz de ella, y los reyes de la tierra traerán su gloria y su honor a ella.

¿Qué dice la Iglesia Católica sobre la segunda venida de Cristo?

Al ascender Jesucristo al cielo al final de Su ministerio terrenal, dos ángeles declararon a Sus apóstoles: “Este mismo Jesús, que ha sido llevado de entre vosotros arriba al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo” (Hechos 1:11). Desde entonces los creyentes han aguardado con anhelo la Segunda venida de Jesucristo.

¿Cómo será el arrebatamiento de la Iglesia?

Tiempo [ editar ] – Según 1 Tesalonicenses 4: 16-17 y Mateo 24: 37-40, el arrebatamiento ocurriría en la Parusía del Señor , donde se usa la palabra griega “Parousia” para describir los eventos:

1 Tesalonicenses 4:15-17 NVI Mateo 24:37-40 NVI
15 Conforme a lo dicho por el Señor, afirmamos que nosotros, los que estemos vivos y hayamos quedado hasta la venida del Señor (παρουσία Parousia), [ 15 ] ​ de ninguna manera nos adelantaremos a los que hayan muerto. 16 El Señor mismo descenderá del cielo con voz de mando, con voz de arcángel y con trompeta de Dios, y los muertos en Cristo resucitarán primero. 17 Luego los que estemos vivos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados junto con ellos en las nubes para encontrarnos con el Señor en el aire. 37 La venida del Hijo del hombre (παρουσία Parousia) [ 16 ] ​ será como en tiempos de Noé. 38 Porque en los días antes del diluvio comían, bebían y se casaban y daban en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca; 39 y no supieron nada de lo que sucedería hasta que llegó el diluvio y se los llevó a todos. Así será en la venida del Hijo del hombre.

En los puntos de vista amilenarista y post-milenarista no hay distinciones en el momento del arrebatamiento. Estos puntos de vista consideran que el arrebatamiento descrito en 1 Tesalonicenses 4:15-17 sería idéntico a la Segunda Venida de Cristo descrito en Mateo 24:29-31 después de un milenio simbólico. En el punto de vista pre-milenarista, el arrebatamiento sería antes de un milenio literal.

Y así estaremos con el Señor para siempre. (παρουσία Parousia) [ 17 ] ​ 40 Estarán dos hombres en el campo: uno será llevado y el otro será dejado. Dentro del pre-milenarismo, la posición pre-tribulacionista es la visión más predominante entre todas que distingue el arrebatamiento y la segunda venida como dos eventos diferentes.

También hay otras posiciones dentro del pre-milenarismo que difieren con respecto al momento del rapto. [ 18 ] ​.

¿Cómo se le llama a la segunda venida de Cristo?

Enlaces externos [ editar ] –

  • Wikimedia Commons alberga una categoría multimedia sobre Parusía.

¿Cuáles son los tres tiempos de Dios?

Cronos, Kairós y Aión – La mitología griega ha creado sus deidades para representar estos tres tipos de tiempo. Cronos, el tiempo cronológico. Kairós, el tiempo de la oportunidad. Aión, el tiempo circular. Dos de ellos son parientes: Cronos, el patrón del tiempo lineal, dio vida a varios dioses del Olimpo pero, paradójicamente, no aguantó el paso del tiempo, al punto de comerse a algunos de ellos para que no ocuparan su lugar.

Kairós es nieto de Cronos e hijo de Zeus, quien logró que su padre no se lo tragara, lo destronó y lideró el Olimpo. Aión, en cambio, viene de otra parte, ya que surge primero en la mitología fenicia; aparece como niño y al mismo tiempo como anciano: un tiempo sin tiempo.

Cada uno tiene sus sus cosas. El tiempo lineal (Cronos) engrendra vida pero hay que sobrevivir a su voracidad. El tiempo de la inspiración (Kairós) es inestable; aparece y en un instante desaparece. Y si no entendemos el tiempo circular en su esencia (Aión), podemos confundirnos y repetir eternamente algo que nos daña.

Si ponemos en perspectiva la etapa de la vida en que nos encontramos y analizamos el modo en que estamos aplicando los tiempos que nos proponen estos dioses tal vez surgen preguntas como éstas: ¿En qué anda nuestro minuto a minuto, el día a día regido por Cronos? ¿Cuán atentos estamos a los momentos inspiradores en los que aparece la oportunidad de hacer o mirar distinto; o cuán disponibles estamos para observar los acontecimientos que Kairós ofrece como puntos de inflexión? Y Aión nos acerca preguntas tales como: ¿Qué de nosotros puede variar de forma pero en el fondo se perpetúa? ¿Podemos intentar que un proceso valga por sí mismo más allá del objetivo que nos hayamos planteado al iniciarlo? Son interrogantes profundos, que necesitan su ¡tiempo!, y que seguramente ayer no hubieran tenido la misma respuesta que la que tengan hoy ni la que tendrán mañana.

Volvemos a encontrarnos en quince días de los de Cronos, espero que combinados con un poco de Kairós y de Aión..

¿Cuándo escuchen de guerras y rumores de guerra?

1 a Y Jesús salió del templo y, cuando se iba, se le acercaron sus discípulos para mostrarle los edificios del b templo. 2 Y respondiendo él, les dijo: ¿Veis todo esto? De cierto os digo que no quedará aquí piedra sobre piedra que no sea derribada. 3 Y estando él sentado en el monte de los Olivos, se acercaron a él los discípulos aparte, diciendo: Dinos, ¿cuándo serán estas cosas, y qué a señal habrá de tu venida y del fin del b mundo ? 4 Y respondiendo Jesús, les dijo: Mirad que nadie os a engañe , 5 porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el a Cristo , y a muchos engañarán.

  • 6 Y oiréis de guerras y de rumores de guerras; mirad que no os a turbéis , porque es menester que todo esto acontezca; mas aún no es el fin;
  • 7 Porque se levantará nación contra nación y reino contra reino; y habrá pestilencias, y a hambres y terremotos en diferentes lugares;

8 Y todas estas cosas son solo el principio de dolores. 9 Entonces os entregarán para ser afligidos y a os matarán; y seréis b aborrecidos por todas las naciones por causa de mi nombre. 10 Y muchos a tropezarán entonces, y se entregarán unos a otros, y unos a otros se aborrecerán.

11 Y muchos falsos profetas se levantarán y engañarán a muchos. 12 Y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará. 13 Pero el que a persevere hasta el fin, este será salvo. 14 Y será predicado este a evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.

15 Por tanto, cuando veáis la a abominación desoladora de la cual habló el profeta Daniel, b quedaos en el lugar santo (el que lee, entienda), 16 entonces los que estén en Judea huyan a los montes; 17 y el que esté en la azotea no descienda para sacar algo de su casa; 18 y el que esté en el campo no vuelva atrás a tomar su ropa.

  • 19 Mas, ¡ay de las que estén encintas y de las que estén criando en aquellos días! 20 Orad, pues, que vuestra huida no sea en invierno ni en día de reposo; 21 porque habrá entonces gran a tribulación , cual no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá;

22 Y si aquellos días no fuesen acortados, ninguna carne sería salva; mas por causa de los escogidos, aquellos días serán acortados. 23 Entonces, si alguno os dijere: Mirad, aquí está el Cristo, o allí, a no lo creáis. 24 Porque se levantarán falsos Cristos y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuere posible, aun a los a escogidos.

25 He aquí, os lo he dicho antes. 26 Así que, si os dijeren: He aquí está en el desierto, no salgáis; he aquí está en los aposentos, no lo creáis. 27 Porque como el relámpago que sale del oriente y se muestra hasta el occidente, así será también la venida del Hijo del Hombre.

28 Porque dondequiera que estuviere el cuerpo muerto, allí a se juntarán las águilas. 29 E inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su luz, y las estrellas caerán del cielo y los poderes de los cielos serán sacudidos.

30 Y aparecerá la a señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces se b lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre que vendrá sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria.

31 Y enviará a sus ángeles con gran voz de trompeta, y reunirán a sus a escogidos de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro. 32 De la higuera aprended la parábola: Cuando ya su rama está tierna y brotan sus hojas, sabéis que el verano está cerca.

33 Así también vosotros, cuando veáis todas estas cosas, sabed que está cerca, a las puertas. 34 De cierto os digo que no pasará esta a generación hasta que todas estas cosas acontezcan. 35 El cielo y la tierra a pasarán , pero mis b palabras no pasarán.

36 Pero del a día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino solo mi Padre. 37 Mas como en los días de a Noé , así será la venida del Hijo del Hombre. 38 a Porque como en los días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dándose en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca, 39 y no comprendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos, así será también la venida del Hijo del Hombre.

  • 40 Entonces estarán dos en el campo; uno será tomado y el otro será dejado; 41 dos mujeres estarán moliendo en un molino; una será tomada y la otra será dejada;
  • 42 Velad, pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor;

43 Pero sabed esto, que si el padre de familia supiese a qué hora el ladrón habría de venir, velaría y no dejaría minar su casa. 44 Por tanto, también vosotros estad a preparados , porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora b que no pensáis. 45 ¿Quién es, pues, el siervo a fiel y prudente, a quien puso su señor sobre su casa para que les diese alimento a tiempo? 46 Bienaventurado aquel siervo al que, cuando su señor venga, le halle haciendo así.