Como Pedirle Un Deseo A Dios?

Como Pedirle Un Deseo A Dios

Descargar el PDF Descargar el PDF Tienes algo que quieres pedirle a Dios, pero no sabes cómo hacerlo. Dios escucha tus plegarias, pero no siempre te da exactamente lo que pides. Es importante alabarlo y buscar el perdón por tus pecados antes de pedirle lo que quieres. Pídele que haga lo que Él crea que es mejor. También sé honesto y específico al pedirle algo.

  1. 1 Crea una relación con Dios. Él escuchará tus plegarias incluso si no lo sigues, pero es más probable que les responda a aquellos que se acercan a Él. Si nunca has leído la palabra de Dios o no has seguido a Jesús, sería bueno empezar a hacerlo antes de pedirle algo. Aprende a escuchar y a obedecer lo que Dios te pide. [1]
    • Esto no significa que no te dará lo que deseas si no eres su discípulo. Solo quiere decir que te comunicarías mejor si te acercaras a Él.
    • Piensa en la diferencia entre un extraño y tu mejor amigo. Si un amigo te pide dinero prestado o un extraño te pide dinero en la calle, es más probable que le des el dinero a tu amigo. No es una comparación perfecta, pero es similar.
  2. 2 Primero alaba y agradece a Dios. Cuando reces, no pidas algo inmediatamente. Es mejor alabar a Dios y agradecerle por lo que ha hecho por ti. Alábalo por ser amoroso y poderoso. Agradécele por guiarte y bendecirte. Comenzar de esta manera le demuestra a Dios que es más que solo alguien a quien le pides cosas. [2]
    • La alabanza y el agradecimiento deben de ser genuinos y no una táctica para adular a Dios y obtener lo que deseas. Debes ser sincero cuando rezas.
    • Comienza diciendo “Dios, es maravilloso lo bien me has cuidado y me has provisto de lo que necesito. Agradezco que seas fuerte y que nunca me das la espalda”.
  3. 3 Confiésate y arrepiéntete de tus pecados. Después de crear una relación con Dios, es importante asegurarte de estar en buenos términos con Él. Si estás viviendo en pecado o has cometido pecados recientemente, estás alejado de Dios. Debes confesarte y darle la espalda al pecado. Esto arreglará tu conexión con Él. [3]
    • Esto es importante porque el pecado significa que estás en contra de lo que Dios quiere de ti. Cuando pecas, te separas de Dios.
    • Confesarte y arrepentirte significa decirle a Dios que sabes que has pecado, que lo sientes y que quieres cambiar.
    • Rézale a Dios diciéndole “Siento haber sido grosero con mi vecino. Sé que también lo amas y debo tratarlo como tú quieres. Haré todo lo posible para ser paciente y bueno con él”.
  4. 4 Pídele perdón a Dios. Además de confesarte y arrepentirte, pídele a Dios que perdone tus pecados. Buscar el perdón es el paso que sigue a la confesión. Una vez que Dios te haya perdonado, la comunicación con Él será mucho mejor. [4]
    • No existe una oración en especial que debas rezar para el perdón. Dile a Dios que estas arrepentido y que quieres su perdón por haberlo ofendido.
    • Dile “Dios, siento haber mentido sobre lo que hice anoche. No debí hacerlo. Por favor perdóname por ser deshonesto”.
  5. 5 Haz las paces con los demás. Si estás enojado o lastimaste a alguien, es difícil ser sincero al rezar. Tómate un minuto para pensar en todas tus relaciones que están mal y esfuérzate por arreglar esas primero. Resolver tus problemas con otras personas te abre el camino para pedirle algo a Dios. [5]
    • No es suficiente pensar en lo que está mal si no haces algo para arreglarlo. Contacta a la persona que ofendiste y haz las paces con ella antes de acudir a Dios.
    • Discúlpate o perdona, dependiendo de cuál sea el caso.
  6. 6 Reza contra el mal que te rodea. Si vives para Dios, seguro existe maldad en tu contra que te aleja de Él. Reza para que Dios retire cualquier espíritu que quiera distraerte y distanciarte de Él. El conflicto espiritual te impedirá comunicarte efectivamente con Dios. [6]
    • Vale la pena tomarte el tiempo para averiguar qué conflicto espiritual es y cómo puede afectar tus oraciones y tu devoción a Dios.
    • Di: “Dios, siento que hay maldad a mi alrededor. En el nombre de Jesús, por favor aleja a estos espíritus. No dejes que se interpongan entre nosotros. Diles que no tienen poder sobre mí”.

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  1. 1 Sé honesto con Dios acerca de tus sentimientos. Dios sabe todo lo que piensas y sientes, así que no tiene caso que lo ocultes. Mientras pides lo que deseas, sé completamente honesto sobre tus pensamientos y sentimientos. La honestidad abrirá los oídos de Dios a tus plegarias.
  2. 2 Pídele a Dios lo que deseas de manera concreta. Dile lo que deseas o necesitas y pídele que te lo conceda. Sé específico en lo que pides. Aunque Dios sabe lo que deseas y necesitas, quiere que se lo pidas. Dios puede responder a plegarias poco específicas, pero si eres concreto, crearás un lazo más profundo con Él. [7]
    • Ser especifico no garantiza que Dios te responda de la manera en que tú quieres. Él podría tener otros planes para ti.
    • Dile a Dios “No me alcanza el dinero para la renta este mes porque tengo que pagar facturas médicas. Por favor ayúdame a conseguir horas extras en el trabajo para poder pagar mi renta”.
    • Recuerda que Dios no te dará algo que vaya en contra de su voluntad. Busca en tu corazón y lee la Biblia para ver si lo que estás pidiendo va contra su voluntad.
  3. 3 Deja que Dios obre de la mejor manera. Otra ventaja de rezar es que, aunque tú tengas muchas cosas que pedirle a Dios, se hará Su voluntad en tu vida. Pídele que te dirija de la manera que crea conveniente y no cómo tú quieres. Pídele que te ayude a desear lo que Él quiere para ti. [8]
    • Los beneficios de rezar de esta manera son muchos. Aunque sepas exactamente lo que quieres, Dios puede tener para ti mucho más de lo que crees. Si solo pides lo que quieres, podrías perderte una bendición mayor.
    • Dile a Dios “Señor, realmente quiero comenzar un trabajo nuevo este mes, pero sé que tú podrías tener guardado algo mejor. Te pido que me muestres lo que tienes planeado para mí, incluso si no es exactamente lo que quiero”.
  4. 4 Pídele a Dios una respuesta rápida a tus plegarias. Si vas a pedirle algo, probablemente quieras que Dios actúe rápido. Ser honesto con Dios significa decirle que quieres que trabaje aprisa. Él trabaja a su propio ritmo y las cosas podrían no suceder tan rápido como quisieras. Aun así, es bueno pedirle que se apresure porque eres honesto con lo que deseas. [9]
  5. 5 Termina tu plegaria diciendo “En el nombre de Jesús”. La Biblia nos enseña que el nombre de Jesucristo es poderoso. Cada vez que reces, pero especialmente cuando pidas algo, termina tu oración diciendo “Rezo en el nombre de Jesús”. Así reconocerás que Dios se mueve por medio de Jesús y que Jesús es poderoso. [10]
    • Esto no es como decir palabras mágicas y no debe usarse como una manera de explotar las bendiciones de Dios. Es simplemente una forma de mostrar que te sometes a Su voluntad por medio de Cristo.

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  1. 1 Ten paciencia y espera a que Dios haga lo suyo. Recuerda que Él tiene un plan distinto al tuyo. Si no te responde tan pronto como esperabas, no te des por vencido. Espera por Él y recuerda que debe haber una razón por la que no te responda tan rápido como quisieras. [11]
  2. 2 Continúa alabándolo. Mientras esperas la respuesta de Dios a tus plegarias, debes seguir honrándolo y alabándolo. Es importante que seas agradecido y lo adores incluso si aún no has recibido lo que deseas. Si solo lo alabas cuando hace lo que tú quieres, tu alabanza podría no ser genuina. [12]
  3. 3 Confía en que Dios actuará de acuerdo a su voluntad. Si no crees que tiene la capacidad de realizar las cosas, tus plegarias pierden poder. Debes creer que Dios te ha escuchado y que actuará con base en su voluntad. Si tu petición concuerda con Su plan, entonces te dará lo que deseas, pero recuerda que Dios no siempre responde de la manera en que tu quisieras. [13] Anuncio

¿Cuál es la mejor forma de pedir un deseo?

¿Cuál es la forma correcta de pedirle a Dios?

User Admin Abril 05, 2015 – 12:00 a. 2015-04-05 Por: Lina Álvarez, especial para El País. La autora del libro ‘Por qué pido y no recibo’, Ana Mercedes Rueda, explica que los buenos deseos son puestos por Dios en el corazón del hombre. Pida con ardor y espere con fe.

Cuando Ana Mercedes era niña, solía escribir en un cuaderno mensajes cifrados. Su madre no lo entendía, tan solo tenía cinco años. Entre sus letras y garabatos, se alcanzaba a leer claramente la palabra ‘Dios’.

El tiempo pasó y Ana comprendió que tenía un don. Aquella voz que le hablaba al oído y le entregaba mensajes de amor y paz, era su ángel. Aquél guía que le pediría, 25 años después, escribir un libro para brindar luz y mostrar el camino a aquellos que aunque buscan y rebuscan, no encuentran.

  • ¿Qué la motivó a escribir este libro? Este libro surgió porque empecé a escuchar que las personas dicen que le  piden a Dios y no los escucha;
  • No son capaces de comunicarse con sus ángeles y la respuesta siempre es un silencio prolongado que les genera mucha frustración;

Cuando empecé a percibir ese vacío en la gente, pensé que las palabras eran la manera indicada de orientarlos y explicarles el hecho de que no es que Dios no nos escuche a veces, sino que no le damos un mensaje claro. No es que no conteste, sino que él nos contesta de ciertas maneras que son especiales e interesantes.

Yo siempre le pido a Dios que me vaya guiando y mostrando cuál es el camino por el cual debo ir y de esa manera este libro surgió. ¿De qué maneras particulares se comunica Dios con nosotros? Él se comunica de muchas formas, siempre se las ingenia para hacernos llegar el mensaje.

Ya todo depende de que alguien esté dispuesto o no a escuchar. Nos puede hablar a través de un sueño, de la lectura de un libro, de un amigo que nos da un consejo o a través de una canción. Hay que  estar con los ojos abiertos y los oídos despiertos para entender las señales que él nos pasa por enfrente.

  • Hay una herramienta que Dios utiliza muchísimo para comunicarse con nosotros y es ese “algo que te habla”;
  • Es cuestión de que  te sintonices, a veces la voz de la intuición, es Dios que está tratando de darnos un mensaje;

“Orar es, como dicen los adolescentes,  ‘cool’ y hasta divertido. Si fortaleces tu comunicación con Dios y tus ángeles, nunca más te volverás a sentir solo”. Ana Mercedes rueda, angeóloga Utilice un método: Encuentre un lugar tranquilo en donde sienta que se puede concentrar sin tener interrupciones.

Ponga música suave o encienda una vela que ayude a la relajación. Tenga al lado lápiz y papel. Mantenga  la actitud de concentración y pregunte a Dios qué es lo que realmente quiere y desea ver manifestado en su vida.

No se presione, sea sincero consigo mismo. Escríbalo  y reflexione acerca de lo que pide y las implicaciones que esto tiene. No piense tanto al hacerlo, dé rienda suelta a sus deseos de corazón. Pregunte a Dios qué método de oración utilizar: el de la afirmación o el de la fe.

Afirmar lo que se quiere es repetirlo constantemente, y tener fe, es dejar en sus manos determinada  situación. Comprenda el aprendizaje que le deja aquello que está viviendo. Es el punto clave del proceso.

A veces las cosas no suceden porque aún no hemos aprendido la lección. Evalúe los aspectos que debe cambiar, en ocasiones, la mente pone muchas barreras para evitar la evolución. Trabaje en sí mismo, elimine las cosas negativas y tome una mejor actitud. Tome la decisión.

Inicie  un programa personal intensivo. Busque su equilibrio y tenga paciencia, los resultados no son inmediatos. Sea disciplinado, acérquese a Dios y asuma una rutina diaria de oración. ¿Qué hacer en la sala de espera? El que espera, desespera.

Tome nota y tenga paciencia mientras Dios le contesta. Cuando se está en espera de la respuesta es cuando realmente estamos probando nuestra fe. Aunque parezca que nada está sucediendo, en esos momentos es cuando Dios está actuando tras bambalinas para ordenar todo de manera perfecta y entregarle la respuesta a sus oraciones.

¡Déjese sorprender! Dios sabe el momento y la manera perfecta para responder a cada una de sus peticiones, solo confíe. Todo llega en su debido momento. Sea proactivo durante el tiempo de espera: medite, ore con agradecimiento por lo que ya tiene y haga ejercicio.

Cree una afirmación positiva que resuma lo que está pidiendo y repítala diariamente cuantas veces desee. .

¿Cómo pedir algo imposible a Dios?

Oración para hacer peticiones imposibles María, llena de bondad y clemencia, me acerco a ti y te invoco en estas horas de amargura para implorar tus favores. Madre admirable, madre de la divina gracia, verdadero consuelo del que llora, abogada dulcísima de los pecadores, presencia de Dios constante.

¿Cómo le pido a Dios para que me escuche?

¿Cómo manifestar lo que deseas?

¿Cuáles son los 12 deseos?

¿Cómo se debe empezar a orar?

Cuatro pasos para la oración – Dios es tu Padre Celestial y desea saber de ti. Puedes acercarte a Él a través de la oración. Como Su hijo, puedes pedirle a tu Padre Celestial Su ayuda y guía en tu vida. La oración puede hacerse en voz alta o mentalmente.

  1. Puedes hablarle a Dios como lo haces con otras personas;
  2. Tus palabras no tienen que ser elocuentes o memorizadas;
  3. Es más importante que abras tu corazón;
  4. Ten fe de que Él está ahí para ti y que te escucha, porque así es;

Ten fe en que Él te ayudará, porque lo hará. La oración es uno de los dones más valiosos que hemos recibido de un amoroso Padre Celestial. Antes de empezar, encuentra un lugar tranquilo donde te sientas cómodo. Una buena manera de comenzar es dirigirte a Dios por su nombre.

Puedes decir, “Querido Dios”, o “Querido Padre Celestial”, “Padre Nuestro que estás en los Cielos”, o simplemente “Dios”. Habla de tu corazón y comparte tus esperanzas y deseos como también tus preocupaciones y problemas.

Puedes pedirle Su ayuda, dirección, perdón o sanación. Lo que sea que esté en tu mente, tráelo a Él. Reconoce que Su sabiduría y Su tiempo son más grandes que los tuyos. Puedes preguntarle qué es lo que Él quiere para ti. Comparte con Dios tus sentimientos hacia otras personas.

  • Puedes pedir por sus necesidades o preguntarle en qué manera puedes ayudarles y amarles;
  • Agradécele a Dios por todas las bendiciones en tu vida;
  • Aun los desafíos pueden ser una bendición;
  • Estos nos ayudan a ser humildes y a mantener nuestro corazón y mente más abiertos a las respuestas de Dios;

Una vez que le hayas dicho todo lo que querías decir, puedes terminar diciendo, “En el nombre de Jesucristo, Amen”. Lo hacemos así porque Jesús nos mandó orar en Su nombre y todo lo que hacemos debe ser hecho en Su nombre.

¿Cómo puedo saber si Dios me habla?

¿Cómo se reconoce la revelación? – No hay una manera única de describir la revelación. Dios nos habla a cada uno de manera que podamos entender (véase Doctrina y Convenios 1:24 ). Las personas a veces experimentan sueños y visiones, pero más a menudo, Dios nos habla por medio de sentimientos apacibles del Espíritu Santo, como calidez, paz o gozo.

¿Cuál es la oración más poderosa?

“La oración es un impulso, es una invocación que va más allá de nosotros mismos”: papa Francisco. “La oración es un impulso, es una invocación que va más allá de nosotros mismos”: papa Francisco. “La oración abre la puerta a Dios, transformando nuestro corazón, tantas veces de piedra. La oración -subraya el Papa- es de todos y “nace en el secreto de nosotros mismos, en ese lugar interior que los autores espirituales suelen llamar el corazón”.

“La oración es un impulso, es una invocación que va más allá de nosotros mismos: algo que nace en lo más profundo de nuestra persona y llega, porque siente la nostalgia de un encuentro. Esa nostalgia que es más que una necesidad, más que una necesidad: es un camino.

La oración es la voz de un “yo” que va a tientas, que procede a tientas, en busca de un “tú”. El encuentro entre el “yo” y el “tú” no se puede hacer con calculadoras: es un encuentro humano y muchas veces procedemos a tientas para encontrar el “tú” que mi “yo” está buscando”, dice el Pontífice.

(Además:  Oración al Espíritu Santo) En la catequesis, además, nos recuerda: “La oración abre la puerta a Dios, transformando nuestro corazón, tantas veces de piedra, en un corazón humano”. La señal de la cruz, subraya el Papa, es la primera oración.

Jesús, subraya el Pontífice, “reza con nosotros”. Y al rezar, “abre la puerta del cielo, y de esa brecha desciende el Espíritu Santo”. Y nos recuerda el Pontífice que “toda persona necesita un espacio para sí misma, donde pueda cultivar su vida interior, donde las acciones encuentren sentido”.

  1. “Durante su vida pública”, añade, “Jesús recurre constantemente al poder de la oración;
  2. Santo Tomás de Aquino definió al Padre Nuestro como la súplica más perfecta de todas;
  3. Es el primer acercamiento de los católicos con Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo;

Se conoce como La oración del Señor. El poder de esta oración es que encierra las siete peticiones que toda persona puede necesitar: (Le recomendamos: Oración de la Sangre de Cristo) Padre nuestro Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu Reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.

Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén. Con información de https://www.

vaticannews. va/ (Lea también: La Dama de Hierro del Vaticano) DESCARGA LA APP EL TIEMPO Personaliza, descubre e informate.

¿Cómo pedir un milagro y que se cumpla?

¿Cuál es el salmo para pedir un milagro?

Salmo 6. Oración por salud y misericordia – Señor, no me reprendas en tu ira, ni me castigues en tu furor. Ten piedad de mí, Señor, pues languidezco; sáname, Señor, porque mis huesos se estremecen. Mi alma también está muy angustiada; y tú, oh Señor, ¿hasta cuándo? Vuélvete, Señor, rescata mi alma; sálvame por tu misericordia.

Porque no hay en la muerte memoria de ti; en el Seol, ¿quién te dará gracias? Cansado estoy de mis gemidos; todas las noches inundo de llanto mi lecho, con mis lágrimas riego mi cama. Se consumen de sufrir mis ojos; han envejecido a causa de todos mis adversarios.

Apartaos de mí, todos los que hacéis iniquidad, porque el Señor ha oído la voz de mi llanto. El Señor ha escuchado mi súplica; el Señor recibe mi oración. Todos mis enemigos serán avergonzados y se turbarán en gran manera; se volverán,  y  de repente serán avergonzados.

¿Cuáles son las oraciones que Dios no escucha?

Nota del editor: Este es el capítulo 23 de 25 en la serie de artículos de Tabletalk Magazine: Preguntas claves sobre la oración. – A lo largo de la Escritura se nos informa repetidamente que Dios no escucha las oraciones de los impíos. Por ejemplo, Jeremías 14:11-12 dice: «Y el Señor me dijo: «No ruegues por el bienestar de este pueblo. Cuando ayunen, no escucharé su clamor; cuando ofrezcan holocausto y ofrenda de cereal, no los aceptaré”». Proverbios 28:9 nos dice que la oración del hombre sin ley «es abominación».

Una y otra vez leemos que Dios no escucha las oraciones de los impíos (p. ej. : Sal 66:18; Pr 21:13; Is 1:15; Jer 11:11-14). ¿Qué significa esto? ¿No es Dios omnisciente? ¿No conoce Él todas las cosas? Claro que sí.

La Escritura nos dice que Dios conoce todas las cosas y que «no hay cosa creada oculta a Su vista» (Heb 4:13). Dios conoce cada uno de nuestros pensamientos (1 Cr 28:9), y Él conoce las palabras que vamos a decir aun antes de nosotros hablar (Sal 139:4).

Entonces ¿cómo es posible que la Biblia también diga que Dios no escucha las oraciones del impío? Para poder entender lo que la Escritura está diciendo, primero debemos considerar Isaías 59:1-2, donde el profeta escribe: «He aquí, no se ha acortado la mano del Señor para salvar; ni se ha endurecido Su oído para oír.

Pero vuestras iniquidades han hecho separación entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados le han hecho esconder Su rostro de vosotros para no escucharos » (énfasis añadido). El profeta afirma que Dios puede oír. En otras palabras, Dios es omnisciente.

Él puede oír las oraciones de los impíos, en el sentido de que Él sabe que ellos están orando, y Él conoce lo que ellos están orando. Dios es omnisciente. La única oración del impío que Él escuchará es la oración de arrepentimiento genuino.

Sin embargo, Isaías señala inmediatamente que el problema no es la omnisciencia de Dios, sino el pecado de los que oran. Por causa de su pecado, Él no los escucha. Esto significa que Dios no escuchará a aquellos que ignoran Su ley. Zacarías dice claramente: «Como Yo había clamado y ellos no habían querido escuchar, así ellos clamaron y Yo no quise escuchar» (Zac 7:13).

  1. Si los impíos persisten en su maldad, Dios no concederá sus peticiones;
  2. Oran en vano;
  3. Por otro lado, sí hay una oración que el impío puede orar que será escuchada por Dios;
  4. Es la oración de arrepentimiento;
  5. Vemos un ejemplo en 1 Reyes 21:17-29, donde Dios condena al malvado rey Acab (vv;

17-24). Al oír las palabras de juicio, Acab se arrepiente en cilicio (v. 27). El Señor ve su arrepentimiento y declara que el juicio caerá sobre los descendientes de Acab en lugar de sobre Acab mismo (vv. 28-29). Considera también el arrepentimiento de los ninivitas descrito en el libro de Jonás. .

¿Qué impide que la oración sea contestada?

La oración es uno de los medios que Dios nos ha dado para tener comunión con Él. Por medio de ella podemos alabarlo, expresarle nuestra gratitud y hacerle peticiones. Orar es vital por lo que la Biblia indica que debemos “orar sin cesar”, lo que involucra que le demos acceso a Dios a nuestra vida, sin restricciones, para ser dependientes de Él en todo tiempo y circunstancias.

  • Jesucristo indicó que “todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo”;
  • Sin embargo, muchas de las oraciones que hacemos no son respondidas;
  • ¿Por que pasará eso? En realidad pueden existir diversas  razones por lo que Dios no responde nuestras oraciones: por no ser específico, por no pedir conforme su voluntad, por no tener fe, por no conocer a Dios, por motivaciones incorrectas, entre muchos otros factores;

Quizás haya algo en nuestra vida que nos esté impidiendo escuchar la voz de Dios, o que nuestra oración este siendo estorbada por fuerzas espirituales del mal. Le sucedió a Daniel, quien oró y ayunó durante veintiún días, aunque su oración había sido escuchada desde el primer día, fue estorbada por principados.

  • Santiago 4 también indica que una de las causas, es porque pedimos por razones egoístas;
  • Asimismo debemos tener presente que la misma Biblia nos da ejemplos de peticiones correctas que no fueron contestadas;

Por ejemplo, el apóstol Pablo tres veces le suplicó al Señor que le librara de un aguijón en su carne; y Dios le dijo “Mi poder está perfeccionándose en la debilidad”. Asimismo Pablo pidió a la iglesia en Roma para que orasen para que Dios lo librase de los rebeldes de Judea.

Dios no lo libró, y posteriormente fue martirizado, pero ese evento terminó en gran bendición. Por lo tanto, pueden existir múltiples razones por las que Dios no esté respondiendo nuestras oraciones. Cuándo Jesús oró en el huerto de Getsemaní, estaba en agonía y oraba más intensamente pidiendo “Padre, si es tu voluntad, aparta de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya.

” Nosotros podemos examinar nuestro corazón, alinearnos a su palabra, pedir con fe y conforme a su voluntad; pero sólo Dios tiene el poder para contestar nuestras oraciones, y nosotros debemos aceptar su voluntad. Ante esta situación la mayoría de las personas tienden a desesperarse, y a pensar que Dios no es bueno o que no los ama.

Muchos se dan por vencidos, dejan de orar, se empiezan a alejar de Dios, y como resultado dejan de creer. Pero la Biblia nos enseña que aunque Él no conteste todas nuestras oraciones como nosotros quisiéramos, Él nos ama con amor eterno, y siempre se deleita en darnos lo que es mejor.

La sabiduría de Dios supera la nuestra, y debemos confiar en que sus respuestas a nuestras oraciones son las mejores soluciones posibles. A veces contestará con un “si” inmediato, otras veces tardará un poco, algunas otras nos tocará esperar por un tiempo más largo, y en otras ocasiones guardara silencio dándonos a entender que tiene algo mejor para nosotros.

  1. Nosotros debemos perseverar en la oración y hacer lo posible porque las cosas pasen; asimismo debemos permitir que Dios obre en nosotros y en nuestras circunstancias, y aceptar su voluntad;
  2. Muchas veces deseamos y estamos decididos a obtener lo que queremos; por lo que le pedimos de todo para ser prosperados;

Aunque Dios nos ama, desea bendecirnos, y recompensa a aquellos  que le buscan; también debemos cuidarnos de asumir que Él existe tan sólo para servirnos. Su Palabra nos muestra que es al contrario, nosotros fuimos creados para su gloria por lo que existimos para Dios; Él nos creó para sus propósitos, y para servir.

  • Jesús dijo que “no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos”;
  • Dios nos llama a seguirlo, adorarlo y a servir a los demás;
  • Así que la oración no solamente se trata de pedir, sino de tener una relación con Dios para descubrir quiénes somos en Él;

Dios siempre vela por nuestro bien, por lo que tan sólo nos concede aquello que nos conviene y que está en armonía con su propósito. Por lo tanto, no sólo basta con decir “Dios quiero tal cosa, en el nombre de Jesús” y ya. Permitamos que Dios actúe tanto en nuestro corazón como en nuestras circunstancias, con la plena confianza que cualquiera que sea su respuesta, sin duda será la mejor para nosotros.

Así que hay que seguir orando sin cesar, para depender de Dios y tener comunión con Él para cumplir su propósito en nosotros. Filipenses 4:6-7 promete: Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.

Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús. .

¿Cómo pedir un deseo a las 11 11?

Los halagos del universo – De acuerdo a la primera práctica, estas cifras están envueltas en fascinación por la teoría de los números repetidos. Esta reiteración encierra poder y nos transmite mensajes. Hablamos de un símbolo que en el tarot se corresponde con la carta del mago.

¿Esto qué quiere decir? Se trata de una señal que representa un estímulo espiritual. Algo así como un aplauso que te regala el universo para informarte de que tu camino es el idóneo. Los amantes de la adivinación aseguran que los ángeles establecen conexión con los seres mortales mediante los números.

Vamos, estarían refiriéndose a una especie de intervención divina. Por tanto, según estas creencias, estos mensajeros te dan una palmadita en la espalda cada vez que se cruza frente a tus ojos el 11:11 (siempre, a través de un reloj digital). Se entiende como el instante ideal para pensar en nuestros propósitos, enunciando nuestra voluntad, siempre acorde a esas aspiraciones. .

¿Qué deseos se pueden pedir?

¿Cuándo se puede pedir un deseo?

Por: Actualizado 14 Abr 2021, 14:49 pm EDT Una de las supersticiones más comunes es pedir un deseo si miras el reloj justo a las 11:11 horas. La creencia popular indica que funciona única y exclusivamente si miras por casualidad un reloj, ya sea el del móvil, la computadora, el microondas o el que traes en la muñeca, y todos los dígitos coindicen en 1.

Si eres de los afortunados en ver el 11:11 tienes el tiempo que resta de ese minuto para pedir un deseo , algo así como cuando vez una estrella fugaz, una mariquita o un colibrí , si lo pides cuando dan las 11:12 no será válido.

Mucha gente cree que esa hora contiene un poder oculto extraordinario, pero ¿por qué es tan mística esa hora? Son diversas las razones que explican la energía positiva que irradia esa hora, las más importantes se encuentran en la sincronicidad del universo, la numerología y la espiritualidad.

  1. La sincronicidad es un concepto que acuñó el psicólogo Carlo Jung para describir la conexión que hay entre el universo y nuestra vida;
  2. De acuerdo con esta corriente, la realidad de cada uno de nosotros está sincronizada con el cosmos, por eso cuando algo ocupa nuestros pensamientos y de pronto la respuesta llega a través de una canción, los números o cualquier otro medio, no es por suerte, sino por una coincidencia del universo;

Es decir, alguna fuerza espiritual nos envió la respuesta. Esto nos lleva a la numerología. Si la sincronicidad ocasionó que viéramos el reloj a las 11:11 hay que entender el significado que poseen estas cifras. El 1 en la numerología representa la unidad, la independencia, el liderazgo, el inicio del todo, la energía, la fuerza y la creatividad.

Dicho esto, se podría decir que si ves esa hora en el reloj indica que tienes en ti la fuerza para conseguir tus metas o perseguir nuevos objetivos. Además, en la numerología el 11 es un número maestro cuya energía está relacionada con la sensibilidad, el misticismo, la clarividencia, la riqueza interior, el idealismo, la honestidad y la paciencia.

Y como en la hora 11:11 está repetido toda esta vibración espiritual se potencia al doble. Y siguiendo con la corriente espiritual, el 11:11 en la numerología angelical posee un significado especial. Se cree que durante esa hora se abre un portal energético que brinda la oportunidad para la manifestación.

Los ángeles están escuchando y a través de ese portal ellos reciben nuestros mensajes. También se dice que significa que estás en sincronía con el resto del mundo, lo que es un recordatorio para estar presente y reconocer que todos estamos conectados de alguna manera, según indica YourTango.

Por esas razones es poderoso pedir un deseo si miras el reloj a las 11:11 horas, así que la próxima vez que tengas la fortuna de presenciar esa hora por casualidad, piensa en lo que deseas recibir del universo. Te puede interesar: ¿Cuál es el significado espiritual de ver el reloj a las 10:10, según la numerología?.

¿Dónde pedir un deseo?